Conferencia Episcopal
En el discurso de apertura de la Plenaria de Conferencia Episcopal

Blázquez hablará hoy de la situación política en España a propósito de Cataluña

Ante el intento secesionista, el presidente de los obispos citará la Constitución como marco normativo común. La intervención tiene el visto bueno de Omella

 

 

El presidente de la Conferencia Episcopal Española, cardenal Ricardo Blázquez, tiene previsto abordar en su discurso inaugural de la 110 Asamblea Plenaria de este lunes, la situación política y social a propósito de lo ocurrido en Cataluña.

 


 

 

Fuentes internas de la Conferencia Episcopal han asegurado a Religión Confidencial que en su discurso el cardenal Blázquez, en continuidad con sus declaraciones últimas, en particular las realizadas una vez se produjo la declaración de independencia, se referirá a la Constitución como el marco normativo común de los españoles, fruto del consenso, para abordar la cuestión del intento secesionista en Cataluña.

En el texto no faltarán referencias la doctrina común de la Conferencia Episcopal sobre las relaciones entre Iglesia y política, así como llamadas al diálogo y al entendimiento. No está previsto que en su intervención haga una reflexión sobre el nacionalismo y sobre la unidad de España como bien moral.

 

Con el visto bueno de Omella

Esta intervención del Presidente de la Conferencia Episcopal ha sido, en parte, debatida con algunos miembros del Comité Ejecutivo y ha tenido el visto bueno del arzobispo de Barcelona, cardenal Juan José Omella.

La intervención del cardenal Blázquez, en el primer día de la Plenaria, tiene también la finalidad de encauzar la pretensión de un grupo de obispos de plantear la cuestión a lo largo de la Plenaria y alentar que la Conferencia Episcopal dé un paso más allá de la nota de la Comisión Permanente y haga público un extenso comunicado sobre la situación política y social de España.

Por otra parte, el gobierno de Mariano Rajoy espera que los obispos, en esta Asamblea Plenaria, puedan ofrecer un gesto que exprese una declaración inequívoca de apoyo al orden constitucional y a la legalidad vigente.

Un gesto que facilitaría un nueva vía de entendimiento en unas relaciones, las de la Iglesia y el Gobierno de Rajoy, muy dañadas en los últimos meses. Muestra de ello es el descontento que el Gobierno manifiesta por la ausencia de una declaración clara de condena de la Santa Sede ante el intento independentista en Cataluña.