Servicio diario - 26 de noviembre de 2017


 

Ángelus: "Seremos juzgados sobre el amor concreto"
Anita Bourdin

Viaje a Myanmar y Bangladesh: "Os pido que me acompañéis con vuestra oración"
Anita Bourdin

Paul Bablot cruza Asia en bicicleta para conocer las minorías cristianas
Raquel Anillo

Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, 27 de noviembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

26/11/2017-19:28
Anita Bourdin

Ángelus: "Seremos juzgados sobre el amor concreto"

(ZENIT — 26 nov. 2017).- "Al final de nuestra vida, seremos juzgados sobre el amor", "el amor concreto con el prójimo en dificultad" ha declarado el Papa Francisco que ha comentado el evangelio de este domingo, 26 de noviembre de 2017, solemnidad de Cristo Rey del Universo, antes del Ángelus del mediodía, en la plaza San Pedro, en presencia de unas 30.000 personas.

El Papa ha citado implícitamente varias veces esta famosa frase de Juan de la Cruz: "Al atardecer de nuestra vida, seremos juzgados sobre el amor" (Dichos 64).

El Papa ha explicado concretamente en qué consiste este amor: "Es decir sobre nuestro compromiso concreto de amar y de servir a Jesús en nuestros hermanos más pequeños y los que estén más necesitados". Ha añadido en su texto, precisando, sobre la abundancia del corazón: "Ese mendigo, ese necesitado que tiende la mano es Jesús; ese enfermo que debo visitar es Jesús; ese hambriento es Jesús. Pensemos en esto".

El Papa Francisco enseguida ha escrito este tweet en su cuenta: "Hoy miremos a Jesús y desde el fondo del corazón repitamos: "¡Acuérdate de mí, Señor, ahora que estás en tu Reino!"

Esta es nuestra traducción, rápida, de trabajo, del italiano, de las palabras pronunciadas por el Papa,

 

Comentario del Evangelio, solemnidad de Cristo Rey del Universo

¡Queridos hermanos y hermanas buenos días!.

En este último domingo del año litúrgico, celebramos la solemnidad de Cristo Rey del Universo. Su realeza es una realeza de guía, de servicio, y también una realeza que se afirmará, al final de los tiempos, como juicio.

Hoy tenemos delante de nosotros a Cristo como Rey, pastor y juez que muestra los criterios de pertenencia al Reino de Dios. Estos son los criterios.

La página evangélica se abre sobre una visión grandiosa. Jesús se dirige a sus discípulos y dice: "Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y con él todos los ángeles, se sentará en su trono de gloria" (Mt 25,31).

Se trata de la introducción solemne del texto del juicio universal. Después de haber vivido la existencia terrestre en humildad y pobreza, Jesús se presenta ahora en la gloria divina que le pertenece rodeado por un coro angélico. La humanidad entera es convocada ante él y él ejerce su autoridad separando a unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de las cabras.

A los que ha emplazado a su derecha, les dice: "Venid, benditos de mi Padre, recibid en herencia el Reino preparado para vosotros después de la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y me distéis de comer; tuve sed y me distéis de beber; era extranjero, y me acogisteis; estuve desnudo y me vestisteis; estuve enfermo y me visitasteis; estuve en prisión, y vinisteis a verme!" (vv. 34-36).

Los justos se sorprendieron porque no recordaban haber encontrado nunca a Jesús, y menos aún haberle ayudado en lo que sea. Pero él declara:

"Cada vez que lo habéis hecho a uno de los mas pequeños de mis hermanos, a mi me lo habéis hecho". (v. 40).

Esta palabra no acaba nunca de sorprendernos; porque nos revela hasta dónde llega el amor de Dios; hasta identificarse con nosotros, no solo cuando vamos bien cuando tenemos buena salud y estamos alegres, no, sino cuando tenemos necesidad.

Y, de esta manera oculta, se deja encontrar, nos tiende la mano cuando mendigamos. Jesús revela así el criterio decisivo de su juicio, es decir el amor concreto hacia el prójimo en dificultad. Y así es como se revela el poder del amor, de la Realeza de Dios: solidario con el que sufre para suscitar por todas partes actitudes y obras de misericordia.

La palabra del juicio continúa presentando al rey que aleja de el a aquellos que, durante su vida, no se han preocupado de las necesidades de sus hermanos. En ese caso ellos también están sorprendidos y preguntan:

"Señor, cuando te hemos visto tener hambre, tener sed, estar desnudo, extranjero, enfermo o en prisión, sin ponernos a tu servicio"? (v.44).

Se sobreentiende: "que si te hubiéramos visto, seguramente, te habríamos ayudado"! Pero el rey responderá: "Cada vez que no lo habéis hecho a ninguno de los más pequeños, a mi no me lo habéis hecho" (v.45).

Al final de nuestra vida, seremos juzgados sobre el amor, es decir sobre nuestro compromiso concreto de amar y de servir a Jesús en nuestros hermanos mas pequeños y necesitados. Ese mendigo, ese que tiende la mano es Jesús ; ese enfermo que debo visitar es Jesús; ese prisionero es Jesús; ese hambriento es Jesús. Pensemos esto.

Jesús vendrá al final de los tiempos para juzgar a todas las naciones, pero él viene a nosotros todos los días, de muchas maneras y nos pide que le acojamos.

Que la Virgen María nos ayude a encontrarle y a recibirle en su Palabra y en la Eucaristía, y al mismo tiempo en nuestros hermanos y hermanas que sufren el hambre, la enfermedad, la opresión, la injusticia. Que nuestros corazones puedan acogerle en el hoy de nuestra vida, para que seamos acogidos por el en la eternidad de su Reino de luz y de paz.

Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

26/11/2017-19:54
A nita Bourdin

Viaje a Myanmar y Bangladesh: "Os pido que me acompañéis con vuestra oración"

(ZENIT — 26 nov. 2017).- "Os pido que me acompañéis con vuestra oración", ha dicho el Papa Francisco a las casi 30.000 personas reunidas en la plaza San Pedro para el Ángelus del mediodía, este domingo 26 de noviembre de 2017.

"Esta tarde, comenzaré mi viaje apostólico a Myanmar y a Bangladesh", ha recordado el Papa después del Ángelus, el Papa parte del aeropuerto de Fiumicino a las 21h40. Debe llegar a Yangon, capital de Myanmar (Birmania) mañana por la mañana, 27 de noviembre a las 8 horas, hora de Roma (13h30 locales). El viaje finaliza el próximo sábado, 2 de diciembre. La vuelta está prevista en Roma hacia las 23 horas.

"Os pido que me acompañéis con vuestra oración, ha recomendado el Papa, para que mi presencia sea para estos pueblos un signo de cercanía y de esperanza".

El Papa ya ha dirigido dos mensajes de vídeo a Myanmar y a Bangladesh para preparar su llegada.

Ha invitado también a su Red Mundial de Oración y a todos los católicos a orar por las comunidades cristianas de Asia durante todo el mes de noviembre: en su vídeo, el Papa pide orar por Asia.

"Lo que más me impresiona en el tema de Asia, dice el Papa en este vídeo, es la variedad de sus pueblos, herederos de antiguas culturas, religiones y tradiciones. En este continente donde la Iglesia es minoría, el desafío es apasionante. Debemos promover el diálogo entre las religiones y las culturas. El diálogo juega un papel esencial en la misión de la Iglesia en Asia".

Y concluye: "Oremos por los cristianos de Asia, que favorezcan el diálogo, la paz y la comprensión recíproca, particularmente con aquellos que pertenecen a otras religiones".

Y en el ángelus el Papa ha vuelto a insistir: " Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí.

Buen provecho y hasta luego!".

© Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

26/11/2017-15:11
Raquel Anillo

Paul Bablot cruza Asia en bicicleta para conocer las minorías cristianas

(ZENIT — 26 nov. 2017).- Paul Bablot está terminando una aventura de un año, en bicicleta, entre Tailandia y París, al encuentro de las minorías cristianas de Asia y de Oriente: 'Cyprien Viet' lo conoció por Radio Vaticano en francés, el martes 21 de noviembre de 2017.

Después de un año de voluntariado con las Misiones Extranjeras de París en Tailandia con la minoría Karen, Paul Bablot comenzó a finales de 2016 un periplo de 15.000 Km en bici a través de 23 países al encuentro de cristianos de Asia, para así poder sacar a la luz el fervor de las comunidades cristianas locales, a menudo poco conocidas del público occidental.

Llegado a Roma el 18 de noviembre, ha participado en la misa matinal del Papa Francisco que le ha animado a dar testimonio del fervor de estas comunidades: es lo que va a hacer el mismo Papa la semana que viene en Birmania y en Bangladesh, en tanto la intención de oración de noviembre es por los cristianos de Asia. Transcripción de ZENIT.

 

De la diócesis de misión a la diócesis de origen

Durante este año de voluntariado con los Karen, he trabajado con misioneros y sacerdotes locales que trabajan con los cristianos que están completamente olvidados. Y de los que nadie tiene conocimiento, esto permanece extremadamente confidencial. E incluso mis amigos muy comprometidos en la Iglesia descubrieron y se quedaron sorprendidos e incluso estupefactos de ver el fervor que podía reinar en estas comunidades, en las montañas, a veces a tres, cuatro, cinco horas de caminata en la jungla para llegar a los pueblos cristianos. A medida que pasa el tiempo, los meses, quise dar a conocer mejor a estas comunidades cristianas, y me dije que sería una buena idea vincular la diócesis misionera con mi diócesis de origen, en París. Y entonces busqué una manera de hacerlo y ser lo suficientemente independiente. La bici se ha ido imponiendo más o menos rápidamente a mí que no había hecho nunca bici en Francia.

 

El itinerario

Pasé de Tailandia, a Laos, a Vietnam, a China, donde pasé las navidades, con la Iglesia oculta de China, después a Kazajstán, Kirguistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Irán, Armenia, Georgia, Turquía, después Chipre, Líbano, Jordania, Tierra Santa, de nuevo Chipre y Turquía, después en barco hasta Atenas, para llegar a Europa, Macedonia, Serbia, Croacia y ahora Italia y el Vaticano.

 

Los cristianos de China

Me he quedado extremadamente sorprendido que no estén tan ocultos como dicen. He pasado las navidades en un valle en Yunan, y allí tenéis cinco o seis aldeas que están a lo largo del valle con iglesias que están bien visibles, y algunas han sido reconstruidas estos últimos años, y en medio, tenéis la casa del patrón local del partido comunista. Él sabe muy bien que hay cristianos en la región. Hay una verdadera tolerancia porque los cristianos no están ocultos en el sentido de que no están "clandestinos". Pero no es la Iglesia que está conectada con Pekín, es la Iglesia que está vinculada con Roma y en comunión con Roma. Es aquí donde uno se da cuenta que la noción de la Iglesia oculta está mucho más matizada y el problema es más complejo de lo que nos quiere hacer creer Europa.

 

Los cristianos de los países de la ex URSS

Principalmente los ortodoxos. Pero hay que regresar al tercer siglo porque desde el III siglo hay una presencia cristiana, hay "nestorianos", antes de ser excomulgados. Los nestorianos llegaron a esta región, construyeron monasterios e iglesias. Luego hacia los siglos VII y VIII, hubo muchas persecuciones. Encontramos en el siglo XII bajo San Luis, las misiones franciscanas que vuelven. Luego después de los años 1200 hasta 1900, no ha habido ninguna presencia cristiana. Los cristianos han sido completamente erradicados, y allí Stalin deportó a principios del siglo XX docenas, sino cientos de miles de polacos y de alemanes, cristianos, católicos principalmente, pero también ortodoxos y así es Stalin quien trae al cristianismo contemporáneo a Asia Central. Ha sido Mons. José Luis Mumbiela Sierra, el obispo de Almaty, en Kazajstán que dijo: "¡Stalin, es el mayor misionero de la región!". Gracias a él hay una presencia cristiana hoy. Y esto me ha marcado mucho porque en Almaty, antigua capital de Kazajstán, hay una catedral, la catedral del Sagrado Corazón, que fue construida en los años sesenta. Pero durante cincuenta años, todos los años, la comunidad católica solicitó permiso para construir una iglesia. Cada vez era rechazado, y después un día, no sabemos por qué, la solicitud fue aceptada: todos los años, volvían a hacer la solicitud y esta vez fue aceptada, han podido construir una catedral.

 

En Armenia

Hay un verdadero fervor popular. Cuando uno llega de Irán y de todos estos países de Asia Central, hace mucho bien ver cruces, calvarios por todas partes, y un verdadero fervor popular, es muy bonito. Y luego todos esos monasterios que salpican el país. Me conmovió mucho Tatev especialmente y después de Khor Virap y los monasterios en el alto Karakakh.

 

El encuentro con los musulmanes

Yo no ocultaba que era cristiano. Y estos son países donde, en Oriente, uno tiene una religión. Es un concepto que para ellos es absolutamente improbable decirse ateo o no tener religión. De manera que forzosamente, era: "Tú eres francés, entonces eres cristiano". Y además es interesante: para todas estas personas, eres francés, entonces eres cristiano. Y muy a menudo, uno tiene una calurosa acogida y una verdadera tradición de la acogida al extranjero, quienquiera que sea, y así he podido tener conversaciones de fe, de teología, un poco, con algunas personas, más en Irán que en Turquía, pero se ve que hay una verdadera búsqueda de conocimiento.

Y en Irán, es paradójico, porque el Islam es religión de Estado, que hay una verdadera persecución real hacia los cristianos pero no directas, sino insidiosas: no tienen el derecho de trabajar por ejemplo en todo lo que sea trabajo de restauración, no tienen derecho de trabajar en la administración, en los bancos, y poco a poco se van del país. Es muy difícil. Un misionero que encontré, que estaba allí desde hacía cincuenta años, me dijo que veía disminuir a la comunidad cristiana.

Al lado de esto tenéis la universidad de las religiones en Qom, un poco al sur de Teherán, que acaba de terminar la traducción, con la Santa Sede, del Catecismo de la Iglesia católica en Persa, en fars. Y ellos habían traducido ya una parte del Pentateuco, y desde ahora se consagran en los Evangelios y esto no es una traducción que hacen por su parte, es verdaderamente una traducción que hacen con la Santa sede, una verdadera traducción. Irán es un país de paradojas, yo apenas estaba sorprendido cuando el nuncio me dijo esto. Me dijo: "¡esto es lo que acabamos de terminar con la Universidad de las religiones de Qom!". Esto muestra que el diálogo es posible, hay preguntas teológicas y una investigación real para saber qué es el cristianismo, para estas universidades, de comprender lo que es. Para las conversiones, el que trabaja es el Espíritu Santo! Al menos desde el punto de vista universitario, saber quién es él.

 

El regreso a Europa

No hay calidez por parte de Oriente de una manera general, pero es mucho más fácil encontrar cristianos! y la idea de este viaje es de dar testimonio a estas comunidades cristianas que están por el camino, especialmente aquellas que están en Francia, Italia y por el camino. Es verdad que uno puede estar un poco desazonado, por esta frialdad. Esto no tiene nada de extraordinario de encontrar un cristiano para mi, en el sentido de que yo veo cristianos todos los días y casi a cada paso. Seguro que en Irán no lo ven todos los días. Pero hay que alegrarse también de la simplicidad de lo que se ve cada día. Yo no he estado decepcionado de llegar a Europa, estoy gozoso. Y desde un punto de vista práctico es mucho más fácil: encuentro las referencias que conozco. Por una parte es más fácil abandonarse a la Providencia, cuando desde el punto de vista material no hay ningún problema!, Es más fácil: es mucho menos cálido que en China!

 

Encuentro con el Papa

Tuve la gran gracia de poder asistir a su misa matinal y al finalizar hemos charlado rápidamente. Le he pedido que firmara mi libro de oro, explicándole el periplo. Él me ha dicho "gracias por lo que haces porque tú vas a dar testimonio y vas a mostrar a los europeos, a los franceses, a todas estas comunidades cristianas, y tenemos necesidad de personas como tú que hagan esto". Yo estaba muy honrado y un poco avergonzado porque mi pequeño paseo en bici pudiera tener una resonancia así! Tomaré la palabra al Papa Francisco.

 

El viaje de Birmania a Bangladesh

Me conmovió porque pasé un año en la frontera birmana, que estaba al otro lado del río al final del jardín y pude estudiar en Birmania encontrando cristianos. Son verdaderamente bellas las comunidades que tienen una fe fiel y esto es lo impresionante, ver que cuanto mas difíciles son las pruebas, mas viva es su fe Y es un bello mensaje que el Papa quiere dirigir a los europeos cuando vaya a visitar esas periferias, estos cristianos que raramente han estado en primer plano.

Una grabación de Radio Vaticano (Cyprien Viet)

Traducción de ZENIT, Raquel Anillo

 

 

26/11/2017-08:00
Isabel Orellana Vilches

Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, 27 de noviembre

«Esta devoción surgida tras las apariciones de la Virgen a santa Catalina Labouré no ha cesado de otorgar bendiciones, tal como Ella aseveró que sucedería a todo el que llevara pendida al cuello la medalla y lo hiciera con confianza»

Por segunda vez esta sección de ZENIT dedica expresamente un espacio a María. En esta ocasión para ensalzar la Medalla Milagrosa, festividad del día, que tanta devoción suscita en todo el mundo. Como es bien conocido, tiene su origen en las sucesivas apariciones de la Virgen a santa Catalina Labouré, y en las indicaciones que Ella le dio. El bien que viene reportando desde que comenzó a difundirse es inconmensurable. Ha dado lugar a numerosas conversiones.

Los hechos extraordinarios se produjeron en la capilla de la casa madre que poseen en París las Hijas de la Caridad —comunidad a la que pertenecía Catalina—, sita en la rue du Bac, número 140, y en la que había ingresado el 21 de abril de 1830. De modo que cuando ese mismo año comenzó a recibir las gracias de María, era una feliz novicia que había tenido la fortuna de asistir a la solemne traslación de las reliquias de su fundador, san Vicente de Paúl; éstas se encontraban en Nótre-Dame y eran acogidas por los padres lazaristas en su capilla de la calle Sévres. Él había sido quien en un sueño, aunque ella no había visto antes su efigie, le ayudó a dilucidar su vocación en un momento en el que dudaba acerca de la Orden en la que debía ingresar.

Ya en los primeros meses de noviciado sus superiores apreciaron su piedad que sobresalía en medio de una inteligencia no especialmente brillante haciéndole pasar desapercibida. Su prudencia, la discreción que acompañaba a tantos rasgos de virtud, fueron también sus aliados para cumplir escrupulosamente la voluntad de la Virgen que no quiso que la noticia de sus apariciones vieran la luz en esos momentos. Catalina las confió únicamente a su confesor, el padre Aladel. La primera se produjo el 18 de julio de 1830 y lo que aconteció ese día, mientras la comunidad oraba, fue narrado por la religiosa al morir el sacerdote muchos años más tarde. Ella tan solo le sobrevivió unos meses.

Esta inicial visión de la santa y las sucesivas son bien conocidas por la profusa difusión que se les ha dado desde el primer momento. Antes de que se produjeran, Catalina había sido favorecida con distintas apariciones en las que, además de ver a su fundador, vio a Cristo presente en el Santísimo Sacramento y como «Rey crucificado». Pero ella deseaba vivir la gracia de la aparición de María que había solicitado por mediación de su fundador. Así que ese día de 1830, camino de la medianoche, mientras se hallaba en su lecho escuchó que alguien pronunciaba su nombre. Era un niño vestido de blanco, de cuatro o cinco años, quien le avisó de que la Virgen la estaba esperando. En pos del pequeño, que desprendía «destellos», caminó hacia la capilla y percibió el crujir de una delicada prenda. El misterioso niño hizo la presentación: «He aquí la Santísima Virgen», que ella acogió turbada, de modo que aquél tuvo que repetir estas palabras.

Sin salir de su asombro, la joven corrió a postrarse de rodillas ante la Virgen que la aguardaba sentada en un sillón junto al altar. Tuvo la inmensa gracia de poder apoyar sus manos sobre el halda de la Madre del cielo y de pasar junto a Ella lo que denominó el momento más feliz de su vida: «Sería imposible decir lo que experimenté. La Virgen me dijo cómo debía portarme con mi confesor y varias otras cosas». María le advirtió que Dios iba a confiarle una misión que le acarrearía tribulaciones, aunque las superaría buscando la gloria del Altísimo. En esa primera aparición ya le encomendó fundar la cofradía de las Hijas de María, indicación que fue materializada por el padre Aladel en 1840.

El 27 de noviembre de ese mismo año 1830, a las 17:30 h., hallándose en oración en la capilla, nuevamente vio a la Virgen vestida de blanco en dos escenas encadenadas. En una de ellas la contempló sobre un globo dorado rematado con una cruz; bajo sus pies oprimía a una serpiente. Le dijo: «Esta bola representa al mundo entero, a Francia y a cada persona en particular». En la segunda Catalina observó que de sus manos abiertas, cuyos dedos estaban enjoyados con bellísimos anillos de piedras preciosas, brotaban unos rayos de fulgurante intensidad que se extendían por doquier. La Virgen explicó: «Estos rayos son el símbolo de las gracias que María consigue para los hombres ». A continuación, apresada esta milagrosa aparición en un semicírculo, Catalina vio emerger la siguiente inscripción en letras de oro: «¡Oh María sin pecado concebida!, ruega por nosotros que recurrimos a ti». Una voz le instó: «Haz, haz acuñar una medalla según este modelo. Las personas que la lleven con confianza recibirán grandes gracias».

El prodigio culminó al contemplar el reverso de la medalla conformada por la Virgen; apreció que estaba compuesta por una cruz sobre la letra «M», inicial de María. Abajo estaba clausurada por dos corazones, uno de ellos coronado de espinas y otro atravesado por una espada, símbolo de los Sagrados Corazones de Jesús y de María. En diciembre de ese mismo año mientras oraba de nuevo, pero en este caso detrás del altar, vio el cuadro de la medalla. Era la última ocasión en la que se produjo esta aparición: «Estos rayos son el símbolo de las gracias que la Virgen Santísima consigue para las personas que le piden... Ya no me verás más».

Tal como vaticinó María, las pruebas llegaron enseguida. Su confesor, padre Aladel, fue el primero que no la creyó aconsejándole que se olvidara de ello. Pero, pasó el tiempo y el clamor interno para se cumpliera la petición de la Virgen persistía. El arzobispo de París, monseñor Quélen, tomó cartas en el asunto y concluyó reconociendo la autenticidad de los hechos. El padre Aladel acuñó la medalla, aunque faltaban algunos detalles. En la epidemia de cólera de 1832 la profusión que se hizo de la misma obró muchos milagros y conversiones. En 1846 el papa Gregorio XVI confirmó la veracidad de las apariciones. Catalina murió el 31 de diciembre de 1876.