Tribunas

Números y datos contra demagogia

 

José Francisco Serrano Oceja

 

De vez en cuando los periodistas debemos mirar las estadísticas y los estudios numéricos que reflejan la realidad social. Es el baño de realismo y la perspectiva objetiva, y, en algunas ocasiones, objetivista. Por lo tanto, hay que visitar la página web del Instituto Nacional de Estadística.

Este Instituto oficial acaba de hacer público un estudio sobre la financiación de la enseñanza concertada que, por cierto, ha sido ampliamente comentado por Escuelas Católicas, la patronal primera y principal del sector.

La conclusión es clara: “La escuela católica supone al Estado un ahorro superior a  5.000 millones de euros cada año”. Por lo tanto, es hora de “acabar con la demagogia sobre la financiación de la enseñanza concertada y que se adecuen los módulos al coste real del puesto escolar, objetivo cada vez más lejano de acuerdo con los datos aportados por el INE”.

Está claro que, en medio de la refriega de Pacto educativo, en el que, parece ser que al menos por el PP, no hay voluntad de agitar los viejos fantasmas de la izquierda respecto a la enseñanza cristiana, la clase de religión y los conciertos, conviene tener muy presente algunos de estos números.

Según dice Escuelas Católicas, las subvenciones públicas por alumno en los centros concertados fueron de 2.726 euros (con un descenso de 5,3% respecto al curso 2009-10), mientras que los gastos corrientes fueron de 3.843 euros por alumno (un 1% más que en 2009-10).

En los centros concertados, la aportación pública fue tan sólo del 69,2%, frente al 72,8% del curso 2009-10. Para esta patronal, “esto constata que el incumplimiento de la LOE y el Reglamento de Conciertos por parte de las administraciones públicas no solo no se ha corregido en los últimos años, sino que ha aumentado, obviando la obligación administrativa de financiar el 100% del coste total de la impartición de la enseñanza para garantizar su gratuidad (Artículo 88.2 de la LOE)”.

Los centros concertados destinan los porcentajes más altos de recursos a las retribuciones del personal (76,2%), lo que significa que el porcentaje destinado a las restantes partidas para el funcionamiento general del centro, es claramente insuficiente (23,8%).

Existe, por tanto, un déficit del concierto educativo, “frente a la injusta afirmación –recuerda esta patronal- realizada por algunas organizaciones, que señalan que el concierto, supone un beneficio económico para los centros y que los recortes han afectado solo a la enseñanza pública”.

 

José Francisco Serrano Oceja