IGLESIA | Celam

 

Un continente movilizado en defensa de los más pequeños

 

Caminata "Huellas de Ternura": Desde la frontera de México con Estados Unidos hasta la Patagonia argentina para denunciar las diversas formas de violencia que se ejercen contra los niños.

 

 

05 abril 2018, 14:41 | Mireia Bonilla – Ciudad del Vaticano


 

 

Se llama "Huellas de Ternura" a la marcha continental estadounidense que dará comienzo en el próximo mes de junio y que partirá desde México y terminará en Argentina en junio del siguiente año. Una marcha solidaria bajo el objetivo de sensibilizar a las familias, las escuelas y las parroquias sobre las consecuencias de la violencia contra los niños, promovida por el Departamento de Justicia y Solidaridad (Dejusol) del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) a través del programa "Centralidad de la Niñez" y bajo el apoyo de Caritas Latino América y los obispos de las Conferencias Episcopales del continente.

Además, la Caminata “Huellas de Ternura” es una acción de movilización social de carácter ecuménico, enmarcada en la Campaña “Necesitamos a Todo el Mundo: Cero Violencia, 100% Ternura”, ya que según los organizadores, "cada uno de nosotros debe comprometerse personalmente a eliminar la violencia contra los niños". Campaña que además,  la presidencia del CELAM presentó al Papa Francisco durante su encuentro el pasado mes de mayo.

"Huellas de Ternura" cruzará toda América Latina y el Caribe desde la frontera mexicana con los Estados Unidos hasta la Patagonia argentina y pasará de país en país “generando diversas actividades formativas, de movilización social, comunicacionales, litúrgicas y lúdicas, que pongan el bienestar de los niños y las niñas en el centro de las acciones pastorales y las políticas públicas”, tal como aseguran los organizadores.

En cada país, la marcha hará una parada durante quince días, durante los cuales los promotores, acompañados por sacerdotes, religiosas, religiosos y niños víctimas de la violencia, “hablarán de sus experiencias y explicarán la importancia de asumir una actitud amorosa y tierna hacia los propios hijos” porque "la violencia corre el riesgo de dejar en cada uno de ellos profundas cicatrices físicas y psicológicas" – aseguran los organizadores – ya que en muchos casos “siguen siendo desafortunadamente para toda la vida, haciendo que las víctimas paguen un precio muy alto”.

Una marcha en la que “la ternura” será un instrumento para "promover la vida y la dignidad de los más pequeños".