Francisco \ Encuentros y Eventos

El Papa al Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización. Monseñor Rino Fisichella: un discurso que mira hacia el futuro

RV | 12/10/2017


 

 

«Es necesario que la Iglesia no se aparte del sacro patrimonio de la verdad, recibido de los padres; pero, al mismo tiempo, debe mirar a lo presente, a las nuevas condiciones y formas de vida introducidas en el mundo actual, que han abierto nuevos caminos para el apostolado católico» (cfr. Juan XXIII, apertura del Concilio)

 

 

Después de 25 Años de la Constitución Apostólica Fidei Depositum, con la cual san Juan Pablo II promulgó el Catecismo de la Iglesia Católica, el Santo Padre habló recordando la enseñanza de Juan XXIII, es decir, refiriéndose al deber de custodiar el depósito precioso de la doctrina cristiana, según la enseñanza del Evangelio, cuya verdad no es estática, sino dinámica: así lo afirmó el Presidente del Pontificio Consejo para Nueva Evangelización, Monseñor Rino Fisichella, entrevistado por nuestra compañera Debora Donnini para comentar el discurso del Romano Pontífice a los participantes en el Encuentro promovido por dicho Consejo, con ocasión del 25 aniversario de la presentación del Catecismo de la Iglesia Católica.

 

No conservar la doctrina sino hacerla progresar

El Presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización reflexiona sobre el discurso del Papa Francisco haciendo el centro en la afirmación que de la palabra de Dios hace Francisco, es decir, que ella "no es una realidad estática, sino dinámica" y "que no puede ser conservada en naftalina como si se tratara de una cobija vieja". "La dinámica de la fe - explica Monseñor Fisichella - debe comprender los retos que tenemos ante nosotros, en especial con los jóvenes de hoy", y "también otros temas sobre los cuales se puede reflexionar", entre ellos, la enseñanza del Papa Francisco plasmada en su Encíclica Laudato Sí sobre el cuidado de nuestra casa común, "para profundizar la comprensión de la vida del hombre en el interior de la creación", y las reflexiones del Papa "en los últimos sínodos en los que se habla de familia". Es decir, "el discurso del Santo Padre apunta a custodiar la Doctrina de la Iglesia, pero diciendo que ésta debe llevar un sentido concreto a la vida de los hombres de hoy", afirma.

 

La pena de muerte y la sacralidad de la vida humana

Sobre la pena de muerte, a la cual el Obispo de Roma se refirió en su discurso, reiterando que "ni siquiera el homicida pierde su dignidad personal" (de la Carta al Presidente de la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte, 20 de marzo de 2015), Monseñor Fisichella observa que "Juan Pablo II y Benedicto XVI tienen palabras claras sobre la pena de muerte", pero indica "algo profundo" señalado por Papa Francisco "para comprender la dinámica y el progreso de la Iglesia en este sentido": "porque el Papa - dice - , expresa que hablando de la pena de muerte no se puede permanecer en un recuerdo del pasado, en una enseñanza tradicional", que "la pena en sí misma es contraria al Evangelio porque hay una decisión voluntaria de suprimir una vida humana y esa es una decisión que compete solamente a Dios" y"allí se ve la defensa muy fuerte de la sacralidad de la vida humana y de su dignidad". "En este momento, el discurso del Papa crea un verdadero progreso sobre este tema, y estoy convencido - concluye Mons. Fisichella - que la sociedad del mundo debe comprender en profundidad la palabra del Santo Padre".

 

(Griselda Mutual - Radio Vaticano)