Vaticano
Hay abiertos dos procesos sobre posibles milagros

El Papa Juan Pablo I podría ser beatificado en breve

El Vaticano celebra una sesión ordinaria para pronunciarse sobre la heroicidad de sus virtudes

 

 

Mañana martes 7 de noviembre, el Vaticano celebra una sesión ordinaria de cardenales y obispos de la Congregación para la causa de los santos para pronunciarse sobre “la heroicidad de las virtudes” de Albino Luciani, el Papa Juan Pablo I.

 


 

 

Se espera que ese día o al siguiente, se anuncie la firma del decreto del Papa Bergoglio que declararía venerable a Juan Pablo I, afirma Andrea Tornielli en Vatican Insider. En la actualidad, hay abiertos dos procesos sobre posibles “milagros” atribuidos a la intercesión del Pontífice “de la sonrisa”, como se le conocía. Por lo tanto, la beatificación podría estar cada vez más cerca.

 

La verdad de su fallecimiento

Mucho se ha especulado sobre el fallecimiento de Juan Pablo I, encontrado muerto en su habitación a los 33 días de su elección.  Un libro pone fin a la intriga: una indisposición subestimada llevó a la muerte al Papa Luciani. La misma noche del fallecimiento, el Santo Padre sufrió un fuerte dolor en el pecho, que el Papa no quiso notificárselo a su médico.

Así lo recoge el libro ’Papa Luciani. Crónica de una muerte’ (editorial Piemme), escrito por la periodista Stefania Falasca, vice-postuladora de la causa de canonización, que ha interrogado a testigos inéditos y ha tenido acceso a archivos secretos de la Santa Sede y registros clínicos. El libro será presentado mañana 7 de noviembre.

Por primera vez gracias a una documentada investigación, fascinante como una investigación policial y cuidada como una investigación histórica, se aclara definitivamente las circunstancias de la muerte de Juan Pablo I, que en 1978 reinó solo 33 días: poco antes de cenar por última vez, el Papa tuvo una indisposición física que fue subestimada”, publica Tornielli.

El libro está basado en documentos y entrevistas inéditas y pone fin a la intriga que rodea la desaparición del Pontífice veneciano. El cardenal secretario de Estado, Pietro Parolin, firma la introducción.

 

Las dudas de los cardenales

Entre los documentos inéditos en el apéndice del libro están recogidos los registros clínicos en los que se evidencia que ya en 1975, durante un ingreso hospitalario, le había sido diagnosticada una pequeña patología cardiovascular tratada con anticoagulantes y considerada resuelta.

Además, incluye las preguntas que los cardenales que quisieron hacer antes del nuevo cónclave, en la más absoluta discreción, a los médicos que habían atendido al Papa con motivo del embalsamamiento.

Los purpurados a través de la Secretaría de Estado querían saber si “el examen del cuerpo” permitía “excluir lesiones traumáticas de cualquier naturaleza”; si era correcto el diagnóstico de “muerte repentina” y finalmente preguntaron: “¿La muerte repentina es siempre natural?”. Dudas serias y significativas: los cardenales no excluían a priori la hipótesis de una muerte provocada. Desmentida sin embargo por los médicos.