Servicio diario - 26 de abril de 2018


 

Santa Marta: "Sin el amor, la Iglesia no crece, se transforma en una institución vacía"
Rosa Die Alcolea

Nigeria: 60 obispos hablan al Papa de las tensiones entre las comunidades
Redacción

Última hora: Prohiben a Alfie Evans nuevamente ir a Italia
Deborah Castellano Lubov

Estados Unidos: Los Obispos apoyan a Alfie Evans en Twitter
Redacción

Vida consagrada: Congreso sobre la 'consagración' en Roma
Rosa Die Alcolea

Beata María Antonia Bandrés y Elósegui, 27 de abril
Isabel Orellana Vilches


 

 

26/04/2018-17:21
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: "Sin el amor, la Iglesia no crece, se transforma en una institución vacía"

(ZENIT – 26 abril 2018).- “Sin el amor, no crece, se transforma en una institución vacía, de apariencias, de gestos sin fecundidad. Ir a su cuerpo: Jesús nos dice cómo debemos amar, hasta el final”, ha anunciado el Santo Padre Francisco.

Son palabras de su homilía en la Eucaristía celebrada en la mañana del jueves, 26 de abril de 2018, en la capilla de la Casa de Santa Marta.

El Sucesor de Pedro ha recordado en la Misa matutina que Jesús, en la Última Cena, con la Eucaristía, nos enseña el amor; con el lavatorio de los pies nos enseña el servicio; y nos dice que un siervo jamás es más grande de aquel que lo envía, es decir de su patrón.

Estas tres cosas son –ha indicado el Papa– el “fundamento de la Iglesia”. A partir del Evangelio de Juan, el Papa ha reflexionado sobre las palabras del Señor tras haber lavado los pies a los discípulos.

El Señor “da de comer su cuerpo y de beber su sangre”, o sea que instituye la Eucaristía, y procede al lavatorio de los pies. “De estos gestos nacen los dos mandamientos –ha explicado Francisco– que harán que la Iglesia crezca si nosotros somos fieles”.

El primero es el mandamiento del amor: ya no sólo “amar al prójimo como a ti mismo”, sino un paso más: “Amar al prójimo como yo os he amado”.

 

Siervos

“Saber que Él es más grande que todos nosotros, y que nosotros somos siervos, y no podemos superar a Jesús, no podemos usar a Jesús”, así lo ha explicado Francisco a los fieles presentes en la Misa.

El Pontífice ha continuado: “Él es el Señor, no nosotros. Éste es el testamento del Señor. Se da de comer y beber a sí mismo y nos dice: ámense así. Lava los pies, y nos dice: sírvanse así, pero estén atentos, un siervo jamás es más grande de quien lo envía, del patrón”.

 

La mirada de Jesús

El Papa ha exhortado al “amor hasta el final” y al servicio, a la vez que añadió: “Y usemos una palabra un poco militar, pero que nos sirve: subordinación, es decir, Él es el más grande, yo soy el siervo, nadie puede superarlo”.

“Es dejar que la mirada de Jesús entre en mí –ha observado el Santo Padre–. Sentiremos tantas cosas: sentiremos amor, quizás no sintamos nada… o estaremos bloqueados allí, sentiremos vergüenza. Pero dejar siempre que la mirada de Jesús llegue. La misma mirada con la que miraba en la cena, aquella noche, a los suyos. Señor tú conoces, tú sabes todo”.

 

 

26/04/2018-18:49
Redacción

Nigeria: 60 obispos hablan al Papa de las tensiones entre las comunidades

(ZENIT — 26 abril 2018).- "Los obispos nigerianos mencionan la infiltración de terroristas y mercenarios" —titula 'Vatican News' en francés, este 26 de abril de 2018, con motivo de la Visita ad Limina Apostolorum de 60 obispos de Nigeria al Santo Padre, celebrada este jueves por la mañana.

El Papa Francisco se ha reunido con los Obispos de la Conferencia Episcopal de Nigeria, que estarán en de peregrinación en Roma hasta el próximo 30 de abril de 2018.

"Los obispos católicos de Nigeria han condenado enérgicamente el ataque perpetrado el martes 24 de abril contra una iglesia católica por pastores nómadas. Describen estos ataques como horribles, bárbaros y satánicos'.

Discutieron esta tragedia con el Papa Francisco en una audiencia privada el 26 de abril, como parte de su Visita ad Limina", indica la misma fuente.

 

Atención a las minorías cristianas

Según el padre Paul Samasumo: "Treinta hombres armados, sospechosos de ser pastores musulmanes Fulani, asesinaron al menos a 19 fieles y dos sacerdotes católicos, Felix Tyolaha y Joseph Gor, el martes 24 de abril en el pueblo de Mbalom".

Los obispos —dice Vatican News'— expresan su creencia de que "terroristas y mercenarios se han infiltrado en los pastores fulanP. El gobierno no nos ayuda y es disfuncional, deliberadamente disfuncional. El obispo de Gboko, Mons. William Avenya, hizo hincapié en la necesidad de que el mundo preste atención a estos eventos nigerianos, que están dirigidos principalmente contra las minorías cristianas.

"El mundo no nos escucha. Comenzó así en Ruanda; el mundo no ha escuchado. Comenzó así hace muchos años en Alemania. El mundo era sordo. Eso es lo que nos sucede, y el mundo necesita saber que tenemos problemas", exclamó el obispo Avenya.

Además, según Mons. Peter Adoboh, Obispo de Katsina-Ala y Mons. Wilfred Anagbe, de la Diócesis de Makurdi, existe una necesidad urgente de agua limpia y ayuda humanitaria en los campamentos para personas desplazadas, lo cual es cada vez más común desde los ataques.

 

Un genocidio en marcha

"Esta región es principalmente rural, sus habitantes no pueden ser escuchados. Si la iglesia no puede darles voz, es un problema. El mundo debería saber que el genocidio se está llevando a cabo contra las tribus predominantemente minoritarias en el centro y en el norte", advirtió el arzobispo Avenya.

En 2017, Nigeria fue el segundo estado más violento en África, y representó alrededor del 10% de todos los conflictos políticos semanales en todo el continente, de acuerdo con el 'Proyecto de Datos de Eventos y Situación de Conflicto Armado'.

En el corazón del problema: el acceso al agua y la tierra, disputado entre los agricultores sedentarios y los cristianos, y los pastores nómadas, en su mayoría Peul y musulmanes.

El gobierno, criticado durante mucho tiempo por su inacción, desplegó el ejército a principios de este año en varios estados, incluido Benue, para tratar de frenar la violencia, concluye la edición francesa de 'Vatican News'.

 

Participación de 60 obispos

A continuación, ofrecemos los nombres de los 60 obispos en la Visita ad Limina Apostolorum:

-S.E. el cardenal John Olorunfemi Onaiyekan, arzobispo de Abuja con el obispo auxiliar,

-S.E. Mons. Anselm Umoren, M.S.P., obispo titular de Scampa.

-S.E. Mons. William Amove Avenya, obispo de Gboko.

-S.E. Mons. Anthony Ademu Adaji, M.S.P., obispo de Idah.

-S.E. Mons. Peter lornzuul Adoboh, obispo de Katsina-Ala.

-S.E. Mons. Matthew Ishaya Audu, obispo de Lafia.

-S.E. Mons. Martin Dada Abejide Olorunmolu, obispo de Lokoja.

-S.E. Mons. Wilfred Chikpa Anagbe, C.M.F., obispo de Makurdi.

-S.E. Mons. Michael Ekwoyi Apochi, obispo de Otukpo.

-S.E. Mons. Augustine Obiora Akubeze, arzobispo de Benin City.

-S.E. Mons. Gabriel Ghieakhomo Dunia, obispo de Auchi,

-S.E. Mons. Hyacinth Oroko Egbebo, M.S.P., obispo de Bomadi.

-S.E. Mons. Michael Odogwu Elue, obispo de Issele-Uku.

-S.E. Mons. Donatus Aihmiosion Ogun, O.S.A., obispo de Uromi.

-S.E. Mons. John Oke' Afareha, obispo de Warri.

-S.E. Mons. Joseph Effiong Ekuwem, arzobispo de Calabar.

-S.E. Mons. Camillus Raymond Umoh, obispo de Ikot Ekpene.

-S.E. Mons. Donatus Edet Akpan, obispo de Ogoja.

-S.E. Mons. Camillus Archibong Etokudoh, obispo de Port Harcourt.

-S.E. Mons. John Ebebe Ayah, obispo de Uyo.

-S.E. Mons Gabriel 'Leke Abengurin, arzobispo de Ibadan con el arzobispo emérito,

-S.E. Mons. Felix Alaba Adeosin Job.

-S.E. Mons. Felix Femi Ajakaye, obispo de Ekiti.

-S.E. Mons. Ayo-Maria Atoyebi, O.P., obispo de Ilorin.

-S.E. Mons. Jude Ayodeji Arogundade, obispo de Ondo.

-S.E. Mons. John Akinkunmi Oyejola, obispo de Osogbo.

-S.E. Mons. Emmanuel Adetoyese Badejo, Obispo de Oyo.

-S.E. Mons. Ignatius Ayau Kaigama, arzobispo de Jos.

-S.E. Mons. Hilary Nanman Dachelem, C.M.F., obispo de Bauchi.

-S.E. Mons. Charles Michael Hammawa, obispo de Jalingo.

-S.E. Mons. Oliver Dashe Doeme, obispo de Maiduguri.

-S.E. Mons. Michael Gobal Gokum, obispo de Pankshin.

-S.E. Mons. Philip Davou Dung, obispo de Shendam.

-S.E. Mons. Stephen Dami Mamza, obispo de Yola.

-S.E. Mons. Matthew Man-oso Ndagoso, arzobispo de Kaduna.

-S.E. Mons. John Namaza Niyiring, O.S.A., obispo de Kano.

-S.E. Mons. Martin Igwemezie Uzoukwu, obispo de Minna.

-S.E. Mons. Matthew Hassan Kukah, obispo de Sokoto.

-S.E. Mons. George Jonathan Dodo, obispo de Zaria.

-S.E. Mons. Alfred Adewale Martins, arzobispo de Lagos con el arzobispo emérito

-S.E. el cardenal Anthony Olubunmi Okogie.

-S.E. Mons. Peter Kayode Odetoyinbo, obispo de Abeokuta.

-S.E. Mons. Albert Ayinde Fasina, obispo de Ijebu-Ode.

-S.E. Mons. Valerian M. Okeke, arzobispo de Onitsha con el obispo auxiliar

-S.E. Mons. Denis Chidi Isizoh, obispo titular de Legia.

-S.E. Mons. Michael Nnachi Okoro, obispo de Abakaliki.

-S.E. Mons. John Ifeanyichukwu Okoye, obispo de Awgu.

-S.E. Mons. Paulinus Chukwuemeka Ezeokafor, obispo de Awka con el obispo auxiliar

-S.E. Mons. Jonas Benson Okoye, obispo titular de Mascliane.

-S.E. Mons. Callistus Valentine Chukwuma Onaga, obispo de Enugu.

-S.E. Mons. Hilary Paul Odili Okeke, obispo de Nnewi.

-S.E. Mons. Godfrey Igwebuike Onah, Obispo de Nsukka.

-S.E. Mons. Anthony John Valentine Obinna, arzobispo de Owerri.

-S.E. Mons. Solomon Amanchukwu Amatu, obispo de Okigwe.

-S.E. Mons. Augustine Tochukwu Ukwuoma, obispo de Orlu con el obispo emérito,

-S.E. Mons. Gregory O. Ochiagha.

-S.E. Mons. Lucius lwejuru Ugorji, obispo de Umuahia, administratdor apostólico "sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis" de Ahiara con el obispo emérito,

S.E. Mons. Peter Ebere Okpaleke.

-S.E. Mons. Simon T. Faddoul, obispo de la Eparquía de la Anunciación en Ibadan de los Maronitas.

-S.E. Mons. Bulus Dauwa Yohanna, obispo auxiliar de Scebaziana, vicario apostólico de Kontagora.

Con ZENIT (edición en francés)

 

 

26/04/2018-16:20
Deborah Castellano Lubov

Última hora: Prohiben a Alfie Evans nuevamente ir a Italia

(ZENIT — 26 abril 2018).- El miércoles, 25 de abril, el tribunal británico rechazó una nueva apelación de los padres de Alfie Evans, el niño gravemente enfermo del Reino Unido.

El pequeño recibió la ciudadanía italiana y dos hospitales están listos para recibirlo en Roma.

Sin embargo, el hospital 'Alder Hey' en Liverpool retiró su soporte vital el 23 de abril de 2018, y un día después el tribunal supremo del Reino Unido dictaminó que no se podía sacar al niño del país.

"Esto representa el capítulo final en el caso de este extraordinario bebé", ha declarado el juez que preside el tribunal, señala la BBC.

"La triste verdad es que no es el tronco cerebral ni la materia blanca (del cerebro) lo que permite a Alfie continuar con la respiración. Un cerebro no puede regenerarse a sí mismo, como me han dicho", ha indicado el juez.

Leer la últimas noticias de Alfie Evans en ZENIT

Entrevista exclusiva con el padre de Alfie

 

 

26/04/2018-16:44
Redacción

Estados Unidos: Los Obispos apoyan a Alfie Evans en Twitter

(ZENIT — 26 abril 2018).- La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) tuiteó en la noche del miércoles, 25 de abril de 2018, sus oraciones por el niño británico Alfie Evans y su familia, expresando su solidaridad con el Papa Francisco:

"Instamos a todos los católicos a unirse al Santo Padre en oración por #AlfieEvans y su familia y que su deseo de buscar nuevas formas de tratamiento puede ser otorgado. Que la dignidad de la vida de Alfie y de toda la vida humana, especialmente de los más vulnerables, sea respetada y respetada".

El Papa Francisco ha sido un firme defensor de los esfuerzos por llevar al niño enfermo a Italia para un tratamiento posterior. El 23 de abril de 2018 tuiteó:

"Conmovido por las oraciones y la amplia solidaridad en favor del pequeño Alfie Evans, renuevo mi llamamiento para que se escuche el sufrimiento de sus padres y se cumpla su deseo de intentar nuevas posibilidades de tratamiento".

 

 

26/04/2018-18:19
Rosa Die Alcolea

Vida consagrada: Congreso sobre la `consagración' en Roma

(ZENIT — 26 abril 2018).- El Congreso Internacional 'Consecratio et consecratio per evangelica consilia' se celebrará en Roma del 3 al 6 de mayo, organizado por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, en la Universidad Pontificia Antonianum.

La Congregación lo hizo público ayer, 25 de abril de 2018, a través de un comunicado de prensa.

El Dicasterio, desde hace un tiempo, ha comenzado una reflexión sobre los diferentes significados que se atribuyen a las expresiones "consagración" y "vida consagrada", a partir de una lectura atenta y crítica de la realidad actual en la Iglesia de hoy.

 

Participación de todos

El objetivo de la Convención es "involucrar a los miembros" de las diversas formas de vida consagrada, asociaciones laicales y movimientos —dice el comunicado— en la reflexión sobre algunas cuestiones identificadas anteriormente en el curso de un Seminario sobre el mismo tema, que contó con la participación de teólogos, canonistas y otros expertos.

El encuentro tendrá momentos de intercambio de todos los participantes y de trabajos específicos para las distintas realidades: Ordo virginum, Institutos religiosos, Sociedades de Vida Apostólica, Institutos Seculares, Nuevos Institutos y Nuevas Formas, Asociaciones y Movimientos.

 

 

26/04/2018-08:26
Isabel Orellana Vilches

Beata María Antonia Bandrés y Elósegui, 27 de abril

«Esta Hija de Jesús ofreció su vida por un familiar agnóstico, habiendo dado pruebas en el convento de una edificante fortaleza que se puso de relieve en el transcurso de su dolorosa enfermedad. Murió a los 21 años»

En un hogar acomodado de Tolosa, Guipúzcoa, España, nació esta beata el 6 de marzo de 1898. Su padre Raimundo Bandrés era un reputado jurista que había formado una gran familia junto a Teresa Elósogui. Antonia fue la segunda de quince hermanos. Nació frágil y recibió cuidados y ternura a raudales que hicieron mella en su forma de ser. Tanto derroche de atenciones revertieron en su personalidad en tal grado que durante los primeros años fue una persona inmadura en la que se apreciaba una hipersensibilidad preocupante.

Su madre se había ocupado de inculcarle muchos valores que, unidos a su gran devoción a María, fueron abriéndole luminosos caminos. Pero en el transcurso de su adolescencia, esta madre generosa y llena de piedad, no ocultó su inquietud:«¡Qué chiquilla más fastidiosa!, decíadcuánto vas a sufrir con ese carácter!».Sin embargo, el germen de tan buen ejemplo ya estaba larvado en el corazón de la joven. Comenzó una labor caritativa con los pobres y necesitados que malvivían en los suburbios acompañando a su madre de la que aprendió a contemplar el rostro de Cristo en ellos. También contaba con la discreción de una empleada doméstica que la seguía solícita en esta acción solidaria que llevaba a cabo y que iba dejando una huella indeleble en los agraciados, conmovidos por su espíritu humilde, sencillo y generoso. Finura de trato y el tacto que brotaba de su caridad le permitieron suavizar las aristas que halló en personas difíciles de hábitos violentos.

Había cursado estudios en el colegio de san José, de Tolosa, erigido por la Madre Cándida, fundadora de las Hijas de Jesús, quién al conocerla, seducida por su virtud, vislumbró en ella una futura vocación. La espiritualidad mariana del centro, que tenía como objeto directo de su devoción a la Virgen del Amor Hermoso, hicieron que reviviese en Antonia el amor a María que su buena madre le infundió. En 1915, a la edad de 17 años, como en medio de su frágil salud emergía la fortaleza que proviene de la gracia divina, no dudó en consagrarse. Cumpliría así el vaticinio que la fundadora le hizo cuando era una adolescente: «Tú serás Hija de Jesús». Antonia entrevió la llamada en medio de la oración cuando realizaba los ejercicios espirituales en Loyola. El profundo y legítimo cariño que le vinculaba a su familia no fue un escollo. Y aunque experimentaba el dolor de la separación, siguió en pos de Cristo. Eso sí, reconocería con toda sencillez en el noviciado: «Solo por Dios los he dejado».Un tío suyo, Antón, agnóstico declarado, no vio con buenos ojos esta decisión, sentimiento que no pasó desapercibido para la beata.

En 1918 profesó en Salamanca y, casi a la par, su salud fue quebrándose irremisiblemente. La sonrisa en medio del sufrimiento era una constante en su rostro, como lo fue la conformidad y paz que mostró en todo instante dejando conmovido a su médico, el egregio Dr. Filiberto Villalobos. Éste comentaba con doctos amigos, como el gran Miguel de Unamuno, el impacto que le causaba ver tanta conformidad y fe en su paciente, que caminaba gozosa a un final indeclinable porque sabía que le aguardaban los brazos del Padre celestial. «¡Qué errada es nuestra vida! —exclamaba—. Esto sí que es morir!». Una reflexión que caló en el ánimo de sus interlocutores. El hecho es que Antonia había ofrecido su vida a Dios por la conversión de su tío Antón, gracia que le fue concedida y que se materializó cuando él se percató de la grandeza de su sobrina, hallando la paz en el perdón y la misericordia divina ante la imagen de la Virgen de Aránzazu.

¡Quién hubiera dicho que aquélla frágil adolescente que mostraba la herida de sus sentimientos a la primera de cambio, impulsada por una enfermiza sensibilidad, iba a actuar con tanta entereza! Que se hubiera propuesto con esa firmeza con que lo hizo: «Es preciso llegar a la cumbre», enfrentándose con bravura a una muerte inevitable que asumió uniéndose a Cristo sabedora de que Él nunca la abandonaba, creyendo que le sería otorgada la petición que hizo para su querido padrino. Si Cristo había sufrido, por qué no iba a hacerlo ella. Resoluta, clara, indeclinable en esta determinación de morir para ser dadora de vida con Él, tenía claro que ese afán de ofrenda tenía que cumplirlo con este cariz: «de hacerla, hacerla entera».

En medio de sus sufrimientos, Dios no quiso dejarla huérfana de consuelo, y ella llegó a manifestar: «¿Esto es morir? ¡Qué dulce es morir en la vida religiosa! Siento que la Virgen está a mi lado, que Jesús me ama y yo lo amo...».E1 27 de abril de 1919, festividad de Nuestra Señora de Montserrat, culminó su calvario y entró en la gloria. Tenía 21 años recién cumplidos. Fue beatificada por Juan Pablo II el 12 de mayo de 1996 junto a su fundadora, la Madre Cándida María de Jesús.