Servicio diario - 24 de septiembre de 2017


Ángelus: la lógica del amor del Padre, gratuito y generoso (traducción completa)
Raquel Anillo

Estados Unidos: el Papa saluda la beatificación del P. Stanley Rother
Anita Bourdin

Ángelus: “Dios no excluye a nadie y quiere que cada uno alcance su plenitud”
Raquel Anillo


 

24/09/2017-15:15
Raquel Anillo

Ángelus: la lógica del amor del Padre, gratuito y generoso (traducción completa)

(ZENIT – Roma, 24 de septiembre de 2017). – “Con esta parábola, Jesús quiere abrir nuestros corazones a la lógica del amor del Padre, que es gratuito y generoso”, explica el Papa Francisco que ha comentado la parábola de los obreros de la onceava hora antes del ángelus de este domingo 24 de septiembre de 2017, desde la ventana del despacho del palacio apostólico del Vaticano que da a la plaza San Pedro.

Esta es nuestra traducción, del italiano, de las palabras del Papa Francisco antes de la oración del ángelus dominical.

AB/RA

 

Palabras del Papa Francisco antes del ángelus

Queridos hermanos y hermanas, buenos días!

En la página del evangelio de hoy (Mt 20, 16-16), encontramos la parábola de los obreros llamados cada día, que Jesús cuenta para comunicar dos aspectos del Reino de Dios: el primero, que Dios quiere llamar a todos a trabajar en su Reino; y segundo, que al final quiere dar a todos la misma recompensa es decir la salvación, la vida eterna.

El patrón de una viña, que representa a Dios, sale al alba y recluta a un grupo de trabajadores, acordando con ellos el salario de un denario para toda la jornada – era un salario justo – y después vuelve a salir en las siguientes horas, cinco veces en ese día, hasta la tarde, para reclutar a otros obreros que los ve desocupadas. Al final de la jornada, el patrón ordena que se pague un denario a cada uno, incluso a aquellos que habían trabajado pocas horas.

Naturalmente, los jornaleros contratados a primera hora se lamentan, porque se ven pagados de la misma manera que aquellos que han trabajado menos. Pero el patrón les recuerda que han recibido lo que habían acordado, si después él quiere ser generoso con los demás, ellos no tienen por qué ser envidiosos.

En realidad, esta “injusticia”-entre comillas- del patrón, sirve para provocar, en quien escucha la parábola, un salto de nivel, porque aquí, Jesús no quiere hablar del problema del trabajo y del salario justo, no, quiere hablar del Reino de Dios! Y el mensaje es el siguiente: en el Reino de Dios, no existen desocupados, todos están llamados a hacer su parte y para todos al final habrá una recompensa que viene de la justicia divina, no humana – para nuestra suerte – es decir la salvación que Jesucristo nos ha adquirido con su muerte y resurrección. Una salvación que no es merecida, sino regalada, la salvación es gratuita, de manera que “los últimos serán los primeros y los primeros, los últimos” (Mt 20.16).

Con esta parábola, Jesús quiere abrir nuestros corazones a la lógica del amor del Padre , que es, gratuito y generoso. Se trata de dejarse maravillar y fascinar por los “ pensamientos” y por “los caminos” de Dios que, como nos recuerda el profeta Isaías, no son nuestros pensamientos, no son nuestros caminos (Is 55, 8). Los pensamientos humanos a menudo están marcados por egoísmos y por intereses personales, y nuestros senderos estrechos y tortuosos no son comparables con los caminos amplios y rectos del Señor. Él usa misericordia, no os olvidéis, usa misericordia, perdona largamente, ampliamente, está lleno de generosidad y de bondad, que vuelca sobre cada uno de nosotros, abre a todos el territorio ilimitado de su amor y de su gracia, que solo pueden dar al corazón humano la plenitud de la alegría.
Jesús quiere hacernos contemplar la mirada de este patrón: la mirada con la cual ve a cada uno de los obreros en espera del trabajo y los llama a ir a su viña. Es una mirada llena de atención, de benevolencia; es una mirada que llama, que invita a levantarse, a ponerse en marcha, porque él quiere la vida para cada uno de nosotros, quiere una vida plena, comprometida, salvada del vacío y de la inercia. Dios que no excluye a nadie y quiere que cada uno alcance su plenitud. Este es el amor de nuestro Dios, de nuestro Dios que es Padre.

Que la Santísima Virgen María nos ayude a acoger en nuestra vida la lógica del amor que nos libera de la presunción de merecer la recompensa de Dios y del juicio negativo de los otros.

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

24/09/2017-19:21
Anita Bourdin

Estados Unidos: el Papa saluda la beatificación del P. Stanley Rother

(ZENIT – Roma, 24 de septiembre de 2017). – El Papa Francisco saluda la beatificación del P. Stanley Francis Rother, misionero en Guatemala, asesinado por los militares en 1981.

El Papa evoca su beatificación tras el ángelus de este domingo 24 de septiembre de 2017, en la plaza San Pedro.

“Queridos hermanos y hermanas, ha dicho el Papa, ayer, en Oklahoma (ciudad de los Estados Unidos de América) fue proclamado el Beato Stanley Francis Rother, sacerdote misionero, asesinado por el odio a la fe por su trabajo de evangelización y promoción humana en favor de los más pobres en Guatemala.”

“Que su ejemplo heroico nos ayude a ser testigos valientes del Evangelio, por un compromiso por la dignidad humana”, ha añadido el Papa.

Stanley Rother, nacido el 27 de marzo de 1935 en Okarche, en los Estados Unidos, Oklahoma, y fallecido el 28 de julio de 1981 en Santiago Atitlán en Guatemala.

Este sacerdote católico y misionero ha sido asesinado por un escuadrón de la muerte durante el conflicto armado guatemalteco. Fue beatificado como mártir.

Nacido en una familia campesina, Stanley Rother fue ordenado a la edad de 28 años, el 25 de mayo de 1963 por la diócesis católica de Tulsa.

En 1968, llegó a Guatemala, a Santiago Atitlán, donde se unió a un pequeño equipo y comienza su misión, en particular con el pueblo indígena de Tzutuhil.

La misión tiene como objetivo mejorar la alimentación y la atención médica, incluida la construcción de un hospital.

Stanley Rother se encontró solo en 1975 como resultado de defecciones y regresos forzados a los Estados Unidos. Celebra cinco misas en cuatro lenguas cada domingo y celebra más de 1.000 bautismos al año.

A partir de finales de los años 1970, el P. Rother, se dedicó también a la lucha contra las injusticias cometidas contra los indios, con lo que se ganó enemistades y también contra sus colaboradores.

El 23 de octubre de 1980, Gaspar Culan, un diácono con el que trabajaba, fue secuestrado y probablemente asesinado, lo mismo que otros dos colaboradores.

El 3 de enero de 1981, Diego Quic, catequista de la misión, es secuestrado delante de dos sacerdotes presentes.

En enero de 1981, bajo la presión de sus parroquianos y de acuerdo con las autoridades civiles, Stanley Rother salió de Guatemala para regresar a Oklahoma. Permaneció tres meses. Con los rumores de que su nombre ya no estaría en las listas negras de facciones militares, vuelve a Guatemala para Pascua.

El 28 de julio de 1981, el P. Rother fue asesinado por los militares. Tres sospechosos fueron arrestados el 4 de agosto.

El cuerpo del P. Rother es trasladado a los Estados Unidos, a Okarche, donde está enterrado. Pero, a petición de los antiguos parroquianos de Tzutuhil, su corazón se mantiene bajo el altar de la iglesia donde ejerció su ministerio sacerdotal.

El 5 de octubre de 2007 su causa de beatificación y canonización se abrió a nivel diocesano. Y se cierra el 20 de julio de 2010 y transferido a Roma a la Congregación para las causas de los santos.

El 1 de diciembre de 2016, el Papa Francisco reconoció la muerte “en odio a la fe” del Padre Rother, es decir, su martirio.

Ha sido proclamado bienaventurado, ayer, 23 de septiembre de 2017, en Oklahoma, durante una misa presidida en nombre del Papa Francisco por el Cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

AB

 

 

24/09/2017-19:24
Raquel Anillo

Ángelus: “Dios no excluye a nadie y quiere que cada uno alcance su plenitud”

(ZENIT – Roma, 24 de septiembre de 2017). – “Dios no excluye a nadie y quiere que cada uno alcance su plenitud”, explica el Papa Francisco que ha comentado la parábola de los obreros de la onceava hora antes del ángelus de este domingo 24 de septiembre de 2017, desde la ventana del despacho del palacio apostólico del vaticano que da a la plaza San Pedro.

“Con esta parábola, Jesús quiere abrir nuestros corazones a la lógica del amor del Padre, que es gratuito y generoso”, ha explicado el Papa.

Ha insistido sobre la “mirada”: “Jesús quiere hacernos contemplar la mirada de este maestro (...), lleno de atención, de benevolencia, (...) que llama, que invita a levantarse, a ponerse en camino, porque él quiere la vida para cada uno de nosotros, quiere una vida plena, comprometida, salvado de una vida de vacío y de inercia”.

El Papa ha hecho hincapié en esta lógica de “misericordia”: “Usa la misericordia, no para olvidar esto, usa la misericordia, perdona ampliamente, está lleno de generosidad y de bondad que él reparte sobre cada uno”.

Él ha añadido: “Dios que no excluye a nadie y quiere que cada uno alcance su plenitud. Este es el amor de nuestro Dios, de nuestro Dios que es Padre”.

Una mirada que cambia la mirada: el Papa ha invitado a invocar a María para poder “acoger (....) la lógica del amor que nos libera de la presunción de merecer la recompensa de Dios y del juicio negativo sobre los demás”.

 

Nuestra traducción, del italiano, de las palabras pronunciadas por el Papa francisco antes de la oración del ángelus dominical se encuentra aquí.