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Obispos chilenos: “Si es necesario pediremos perdón setenta veces siete"

 

A la vigilia del encuentro con el Papa Francisco sobre el tema de los abusos, los Obispos chilenos reiteran que el pedido de perdón debe ser realmente reparador

 

 

15 mayo 2018, 09:00 | Griselda Mutual - Ciudad del Vaticano


 

 

A pocas horas del inicio de los encuentros del Santo Padre con los obispos chilenos, 31 obispos ordinarios y auxiliares y tres eméritos, el Secretario de la Conferencia Episcopal Chilena, Monseñor Fernando Ramos, y el Obispo de San Bernardo, Mons. Juan Ignacio González Errázuriz, Asesor de la Conferencia Episcopal de Chile en materias jurídicas y canónicas y miembro del comité permanente de la CEC, otorgaron una conferencia de prensa para exponer su visión en relación al encuentro que tendrán con el Obispo de Roma.

 

Dos temas principales

La conferencia se llevó a cabo tras la llegada de los obispos a Roma convocados por el Romano Pontífice “para solicitarles su colaboración y asistencia en el discernimiento de las medidas que a corto medio y largo plazo deberán ser adoptadas para restablecer la comunión eclesial en Chile” y “para reparar en lo posible el escándalo y restablecer la justicia”.

El Secretario de la Conferencia Episcopal Chilena manifiestó, en primer lugar, su deseo de plantear su visión en relación al encuentro que tendrán los prelados con el Santo Padre, y tras recordar la carta del Papa en la que los convocaba a este encuentro sobre estos “dos grandes temas”, y también el nuevo informe emitido por la Santa Sede con el que se dan precisas acciones en relación al encuentro que mantendrán con el Papa, explicó que “el marco de estos encuentros se referirá a temas de abusos de poder, abusos de conciencia y abusos sexuales que han ocurrido en las últimas décadas en la iglesia chilena, así también a algunos mecanismos en algunos casos de encubrimiento y graves omisiones hacia las víctimas”.

“Un segundo punto – añadió Mons. Ramos – es compartir las conclusiones del Santo Padre derivadas del informe de Mons. Scicluna. Y un tercer punto es invitarnos a hacer un largo proceso sinodal de discernimiento para ver las responsabilidades de todos y cada uno en estas terribles heridas que son los abusos, y buscar los cambios necesarios para que no se repitan nuevamente”.

 

Actitud de dolor y vergüenza

En ese sentido, el prelado explicó la actitud con la cual los obispos chilenos se disponen a realizar esta serie de encuentros:

“Nuestra actitud es en primer lugar de dolor y vergüenza. Dolor, porque, lamentablemente, hay víctimas: hay personas que son víctimas de abusos, y eso nos causa un profundo dolor. Y la vergüenza, porque estos abusos se han producido en ambientes eclesiales que son justamente aquellos en donde no debieron ocurrir jamás este tipo de abusos”. "Con toda humildad queremos escuchar lo que él tendrá que decirnos”, añadió el prelado, y aludió a una tercera actitud, de “apertura al discernimiento en conjunto con el Santo Padre tanto personal como comunitario de todos los obispos de Chile”, que conlleve a este proceso sinodal, que permitirá renovar la iglesia chilena.

 

“ Si es necesario pediremos perdón setenta veces siete ”

 

En relación al tema del perdón, los obispos se hicieron fuertes del ejemplo del Papa Francisco: “El Papa nos ha dado un ejemplo claro de lo que tenemos que hacer. El mismo reconoció que cometió un error y si es necesario lo vamos a hacer (ndr. pedir perdón) las veces que sea necesario. Él nos dirá cosas, nosotros le daremos nuestro punto de vista”. El pedido de perdón a las víctimas es “necesario”, recalcó Mons. González y aseveró: “es el gran punto y para lo que hemos venido aquí”.

“Atender el dolor de las víctimas es un imperativo moral. Si es necesario, como dice Jesús «hasta setenta veces siete» pediremos perdón”. Un pedido de perdón que sea “realmente reparador para las víctimas”, añadió el Obispo Auxiliar de Santiago y reafirmó: “nosotros tenemos que pedir perdón setenta veces siete”.

Los coloquios con el Santo Padre se llevarán a cabo en la Auletta del Aula Pablo VI en el Vaticano.