Servicio diario - 09 de mayo de 2018


 

Audiencia general: En el Bautismo, la Iglesia nos regenera a la vida eterna
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 9 de mayo de 2018 — Texto completo
Redacción

Visita del metropolitano Ratislav al Papa Francisco
Rosa Die Alcolea

Oriente Medio: Francisco pide rezar por la paz en Siria
Rosa Die Alcolea

Audiencia: El Papa llama a los jóvenes a cultivar la devoción a María
Rosa Die Alcolea

Brasil: El Papa nombra a Sílvio Guterres Dutra obispo de Vacaria
Redacción

Filipinas: El Papa nombra nuevo obispo para San Fernando de la Unión
Redacción

Mons. Felipe Arizmendi: ¿Es posible acabar con la corrupción
Felipe Arizmendi Esquivel

San Juan de Ávila, 10 de mayo
Isabel Orellana Vilches


 

 

09/05/2018-09:57
Rosa Die Alcolea

Audiencia general: En el Bautismo, la Iglesia nos regenera a la vida eterna

(ZENIT — 9 mayo 2018).- La Iglesia, en el Bautismo, nos regenera a la vida eterna, haciéndonos hijos de Dios para siempre, ha indicado el Papa Francisco.

El Santo Padre ha ofrecido esta mañana, del miércoles 9 de mayo de 2018, la 5a catequesis sobre el Bautismo en la Audiencia general, celebrada con la participación de miles de peregrinos en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

El Papa ha señalado que "el hombre viejo se sepulta para que renazca una criatura nueva" por medio de los gestos sencillos del Bautismo.

En este contexto, Francisco se ha centrado en el lavacro santo acompañado de la invocación a la Santísima Trinidad, "rito central del Bautismo", ha dicho.

 

Criatura nueva

Este es el momento en el que somos bautizados y participamos en el Misterio pascual de Cristo: el hombre viejo se sepulta para que renazca una criatura nueva: "Morimos y nacemos en el mismo instante, pues la fuente bautismal se convierte en sepulcro y en madre".

Así, sobre cada uno de nosotros, renacidos del agua y del Espíritu Santo, el Padre dice amorosamente: «Tú eres mi hijo amado» (cf. Mt 3,17). El bautismo no se repite porque imprime un "sello sacramental indeleble" que el pecado no puede borrar, pero sí impedir que dé frutos de salvación, ha matizado el Pontífice.

Luego, la unción crismal, nos conforma a Cristo "Sacerdote, Profeta y Rey". Por eso, todo el Pueblo de Dios, animado por el Espíritu Santo, participa de esas funciones, y tiene la responsabilidad de misión y servicio que de ellas deriva.

 

Vocación cristiana

Al saludar a los peregrinos de habla española presentes en la Audiencia, en especial a los procedentes de España y Latinoamérica, el Papa los ha invitado a considerar la grandeza de la vocación cristiana que recibimos en el Bautismo.

En esta línea, los ha exhortado a "vivirla unidos a Cristo en la Iglesia, de modo que pueda dar frutos abundantes en una vida de fe y de caridad, al servicio de los hermanos".

 

 

09/05/2018-10:47
Redacción

Audiencia general, 9 de mayo de 2018 — Texto completo

(ZENIT – 9 mayo 2018).- “¡El sello del Bautismo no se borra nunca!” ha recordado el Papa Francisco en la nueva catequesis sobre el Bautismo, ofrecida esta mañana, 9 de mayo de 2018, en la Audiencia general.

La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar  a las 9:20 horas en la Plaza de San Pedro donde el Santo Padre Francisco ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo.

El Santo Padre, ha dedicado la catequesis al Bautismo: “La regeneración”, (Carta de San Pablo a los  Romanos 6,3-4).

En esta línea, el Papa ha animado a los fieles presentes en la plaza de San Pedro a decir en voz alta: “Dios no reniega nunca a sus hijos”, a pesar de que alguien se vuelva un “malhechor”.

Francisco ha explicado que “para vergüenza suya, hace estas cosas ese hombre que es hijo de Dios; pero el sello no se borra. Y sigue siendo hijo de Dios, que va contra Dios pero Dios no reniega nunca a sus hijos”.

Mediante la acción del Espíritu Santo, el Bautismo purifica, santifica, justifica, para formar en Cristo, de muchos, un solo cuerpo, ha indicado el Pontífice en esta nueva catequesis.

***

 

Catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La catequesis sobre el sacramento del Bautismo nos lleva a hablar hoy del lavacro santo acompañado de la invocación a la Santísima Trinidad, o sea el rito central, que, propiamente “bautiza” – es decir, inmerge – en el misterio pascual de Cristo (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, 1239). San Pablo recuerda a los cristianos de Roma el significado de este gesto, preguntando en primer lugar: “¿Es que ignoráis que cuantos fuimos bautizados en Cristo Jesús, fuimos bautizados en su muerte?”. Y luego responde: “Fuimos, pues, con Él sepultados por el bautismo en la muerte  a fin de que al igual que Cristo fue  resucitado de entre los muertos… así también nosotros vivamos una vida nueva “(Rom 6: 3-4). El Bautismo nos abre la puerta a una vida de resurrección, no a una vida mundana. Una vida según Jesús.

¡La pila bautismal es el lugar donde participamos de la Pascua de Cristo! El hombre viejo es sepultado, con sus pasiones engañosas (véase Efesios 4:22), para que renazca una criatura nueva. En efecto las cosas viejas han pasado y han nacido otras nuevas (véase 2 Cor 5, 17). En las “catequesis” atribuidas a San Cirilo de Jerusalén se explica así a los recién bautizados, lo que les ha sucedido en el agua del Bautismo. Es hermosa esta explicación de San Cirilo: “Nacéis y morís en el mismo instante y la misma onda saludable se convierte para vosotros en sepulcro y madre” (n. 20, Mistagógica 2, 4-6: PG 33, 1079 – 1082). El renacimiento del hombre nuevo requiere que se convierta en polvo el hombre corrompido por el pecado. Efectivamente, las imágenes de la tumba y del seno referidas a la pila, son muy eficaces para expresar la grandiosidad de lo que sucede a través de los sencillos gestos del Bautismo. Me gusta citar la inscripción que se encuentra en el antiguo Baptisterio romano de Letrán, donde se lee, en latín, esta frase atribuida a Sixto III: “La Iglesia Madre da a luz virginalmente mediante el agua a los hijos que concibe por el soplo de Dios. Cuántos habéis renacido de esta fuente, esperad el reino de los cielos”. [1] Es bello: la Iglesia que nos da a luz, la Iglesia que es seno, es madre nuestra por medio del Bautismo.

Si nuestros padres nos generaron a la vida terrena, la Iglesia nos ha regenerado a la vida eterna en el Bautismo. Nos hemos convertido en hijos en su Hijo Jesús (véase Rom 8:15, Gal 4: 5-7). También sobre cada uno de nosotros, renacidos del agua y del Espíritu Santo, nuestro Padre Celestial hace resonar con amor infinito su voz que dice: “Tú eres mi hijo amado” (Mt. 3,17). Esta voz paternal, imperceptible para el oído pero bien audible desde el corazón de aquellos que creen, nos acompaña a lo largo de la vida, sin abandonarnos nunca. Durante toda la vida el Padre nos dice: “Tú eres mi hijo, el amado; tu eres mi hija, la amada”. Dios nos ama tanto, como un Padre y no nos deja solos. Esto desde el momento del Bautismo. ¡Renacidos hijos de Dios, lo somos por siempre! El Bautismo no se repite, porque imprime un sello espiritual indeleble: “Este sello no es borrado por ningún pecado, aunque el pecado impida al Bautismo dar frutos de salvación” (CIC, 1272). ¡El sello del Bautismo no se borra nunca! “Padre, pero si una persona se vuelve un malhechor, de los más famosos, de esos que matan a la gente, que hace injusticias, ¿el sello se borra?”. No. Para vergüenza suya, hace estas cosas ese hombre que es hijo de Dios; pero el sello no se borra. Y sigue siendo hijo de Dios, que va contra Dios pero Dios no reniega nunca a sus hijos. ¿Habéis entendido esto último? Dios no reniega nunca a sus hijos. ¿Lo repetimos todos juntos? “Dios no reniega nunca a sus hijos”. Más fuerte, que o yo soy sordo o no lo he entendido: (lo repiten más fuerte). “Dios no reniega nunca a sus hijos”. Vale, así está bien.

Incorporados a Cristo a través del Bautismo, los bautizados son, pues, conformados a Él, “el primogénito de muchos hermanos” (Rom 8:29). Mediante la acción del Espíritu Santo, el Bautismo purifica, santifica, justifica, para formar en Cristo, de muchos, un solo cuerpo (1 Co 6:11, 12, 13). Lo expresa la unción crismal “que es un signo del sacerdocio real de los bautizados y de su agregación a la comunidad del pueblo de Dios” (Rito del bautismo de niños, Introducción, n. 18, 3). Por lo tanto, el sacerdote unge con el santo crisma la cabeza de todo bautizado, después de pronunciar estas palabras que explican el significado: “Dios mismo os consagra con el crisma de la salvación con el Crisma de la salvación para que entréis a formar parte de su pueblo y seáis para siempre miembros de Cristo, sacerdote, profeta y rey” (ibíd., 71).

Hermanos y hermanas, la vocación cristiana estriba en esto: vivir unidos a Cristo en la santa Iglesia, partícipes de la misma consagración para llevar a cabo la misma misión, en este mundo, dando frutos que duren para siempre. En efecto, inspirado por el único Espíritu, todo el Pueblo de Dios participa de las funciones de Jesucristo, “Sacerdote, Rey y Profeta”, y tiene las responsabilidades de misión y servicio que se derivan de ellas (cf. CCC, 783-786). ¿Qué significa participar en el sacerdocio real y profético de Cristo? Significa hacer de sí mismo una oferta agradable a Dios (cf. Rm 12,1), dando testimonio a través de una vida de fe y de caridad (cf. Lumen Gentium, 12), poniéndola al servicio de los demás, siguiendo el ejemplo del Señor Jesús (ver Mt 20: 25-28; Jn 13: 13-17). Gracias.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

09/05/2018-17:47
Rosa Die Alcolea

Visita del metropolitano Ratislav al Papa Francisco

(ZENIT — 9 mayo 2018).- El próximo viernes, 11 de mayo de 2018, el Papa Francisco recibirá la visita del Metropolitano Ratislav, arzobispo de Pre§ov, Primado de la Iglesia Ortodoxa de las Tierras Checas y de Eslovaquia.

Se tratará de la primera visita del Metropolitano, elegido en enero de 2014, al Santo Padre Francisco, señala la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado publicado hoy, 9 de mayo de 2018.

Durante su estancia en Roma, del 9 al 12 de mayo, el Metropolitano se encontrará, en el Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, con el Presidente del Dicasterio, su Eminencia el cardenal Kurt Koch. El Metropolitano celebrará la Divina Liturgia ante la tumba de San Cirilo en la Basílica de San Clemente.

La Iglesia ortodoxa de las Tierras Checas y de Eslovaquia es una de las 14 Iglesias ortodoxas autocéfalas de tradición bizantina, que surge de la evangelización de la Gran Moravia realizada por los santos Cirilo y Metodio.

 

 

09/05/2018-17:23
Rosa Die Alcolea

Oriente Medio: Francisco pide rezar por la paz en Siria

(ZENIT — 9 mayo 2018).- El Papa Francisco ha pedido a los peregrinos de lengua árabe en la audiencia general, en particular a los que proceden de Oriente Medio, a rezar en particular por la paz en Siria y en el mundo entero.

En la Audiencia general, celebrada en la mañana del miércoles, 9 de mayo de 2018, el Pontífice ha invitado a los fieles de habla árabe a cultivar la devoción a la Madre de Dios con la oración cotidiana del Rosario.

El pasado martes, 1 de mayo, el Santo Padre iniciaba el Mes de María con una peregrinación al Santuario del Divino Amor, en donde rezó el Santo Rosario "por la paz en Siria y en el mundo entero", algo que había anunciado en el domingo precedente, cuando, durante el rezo del Regina Coeli, había pedido a los peregrinos del mundo que lo acompañasen con esta intención particular, señala 'Vatican News'.

 

 

09/05/2018-16:24
Rosa Die Alcolea

Audiencia: El Papa llama a los jóvenes a cultivar la devoción a María

(ZENIT — 9 mayo 2018).- "Cultivad la devoción a la Virgen, con la oración cotidiana del Rosario, para que como la Madre de Dios, acogiendo a los misterios de Cristo en vuestra vida, seáis cada vez más un don de amor para todos".

Son las palabras que ha dirigido el Papa Francisco a los jóvenes, ancianos, enfermos y recién casados, en la audiencia general, celebrada este miércoles, 9 de mayo de 2018.

El Papa les ha invitado a tener devoción a la Virgen especialmente en este mes de mayo, "tiempo dedicado a la Bienaventurada Virgen María", ha aclarado.

 

 

09/05/2018-18:10
Redacción

Brasil: El Papa nombra a Sílvio Guterres Dutra obispo de Vacaria

(ZENIT — 9 mayo 2018).- El Papa ha nombrado obispo de Vacaria (Brasil) al reverendo Sílvio Guterres Dutra, del clero de la arquidiócesis de Porto Alegre, hasta ahora Rector del Seminario Mayor Nossa Senhora da Conceigáo en Viamáo.

Así lo ha comunicado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, este miércoles, 9 de mayo de 2018.

El Santo Padre Francisco aceptó la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Vacaria (Brasil) presentada por Mons. Irineu Gassen, franciscano.

 

Sílvio Guterres Dutra

El reverendo Sílvio Guterres Dutra nació el 6 de junio de 1966 en Encruzilhada do Sul, diócesis de Santa Cruz do Sul, en el estado de Rio Grande do Sul. Completó sus estudios de Filosofía y Teología en la Pontificia Universidad Católica de Porto Alegre. Luego obtuvo una licencia en Teología Pastoral en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma (1999-2001).

Fue ordenado sacerdote el 18 de diciembre de 1993, incardinándose en la arquidiócesis de Porto Alegre, en la cual ha desempeñado las siguientes funciones: vicario parroquial en Camaquá (1994); párroco en Porto Alegre en las parroquias de Santa Ana (1995¬1997), de Nossa Senhora do Montserrat (1998-1999) y de la Madre Teresa de Calcuta (2002); párroco de Nossa Senhora de Fátima en Guaíba (2002-2012); Coordinador Pastoral del Vicariato de Guaíba (2004-2011); Vicerrector del Seminario Mayor Nossa Senhora da Conceigáo a Viamáo (2012) y desde 2013 es Rector del mismo Seminario.

 

 

09/05/2018-18:00
Redacción

Filipinas: El Papa nombra nuevo obispo para San Fernando de la Unión

(ZENIT — 9 mayo 2018).- El Santo Padre ha nombrado obispo de San Fernando de la Unión (Filipinas), al reverendo Daniel O. Presto, del clero de la diócesis de Iba, hasta ahora administrador diocesano en Iba.

 

Daniel O. Presto

El sacerdote Daniel O. Presto nació en Mangalda, Pangasinan, en la diócesis de Iba, el 7 de abril de 1963. Después de la escuela secundaria, asistió a cursos de Filosofía y Teología en el Seminario de San Carlos, en la ciudad de Makati, y, finalmente, un master en Educación en la Universidad De La Salle en Manila.

Fue ordenado sacerdote para la diócesis de Iba el 1 de diciembre de 1990.

En los años 1991-1992 fue vicario parroquial de Santa Rita en Olongapo City y de San Michael en Santa Cruz. Entre 1993 y 2005 fue presidente del Columban Centre de Olongapo City. De 2005 a 2012 fue vicario foráneo del Vicariato St.Joseph, director de la Escuela St. Augustine de Iba y p residente del Magsaysay Memorial College de San Narciso. Desde 2012 ha sido párroco de Holy Infant en San Antonio, miembro del consejo presbiteral y de varias comisiones diocesanas.

Desde 2012, después de la muerte de Mons. Rodolfo Beltran y hasta el reciente nombramiento del nuevo obispo de Iba, ha sido administrador diocesano durante la sede vacante.

 

 

09/05/2018-10:07
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Felipe Arizmendi: ¿Es posible acabar con la corrupción?

 

VER

Todos los candidatos a la presidencia de la República se llenan la boca prometiendo terminar la vergonzosa corrupción que nos invade por todas partes. ¿Esto es posible? Desde luego que lo es, pero lo importante es comprobar los medios con que realmente cuentan para lograrlo. No es fácil ni sencillo cumplir esta promesa de campaña. Otros han prometido lo mismo, y no lo han conseguido, aunque a nivel personal no se les puedan comprobar actos de corrupción. El problema es, lamentablemente, bastante institucional y generalizado. A todos nos atrae el dinero y no cualquiera vence la tentación de robar lo que no es suyo.

Jesucristo es enemigo frontal de la corrupción; sin embargo, entre sus doce elegidos por Él como sus más cercanos colaboradores, no faltó un Judas, que se robaba lo que buenas personas le daban a Jesús para su ministerio. En el banco del Vaticano, a pesar de la santidad y de la rectitud de los romanos pontífices, ha habido gente corrupta. En nuestras diócesis y parroquias, así como en las instancias protestantes, no han faltado casos de corrupción, no alentada por los obispos, párrocos y pastores, sino por la ambición del dinero, que tentadoramente se mete en las conciencias.

Ante todo, hay que analizar el testimonio personal de los candidatos: qué tan honestos son, qué tan transparentes en sus negocios, qué tan buenos administradores de los bienes públicos, qué tan libres y generosos para poner sus propios bienes al servicio de los demás. También hay que analizar el historial del círculo inmediato de sus colaboradores, porque algunos corruptos se han sumado a determinada opción partidista sólo por la esperanza de ganar un puesto, no por convicciones ideológicas, ni porque sean muy ejemplares en su vida. Hay que conocer las medidas legales y morales que ofrecen para cumplir lo que prometen en este punto, pues no es fácil acabar con esta epidemia de la corrupción. ¡Cuidado! ¡Puede haber corruptos entre quienes prometen acabar con la corrupción!

 

PENSAR

Los obispos latinoamericanos dijimos en el Documento de Aparecida:

"Es alarmante el nivel de la corrupción en las economías, que involucra tanto al sector público como al sector privado, a lo que se suma una notable falta de transparencia y rendición de cuentas a la ciudadanía. En muchas ocasiones, la corrupción está vinculada al flagelo del narcotráfico o del narconegocio y, por otra parte, viene destruyendo el tejido social y económico en regiones enteras" (70).

"Cabe señalar, como un gran factor negativo en buena parte de la región, el recrudecimiento de la corrupción en la sociedad y en el Estado, que involucra a los poderes legislativos y ejecutivos en todos sus niveles, y alcanza también al sistema judicial que, a menudo, inclina su juicio a favor de los poderosos y genera impunidad, lo que pone en serio riesgo la credibilidad de las instituciones públicas y aumenta la desconfianza del pueblo, fenómeno que se une a un profundo desprecio de la legalidad. En amplios sectores de la población, y especialmente entre los jóvenes, crece el desencanto por la política y particularmente por la democracia, pues las promesas de una vida mejor y más justa no se cumplieron o se cumplieron sólo a medias" (77).

"Es responsabilidad del Estado combatir, con firmeza y con base legal, la comercialización indiscriminada de la droga y el consumo ilegal de la misma. Lamentablemente, la corrupción también se hace presente en este ámbito, y quienes deberían estar a la defensa de una vida más digna, a veces, hacen un uso ilegítimo de sus funciones para beneficiarse económicamente" (425).

"Pensemos cuán necesaria es la integridad moral en los políticos. Muchos de los países latinoamericanos y caribeños, pero también en otros Continentes, viven en la miseria por problemas endémicos de corrupción. Cuánta disciplina de integridad moral necesitamos, entendiendo por ella, en el sentido cristiano, el autodominio para hacer el bien, para ser servidor de la verdad y del desarrollo de nuestras tareas sin dejarnos corromper por favores, intereses y ventajas. Se necesita mucha fuerza y mucha perseverancia para conservar la honestidad que debe surgir de una nueva educación que rompa el círculo vicioso de la corrupción imperante. Realmente necesitamos mucho esfuerzo para avanzar en la creación de una verdadera riqueza moral que nos permita prever nuestro propio futuro" (507).

 

ACTUAR

No nos dejemos embaucar por la propaganda electoral. Analicemos bien quién de los candidatos puede realmente combatir la corrupción con la mayor eficacia posible, sabiendo que el país depende de la honestidad de todos los ciudadanos, y no sólo de las autoridades.

 

 

09/05/2018-10:36
Isabel Orellana Vilches

San Juan de Ávila, 10 de mayo

«Maestro de la caridad, doctor de la Iglesia y patrón del clero secular español. Influyó en la conversión de san Juan de Dios y de san Francisco de Borja. San Antonio María Claret también apreció su excelsa virtud»

Nació en Almodóvar del Campo, Ciudad Real, España, el 6 de enero de 1499 o 1500. Sus padres eran propietarios de unas minas de plata en Sierra Morena, pero el pequeño Juan no estimaba en nada los recursos que poseía. Formado por ellos en la abnegación y el amor al prójimo, se desprendía de sus pertenencias fácilmente. Así, se deshizo de su sayo nuevo que ofreció a un niño pobre. Fue enviado a estudiar a Salamanca cuando tenía 14 años. Y a los 18 regresó al domicilio paterno después de haber cursado leyes, con el reducto espiritual que le dejó una experiencia de conversión. Vivió en oración y penitencia hasta que en 1520, alentado por un franciscano, partió a Alcalá de Henares para seguir estudios. Tomó contacto con el que luego sería arzobispo de Granada, Pedro Guerrero, y con el venerable Fernando de Contreras. Seguramente conoció allí a san Ignacio de Loyola. Entre tanto, perdió a sus padres. En honor a ellos, cuando en 1526 fue ordenado sacerdote eligió su ciudad natal para decir su primera misa poniendo el signo de invitar a doce pobres a comer a su mesa, entre los cuales repartió sus bienes; comenzó la evangelización en su propio pueblo.

Su siguiente etapa fue Sevilla, desde cuyo puerto pensaba embarcar rumbo a América junto al recién elegido obispo de Tlaxcala, Nueva España. Los planes de la Providencia eran otros. En el compás de espera compartió sus ansias de pobreza, oración y sacrificio con el padre Contreras. Ambos asistían a los pobres y les instruían en la fe. A través de este compañero, la brújula marcó al santo otro destino para su vida. Contreras le habló de él a monseñor Manrique, arzobispo de Sevilla, y éste pidió a Juan que predicara en su presencia. Estuvo toda la noche orando ante el crucifijo, lleno de gran timidez. Según confesó después, en esos momentos pensaba en la vergüenza que Cristo pasó desnudo en la cruz. El sermón causó tal impresión que le llenaron de alabanzas, y él respondió: «Eso mismo me decía el demonio al subir al púlpito».De allí partió a Écija, Sevilla y Cádiz, lugares en los que su predicación y labor como director espiritual siguieron siendo excepcionales.

Sus acciones le acarrearon persecuciones y enemistades. En 1531 fue procesado por la Inquisición siendo acusado de graves hechos que no cometió. Pasó un año en la cárcel sin aceptar defensa alguna porque —así lo reconocía—, estaba en las mejores manos: las de Dios. La celda fue lugar de celestiales consuelos. En el juicio respondió a los cargos que se le imputaban dando testimonio de su fe, sin reprobar a los cinco testigos de la acusación. De pronto aparecieron 55 que testificaron a favor suyo. En prisión escribió Audi, Fila. Este periodo le enseñó mucho más que los libros y experiencias anteriores. Fue liberado, pero la injusta sentencia señalaba «haber proferido en sus sermones y fuera de ellos algunas proposiciones que no parecieron bien sonantes». Y le impusieron, bajo pena de excomunión, que las declarase convenientemente donde las hubiera expuesto.

En 1535 partió a Córdoba llamado por el obispo Álvarez de Toledo. Entonces conoció a fray Luís de Granada. Creó los colegios de san Pelagio y de la Asunción, y un año más tarde se fue a Granada para ayudar al arzobispo en la fundación de la universidad. Allí le oyeron predicar san Juan de Dios y san Francisco de Borja; el influjo de sus palabras cambió radicalmente sus vidas. Tenía gran devoción por el Santísimo Sacramento y por la Virgen. Y sabiendo de su capacidad persuasiva, un día le pidieron que abogase a favor de un templo dedicado a María que se estaba construyendo. Se ofreció él mismo de inmediato: «Yo iré allí, y tomaré una piedra sobre mis hombros para ponerla en la casa que se edifica a honra de la Madre de Dios».Desde luego, como esperaban, movió la generosidad de la gente. Hasta los pobres respondieron a sus peticiones con sus mermadas pertenencias. La clave de su fuerza en los sermones se hallaba en el «amar mucho a Dios».Oración, sacrificio y estudio eran sus pilares. A su espíritu de pobreza unía paciencia, modestia, prudencia, abnegación, discreción; hacía de la frugalidad virtud ejemplar dando testimonio con su propia vida de lo que predicaba. Renunció a dignidades cardenalicias y episcopales.

Formó en Granada un grupo sacerdotal en 1537, que tuvo bajo su amparo, y en 1539 ayudó a la fundación de la universidad de Baeza, Jaén. Gran escritor y predicador, su amor por el sacerdocio le llevó a pedir la creación de seminarios para una verdadera reforma de la Iglesia y del clero. En 1551 enfermó y tuvo que permanecer en la localidad cordobesa de Montilla. Durante quince años siguió escribiendo y aconsejando a personas de toda clase, edad, condición y procedencia. Estuvo relacionado con san Ignacio de Loyola y santa Teresa de Jesús, quien le dio a examinar el «Libro de su vida», y causó gran influjo en san Antonio María Claret. En mayo de 1569 su salud, que ya venía lesionada de atrás, empeoró. En medio del dolor, exclamaba: «Señor mío, crezca el dolor, y crezca el amor, que yo me deleito en el padecer por Vos» o«¡Señor, más mal, y más paciencia!».Esa era su disposición. Pero cuando le vencía le debilidad, manifestaba: «¡Ah, Señor, que no puedo!».Incluso una noche en la que arreciaron los dolores pidió a Dios que los erradicara, y así sucedió. A la mañana siguiente reconoció: «¡Qué bofetada me ha dado Nuestro Señor esta noche!».

Pronto a partir de este mundo, no hallaba mayor consuelo que la recepción de la Eucaristía. «¡Denme a mi Señor, denme a mi Señor!», suplicaba. En los postreros instantes, en medio de intensísimo dolor y fatiga que le hacía proferir: «Bueno está ya, Señor, bueno está», no cesaba de recitar esta jaculatoria: «Jesús, María; Jesús, María». Murió el 10 de mayo de 1569. León XIII lo beatificó el 4 de abril de 1894. Pío XII lo designó patrono del clero secular español el 2 de julio de 1946. Pablo VI lo canonizó el 31 de mayo de 1970. Y el 7 de octubre de 2012 Benedicto XVI lo declaró doctor de la Iglesia.