La firma

 

La dulzura de los que sufren en nuestras calles

 

 

23/02/2018 | por José Ramón Talero Islán


 

 

Verdaderamente es inadmisible, ver como a diario deambulan por nuestras ciudades cientos de personas, que por muchas circunstancias, principalmente por falta de trabajo, las tenemos tiradas en el suelo y durmiendo en la intemperie por falta de medios y de caridad; o cómo decimos ahora,  de solidaridad.

Hace unos días, cuando iba resolviendo asuntos por la ciudad, caminando, vi pidiendo a un joven de unos veinticuatro o veinticinco años, mi rabia e impotencia estalló, y acercándome a él para escucharle y atenderle, me contó en la situación de falta de trabajo y a la vez de comida. La dulzura de este chico, sufriendo porque no encontraba trabajo, porque se había quedado sin él y nadie podía ayudarle, me conmovió desesperadamente. Es una pena  contemplar en la calle esta tragedia y observar como los comedores  benéficos, asisten cada día a  más personas que van a por su plato de comida.

¿No hay forma de mitigar estas desdichas? ¿Por qué nuestros representantes políticos no toman nota de forma eficaz y solucionan los temas que interesan realmente al ciudadano?  ¿No es fundamental que todas las personas tengan un puesto de trabajo digno para poder llevar a sus casas el pan de cada día?

En el interior de nuestra sociedad materialista y deshumanizada, hay personas que nos emocionan y nos avienen entre nosotros.

Poseemos una sociedad manejada con ficciones para llenar  necesidades impuestas, que supuestamente cautiven, pero dentro de cada ser permanece la desdicha.

Apreciar y ver a cada persona por lo que es y como es, es un éxito que habríamos  de tener vigente en cada situación.

Por favor preocupémonos más de lo fundamental y necesario para que todos tengamos una vida digna. Ayudémonos entre nosotros.