Editorial

 

Educación de los adolescentes y sectarismo del gobierno de Aragón

 

 

06/04/2018 | por ForumLibertas


 

 

El sectarismo político está en el orden del día en algunas cuestiones que no son centrales en relación con los problemas de los españoles, pero que sí lo son para la agenda política gender. Todos ellos están relacionados de manera inmediata o mediata con el sexo. ¿Quién lo iba a decir? El sexo, una cuestión personal y privada convertida en el principal caballo de batalla político, como lo demuestra una vez más el caso aragonés. Los mismos que otorgan el carácter de políticas públicas a las cuestiones de naturaleza sexual son quienes persiguen que un hecho público por definición, como el religioso, sea recluido al ámbito privado.

El caso del gobierno de Aragón oscila entre lo ridículo y lo sectario, es decir, se trata de un sectarismo ridículo, no por ello menos peligroso, porque pretende que se retire un libro de texto de biología de tercer curso de ES, porque recomienda a los alumnos de 14 a 15 años la abstinencia sexual y la fidelidad como mejor medida contra el sida y otras enfermedades de trasmisión sexual (ETS), y aconseja como última opción el preservativo.

Lo primero que se nos ocurre preguntar es qué pito toca el gobierno de una autonomía censurando un libro de biología. Se quejaban de la antigua censura eclesial para al final sustituirla por otra que funciona en sentido político, aquella fijaba el acento en la restricción del sexo, esta lo promueve hasta el extremo que no se les pueda presentar la abstinencia a alumnos imberbes.  La educación sexual convertida en fomento de las relaciones sexuales tempranas, la práctica de la promiscuidad, eso sí a condición de que se utilice el preservativo.

La segunda gran cuestión es por qué se meten los que gobiernan Aragón en un tema que corresponde a los padres de cada centro, por cuanto: A) Lo que afirma el libro es técnicamente exacto. B) La cuestión es, por tanto, de educación moral, y eso constitucionalmente corresponde a los padres y a su extensión, la comunidad educativa del centro.

La tercera cuestión a la que debe responder el gobierno de Aragón, y en concreto la consejería que tiene a su cargo la salud pública, son las razones por las cuales se atreve a enmendarle la plana a la Organización Mundial de la Salud, que sitúa como los dos primeros y más decisivos instrumentos para evitar las ETS, el retraso en la edad de las primeras experiencias sexuales que, en el caso de alumnos de tercero de ESO equivale a la abstinencia.

La cuarta cuestión es por qué la Junta de Aragón no atiende a lo legislado por el Congreso, que estableció la edad del consentimiento sexual en los 15 años, aumentándola así un año en relación a lo regulado anteriormente. Es decir, para muchos de aquellos alumnos no se trata solo de que efectivamente la medida más eficaz sea la abstinencia, sino que es ilegal el mantenimiento de relaciones sexuales. Esto, los gobernantes de Aragón ¿lo han explicado a los alumnos de ESO de su comunidad?

La quinta cuestión que debe explicar el gobierno, visto lo dicho, es por qué tiene tanto interés en la promoción de las relaciones sexuales entre los menores de edad.

Todos estos son hechos objetivos y verificados. Por eso el gobierno aragonés merece el rechazo ciudadano y la censura parlamentaria: Por su sectarismo.