Servicio diario - 12 de marzo de 2018


 

"El cristiano siempre va adelante, busca la alegría de estar con el Señor"
Rosa Die Alcolea

Tierra Santa: Invitación del Card. Sandri a "hacerse uno" con los hermanos
Redacción

Benedicto XVI alaba la "continuidad interior entre los dos pontificados"
Rosa Die Alcolea

Mons. Karl Lehmann "plasmó la vida de la Iglesia y de la sociedad"
Redacción

San Egidio: "Oración, pobres y paz es el talento de la Comunidad madurado en 50 años"
Redacción

Argentina: El Papa nombra obispo coadjutor de la Prelatura territorial de Humahuaca
Redacción

Beata Dulce Lopes Pontes, 13 de marzo
Isabel Orellana Vilches


 

 

12/03/2018-16:44
Rosa Die Alcolea

"El cristiano siempre va adelante, busca la alegría de estar con el Señor"

(ZENIT — 12 marzo 2018).- "Cuando el Señor pasa por nuestra vida y hace un milagro en cada uno de nosotros, y cada uno de nosotros sabe lo que el Señor ha hecho en su vida, allí no termina todo".

El Santo Padre ha invitado a "buscar el rostro de Dios", a "buscar esa alegría", en la Eucaristía celebrada el lunes, 12 de marzo de 2018, por la mañana, en la capilla de Santa Marta.

En la primera lectura tomada del libro del profeta Isaías, se hace referencia a ese "milagro" que realiza el Señor. Dijo Francisco: "He aquí, yo creo nuevos cielos y nueva tierra. Se gozará y se gozará siempre, de lo que estoy a punto de crear". El Señor atrae nuestro deseo a la alegría de estar con Él.

El Obispo de Roma afirmó que el verdadero cristiano no se detiene ante la primera gracia recibida, sino que siempre va adelante, porque busca la alegría de estar con el Señor.

"Si no ven signos y prodigios, ustedes no creen". Es un reproche que, en el pasaje evangélico del día, Jesús dirige al funcionario del rey que sale a su encuentro en Galilea para pedirle que le cure a su hijo enfermo. La gente sabía que Jesús había hecho ya tantos milagros. Y Jesús parece perder la paciencia porque considera que el prodigio es lo único que cuenta para ellos.

En este contexto, el Papa ha reflexionado: "¿Dónde está su fe?". Ver un milagro, un prodigio y decir: 'Pero, Tú tienes poder, Tú eres Dios'. Sí, es un acto de fe, pero pequeñito. Porque es evidente que este hombre tiene un poder fuerte; pero allí comienza la fe, pero después debe ir adelante. ¿Dónde está tu deseo de Dios? Porque la fe es esto: tener el deseo de encontrar a Dios, de encontrarlo, de estar con Él, de ser feliz con Él.

 

Cristianos aparcados

"¿Qué pensaría Jesús de los tantos cristianos que se detienen allí, ante la primera gracia recibida" —ha preguntado Francisco—.

"Porque hay tantos cristianos detenidos, que no caminan; cristianos arenados en las cosas de cada día —¡buenos, buenos!— pero que no crecen, permanecen pequeños. Cristianos aparcados: se estacionan. Cristianos enjaulados que no saben volar con el sueño hacia esta cosa bella a la que el Señor nos llama".

El Papa propuso a los fieles la pregunta interior: "¿Cómo es mi deseo? (...) ¿Busco al Señor así? ¿O tengo miedo, soy mediocre? (...) ¿Cuál es la medida de mi deseo? ¿El antipasto o todo el banquete?"

Y concluyó afirmando: "Custodiar el propio deseo, no acomodarse demasiado, ir un poco adelante, arriesgar. El cristiano verdadero se expone, sale de su seguridad".

 

 

12/03/2018-18:22
Redacción

Tierra Santa: Invitación del Card. Sandri a "hacerse uno" con los hermanos

(ZENIT — 12 marzo 2018).- ¿Qué mejor sitio podría haber sino los mismos lugares que conservan desde hace más de dos mil años la memoria de nuestra redención, para meditar esta Kénosis o abajamiento del Hijo de Dios, en este tiempo penitencial?: es la invitación que hace el Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.

Esta mañana, 12 de marzo de 2018, la Santa Sede ha publicado la Carta del Cardenal Leonardo Sandri, invitando a todos los fieles a ser solidarios con los hermanos de la Tierra Santa y del Medio Oriente, participando en la tradicional Collecta Pro Terra Sancta , el próximo Viernes Santo.

El Prefecto señala con particular atención las dos Basílicas: la de la Natividad en Belén, construida sobre la gruta donde nació Jesús, y la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, construida sobre la tumba de Jesús, que se convirtió en la fuente de la vida con su resurrección.

 

Edificar la Iglesia

Estos dos templos fueron restaurados recientemente. "Edificar la Iglesia de Tierra Santa, en sus edificios de culto y en sus piedras vivas, que son los fieles cristianos, es, en definitiva, responsabilidad de todas las Iglesias particulares de la Cristiandad", anuncia el Cardenal Leonardo Sandri.

Mons. Sandri pide no olvidar a las miles de familias que han escapado de la violencia de la guerra en Siria e Irak y menciona especialmente a la pequeña comunidad cristiana del Medio Oriente, que "continúa sosteniendo la fe entre los desalojados en Irak y Siria, o entre los refugiados en Jordania y el Líbano".

Asimismo, el Cardenal Prefecto para las Iglesias Orientales anima a peregrinar a Tierra Santa, porque "el conocimiento adquirido y la experiencia vivida en los lugares de nuestra redención, caminando sobre las huellas de Jesús, María, José y los discípulos, ayudan a profundizar nuestra fe".

Sigue el texto de la Carta escrita por Mons. Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, a los obispos, sacerdotes, consagrados y laicos.

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Carta del Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales

a 14 de Febrero de 2018
Miércoles de Ceniza

Excelencia Reverendísima:

El itinerario cuaresmal que estamos viviendo nos invita a subir a Jerusalén por la vía de la Cruz, donde el Hijo de Dios consumará su misión redentora. En esta peregrinación vamos acompañados por el Espíritu Santo, que nos revela el sentido de la palabra de Dios. Además de los sacramentos, y en especial la Penitencia y la Eucaristía, nos fortalecen el ayuno, la oración y la limosna. Es este un tiempo propicio para acercarnos a Cristo, mediante el reconocimiento de nuestra pobreza y de nuestros pecados y por medio del vivir el anonadamiento y el abajamiento del Hijo de Dios, que *siendo rico, se hizo pobre por vosotros, para que vosotros fueseis ricos por su pobreza+ (2 Cor 8,9).

Es un tiempo por excelencia también para acercar a los otros a través de las obras de caridad, conscientes de que el camino cuaresmal no es una acción solitaria, sino un itinerario de solidaridad, en el que cada uno está llamado a pararse como el Buen Samaritano, para ponerse al lado de los hermanos que, por muchas y diversas razones, tienen dificultad para levantarse y reemprender el camino.

También en este año, la tradicional Collecta pro Terra Sancta@ del Viernes Santo es para los fieles una ocasión propicia para hacerse uno con nuestros hermanos de la Tierra Santa y del Medio Oriente, desde donde, desgraciadamente, el grito de miles de personas que carecen de todo, incluso a veces de la misma dignidad de hombres, continúa llegándonos, rompiendo nuestros corazones e invitándonos a abrazarles con caridad cristiana, fuente segura de esperanza.

Sin el espíritu de Cristo, que *se anonadó, tomando la forma de siervo y haciéndose semejante a los hombres; y en la condición de hombre se humilló, hecho obediente hasta la muerte, y muerte de cruz+ (Fil 2,7-8), el grito del hermano no es escuchado y no se fija la mirada en los rostros de miles de personas menos afortunadas.

Para meditar esta Kénosis o abajamiento del Hijo de Dios, ¿qué mejor sitio podría haber sino los mismos lugares que conservan desde hace más de dos mil años la memoria de nuestra redención? Señalo con particular atención las dos Basílicas, la de la Natividad en Belén, construida sobre la gruta donde nació Jesús, y la Basílica del Santo Sepulcro en Jerusalén, construida sobre la tumba de Jesús, que se convirtió en la fuente de la vida con su resurrección. Ambas Basílicas, gracias a la colaboración y generosidad de muchísimas personas de buena voluntad, fueron restauradas el año pasado. Edificar la Iglesia de Tierra Santa, en sus edificios de culto y en sus piedras vivas, que son los fieles cristianos, es, en definitiva, responsabilidad de todas las Iglesias particulares de la Cristiandad, conscientes de que la fe cristiana ha tenido su primer centro propulsor en la Iglesia Madre de Jerusalén.

La comunidad católica de Tierra Santa, en sus diferentes semblantes, como el latino de la Diócesis Patriarcal de Jerusalén, de la Custodia de la Tierra Santa y de las otras Circunscripciones, y el oriental B greco-melquita, copto, maronita, sirio, caldeo y armenio B, con las familias religiosas y tantos otros organismos de todo tipo, tiene la especial vocación de vivir la fe en un contexto múltiple en lo religioso, político, social y cultural. Pese a los desafíos e inseguridades, las parroquias prosiguen su servicio pastoral con atención preferencial por los pobres; las escuelas, lugares de encuentro entre cristianos y musulmanes, son fundamento para la preparación B lo esperamos contra toda esperanza B de un futuro de respeto y colaboración; los hospitales y ambulatorios, las casas de beneficencia y los centros de encuentro continúan acogiendo a los afligidos y necesitados, prófugos y refugiados, y a las personas de cualquier edad y religión heridas por el horror de la guerra.

No podemos olvidar a las miles de familias que han escapado de la violencia de la guerra en Siria e Irak, y que cuentan con tantos niños y jóvenes, muchos de los cuales en edad escolar, los cuales confían en nuestra generosidad, de modo que puedan volver a la vida escolar y, así, puedan también soñar con un futuro mejor.

Un recuerdo especial, en este momento, se dirige a la pequeña comunidad cristiana del Medio Oriente, que continúa sosteniendo la fe entre los desalojados en Irak y Siria, o entre los refugiados en Jordania y el Líbano, asistidos por sus pastores, y por religiosos y voluntarios de varios Países. Los rostros de estas personas nos interrogan sobre el sentido de ser cristianos; sus vidas puestas a prueba nos inspiran. El Santo Padre Francisco en su mensaje para la celebración de la Jornada Mundial de la Paz de este año afirma: *Con espíritu de misericordia, abrazamos a todos los que huyen de la guerra y del hambre, o que se ven obligados a abandonar su tierra a causa de la discriminación, la persecución, la pobreza y la degradación ambiental.

Demostrémosles nuestra cercanía, hecha concreta por medio de nuestra constante oración y mediante una ayuda económica, en especial ahora, tras haber sido liberada la Llanura de Nínive. Muchos cristianos iraquíes, y también sirios, quieren volver a sus propias tierras, donde sus casas han sido destruidas y se han derribado las escuelas, los hospitales y las iglesias. No les dejemos solos.

Todos estamos invitados a reanudar las peregrinaciones a Tierra Santa, porque el conocimiento adquirido y la experiencia vivida en los lugares de nuestra redención, caminando sobre las huellas de Jesús, María, José y los discípulos, ayudan a profundizar nuestra fe, y también a entender las circunstancias en las que viven los cristianos de Tierra Santa. Las peregrinaciones, además, constituyen una ayuda muy notable al sostenimiento, aunque sea sólo de supervivencia, de miles de familias.

En estos días de preparación para la Santa Pascua, os invito fraternamente para que os empeñéis en vencer el odio con el amor y la tristeza con la alegría, rezando y obrando para que la paz habite en el corazón de cada una de las personas y, en especial, de nuestros hermanos de Tierra Santa y del Medio Oriente.

A usted, querido hermano Obispo, a los sacerdotes, a los consagrados, y a todos los fieles que ponen su empeño por el buen resultado de la Colecta, tengo la alegría de transmitirles el vivo reconocimiento del Santo Padre Francisco, junto con el agradecimiento también de la Congregación para las Iglesias Orientales. Y mientras invoco sobre su persona y sobre su ministerio pastoral, y sobre todos los fieles de su jurisdicción, abundantes bendiciones divinas, le deseo de corazón una Santa Pascua y le envío mis más fraternos saludos en el Señor Jesús.

Suyo devotísimo

Card. Leonardo Sandri
Prefecto

+ Cyril Vasil=, S.I.
Arzobispo Secretario

 

 

12/03/2018-18:39
Rosa Die Alcolea

Benedicto XVI alaba la "continuidad interior entre los dos pontificados"

(ZENIT — 12 marzo 2018).- "Los pequeños volúmenes —ha expresado Benedicto XVI—muestran con razón que el Papa Francisco es un hombre de profunda formación filosófica y ayudan, por lo tanto, a ver la continuidad interior entre los dos pontificados, si bien con todas las diferencias de estilo y temperamento".

Así lo ha indicado el Papa emérito en una carta enviada a Mons. Dario Edoardo Viganó con motivo de la presentación de la colección «La Teología del Papa Francisco», editada por la Librería Editora Vaticana — Lev, celebrada esta mañana, en Roma, informa Vatican News' en castellano.

 

"Celebro esta iniciativa"

"Celebro esta iniciativa —ha señalado Benedicto XVI— que quiere oponerse y reaccionar al necio prejuicio, según el cual el Papa Francisco sería sólo un hombre práctico, que carece de particular formación teológica o filosófica, al tiempo, que yo habría sido únicamente un teórico de la teología, que hubiera comprendido poco sobre la vida concreta de un cristiano de hoy".

El papa alemán se ha mostrado agradecido por haber recibido, como presente, los once libros, escritos por otros tantos teólogos de fama internacional, que componen la colección, a cargo de Don Roberto Repole, Presidente de la Asociación Teológica Italiana.

Según indica Vatican News', hasta ahora, se han firmado acuerdos para la distribución de la colección en inglés, español, francés, portugués, polaco y rumano.

 

 

12/03/2018-17:38
Redacción

Mons. Karl Lehmann "plasmó la vida de la Iglesia y de la sociedad"

(ZENIT — 12 marzo 2018).- "Siempre se preocupó de la apertura a los interrogantes y los desafíos de los tiempos y de ofrecer respuestas y orientaciones a partir del mensaje de Cristo, para acompañar a las personas a lo largo de su camino, buscando lo que une más allá de los confines de las confesiones, convicciones y Estados", así ha recordado el Papa al cardenal alemán Karl Lehmann.

Francisco ha manifestado su pésame por la muerte del cardenal Karl Lehmann, y ha destacado su larga actividad como teólogo y obispo, así como presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, contribuyendo a "plasmar la vida de la Iglesia y de la sociedad".

La Oficina de Prensa ha hecho público este lunes, 12 de marzo, el telegrama de pésame que el Papa Francisco ha escrito por la muerte del cardenal Karl Lehmann, del Título de San Leone I, obispo emérito de Maguncia, ocurrida ayer por la mañana.

El Santo Padre ha expresado sus condolencias a Mons. Peter Kohlgraf, obispo de Maguncia (Alemania) y a los fieles de la diócesis, asegurando sus oraciones por el difunto cardenal, que el Señor ha llamado a sí después de una grave enfermedad y sufrimiento.

El Papa asegura en su mensaje que recibió "con dolor" la noticia de la muerte de Su Eminencia el cardenal Karl Lehmann.

"Jesús, el Buen Pastor —ha escrito el Pontífice— done a su fiel siervo el cumplimiento y la plenitud de la vida en su reino celestial. De corazón le imparto así como a todos aquellos que lloran y recuerdan en la oración al fallecido cardenal, la bendición apostólica".

 

 

12/03/2018-19:18
Redacción

San Egidio: "Oración, pobres y paz es el talento de la Comunidad madurado en 50 años"

(ZENIT — 12 marzo 2018).- "Sean siempre de Cristo en la oración, en el cuidado de sus hermanos más pequeños, en la búsqueda de la paz, porque Él es nuestra paz", indicó el Papa Francisco a los miembros de la Comunidad de San Egidio.

El Santo Padre celebró junto a ellos el 50° aniversario de la fundación de la Comunidad este domingo 11 de marzo de 2018, bajo el cielo plomizo en la Plaza Santa María de Trastevere.

"¡El cristiano por vocación es hermano de cada uno, especialmente si es pobre", indicó el Papa. “Tengan siempre el corazón abierto –les pidió– abierto a todos!”, y deseó a todos lo mejor: “a sus familias y también a sus sueños”.

Francisco quiso estar presente en esta celebración a partir de Andrea Riccardi, que 50 años atrás inició el camino de la Comunidad en Roma, junto a representantes llegados de diversas ciudades de Italia y del mundo, jóvenes y pobres amigos de la Comunidad, entre los cuales los prófugos llegados a través de los corredores humanitarios, ancianos, niños de las "Escuelas de la Paz", personas diversamente hábiles de los laboratorios de arte y personas sin hogar acogidas en estos días de frío, señala el portal 'Vatican News' en español.

Antes de entrar a la Basílica de Santa María en Trastevere, el Pontífice saludó a todos los presentes, agradeciendo su asistencia a pesar de la lluvia.

Ya en el interior del templo —apunta la web de noticias del Vaticano— tuvo lugar la Liturgia de la Palabra seguida por la meditación del párroco, don Marco Gnavi, el testimonio algunos integrantes de la Comunidad y de un jóven prófugo sirio. Finalmente, el saludo del fundador Andrea Riccardi, al término del cual Francisco dirigió unas palabras.

 

Mundo habitado por el miedo

Esta fiesta es "una alegre manifestación de responsabilidad hacia el futuro" —indicó Francisco—. "Un talento que reciben también hoy", y recuerda que el mundo de actual "está a menudo habitado por el miedo", como el del hombre de la parábola que no supo investir el talento en el futuro, porque 'aconsejado' por el temor.

"Nuestro tiempo conoce grandes miedos de frente a las vastas dimensiones de la globalización. Y los miedos se concentran a menudo en quien es extranjero, diverso de nosotros, pobre, como si fuera un enemigo. Y entonces, nos defendemos de estas personas, agrega el Papa, creyendo que preservamos lo que tenemos y lo que somos", observó el Papa.

 

Juntos con la Iglesia

"Su camino —agregó el Obispo de Roma— los orienta a mirar juntos el futuro: no solos, no para sí. Juntos con la Iglesia". Y en este sentido recuerda que la Comunidad nacida a finales de los años sesenta "es hija del Concilio", de su mensaje y de su espíritu.

"¿Cómo es posible que después de las tragedias del siglo veinte se pueda volver a caer en la misma lógica absurda?" —reflexionó el Santo Padre—. "Sé que rezan y obran por la paz", les dijo, y que dirigen su pensamiento al "dolor del pueblo sirio", a los refugiados acogidos a través de los corredores humanitarios.

El Papa indicó que "cada uno está llamado a cambiar el propio corazón asumiendo una mirada misericordiosa hacia el otro, para volverse artesano de paz y profeta de misericordia".

 

¡Los pobres son su tesoro!

El Santo Padre expresa su deseo de que éste sea un aniversario cristiano: tiempo en el cual la fe está llamada a volverse "nueva audacia para el Evangelio". "No el coraje de un día sino la paciencia de una misión cotidiana en la ciudad y en el mundo".

"Hoy, aún más, —exhortó— continúen audazmente en este camino": estando cerca de los niños de las periferias con las Escuelas de la Paz; junto a los ancianos descartados, que para ustedes son amigos; abriendo nuevos corredores humanitarios para los prófugos de la guerra y del hambre. "¡Los pobres son su tesoro!".

 

 

12/03/2018-13:16
Redacción

Argentina: El Papa nombra obispo coadjutor de la Prelatura territorial de Humahuaca

(ZENIT — 12 marzo 2018).- El Papa Francisco ha nombrado a Florencio Félix Cruz Paredes, lateranense, obispo prelado, coadjutor de la Prelatura territorial de Humahuaca (Argentina), hasta ahora párroco de Nuestra Señora de Belén, en la misma circunscripción eclesiástica.

 

Revdo P. Florencio Félix Paredes Cruz

Florencio Félix Paredes Cruz, Canónigo Regular de la Congregación del Santísimo Salvador Lateranense, nació el 28 de octubre de 1961 en Selochea (Bolivia). Siguió sus estudios primarios en La Quiaca, provincia de Jujuy (Argentina) y los secundarios en Jujuy. Completó sus estudios eclesiásticos en el CEFITEQ , diócesis de Quilmes y en el ISET de los Salesianos en Buenos Aires.

Fue ordenado sacerdote el 1 de febrero de 1995, incardinándose en la Congregación de los Canónigos Regulares Lateranenses.

Ha sido vicario en las parroquias de la archidiócesis de Salta, Rosario y Buenos Aires, y en la diócesis de Jujuy; administrador parroquial de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa, miembro del Consejo Presbiteral de la archidiócesis de Salta; Maestro de novicios y Provincial de la Provincia Argentina de los Canónigos de Regulares Lateranenses por dos mandatos.

Actualmente es párroco de Nuestra Señora de Belén, en la Prelatura de Humahuaca.

 

 

12/03/2018-19:22
Isabel Orellana Vilches

Beata Dulce Lopes Pontes, 13 de marzo

«Este ángel bueno de Brasil realizó una labor apostólica impresionante. Fundadora de las Hijas de María Siervas de los Pobres, puso en marcha colegios, bibliotecas, uniones obreras católicas, albergues, etc., además de una extraordinaria red hospitalaria»

María Rita de Souza Brito Lopes Pontes nació en Salvador de Bahía, Brasil, el 26 de mayo de 1914. Era la segunda de cinco hermanos. Su progenitor, Augusto, era dentista y profesor de la facultad de Odontología. Su madre, Dulce María, murió a los 26 años después de dar a luz a la benjamina. Entonces la futura beata tenía 6. Su padre iba a estar a su lado siempre, animándola y ayudándola en sus iniciativas apostólicas hasta el fin de sus días. Él mismo fue impulsor de importantes obras de acción social. De tres de los hijos habidos en el matrimonio: Augusto, Dulce y María Rita, se hicieron cargo sus tías.

Los tres hermanos tomaron la primera comunión en 1922. Cinco años más tarde, en plena adolescencia, Dulce sintió cómo se despertaba su interés por la vida religiosa. Se adentró en lugares deprimidos de la ciudad junto a una de sus tías y, a partir de entonces, la marginalidad y pobreza que vio a su alrededor le conmovieron poderosamente; tanto que ya no pudo apartarlas de su mente. Introdujo en sus acciones cotidianas la ayuda a quienes sufrían múltiples carencias, dándole prioridad. Y para ello convirtió el sótano de su casa en un lugar asistencial, que fue sumamente apreciado por los que no tenían recursos para afrontar sus difíciles jornadas. Hacía todo lo que podía para paliar tan graves deficiencias. Les proporcionaba alimentos, ropa, medicinas...

En 1932, después de haber cursado estudios en la Escuela Normal de Bahía, profesó como terciaria franciscana. Se vinculó a este carisma conducida por su director espiritual, el padre Hildebrando Kruthaup, ofm. Tomó el nombre de Lucía. Pero al año siguiene ingresó en el Instituto de las Hermanas Misioneras de la Inmaculada Concepción de la Madre de Dios. De esta Orden le habían hablado en el convento de Nuestra Señora del Destierro en 1929. Y al realizar los votos en agosto de 1934, eligió el nombre de Dulce en honor a su madre. Modelo para su vida fue Teresa de Lisieux.

Estaba convencida de que debía imitar su conducta: «Creo que soy como el pequeño amor de mi pequeño corazón, que por más amor que tenga es poco para un Dios tan grande [...]. A ejemplo de santa Teresita, creo que deben ser agradables al Niño Jesús todos los actos pequeños de amor por menores que sean».

Durante tres meses del año 1934 realizó una intensa actividad apostólica. Fue destinada a Salvador, y en el Hospital Español desempeñó diversos oficios, desde enfermera a portera, y también sacristana. Hizo un curso que la capacitó para la farmacia. Además, impartió clases en el colegio de Santa Bernadete, y trabajó con los obreros de Itapagipe. Con la firme convicción de que «el amor supera todos los obstáculos, todos los sacrificios», no halló barreras para un apostolado admirable, fecundo y eficaz. Luchó en todo momento sin desfallecer por el bien de los desfavorecidos. Si se pudiera hablar en términos de curriculum, el suyo es impresionante: la fundación de las Hijas de María Siervas de los Pobres, colegios, bibliotecas, uniones obreras católicas, albergues, el colegio San Antonio para hijos de los trabajadores residentes en el barrio de Massaranduba, en Salvador, en el que también se dio formación a los adultos, etc., además de una extraordinaria red hospitalaria, y todo ello hallándose con su capacidad respiratoria al 30% durante los 30 últimos años de su vida. Era, sin duda, la gracia de Dios que la fortalecía y dilataba sus posibilidades de forma constante, sosteniéndola por encima de las penalidades y problemas que se le presentaron.

El origen del St. Anthony's Hospital, que inauguró con 150 camas en 1959, fue el fruto de su tesón, ya que tras poner en marcha el sindicato de trabajadores de San Francisco, en Bahía, se dedicó a recoger a personas enfermas y a darles cobijo en una isla de Salvador de Bahía, en casas que nadie habitaba. Cuando la obligaron a desalojarlas, echó mano de sus arrestos, que le sobraban, y las trasladó a un antiguo mercado de pescado, hasta que los expulsaron de allí. Sin perder jamás la confianza en Dios, condujo al gallinero de su convento a 70 personas enfermas. Después de su apertura, este hospital llegó a contabilizar 3000 pacientes diarios. Sus numerosas fundaciones se hallan aglutinadas bajo el nombre de Obras Sociales «Hermana Dulce». En 1979 el cardenal arzobispo de Salvador, Brandáo Vilela, le pidió que abriese fundación en Alagados.

El reconocimiento por su asombrosa labor propició que en 1988 fuese presentada como candidata al Premio Nobel de la Paz. Tuvo el consuelo de encontrarse con Juan Pablo II en dos ocasiones. La primera en julio de 1980, y la segunda en octubre de 1991, cuando se hallaba en el hospital donde permaneció 16 meses. El pontífice, que tan bien conocía el dolor en carne propia, hizo notar: «Este es el sufrimiento de los inocentes. Igual al de Jesús».

Dulce fue una religiosa fidelísima a su regla en momentos en los que en su congregación había quienes propugnaban que aquélla se mitigara. Una mujer de oración, sacrificada y penitente, que difundió entre los pobres, los operarios y los enfermos su amor al Sagrado Corazón de Jesús y a la Inmaculada.

Murió en el convento de San Antonio el 13 de marzo de 1992. El sepelio, realizado en medio de la consternación de la gente que la consideraba Madre de los pobres y ángel bueno de Brasil, fue una explosión de gratitud. Conducida en un coche de bomberos, fue escoltada por los cadetes de la policía militar y seguida por una imponente procesión de 6 km. Así homenajeaban a la que ya había entrado de forma triunfante en la gloria. Su cuerpo permanece incorrupto. Fue beatificada en Salvador de Bahía por el cardenal Geraldo Majella Agnelo, en representación de Benedicto XVI, el 22 de mayo de 2011.