Servicio diario - 04 de octubre de 2017


Audiencia general: “Jesús quiere testigos, personas que difundan esperanza”
Rosa Die Alcolea

El Papa anuncia una reunión pre-sinodal para jóvenes de todo el mundo
Redacción

“¡Que Dios proteja a Egipto, a Oriente Medio y al mundo del terrorismo!”
Rosa Die Alcolea

Jóvenes: El Papa les invita a estar atentos a la creación
Redacción

Audiencia General del 4 de octubre de 2017 – Texto completo
Redacción

Sínodo 2018: Jóvenes del mundo se reunirán en Roma en marzo
Rosa Die Alcolea

Mons. Arizmendi: “La Iglesia y la teología no son de una sola cultura”
Felipe Arizmendi Esquivel

Santa Faustina Kowalska, 5 de octubre
Isabel Orellana Vilches


 

04/10/2017-09:16
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: “Jesús quiere testigos, personas que difundan esperanza”

(ZENIT – 4 Oct. 2017).- “Jesús quiere testigos, personas que difundan esperanza con su modo de acoger, de sonreír, y sobre todo de amar”, ha anunciado el papa Francisco.

El papa Francisco ha celebrado esta mañana, 4 de octubre de 2017, la Audiencia general, que comenzaba a las 9:40 horas en la plaza de San Pedro frente a 15.000 peregrinos, según Radio Vaticano. El mes de octubre está dedicado por la Iglesia especialmente a la misión, por eso esta catequesis lleva por título: “Misioneros de esperanza hoy”.

“A través del Espíritu Santo, Jesús nos hace renacer a una vida nueva que debemos anunciar a los demás no sólo de palabra, sino con la vida. Jesús quiere testigos, personas que difundan esperanza con su modo de acoger, de sonreír, y sobre todo de amar”, ha indicado el papa Francisco en la audiencia.

“El núcleo de la fe cristiana es la resurrección de Jesús, por eso el cristiano no puede ser un profeta de desgracias”, han sido sus palabras.

Francisco ha explicado que la fuerza de la resurrección “hace que los cristianos seamos capaces de amar” allí donde parece que ya no hay motivo para amar, y de “abrir espacios de salvación” allí donde parece que todo está humanamente perdido.

El cristiano –ha señalado el Papa– por eso no se deja llevar del desánimo o de la queja, ya que “gracias a la resurrección está convencido de que no hay ningún mal que sea infinito, ninguna noche que sea eterna, ningún hombre que no pueda cambiar, ningún odio que no se pueda vencer con amor”.

El papa Francisco ha saludado cordialmente a los peregrinos de lengua española, en modo particular a los grupos provenientes de España y América Latina, y los ha exhortado a que “sepamos difundir siempre a nuestro alrededor semillas de esperanza y de amor”, pidiéndoselo a Jesús, “por intercesión de la Virgen María y de san Francisco de Asís”.

 

 

04/10/2017-08:50
Redacción

El Papa anuncia una reunión pre-sinodal para jóvenes de todo el mundo

(ZENIT – 4 Oct. 2017).- “Quiero anunciar que del 19 al 24 de marzo de 2018, la Secretaría General del Sínodo de los Obispos convoca una reunión pre-sinodal para invitar a jóvenes de diferentes partes del mundo: jóvenes católicos y jóvenes de diferentes confesiones cristianas y de otras religiones; no creyentes”.

Estas han sido las palabras del papa Francisco al final de la audiencia general celebrada hoy, 4 de octubre de 2017, en la Plaza de san Pedro.

Esta iniciativa forma parte del proceso de preparación de la próxima Asamblea General del Sínodo de los Obispos sobre “Juventud, fe y discernimiento vocacional” en octubre de 2018, ha indicado el Papa.

“Con este camino, la Iglesia quiere escuchar la voz, la sensibilidad, de fe y también las dudas y críticas de los jóvenes. Para ello, las conclusiones del Encuentro de Marzo serán transmitidas a los Padres Sinodales”, ha concluido el Papa al final la audiencia.

 

 

04/10/2017-10:19
Rosa Die Alcolea

“¡Que Dios proteja a Egipto, a Oriente Medio y al mundo del terrorismo!”

(ZENIT – 4 Oct. 2017).- El papa Francisco ha dado la bienvenida y ha felicitado a las personas de habla árabe, en particular a la delegación de Egipto, por la bendición del icono que representa la huida de Egipto de la Sagrada Familia para escapar de la opresión e injusticia del rey Herodes.

El Papa los ha saludado esta mañana, 4 de octubre de 2017, en la Audiencia general, celebrada en la plaza de san Pedro, en la Ciudad del Vaticano.

El Papa ha dicho a los visitantes egipcios que “recuerda cariñosamente” su visita apostólica a Egipto: “vuestra buena tierra y su generoso pueblo; tierra en la que vivió San José, la Virgen María, el Niño Jesús y muchos profetas; tierra bendita a través de los siglos por la preciosa sangre de los mártires y los justos; tierra de convivencia y hospitalidad; tierra de encuentro, historia y civilización”.

Asimismo, el Papa les ha dado la bendición: “¡El Señor los bendiga a todos y proteja su país, Oriente Medio y el mundo entero de todo mal y de todo terrorismo y maldad!”.

 

 

04/10/2017-12:27
Redacción

Jóvenes: El Papa les invita a estar atentos a la creación

(ZENIT – 4 Oct. 2017).- El Papa anima a los jóvenes a que, con el ejemplo de vida de san Francisco de Asís, “fortalezca” en cada de ellos, “la atención a la creación”.

En la fiesta de san Francisco de Asís, 4 de octubre, El Papa ha dirigido unas palabras durante la Audiencia general a los jóvenes, enfermos y recién casados.

El Santo Padre ha deseado a los enfermos que el testimonio del santo de Asís “les sostenga”, aliviando sus “fatigas diarias”, y los nuevos matrimonios, les ha sugerido que les “ayude a construir vuestra familia sobre el amor caritativo”.

 

 

04/10/2017-13:06
Redacción

Audiencia General del 4 de octubre de 2017 – Texto completo

(ZENIT – 4 Oct. 2017).- El Papa ha celebrado audiencia general esta mañana a las 9:40 horas en la Plaza de san Pedro, donde le esperaban 15.000 peregrinos y fieles procedentes de Italia y de todos los lugares del mundo (dato de Radio Vaticano).

En su catequesis de hoy, el Papa ha hablado del tema: “Misioneros de esperanza hoy”, por ser en el mes de octubre, que en la Iglesia “está dedicado especialmente a la misión” –ha indicado el Papa– , y también en la fiesta de San Francisco de Asís, que fue un “gran misionero de esperanza”.

Después de resumir su catequesis en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes. La audiencia general ha terminado con el canto del “Pater Noster” y la bendición apostólica.

 

A continuación, sigue el texto completo de la catequesis del Papa:

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

En esta catequesis quiero hablar sobre el tema de “Misioneros de esperanza hoy”. Me alegro de hacerlo a principios del mes octubre, que en la Iglesia está dedicado especialmente a la misión, y también en la fiesta de San Francisco de Asís, que fue un gran misionero de esperanza.

Efectivamente, el cristiano no es un profeta de desgracias. Nosotros no somos profetas de desgracias. La esencia de su anuncio es lo contrario, es lo contrario de la desgracia: es Jesús, muerto por amor, y que Dios ha resucitado en la mañana de Pascua. Y este es el núcleo de la fe cristiana. Si los Evangelios acabasen con la sepultura de Jesús, la historia de este profeta se sumaría a las muchas biografías de personajes heroicos que dieron la vida por un ideal. El Evangelio sería entonces un libro edificante, también consolador, pero no sería un anuncio de esperanza.

Pero los Evangelios no se acaban con el Viernes Santo, van más allá; y es precisamente este fragmento ulterior el que transforma nuestras vidas. Los discípulos de Jesús estaban abatidos ese sábado después de la crucifixión; la piedra que rodó en la puerta del sepulcro había cerrado también los tres años de entusiasmo que vivieron con el Maestro de Nazaret. Parecía que todo hubiese terminado, y algunos, decepcionados y asustados, ya se estaban yendo de Jerusalén.

¡Pero Jesús resurge! Este hecho inesperado cambia y subvierte las mentes y los corazones de los discípulos. Porque Jesús no resurge solo para sí mismo, como si su renacer fuera una prerrogativa que guardar con celo: si asciende al Padre es porque quiere que de su resurrección sea partícipe todo ser humano, y eleve a las alturas a toda criatura. Y en el día de Pentecostés los discípulos son transformados por el aliento del Espíritu Santo. No tendrán solamente una buena noticia para llevar a todos, sino que ellos mismos serán diferentes de cómo eran antes, como nacidos a una nueva vida. La resurrección de Jesús nos transforma con la fuerza del Espíritu Santo. Jesús está vivo, está vivo entre nosotros, vive y tiene la fuerza de transformar.

¡Qué hermoso es pensar que se es anunciador de la resurrección de Jesús no sólo con palabras sino con los hechos y el testimonio de la vida! Jesús no quiere discípulos solamente capaces de repetir fórmulas aprendidas de memoria. Quiere testigos: personas que propagan esperanza con su manera de acoger, de sonreír, de amar. Sobre todo de amar: porque la fuerza de la resurrección hace que los cristianos puedan amar aun cuando el amor parece haber perdido sus razones. Hay un “algo más” que habita la existencia cristiana, y que no se explica simplemente con la fuerza de ánimo o con un mayor optimismo. La fe, la esperanza no son solamente optimismo; son otra cosa, son más. Es como si los creyentes fueran personas con un “trozo de cielo” más sobre sus cabezas. Es hermoso: somos personas con un trozo de cielo más sobre la cabeza, acompañados por una presencia que alguno ni siquiera puede adivinar.

Por lo tanto, la tarea de los cristianos en este mundo es abrir espacios de salvación, como células de regeneración capaces de devolver la linfa a lo que parecía perdido para siempre. Cuando el cielo está nublado, es una bendición el que sabe hablar del sol. El verdadero cristiano es así: no quejumbroso y enfadado, sino convencido, por la fuerza de la resurrección, de que ningún mal es infinito, ninguna noche es interminable, ningún hombre está definitivamente equivocado, ningún odio es invencible por el amor.

Ciertamente, alguna vez los discípulos pagarán muy cara esta esperanza que les ha dado Jesús. Pensemos en los muchos cristianos que no han abandonado a su pueblo cuando ha llegado la hora de la persecución. Permanecieron allí, donde incluso el mañana era incierto, donde no se podían hacer proyectos, permanecieron esperando a Dios. Y pensemos en nuestros hermanos, en nuestras hermanas de Oriente Medio que dan testimonio de esperanza y ofrecen también su vida por este testimonio. ¡Estos son verdaderos cristianos! ¡Estos llevan el cielo en el corazón, miran más allá, siempre más allá!. Quien ha tenido la gracia de abrazar la resurrección de Jesús todavía puede esperar en lo inesperado. Los mártires de todos los tiempos, con su fidelidad a Cristo, dicen que la injusticia no es la última palabra en la vida. En Cristo resucitado podemos seguir esperando. Los hombres y las mujeres que tienen un “por qué” vivir resisten más que los otros en tiempos de desgracias. Pero quien tiene a Cristo a su lado realmente ya no teme nada. Y por esta razón, los cristianos, los verdaderos cristianos, nunca son hombres fáciles y complacientes. Su mansedumbre no debe confundirse con un sentido de inseguridad y de pasividad. San Pablo alienta a Timoteo a sufrir por el evangelio y dice así: “Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino de fortaleza, de caridad y prudencia” (2 T 1,7). Caídos, siempre se levantan.

Por eso, queridos hermanos y hermanas, el cristiano es un misionero de la esperanza. No por su mérito, sino gracias a Jesús, el grano de trigo que, caído en la tierra, ha muerto y ha dado mucho fruto (Jn 12,24).

© Libreria Editrice Vaticana

 

 

04/10/2017-17:44
Rosa Die Alcolea

Sínodo 2018: Jóvenes del mundo se reunirán en Roma en marzo

(ZENIT – 4 Oct. 2017).- Como ha anunciado el Papa en la audiencia general de hoy, miércoles, 4 de octubre de 2017, jóvenes de diferentes partes del mundo se encontrarán en una reunión pre-sinodal, en Roma, del 19 al 24 de marzo de 2018.

La Secretaría general del Sínodo de los Obispos lo explica en un comunicado, publicado esta mañana. Se trata una reunión preparatoria para la XV Asamblea General del Sínodo Ordinario de los Obispos sobre el tema: “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”, prevista para el mes de octubre de 2018.

El encuentro está organizada por la Secretaría general del Sínodo de los Obispos, en colaboración con el Consejo Pontificio para los Laicos, la Familia y la Vida.

La Secretaría general del Sínodo de los Obispos agradece al Papa esta iniciativa –ha expresado en el comunicado– que “permitirá a los jóvenes expresar sus expectativas y deseos, así como sus incertidumbres y sus preocupaciones frente a los complejos acontecimientos del mundo actual”.

A esta reunión pre-sinodal estarán invitados jóvenes en representación de las Conferencias Episcopales, de las Iglesias Orientales, de la vida consagrada y de los que se preparan para el sacerdocio, de las asociaciones y los movimientos eclesiales, de otras Iglesias y comunidades cristianas y de otras religiones, del mundo de la escuela, de la universidad y la cultura, del trabajo, los deportes, las artes, el voluntariado y del mundo juvenil que se encuentra en las periferias existenciales extremas, así como expertos, educadores y formadores comprometidos en la ayuda a los jóvenes en el discernimiento de su opciones de vida.

La reunión pre-sinodal “contribuirá a enriquecer la fase de consulta ya iniciada con la publicación del Documento Preparatorio y del Cuestionario correspondiente, con la apertura del sitio on-line que contiene un cuestionario especial para los jóvenes y con el Seminario Internacional sobre la condición juvenil, celebrado en septiembre pasado”, indica la Secretaría general del Sínodo.

El fruto de los trabajos de esta reunión se someterá a los Padres sinodales, junto con otra documentación, para que puedan reflexionar y profundizar en los mismos.

La fecha prevista para la reunión pre-sinodal ha sido elegida ex profeso “para que todos los participantes puedan tomar parte, al final de los trabajos, en la celebración del Domingo de Ramos con el Santo Padre en la Plaza de San Pedro con motivo de la XXXIII Jornada Mundial de la Juventud 2018 cuyo tema es: `No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios´ (Lucas 1,30)”, anuncia la Secretaría.

 

 

04/10/2017-16:36
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Arizmendi: “La Iglesia y la teología no son de una sola cultura”

TEOLOGÍA INDIA, TRINIDAD Y FAMILIA

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo de San Cristóbal de Las Casas

VER

Del 18 al 23 de septiembre, convocados por el Departamento de Cultura y Educación del CELAM, nos reunimos obispos, sacerdotes, religiosas y laicos en Asunción, Paraguay, para llevar a cabo el VI Simposio de Teología India, con el tema: Trinidad, Familia y Pueblos Originarios. Su objetivo general fue: Proseguir el camino de profundización de los contenidos doctrinales de la Teología India, para avanzar en su clarificación a la luz de la Palabra de Dios y del Magisterio de la Iglesia. Esto refleja lo que pidió el entonces Prefecto de la Doctrina de la Fe, Cardenal Joseph Ratzinger, al Cardenal Francisco Javier Errázuriz, entonces Presidente del CELAM, el 26 de julio de 2004.

Este camino de clarificación empezó en 1997, en Bogotá, Colombia, con la realización del I Simposio, dedicado a desbrozar qué es la Teología India. El segundo, en 2002, en Riobamba, Ecuador, se centró en lo mismo. A partir del III, en Guatemala, en 2006, nos abocamos a temas fundamentales de la fe católica: Jesucristo y los pueblos indígenas. El IV, en Lima, Perú, en 2011, se dedicó a la Creación en la Biblia y en los mitos indígenas. El V, en nuestra diócesis, en 2014, a la Revelación; nos preguntamos si las distintas formas en que nuestros pueblos hablan de Dios y con Dios es también una manifestación del mismo. Ahora, en Paraguay, abordamos el tema de la Trinidad, con estos objetivos específicos: Profundizar en la fe católica sobre el misterio de la Trinidad y sus diversas expresiones culturales a lo largo de la historia. Conocer, compartir y dialogar sobre el modo como viven los pueblos originarios el misterio de la Trinidad y la familia. Ofrecer elementos teológicos para acompañar pastoralmente a las familias originarias en los procesos de cambio que están viviendo. Compartir y celebrar la fe trinitaria entre los participantes con expresiones propias de las familias originarias.

Esta Teología aún pasa por desconfianzas, como si no fuera tan católica, porque su método no es tan académico, con formulaciones doctrinales precisas, sino que es más simbólico, a base de mitos, ritos, sueños, tradiciones, costumbres, y la misma relación con la creación. Es narrativo, cósmico y celebrativo.

En Aparecida, en 2007, pasó algo muy interesante sobre este asunto. En el segundo borrador del documento, aparecía el término de Teología India; pero en el tercer borrador, desapareció. Preguntamos a la Comisión de Redacción, que encabezaba el actual Papa, por qué se había eliminado, y se nos explicó que fue por petición explícita del entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Llevamos la discusión al pleno de la asamblea. El Prefecto hizo ver las reservas sobre el término. Se pasó a la votación, y de 122 obispos con derecho a voto presentes en ese momento, 59 pidieron que se incluyera el término en el documento final, y 63 que no. Así consta en las Actas oficiales. No se obtuvo la mayoría de dos tercios, y no pasó la propuesta; sin embargo, el alto número de votos favorables, a pesar de la intervención del Prefecto, nos hace pensar que el término de Teología India poco a poco ha ido logrando aceptación.

 

PENSAR

No reflexionamos sobre el misterio de la Santísima Trinidad en abstracto, sino con su reflejo en la familia, con sus sombras y sus luces, pues nos preocupa la nueva realidad por la que están pasando las diferentes formas de familia entre nosotros.

Nos inspiró este texto del Papa Francisco: “La pareja que ama y genera la vida es la verdadera escultura viviente, capaz de manifestar a Dios creador y salvador. Por eso el amor fecundo llega a ser el símbolo de las realidades íntimas de Dios... Bajo esta luz, la relación fecunda de la pareja se vuelve una imagen para descubrir y describir el Misterio de Dios, fundamental en la visión cristiana de la realidad que contempla en Dios al Padre, al Hijo y al Espíritu de Amor. El Dios de la Trinidad es comunión de Amor y la familia es su reflejo viviente” (Amoris Laetitia, 11).

Entre las conclusiones, se dice: “Los pueblos originarios viven y expresan el misterio de la Trinidad con sus propias categorías, lo cual representa un aporte valioso para la teología. No tienen formulaciones doctrinales trinitarias propias, sino vivencias de este misterio. Las diversas teologías indias nos manifiestan que Dios es vida y experiencia, no una idea abstracta. La fe cristiana, que se fundamenta en la Trinidad, comprendida por la tradición cristiana como perijóresis, se expresa en la espiritualidad de los pueblos indígenas como relacionalidad, reciprocidad, complementariedad, comunitariedad. Es más que la diversidad en la unidad.

Desde ciertos sectores sociales y eclesiales, no se logra entender la relación que los pueblos originarios tienen con la naturaleza. Esta incomprensión genera miedos y juicios sobre la experiencia indígena, juzgándola como sacralización de la naturaleza, panteísmo, animismo... En las espiritualidades indígenas se celebra y entiende el Misterio de manera íntegra e interrelacional. El Espíritu está presente como fuerza vital en la vida y en las expresiones de los pueblos originarios. Así, la vivencia de la Trinidad asume diversas acentuaciones: unos resaltan más al Padre, otros más al Hijo, y otros más al Espíritu Santo. Algo semejante sucede en otras espiritualidades”.

 

ACTUAR

La Iglesia y la teología no son de una sola cultura. Hay muchas formas de expresar y de vivir la auténtica fe católica. Tengamos apertura de mente y de corazón para valorar los aportes de las teologías indias a la comprensión y vivencia del misterio cristiano.

 

 

04/10/2017-07:00
Isabel Orellana Vilches

Santa Faustina Kowalska, 5 de octubre

«Esta mística es mundialmente aclamada como apóstol de la Divina Misericordia, cuyo culto propagó. Maestra de la vida espiritual, profeta de nuestro tiempo y secretaria de Jesús misericordioso»

Helena Kowalska nació el 25 de agosto de 1905 en Glogowiec, Polonia, en el hogar de una familia de campesinos, piadosos practicantes. Fue la tercera de diez hermanos. Espiritualmente fue forjada en la fe sobre todo por su madre. Y desde su más tierna infancia manifestó una inclinación religiosa que se apreciaba en su comportamiento. Los suyos conocían perfectamente sus prácticas de oración, la tendencia a procurar todo el bien posible a su alrededor y su marcada predilección por las vidas de santos que le gustaba leer y compartir con otros niños de su edad. A los 7 años fue sellada por la experiencia del amor de Dios. Antes de ir a la escuela, su padre le había enseñado a leer. Luego añadió lo que pudo aprender en la escueta formación académica que recibió, que no llegó a tres años. Los escasos recursos para tan numerosa familia demandaban la pronta ayuda de los hijos mayores. Y ella con 16 años tuvo que ganarse el sustento como empleada de hogar y dependienta. Trabajó en varios hogares y localidades diversas.

Soñaba con la vida religiosa, y en las contadas ocasiones que viajó a su casa paterna expuso este anhelo, recibiendo siempre una negativa como respuesta. En una de ellas ya tenía 18 años. Fue entonces cuando pasó por un corto periodo en el que las diversiones ocuparon su tiempo. En su Diario explicó que de ese modo trataba de sofocar las constantes invitaciones que recibía de lo alto para mudar sus hábitos. Pero la predilección divina se extendió sobre ella. Un día en una fiesta, mientras bailaba, vio al divino Redentor lleno de llagas; poniéndose a su altura, le dijo: «Helena, hija mía, ¿cuándo cesarás de ignorarme y cuánto más estarás alejada de mi lado?». Profundamente turbada, como no podía ser menos, acudió presurosa a la catedral de San Estanislao de Kostka. Cristo se manifestó explícitamente ante la pregunta acuciante de la joven, ansiosa por saber qué debía hacer: «Ve inmediatamente a Varsovia; allí entrarás en un convento».

En esa época la dote era condición imprescindible para ingresar en él. Solo cabía la fe, ya que de ningún modo poseía la cantidad exigida. Pero su confianza en Dios no tenía fisuras, y con ella tocó las puertas del convento de las Hermanas de Nuestra Señora de la Misericordia. Para reunir la suma necesaria aún tuvo que trabajar otro año más. Por fin, en 1925 pudo cumplir la indicación de Cristo integrándose en la vida religiosa; tomó la iniciativa sin contar con la venia de sus padres. Ahora bien, no le resultó fácil la consagración. Le acuciaron las tentaciones de volver al mundo y de mirar retrospectivamente su pasado. Cristo le instó a mantenerse fiel para superar las sombras que se cernían sobre ella y, una vez disipadas con su gracia, siguió el camino trazado desempeñando tareas de cocinera, jardinera y portera. El 30 de abril de 1926 profesó en Cracovia con el nombre de Faustina del Santísimo Sacramento, nombre que se le reveló durante el acto litúrgico.

Era humilde, sencilla, trabajadora, muy alegre. Durante el primer año de noviciado vivió la experiencia de la «noche oscura». Hacia mediados de 1930 y después de haber pasado por casi todas las casas de la Orden, llegó al convento de Płock. En febrero de 1931 recibió la primera revelación. En ella Cristo le pedía: «Pinta una imagen según el modelo que ves, y firma: ‘Jesús, en Ti confío’. Deseo que esta imagen sea venerada primero en su capilla y [luego] en el mundo entero». Esta imagen fue realizada en 1935 por Eugene Kazimierowski siguiendo sus indicaciones. Es venerada en Ostra Brama, Vilma, aunque la más conocida es obra de Adolf Hyla, que la pintó en 1943 en agradecimiento por haber preservado a su familia de la guerra.

Progresivamente, y en sucesivas manifestaciones, Cristo confiaba a Helena la devoción y ejercicio de la virtud de la misericordia: «Debes mostrar misericordia al prójimo siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo, ni excusarte, ni justificarte. Te doy tres formas de ejercer misericordia al prójimo: la primera, la acción; la segunda, la palabra; la tercera, la oración. En estas tres formas está contenida la plenitud de la misericordia y es el testimonio irrefutable del amor hacia Mí». En una ocasión, después de atender a un enfermo de gravedad, el Redentor le dijo: «Hija mía, me has dado una alegría más grande haciéndome este favor que si hubieras rezado mucho tiempo». Ella respondió: «Si no te he atendido a Ti, oh Jesús mío, sino a este enfermo». Cristo corroboró el alcance de esa virtud: «Sí, hija mía, cualquier cosa que haces al prójimo me la haces a Mí».

Estas revelaciones fueron marcando su vida mística, sellada por profunda aflicción: «Experimento un terrible dolor cuando veo los sufrimientos del prójimo. Todos los dolores del prójimo repercuten en mi corazón, llevo en mi corazón sus angustias de tal modo que me agotan incluso físicamente. Quisiera que todos los dolores cayesen sobre mí para llevar alivio al prójimo». En medio de ello, Cristo la consolaba. Su director espiritual el beato Miguel Sopoćko fue de inmensa ayuda para dilucidar cuánto había de verdad en sus experiencias místicas, y qué debía hacer respecto a la fundación de una nueva Congregación como había percibido. En una de las locuciones Cristo le comunicó su deseo de que instaurase una Fiesta dedicada a la Divina Misericordia. Y ella impulsó esta devoción que contiene la «Coronilla a la Divina Misericordia», oración que Él mismo le dictó, haciéndole saber que quien la rezara recibiría gran misericordia en el momento de la muerte, entre otras gracias.

Mientras, su vida iba deteriorándose paulatinamente con lesiones diversas. La tuberculosis atacó sus pulmones y estómago. Y murió en Lagiewniki, Cracovia, el 5 de octubre de 1938. Había sido agraciada con numerosos carismas. Juan Pablo II la beatificó el 18 de abril de 1993, y la canonizó el 30 de abril de 2000. Determinó también que la Fiesta de la Divina Misericordia se celebre el primer domingo después de la Pascua de Resurrección.