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España es uno de los primeros países consumidores de prostitución. Las oblatas y adoratrices no las dejan solas

 


 

 

Con ocasión del Día Europeo contra la Trata de Seres Humanos, que se celebra hoy 18 de octubre, entidades de la Iglesia Católica denuncian la invisibilidad y explotación sexual que afecta a las mujeres y niñas.

Diócesis de España, como la de Orihuela-Alicante, se han unido a esta denuncia con una campaña titulada “Abre los ojos: son mujeres, son niñas”.

Por otra parte, un comunicado de Cáritas recuerda que la explotación sexual es una de las formas más graves de esclavitud del siglo XXI, que genera un movimiento económico diario de grandes dimensiones y que deja miles de víctimas en el camino.

España es uno de los primeros países de Europa consumidor de sexo y prostitución, y en los últimos años estamos observando cómo aumenta el número de víctimas de trata españolas.

Y ¿quién ayuda en España a tantas prostitutas? Pues las monjas, por ejemplo, las religiosas oblatas y adoratrices. Son congregaciones religiosas que se mantienen al pie del cañón, buscando en las periferias el sufrimiento de tantas mujeres y niñas para intentar ofrecerles distintas oportunidades.

Estas religiosas denuncian que cada vez son más las jóvenes que recurren al consumo de la prostitución como mero entretenimiento y reclaman entre otras cosas, que se incremente una verdadera educación en valores.

Por otra parte, en el mundo se trafica cada año con miles de personas para extraerles órganos y comercializar con ellos, otro asunto oscuro relacionado con la trata de personas.

Olvidémonos por un rato del conflicto catalán y dediquemos el día a pensar en esta lacra y si algo podemos hacer para remediarlo. Al menos, apoyar a tantas religiosas que no las dejan solas.

 

Zenón de Elea.