Servicio diario - 26 de marzo de 2018


 

Francia: El Papa condena los "actos de violencia ciega" de Carcasona y Trébes
Rosa Die Alcolea

Rusia: El Papa expresa su pésame por la tragedia del incendio en Kemerovo
Rosa Die Alcolea

Seguridad del Vaticano: El Papa agradece su labor a los "custodios"
Rosa Die Alcolea

'Oriente Católico': El Card. Sandri regala al Papa la nueva publicación
Redacción

P. Antonio Rivero: "¡Cuánto sufrimiento de Cristo el Viernes Santo!"
Antonio Rivero

Beato Francisco Faá di Bruno, 27 de marzo
Isabel Orellana Vilches


 

 

26/03/2018-18:42
Rosa Die Alcolea

Francia: El Papa condena los "actos de violencia ciega" de Carcasona y Trébes

(ZENIT — 26 marzo 2018).- El Papa Francisco ha manifestado su tristeza al recibir la noticia de los trágicos atentados que han tenido lugar en Carcasona y Trébes, causando 3 víctimas mortales y 16 heridos (según el periódico ABC).

El Pontífice ha enviado un telegrama de condolencias a Mons. Alain Planet, obispo de Carcasona y Narbona, que la Santa Sede ha publicado hoy, lunes, 26 de marzo de 2018.

El Santo Padre confía a la misericordia de Dios a los que han perdido la vida, uniéndose con la oración al dolor de sus seres queridos y expresa su cercanía a los heridos y a sus familias, así como a todos los afectados por esta tragedia, pidiéndole al Señor que les brinde consuelo y conforto.

 

Acto heroico del coronel Beltrame

En el telegrama, el Papa ha escrito que le conmueve, en particular, el acto generoso y heroico del teniente coronel Arnaud Beltrame, "que ha dado su vida intentando proteger a las personas".

Beltrame, de 44 años, tomó voluntariamente el lugar de una mujer como rehén durante el secuestro del supermercado en la tranquila ciudad cerca de los Pirineos. Beltrame murió el sábado después de recibir un disparo durante el asedio, informa el diario español ABC.

Francisco condena nuevamente esos actos de violencia ciega "que causan tanto sufrimiento" y, pidiendo fervientemente a Dios el don de la paz, "invoco sobre las familias sometidas a pruebas tan duras y sobre todos los franceses el consuelo de las bendiciones divinas", ha señalado en el telegrama.

 

 

26/03/2018-17:56
Rosa Die Alcolea

Rusia: El Papa expresa su pésame por la tragedia del incendio en Kemerovo

(ZENIT — 26 marzo 2018).- El Papa Francisco ha expresado su "más sentido pésame" a todos los afectados del incendio que ha devastado el centro comercial Winter Cherry de la ciudad siberiana de Kemerovo, Rusia.

El Santo Padre ha escrito un telegrama de pésame por las víctimas de esta tragedia, en la que han muerto al menos 64 personas y 51 han resultado heridas (según la agencia internacional Europa Press) enviado por el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, este lunes, 26 de marzo de 2018.

En la carta, el Pontífice se muestra "profundamente entristecido" y "confiando a los difuntos, especialmente a los muchos niños que han perdido la vida, al amor misericordioso de Dios Todopoderoso", Su Santidad asegura sus oraciones a todos los que lloran su pérdida, se indica en el documento.

Con la certeza de su cercanía espiritual a las autoridades y al personal de emergencia que socorre a los heridos y continúa la búsqueda de los desaparecidos, el Papa Francisco invoca sobre todos las bendiciones divinas de paz y consuelo, añade Mons. Parolin.

 

 

26/03/2018-19:08
Rosa Die Alcolea

Seguridad del Vaticano: El Papa agradece su labor a los "custodios"

(ZENIT — 26 marzo 2018).- El Papa ha agradecido a las personas que velan por la seguridad pública del Vaticano su labor: "Vosotros sois custodios, todos: los que están allí, los que vigilan, esos tan valientes con la motos...".

Francisco ha recibido esta mañana, 26 de marzo, en audiencia a los dirigentes y a los funcionarios de la Inspección de Seguridad Pública del Vaticano, a las 11:30 horas en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano.

“Gracias a vuestra discreta y eficaz obra de vigilancia, los peregrinos, que llegan de cada parte del mundo para visitar la tumba del apóstol Pedro, pueden vivir con tranquilidad esta importante experiencia de fe”, les ha dicho el Papa.

El Santo Padre les ha regalado la imagen de San José, “el custodio de Jesús” –ha indicado– como muestra de agradecimiento por “custodiar al Papa y a la gente para que no haya algún loco que haga algo, una masacre y destroce a tantas familias”.

La palabra “custodiar”, se me ocurre muchas veces –ha expresado Francisco. “Y pensé en el custodio de Jesús. Por eso, en esta Pascua me gustaría daros esta imagen de San José, el custodio de Jesús, para que la llevéis con vosotros y veáis donde ponerla. Es un regalo de todo corazón, con el que quiero expresar mi agradecimiento”, les ha dicho.

RD

Sigue el discurso que el Papa les ha dirigido durante  el encuentro:

 

Discurso del Papa Francisco

Señor Jefe de Policía,
Señor Prefecto
Queridos funcionarios y agentes:

Bienvenidos a este tradicional encuentro, que me ofrece la oportunidad de agradeceros por el servicio que prestáis a la Sede Apostólica y a la Ciudad del Vaticano. Agradezco al Jefe de Policía las amables palabras que me ha dirigido en vuestro nombre. Y saludo a cada uno de vosotros, deseándoos una Pascua iluminada por la fe y alegrada por los afectos y los valores más hermosos y verdaderos.

Esta Inspección de Seguridad Pública ofrece una preciosa colaboración al ministerio pastoral del Obispo de Roma. Os agradezco vuestra atenta presencia y la asistencia que prestáis durante la celebración de los ritos litúrgicos y las diferentes manifestaciones que interesan a la basílica de San Pedro y a la Ciudad del Vaticano. El Papa y sus colaboradores saben, además, que pueden contar con vuestra cooperación durante las visitas pastorales a las parroquias y a las instituciones civiles y eclesiásticas de Roma, así como en ocasión de las visitas pastorales en Italia.

Gracias a vuestra discreta y eficaz obra de vigilancia, los peregrinos, que llegan de cada parte del mundo para visitar la tumba del apóstol Pedro, pueden vivir con tranquilidad esta importante experiencia de fe. Vosotros desempeñáis vuestra tarea diaria nutriéndoos de los ideales civiles y humanos, propios de los miembros de la Policía de Estado Italiana.

Sin embargo, trabajar en eventos de gran importancia religiosa y cultural y con sacerdotes, religiosos y laicos que colaboran en la misión universal del sucesor de Pedro, seguramente ofrece a vuestro trabajo razones adicionales de compromiso y de dedicación. La condición especial de vuestro trabajo os permite reforzar vuestra dedicación profesional, obteniendo linfa y vigor de la verdad perenne del Evangelio. Atestiguando de esta manera, en vuestra actividad, los valores humanos y espirituales propios del Cristianismo, podéis contribuir también a la misión de la Iglesia.

El Vaticano es meta no solamente de cristianos procedentes de todas las partes del mundo, sino también de representantes de diferentes religiones, de responsables de los Estados y de otras personalidades eclesiásticas y civiles que vienen a ver al Pontífice, o a sus colaboradores en los diferentes dicasterios de la Santa Sede. También gracias a vuestra obra, estos encuentros de diálogo y la visita a los testimonios de cultura y de fe, custodiados en la Ciudad del Vaticano, pueden celebrarse en un clima de serenidad y de orden.

Al renovar mi aprecio por vuestra cooperación, encomiendo cada uno de vosotros a  la protección de la Madre de Dios. ¡Qué Ella os sosstenga y acoja vuestras intenciones, presentándolas a su Hijo, que apoye a vuestras familias! La familia es muy importante para vosotros. Dirijo un pensamiento particular a vuestras familias, especialmente a vuestros hijos y, mientras os pido que recéis por mí, os deseo una feliz Pascua y de todo corazón imparto os imparto, así como a vuestros seres queridos la bendición apostólica.

(Después ha improvisado)

Quisiera deciros algo más. A veces, cuando salgo y veo que estáis allí trabajando, me da un poco de pena. [Pienso:] “Pero esta gente tendría que estar en su casa, con sus familiares…”. Pero vosotros trabajáis allí para proteger a la gente, para protegerme… No sé cómo agradecéroslo. Vosotros sois custodios, todos: los que están allí, los que vigilan, esos tan valientes con la motos… que tienen un trabajo asegurado cuando se jubilen: ¡Pueden ir a trabajar al circo, tienen un equilibrio increíble! Pero la palabra que siempre se me ocurre [es esta:] esta gente se sacrifica para custodiar al Papa, custodiar a la gente, para que no haya algún loco que haga algo, una masacre y destroce a  tantas familias. Y esa palabra “custodiar”, se me ocurre muchas veces. Y pensé en el custodio de Jesús. Por eso, en esta Pascua me gustaría daros esta imagen de San José, el custodio de Jesús, para que la llevéis con vosotros y veáis donde ponerla. Es un regalo de todo corazón, con el que quiero expresar mi agradecimiento. Quisiera dársela al representante de todos, la Sra. Maiorino, que siempre está involucrada en estas cosas de “custodiar”.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

26/03/2018-19:25
Redacción

`Oriente Católico': El Card. Sandri regala al Papa la nueva publicación

(ZENIT — 26 marzo 2018).- El cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, regaló el pasado sábado, 24 de marzo, por la mañana al Santo Padre la nueva edición de Oriente Católico, una iniciativa promovida por el dicasterio de Palacio Bramante en coedición con Valor Italiano Editor.

La publicación de la obra tiene lugar con motivo de las celebraciones por el Centenario de la fundación de la Congregación (1917-2017), informa la Santa Sede a través de un comunicado emitido el lunes, 26 de marzo de 2018.
Oriente Católico recoge sistemáticamente información útil sobre las Iglesias católicas orientales. Respecto a la edición anterior (1974), comporta un replanteamiento de la formulación de las categorías eclesiológicas y una actualización del perfil histórico.

También presenta apéndices bibliográficos, para las profundizaciones oportunas, y secciones cartográficas que evidencian la presencia de los católicos orientales en todos los continentes. Por lo tanto, se propone ser "un instrumento para arrojar luz sobre la cristiandad oriental en el mundo y sobre las problemáticas relacionadas con ella".

Los tres volúmenes, encuadernados y custodiados en una caja, constituyen una manufactura de gran valor.

 

Disponible en Internet

La obra también está disponible en versión electrónica en el formato Kindle. Dada la importancia del proyecto editorial, Oriente Católico cuenta con un portal de Internet en www.orientecattolico.com.

La esperanza del Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales es que las diócesis, las parroquias y los institutos de formación, las universidades y las escuelas ofrezcan oportunidades para el debate y la reflexión sobre este rico patrimonio de fe, de cultura y junto a ello de inmenso sufrimiento, para que el Oriente cristiano sea cada vez más conocido y apreciado.

En las semanas inmediatamente posteriores a Semana Santa, la obra estará disponible y se organizarán presentaciones, cuyos detalles se comunicarán más adelante.

 

 

26/03/2018-19:45
Antonio Rivero

P. Antonio Rivero: "¡Cuánto sufrimiento de Cristo el Viernes Santo!"

 

VIERNES SANTO

Ciclo B

Textos: Is 52, 13- 53,12; Heb 4, 14-16; 5, 7-9; Juan 18, 1-19, 42: Pasión de Cristo según san Juan.

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: Contemplemos a Jesús, al Siervo sufriente. ¡Lo que no sufrió para salvarnos!

Síntesis del mensaje: El Jueves Santo fue "la hora de Jesús". El Viernes Santo es sobre todo "la hora de Satanás". Dos horas que se reducen a una sola hora, "la hora del Misterio Pascual", con sus dos manecillas: la entrega de Cristo y la maldad humana. La celebración de la Pasión de hoy, que no misa, tiene tres partes: primera parte, liturgia de la Palabra y la oración universal; segunda, adoración de la santa cruz y, tercera, sagrada Comunión. También podemos dividirla así: Pasión proclamada en las lecturas, Pasión invocada en la oración universal, Pasión venerada en el beso a la santa cruz y Pasión comunicada en la comunión.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, ¿quién resiste contemplar este Siervo sufriente? Despreciado, desestimado, leproso, herido de Dios, humillado, traspasado por nuestras rebeliones (l a lectura), con miedo, pavor, tristeza, tedio, gritos, lágrimas. Ahí, tirado en el huerto de los olivos. Ahí, aniquilado y desangrado en la flagelación. Ahí, blasfemado, injuriado, insultado en la cruz. Ahí, clavado manos y pies en el madero ignominioso de la cruz. Ahí, con el costado sangrando por culpa de esa lanza cruel. Ahí, acostado en la cruz, el cielo cerrado sin la voz de su Padre y una noche oscura interior terrible.

En segundo lugar, no obstante, ese Siervo sufriente es modelo y ejemplo para nosotros (2a lectura). Modelo de obediencia al Padre por encima de todo. Modelo de amor a los hombres hasta dar la vida por ellos. Modelo de perdón sin medida. Modelo de mansedumbre, que ante tanta injusticia no chistó ni se rebeló. Modelo de generosidad, que mientras a su alrededor cada uno sacaba su tajada, Él nada se reservó para sí. Modelo a la hora de saber sufrir con paciencia tanto atropello, golpes, empujones, escupitajos, bofetadas, azotes, corona de espinas. Modelo de fidelidad hasta el final al plan de Dios. Modelo de confianza en las manos de su Padre.

Finalmente, cada uno de nosotros tiene algo de culpa en el dolor de este Siervo sufriente. Los Judas que traicionan a Jesús y lo venden por unas monedas de placer. Los Pedros que niegan a Jesús para salvar su pellejo. Los otros discípulos que le abandonan por miedo a la cruz. Los que le martirizan y crucifican haciendo sufrir a sus hermanos, con los que Cristo se identifica. Los Anás que están bien apoltronados en su sillón almidonado, que esconden en su palacio una mafia, siendo él el padrino omnipotente, escéptico y agnóstico, dispuesto a dar una bofetada a Jesús ante la fuerza de la verdad que él no aceptaba; sí, ese Anás que pasará a la historia como el prototipo de hombre que hace valer sus derechos de "autoridad jubilada", para humillar a los demás, darse importancia... y como no pudo, recurrió a la violencia baja y propia de villanos. Hombre orgulloso, expeditivo, frontal, tajante, práctico, seguro de sí mismo. También están los Caifás. Caifás era hombre más político que ético; le interesaba la religión del "interés", dispuesto a practicarla, aunque tuviera que pasar por encima de la muerte, mientras le proporcionara tajada. Este era Caifás: un juez que pronunció la sentencia, mucho antes de que el juicio comenzara. Culpa también tienen los cobardes Pilatos de turno que prefieren lavarse las manos para no perder el sillón de prestigio, aunque tengan que sacrificar la verdad y dar muerte al inocente. Por supuesto que tienen su peso de culpa los Herodes supersticiosos, sensuales, frívolos que pretenden servirse de Jesús como diversión de la fiesta. Y también los Barrabás, bandoleros, criminales, asesinos. Menos mal que también estaban los que le consolaron: su santa Madre, Juan evangelista, el cireneo, las santas mujeres, la Verónica.

Para reflexionar: ¿Quiero acompañar a Cristo en su Pasión y Muerte, o seré uno más en la lista de quienes le hagan sufrir este año? ¿Qué personaje de la Pasión quiero protagonizar este año?

Para rezar: Señor, piedad y misericordia. Señor, gracias por haberme salvado. Señor, dame la gracia de luchar contra el pecado y de llevar mi propia cruz, pequeño pedazo de la tuya enorme.

 

 

26/03/2018-19:30
Isabel Orellana Vilches

Beato Francisco Faá di Bruno, 27 de marzo

«Admirable alianza entre ciencia y espiritualidad: excelso legado de un hombre de Dios que tuvo en contra a colegas de universidad cargados de prejuicios. Cualificado científico, inventor, benefactor de los pobres y gran fundador»

Francisco fue objeto de discriminación por ciertos colegas cargados de prejuicios. Juzgaron poco menos que imposible que un hombre de Dios, que confesaba abiertamente la fe, a pesar de ser inventor, escritor, políglota, brillante investigador, dominar diversas ciencias, etc., pudiera tener el rigor intelectual que únicamente apreciaban en los no creyentes. Así que hicieron todo lo posible para que se le cerraran las puertas académicas.

Nació en Alessandría, Piamonte, Italia, el 29 de marzo de 1825. Era el último de doce hermanos. Sus padres, el marqués Ludovico Faá de Bruno y la noble Carolina Sappa proporcionaron a todos una excelente educación. Francisco tenía grandes cualidades e inclinación singular por las matemáticas, disciplina que estudió con verdadera satisfacción. En el colegio de los padres somascos, en el que ingresó en 1834 una vez fallecida su madre, recibió formación durante cuatro años. Y en 1840 emprendió la carrera militar en Turín. Cuando el rey Víctor Manuel II le encomendó la educación de sus hijos viajó a París, lo cual le permitió completar estudios matemáticos.

La corte, con su ambiente plagado de anticlericalismo, le desagradó; no encajaba con su sensibilidad espiritual. En París tuvo como maestro al católico Cauchy, y al codescubridor del planeta Neptuno, profesor Leverrier. Por otro lado, su asidua presencia en la iglesia de San Sulpicio propició su implicación en las Conferencias de San Vicente de Paúl, y le dio la oportunidad de conocer a su fundador Federico Ozanam. Prestó servicios en el cuerpo de ingenieros del ejército italiano, y obtuvo el grado de capitán.

Uno de los trabajos que le encomendaron, una vez liberado de su responsabilidad de preceptor de los hijos del monarca, tuvo que ver con la cartografía, para lo cual fue enviado a los Apeninos. Allí se retiró definitivamente del ejército en 1853 eludiendo un duelo al que le empujaban sin desearlo. Tres años más tarde, en París se doctoraba en ciencias matemáticas. En 1856 obtenía este grado en astronomía en la prestigiosa universidad de la Sorbona. En esa época sus esfuerzos por vincular fe y ciencia eran notables. Después, regresó a Turín y ejerció la docencia universitaria. Impartió matemáticas por indicación de su obispo, y tuvo la magnífica visión de transmitir a sus alumnos la profunda convicción que le animó. Aunando la fe con la ciencia, les hacía ver que ésta no se opone a la fe sino que la ilumina.

Plasmó sus investigaciones en artículos escritos en francés, inglés y alemán. En total cuarenta, que fueron publicados en las revistas científicas de Europa y América más influyentes y rigurosas que había en el mundo, algo que no se halla a la mano de cualquiera. Su existencia estuvo signada por la idea de no perder jamás el tiempo, «ni un minuto». Leía, estudiaba, se interesaba por todas las ramas del saber y los avances técnicos. No era cuestión de simple inquietud o afán de hacer acopio de valiosa información. Francisco aplicaba lo que aprendía para mejorar las condiciones de vida de su tiempo. Y de hecho, inventó aparatos para la enseñanza de las ciencias físico-matemáticas y hasta un escritorio para ciegos con objeto de ayudar a una de sus hermanas. Compositor de melodías sagradas y autor de algunos libros de este cariz, fue también benefactor de los pobres a través de la Sociedad de San Vicente de Paúl; realizó constantes obras de caridad.

A él se debe la fundación en 1860 de la «Obra de Santa Zita» para la promoción de la mujer, a la que seguirían otras. En octubre de 1876, a sus 51 años de edad, se ordenó sacerdote en Turín, dando respuesta a un sentimiento espiritual. En su decisión pesó el consejo de Don Bosco que vio en ello un bien para su fundación. Ofició su primera misa en la iglesia Nuestra Señora del Sufragio de la localidad de San Donato, ideada y erigida por él. La construcción había comenzado en 1869 y justamente ese año de su ordenación concluyeron las obras.

En 1881 fundó la congregación de las Hermanas Mínimas de Nuestra Señora del Sufragio dedicada a la oración por las almas del Purgatorio, y las Hijas de Santa Clara para jóvenes discapacitadas. Este emporio contenía escuelas, laboratorio, enfermería, pensionado, liceo científico, entre otras. Había lugar para la infancia y juventud abandonada, madres solteras, ancianos, enfermos, inválidos... Adquirió en Benevello de Alba un castillo con el fin de predicar retiros espirituales, destinándolo a descanso veraniego de pensionistas y a impartir clases a niños del lugar. Fue alentado y bendecido por Pío IX, al que acudió ya que tuvo serias dificultades con el arzobispo de Turín. Murió el 27 de marzo de 1888. Previamente legó a esta ciudad la excelente biblioteca científica que había reunido. Juan Pablo II lo beatificó el 25 de septiembre de 1988.