Servicio diario - 13 de abril de 2018


 

Santa Marta: “El hombre libre no tiene miedo del tiempo”
Rosa Die Alcolea

Roma: El Papa visitará la parroquia de San Pablo de la Cruz
Rosa Die Alcolea

Presínodo Amazonia: El Papa presidió la reunión de apertura
Rosa Die Alcolea

Ucrania: El Papa aprueba la elección del obispo auxiliar de Sokal-Zhovkva
Rosa Die Alcolea

San Pedro González (Telmo), 14 de abril
Isabel Orellana Vilches


 

 

13/04/2018-17:01
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: "El hombre libre no tiene miedo del tiempo"

(ZENIT — 13 abril 2018).- "El hombre libre no tiene miedo del tiempo, deja actuar a Dios, deja espacio para que Dios actúe en el tiempo", ha comentado el Papa en la Eucaristía matutina, celebrada esta mañana en Santa Marta.

El Santo Padre ha puesto tres ejemplos de libertad: el fariseo Gamaliel, los apóstoles Pedro y Juan, y el mismo Jesús. Y alentó a preguntarnos si somos libres o esclavos de ambiciones, riquezas, modas... —señala 'Vatican News'—.
"El hombre libre es paciente. Y ése era un judío. No era un cristiano, No había reconocido a Jesús Salvador. Pero era un hombre libre. Formula su pensamiento, lo ofrece a los demás y es aceptado. La libertad no es impaciente", ha dicho.

"Los cristianos son libres aunque estén encarcelados por Jesucristo". El Papa Francisco invitó a reflexionar sobre la verdadera libertad, que se contrapone a la del mundo, que está un poco «esquizofrénico», indica Vatican News' en español.

Francisco ha reflexionado en la homilía sobre la primera lectura, tomada de los Hechos de los apóstoles (5, 34-42), y con el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo según san Juan sobre la multiplicación de panes y peces (6, 1-15), el Papa reiteró que la libertad de la que hablamos en este tiempo pascual es la libertad de los hijos que nos ha donado Jesús con «su obra redentora», señala la página web del Vaticano.

 

 

13/04/2018-18:15
Rosa Die Alcolea

Roma: El Papa visitará la parroquia de San Pablo de la Cruz

(ZENIT — 13 abril 2018).- El Santo Padre Francisco visitará el próximo domingo, 15 de abril de 2018, la parroquia de San Pablo de la Cruz en Corviale, situada en la periferia oeste de Roma donde se encontrará con la comunidad de Via Poggio Verde.

A las 16 horas se espera su llegada a la parroquia, donde será recibido por el arzobispo vicario de la capital italiana, Angelo De Donatis, el obispo auxiliar de la zona oeste, Paolo Selvadagi, el párroco del lugar, Don Roberto Cassano, así como los colaboradores parroquiales, informa 'Vatican News' en español.

Una vez concluidos los encuentros, Francisco confesará a tres feligreses y celebrará la Eucaristía a las 18 horas en el templo. La visita se enmarca en el deseo del Papa de "salir a las periferias", la periferia romana en este caso, donde se encontrará con los niños del catecismo, los ancianos, los enfermos y los pobres del barrio.

La idea surgió por la invitación del párroco de San Pablo de la Cruz, el padre Roberto Cassano, quien se encontró con el Papa Francisco en el pasado mes de noviembre en una de las misas en la Casa de Santa Marta y le contó sobre el barrio: "Me dijo que conocía la situación — dice Don Roberto en una entrevista con el diario diocesano Roma Siete — y que le gustaría venir a visitarnos" pero nunca se hubiera imaginado que sucedería "después de sólo cinco meses", asegura.

Nuestro barrio —explica el párroco— no es un lugar para estar por mucho tiempo. Por desgracia se presenta como un lugar que temer pero aquí viven personas muy buenas, asegura el padre Roberto, puntualizando que la comunidad allí presente está "junto a los ancianos, a los enfermos y a algunas familias con grandes problemas económicos".

“Son un centenar de personas asistidas, no sólo por la comunidad, también gracias al apoyo de los Caballeros de Malta –asegura D. Roberto– quienes “una vez al mes distribuyen un paquete de alimentos y, cuando es posible, también intervienen para el pago de los servicios públicos”.

 

 

13/04/2018-17:42
Rosa Die Alcolea

Presínodo Amazonia: El Papa presidió la reunión de apertura

(ZENIT — 13 abril 2018).- El Papa Francisco presidió la reunión de apertura del Presínodo de la Amazonía, celebrada ayer, 12 de abril de 2018, en el Vaticano, informa Vatican News'.

El Pontífice participó en la reunión presinodal junto a los 18 miembros del Consejo pre-sinodal y los 13 expertos en temas amazónicos encargados de la preparación del Sínodo de la Amazonía, —convocado para octubre de 2019— en la reunión presinodal.

Francisco recodó en esta reunión que el Sínodo de la Amazonía, aunque fue anunciado en Roma, comenzó ya en Puerto Maldonado, en el encuentro que mantuvo el Pontífice con los pueblos amazónicos, durante su Viaje Apostólico a Perú.

Por su parte, el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario del Sínodo, definió el Amazonas como "un jardín de inmensas riquezas y recursos naturales, la patria de los pueblos indígenas, con su propia historia y rostro inconfundible"; una tierra que al mismo tiempo está amenazada por la ambición sin límites y la impaciencia de dominar a los poderosos, indica la web del Vaticano.

 

Consejo pre-sinodal

El pasado 8 de marzo, la Santa Sede hizo publica la lista de los 18 miembros del Consejo pre-sinodal que colaborará con la Secretaría General en la preparación de dicha Asamblea Especial, nombrados por el Santo Padre.

El Papa Francisco estableció que la Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la Región Panamazónica que se celebrará en el mes de octubre de 2019, tratará sobre el tema Amazonia: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral.

 

 

13/04/2018-11:11
Rosa Die Alcolea

Ucrania: El Papa aprueba la elección del obispo auxiliar de Sokal-Zhovkva

(ZENIT — 13 abril 2018).- El Sínodo de los Obispos de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana ha elegido al Rev.do P. Petro Loza, de Checoslovaquia, al oficio de obispo auxiliar de Sokal-Zhovkva de los Ucranianos, asignándole la sede titular de Panio.

El Papa Francisco ha otorgado su consentimiento a esta elección canónicamente efectuada por el Sínodo, señaló ayer, 12 de abril de 2018, la Santa Sede en un comunicado.

El sacerdote checoslovaco era hasta ahora administrador de la parroquia de San Pedro y San Pablo en Chernihiv (Archieparquía de Kiev).

 

P. Petro Loza

El reverendo P. Petro Loza nació el 3 de junio de 1979 en Kolodyantsi, en la región de Lviv. En 1997 ingresó en la Congregación del Santísimo Redentor, donde hizo sus votos perpetuos en 2003.

Comenzó su formación sacerdotal en el Seminario de los Padres Redentoristas en Lviv (1998-2001) y completó sus estudios de Teología en la Universidad de Innsbruck en Austria (2001-2009).

Después de la ordenación, que recibió el 26 de agosto de 2007, llevó a cabo su ministerio pastoral como vicepárroco en Vinnytsa y sucesivamente como administrador parroquial en Hnizdychiv-Kohavyno. De 2011 a 2014 también fue Consejero Provincial en su propia congregación religiosa. Desde 2014, es administrador parroquial de San Pedro y Pablo en Chernihiv y, al mismo tiempo, capellán de las dos prisiones de la misma ciudad.

Además de ucraniano, sabe ruso, polaco y alemán.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

13/04/2018-18:24
Isabel Orellana Vilches

San Pedro González (Telmo), 14 de abril

«Fue un jinete zaherido que huyó del frívolo halago. Siendo deán, Dios cercenó sus afanes de ostentación permitiendo que cayera en un barrizal con sus ricas vestiduras en medio de la chanza de la gente. Así se convirtió este apóstol»

Muchas conversiones llevan tras de sí singulares «caídas», como le sucedió a san Pablo, que tienen su peculiar manifestación. En lo que concierne a Pedro no se habla en sentido figurado. Tuvo literalmente la suya. Fue una caída de un caballo que removió para siempre su conciencia y le impulsó a perseguir la santidad.

Conocido como Telmo, este popular santo nació entre 1180 y 1190 —no ha podido precisarse la fecha exacta—, en la localidad de Frómista, Palencia, España, en una noble familia de hondas raíces cristianas, algunos de cuyos miembros estaban emparentados con la monarquía. Dos de sus tíos fueron obispos de la capital palentina. En uno de ellos recayó la responsabilidad de formarlo convenientemente. El santo poseía gran inteligencia, y además tuvo excelentes profesores en las universidades de Palencia y de Salamanca. Ahora bien, el momento histórico, con el predominio de la vida de caballería y la juglaresca, invitaba a seguir caminos opuestos al estudio. Y ello pudo influir para que no aprovechase debidamente la oportunidad que la vida le ofrecía. Es uno de los aspectos en los que no existe unanimidad en los historiadores. Es posible que se haya efectuado un juicio excesivamente severo cuando se alega que, si bien llegó a completar su formación con brillantez, no ocultó su tendencia a imbuirse en el jolgorio con el aplauso de sus amigos y el de las muchachas que veían en él a un joven apuesto y amante de la ostentación. O cuando se afirma que era inmaduro al recibir el sacramento del orden de manos de su tío el prelado Tello Téllez de Meneses, quien lo designó canónigo y deán de la catedral de Palencia.

Con independencia de la veracidad de estas apreciaciones, que podrían estar condicionadas por el episodio que se narra a continuación, parece claro que el futuro abría a Pedro una carrera prometedora, reforzada por las influencias de su pariente.

Ahora bien, hay ligerezas en la vida que acarrean serias consecuencias y más cuando se trata de una persona pública. Y él cometió una que difícilmente puede calificarse de chiquillada teniendo en cuenta la responsabilidad que habían puesto en sus manos, y la notoriedad que entonces había alcanzado.

Parece que su debilidad, la flaqueza que le arrastró en un momento dado, tuvo que ver con la vanidad. Y de sus funestos resultados se aprovechó Dios para pulsar definitivamente las fibras más sensibles de su corazón. Sucedió un día de Pascua de Navidad en medio de una fastuosa cabalgata que presidía vistiendo elegantemente. Era el modo que eligió para tomar posesión como deán. Atento a la admiración que suscitaba a su paso, no podía imaginar los instantes tan violentos que se le avecinaban. Pero en un momento dado, el caballo, que aderezó ex profeso tanto como lo había hecho consigo, resbaló y se dio de bruces en un gran charco.

En medio del barrizal tuvo que sufrir las chanzas del gentío que contemplaba el evento, y que poco antes le había hecho acreedor de su admiración aplaudiendo su presencia con vivas muestras de júbilo. Avergonzado de ser tan presumido y abochornado por las bromas que suscitó a su alrededor se puso en pie. La aflicción por el mal ejemplo que había dado a los ciudadanos le infundió este sentimiento: «Pues el mundo me ha tratado como quien es, yo haré que no se burle otra vez de mí». Esta decisión no nacía de la arrogancia. Era el fruto de la oración que siguió a este momento y que marcó el inicio de su conversión.

Renunciando al éxito que le aguardaba, ingresó con los dominicos en el convento palentino de San Pablo y dio un vuelco total a su vida que se caracterizó por la oración, la penitencia y las mortificaciones. Sin temor a la austeridad, cumplió fiel y gozosamente la observancia del carisma dominico, atendiendo a los pobres y a los enfermos. Fue un excelente predicador, capellán castrense en Córdoba junto al rey Fernando III «el Santo»,que lo eligió para esa misión y lo tuvo como confesor y consejero. Lo designaron prior del convento de Guimaráes, en Portugal y, entre otros frailes, allí acogió a Gonzalo de Amarante. Fue un gran impulsor del rezo del rosario. Evangelizó Palencia, Córdoba y Sevilla. Y también llevó su celo apostólico por Asturias y Galicia conmoviendo con sus encendidas palabras los corazones de quienes le escuchaban. Pero la mayor parte de su vida transcurrió en Galicia donde se le recuerda y venera de forma especial tanto en poblaciones costeras como en zonas rurales.

A él se debe la construcción de un puente sobre el río Miño, en Catrillo, lugar cercano a Rivadavia, con el que se atajaron muchas pérdidas humanas. En este enclave, yendo junto a su fiel compañero Pedro de las Marinas, consiguió que los peces salieran a la orilla pudiendo alimentarse ambos en una época de gran escasez. Y en otro de los puentes que se debieron a él, en La Ramallosa, mientras predicaba aplacó la furiosa tempestad que se cernió sobre todos apartándola del auditorio con un gesto que recuerda a la división de las aguas del Mar Rojo efectuada por Moisés.

Nunca se embarcó. Pero los marineros, creyendo firmemente en tantos prodigios que se le atribuyen, siempre le han invocado para hacer frente a los temporales. Su postrer destino fue la población pontevedresa de Tui. Pertenecía a la comunidad del convento de santo Domingo de Bonaval en Santiago de Compostela. Al enfermar decidió volver allí. Emprendió el camino con alta fiebre, pero al sobrepasar la localidad de Padrón, cuando se hallaba en un puente conocido como «Ponte das Febres», a través de una locución divina entendió que debía regresar a Tui. Su muerte unos la cifran el 15 de abril de 1246 y otros el 14 del mismo mes y año. El Martirologio lo incluye este día. Su tumba continuó siendo escenario de numerosos milagros. Fue beatificado por Inocencio IV en 1254. Benedicto XIV confirmó su culto el 13 de diciembre de 1741. Pío IX lo declaró patrón de la diócesis de Tui el 12 de diciembre de 1867.