Servicio diario - 29 de mayo de 2018


 

Calendario de celebraciones del Papa Francisco este verano
Anne Kurian

Santa Marta: Para caminar hacia la santidad es necesario "estar libres"
Rosa Die Alcolea

Italia: Nombrado obispo auxiliar de Messina-Lipari-Santa Lucia del Mela
Redacción

Develación del mosaico de la Virgen del Rosario en los Jardines Vaticanos
Rosa Die Alcolea

La Congregación de los Vicencianos presenta su labor en Latinoamérica
Redacción

P. Antonio Rivero: "La Eucaristía es para ser celebrada y prolongada"
Antonio Rivero

San José Marello, 30 de mayo
Isabel Orellana Vilches


 

 

29/05/2018-17:44
Anne Kurian

Calendario de celebraciones del Papa Francisco este verano

(ZENIT — 29 mayo 2018).- La fiesta del Santo Sacramento en Ostia, un encuentro ecuménico en Bari, y un viaje apostólico en Irlanda forman parte del programa del Papa Francisco de este verano, publicado por la Santa Sede el 29 de mayo de 2018.

 

El calendario oficial prevé las siguientes celebraciones:

En junio, el Santo Padre a viajará a Ostia, en las afueras de Roma, para celebrar la solemnidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo, el domingo, día 3: una procesión tendrá lugar en la Iglesia de Nuestra Señora de Bonaria.

El 21 de junio, el Papa realizará una peregrinación ecuménica en Ginebra, Suiza, con motivo del 70° aniversario del Consejo Mundial de Iglesias (CMI). Además de las reuniones ecuménicas, celebrará la Misa con los católicos de Suiza.

Una semana después, el 28 de junio, presidirá un consistorio público ordinario, a las 16 horas, para la creación de 14 cardenales, incluidos 11 electores y 3 no electores mayores de 80 años.

Al día siguiente, solemnidad de los santos Pedro y Pablo, celebrará una misa a las 9:30 horas en la Basílica de San Pedro, durante la cual bendecirá los palios para los nuevos arzobispos metropolitanos nombrados en el año.

 

Signo de comunión con Pedro

El palio de lana blanca, bordado con una cruz de seda negra, presentado por el Papa a los arzobispos metropolitanos es un signo de su comunión con el Sucesor de Pedro. Desde 2015, este palio es dado a todos en privado por el Papa, y luego "impuesto" durante una celebración en sus países.

Para el sábado 7 de julio, el Papa convocó un día de reflexión y oración por la paz en el Medio Oriente, con líderes cristianos de la región en Bari, Puglia — sur de Italia. Bari es el lugar donde se conservan las reliquias de San Nicolás, obispo de Myre, reconocidas por los fieles de diferentes iglesias y denominaciones cristianas como defensores de los más débiles y perseguidos.

Los días 25 y 26 de agosto, el Papa Francisco estará en Dublín, Irlanda, para el IX Encuentro Mundial de las Familias.

 

 

29/05/2018-12:43
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: Para caminar hacia la santidad es necesario "estar libres"

(ZENIT — 29 mayo 2018).- Para caminar hacia la santidad es necesario "estar libres y sentirse libres", ha expresado Francisco en la misa de Santa Marta esta mañana, martes, 29 de mayo de 2018. En este sentido, el Santo Padre ha advertido de que hay muchas cosas que nos esclavizan.

En su homilía, el Papa ha reflexionado a partir de la Primera Lectura del día (1 Pe 1, 10¬16) en la que Pedro invita a caminar hacia la santidad: es la llamada a la santidad, que es la llamada normal, es la llamada a vivir como cristianos, es decir, vivir como cristiano es lo mismo que decir "vivir como santo".

"Caminar hacia la santidad" consiste, por lo tanto —ha descrito Francisco— en caminar hacia aquella gracia que nos viene al encuentro, caminar hacia la esperanza, estar en tensión hacia el encuentro con Jesucristo.

 

"No entren en los esquemas del mundo"

El Obispo de Roma ha invitado a la libertad espiritual: "No entren en los esquemas del mundo, no entren en los esquemas, en el modo de pensar mundano, en el modo de pensar y de juzgar que te ofrece el mundo, porque esto te quita la libertad". Y para caminar sobre la santidad, es necesario ser libres: la libertad de ir mirando hacia la luz, de ir hacia adelante. Y cuando nosotros regresamos, como dice aquí, al modo de vivir que teníamos antes del encuentro con Jesucristo, o cuando volvemos a los esquemas del mundo, perdemos la libertad".

Asimismo, Francisco ha advertido de que muchas veces pensamos en la santidad "como algo extraordinario, como tener visiones u oraciones elevadísimas... o algunos piensan que ser santo significa tener una cara de estampita,...no. Ser santos es otra cosa", ha explicado. "Es caminar en esto que el Señor nos dice sobre la santidad. Y , ¿qué es caminar sobre la santidad? Y... Pedro lo dice: "pongan toda su esperanza en la gracia que recibirán cuando se manifieste Jesucristo".

 

 

29/05/2018-16:58
Redacción

Italia: Nombrado obispo auxiliar de Messina-Lipari-Santa Lucia del Mela

(ZENIT — 29 mayo 2018).- El Papa Francisco ha nombrado obispo auxiliar de la archidiócesis metropolitana de Messina-Lipari-Santa Lucia del Mela (Italia) al Rev.do Mons. Cesare Di Pietro, vicario general de la archidiócesis, asignándole la sede titular de Nicópolis all'Jantra.

La Oficina de Prensa del Vaticano lo hizo público ayer, lunes, 28 de mayo de 2018, en un comunicado.

 

Mons. Cesare Di Pietro

Mons. Cesare Di Pietro nació en Messina, en la archidiócesis y provincia homónimas el 12 de marzo de 1964. Después de los estudios clásicos se graduó en Derecho en la Universidad de Messina. Durante seis años fue presidente diocesano de la juventud masculina de Acción Católica. Desde 1991, año en que entró en el Seminario arzobispal, estudió en el Instituto Teológico Santo Tomás obteniendo el Bachillerato.

Fue ordenado sacerdote el 25 de octubre de 1997, incardinado en la archidiócesis de Messina-Lipari-Santa Lucia del Mela.

Tiene un doctorado en Historia de la Iglesia en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y asistió al curso de dos años de Paleografía, Archivos y Diplomática, en el Vaticano. En 2017 obtuvo una Licencia en Derecho Canónico la Pontificia Universidad Lateranense.

Fue secretario particular del arzobispo Mons. Giovanni Marra (1999-2005), adjunto a la Secretaría de la Congregación para los Obispos y al mismo tiempo colaborador pastoral en la parroquia de San Pío V en Roma (2005-2010), Rector del Seminario

Archidiocesano de San Pío X de Messina (2010-2018) . Además, de 2014 a 2017 fue Director del Instituto de Ciencias Religiosas "S. María della Lettera "de Messina.

Desde el 15 de agosto de 2017 es Vicario General de la archidiócesis. También es miembro de la Comisión Diocesana de Órdenes y Ministerios. Desde 2009 es capellán de Su Santidad.

 

 

29/05/2018-16:11
Rosa Die Alcolea

Develación del mosaico de la Virgen del Rosario en los Jardines Vaticanos

(ZENIT — 29 mayo 2018).- En el marco de la conmemoración del 50 aniversario del nombramiento de la basílica de "nuestra señora del Rosario", patrona de la Iglesia Católica en Guatemala, se ha celebrado en los Jardines del Vaticano la develación del mosaico de la Virgen de El Rosario.

En la mañana del martes, 29 de mayo del 2018, tuvo lugar la ceremonia de entronización de la Virgen, Nuestra Señora del Rosario, en presencia de autoridades Vaticanas, de la Iglesia guatemalteca y el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, señala 'Vatican News' en español.

El cardenal presidente del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano, Giuseppe Bertello, ha dirigido unas palabras de bienvenida a los presentes, y ha bendecido la imagen de la Virgen una vez develada.

 

Mosaico hecho en Florencia

Luego de la develación se realizó una pequeña oración para luego bendecir el mosaico de la Virgen del Rosario y a los asistentes al acto.

Esta obra artística de la imagen mariana mide 1.20 x 1.90 metros y se ha fabricado en dos talleres de la ciudad de Florencia, Italia. En uno se ha trabajado el diseño de la virgen con el mosaico, y en el otro el marco, elaborado con mármol, informa el diario guatemalteco 'Prensa libre'.

 

 

29/05/2018-16:39
Redacción

La Congregación de los Vicencianos presenta su labor en Latinoamérica

(ZENIT — 29 mayo 2018).- Esta mañana, 29 de mayo de 2018, el padre Toma2 Mavri?, superior general latinoamericano, de la congregación de los Vicencianos, presentó en Roma, la labor de esta orden religiosa en el mundo y en Bolivia, Brasil y Chile.

El sacerdote argentino abrió la conferencia, señalando la labor de su congregación y de un sueño nacido hace 30 años, llevado adelante en Madagascar por un misionero, el también vicenciano Pedro Opeka, con un mensaje para todo el mundo.

El padre Opeka obtuvo la Legión de Honor en 2008 y fue propuesto para en Nobel de la Paz por Francia, Eslovenia y Mónaco.

 

"Ayudar sin auxiliar"

El misionero, indicó que en 1989 inició su misión "con una rebelión ante tanta pobreza", al ver a la gente que vivía en el "basurero de Andralanita y en las calles de la capital". Así, Mavri? ontinuó: "Estábamos convencidos de que la dignidad era inseparable de tres cosas: una case, un trabajo y una educación".

"Quisimos ayudar sin auxiliar. Es por eso cuando trabajamos para los pobres lo hacemos siempre con ellos, ayudándoles a construir estructuras para reconstruir su propia vida y preparar el futuro de sus hijos".

"Pensamos que el trabajo y el campo podía curarles y hacerles salir del círculo de la desesperación, mendicidad, delincuencia y criminalidad: con algunas familias que querían dejar esta situación nos fuimos al campo, a 60 km al norte de Antananarivo para trabajar la tierra y formar una comunidad solidaria".

Solamente la mitad de las familias aceptaron esta propuesta dijo el misionero, y partió el primer pueblo de Akamasua, en el campo, que después se extendió también a barrios de la ciudad. "Hoy hemos demostrado que la pobreza no es una fatalidad" dijo.

 

Congregación de Vicencianos

En 2011 la Congregación de la Misión tenía 3.829 miembros incorporados: de los cuales 3.029 eran sacerdotes. Poseen unas 516 casas, en cuarenta y siete provincias, en los cinco continentes.

La Congregación de la Misión (en latín: Congregatio Missionis) es una Sociedad de vida apostólica fundada por Vicente de Paúl en 1.625 para la evangelización de los pobres y la formación del clero.

 

 

29/05/2018-10:59
Antonio Rivero

P. Antonio Rivero: "La Eucaristía es para ser celebrada y prolongada"

COMENTARIO A LA LITURGIA DOMINICAL

 

Solemnidad del Corpus Christi

Ciclo B

Textos: Ex 24, 3-8; Heb 9, 11-15; Mc 14, 12-16.22-26

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: La Eucaristía es para ser celebrada (misa) y prolongada (adoración y culto).

Síntesis del mensaje: Esta fiesta del Corpus Christinació en el siglo XIII. Jesús ha querido dársenos como alimento para el camino, haciéndonos comulgar con su propia Persona, con su Cuerpo y Sangre, bajo la forma del pan y del vino.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, un poco de historia de esta espléndida Solemnidad del Corpus Christi. El año 1208, una joven de 17 años, Juana de Rétine, religiosa hospitalaria en Mont Cornillon (Lieja, Bélgica) tuvo la visión de una luna resplandeciente y llena pero con una mancha. Esta visión le duró dos años. Por fin la descifró: en el espléndido calendario litúrgico faltaba una fiesta de la Eucaristía. Fue el origen del Corpus Christi, cuya primera procesión se puso en marcha por las calles de Lieja el año 1245 y por las de todo el mundo a partir de 1264. A partir de la fiesta del Corpus, la fe y el entusiasmo por la Eucaristía llevó a los de Bolzano (Italia) a creer en las hostias profanadas que sangraban sangre. Y a los de Daroca (Zaragoza) del siglo XIII a creer en el milagro de los corporales que, para defenderlas contra la profanación de la soldadesca musulmana, entre sus pliegues guardaron seis hostias, que han dejado seis huellas redondas. Sólo desde la fe se pueden creer estas cosas.

En segundo lugar, la Eucaristía tiene dos dimensiones: primero, su celebración, la misa, en torno al altar; y después, su prolongación, con la reserva del Pan eucarísticos en el Sagrario y la consiguiente veneración y adoración que le dedica la comunidad cristiana. La finalidad principal de la Eucaristía es su celebración —la misa-, o sea, que los fieles comulguen con el Cuerpo y Sangre de Cristo. Pero, desde que, ya en los primeros siglos, la comunidad cristiana empezó a guardar el Pan eucarísticos para los enfermos y para los moribundos, fue haciéndose cada vez más "connatural" que se rodeara el lugar de la reserva (el Sagrario) de signos de fe y adoración hacia el Señor. La Eucaristía en el celebración es para ser comida para salud de nuestras almas y asimilar a Cristo, Pan de vida. La Eucaristía en la prolongación es para ser adorada, festejada y cantada. En la celebración de la Eucaristía entramos en comunión con Cristo al comulgarlo. En la prolongación de la Eucaristía caemos de rodillas para agradecer, adorar, contemplar y abrir el corazón ante quien está ahí sacramentalmente presente y sabemos que nos mira y nos ama.

Finalmente, este culto por Cristo Eucaristía prolongado nos debe llevar a cuidarlo siempre. De ahí la dignidad de los Sagrarios: colocados en un lugar noble y destacado, convenientemente adornados, fijados permanentemente sobre un altar, pilar, o bien empotrados en la pared o incorporados al retablo. El Sagrario debe estar construido de materia sólida (pueden ser metales preciosos como oro, plata, metal plateado, madera, cerámica y similares) y no transparente, cerrado con llave, en un ambiente que haga fácil la oración personal fuera del momento de la celebración, y por tanto mejor en una capilla separada (capilla sacramental). De ahí que junto al Sagrario luzca
constantemente una lámpara, con la que se indica y honra la presencia real y silenciosa de Cristo. De ahí, la genuflexión cuando pasamos ante él. De ahí, los momentos personales de oración o "visita" ante el Señor en la Eucaristía. De ahí, la organización de la "bendición con el Santísimo" con una "exposición" más o menos prolongada y solemne para la adoración comunitaria. Son momentos que deberíamos desear, añorar y buscar, tanto personalmente como en comunidad; momentos de oración más pausada, meditativa y serena ante el Sagrario.

Para reflexionar y rezar: meditemos la secuencia de este día llamada "Lauda Sion":

1. Canta, oh Sion, con voz solemne
al que a redimirte viene,
a tu Rey, y a tu Pastor,

2. Alaba cuanto se puede,
que a toda alabanza excede,
toda es poca en su loor.

3. De alabanza sin medida,
el pan vivo y que da vida,
alto objeto es hoy doquier.

4. Que al colegio de los Doce,
nuestra Iglesia reconoce,
dado en la cena postrer.

5. Al cantar lleno y sonoro,
con transporte, con decoro,
acompañe el corazón.

6. Pues la fiesta hoy se repite,
que recuerda del convite,
la primera institución.

7. Nueva Pascua es la ley nueva,
el Rey nuevo al mundo lleva,
y a la antigua pone fin.

8. Luz sucede a noche oscura,
la verdad a la figura,
el nuevo al viejo festín.

9. Lo que practicó en la cena,
repetirlo Cristo ordena,
en memoria de su amor.

10. Y en holocausto divino
consagramos pan y vino,
al ejemplo del Señor.

11. Siendo dogma, el fiel no duda
que en sangre el vino se muda
y la hostia en carne divina.

12. Lo que ni ves ni comprendes
con fe valiente defiendes
por ser preternatural.

13. Bajo especies diferentes
sólo signos y accidentes,
gran portento oculto está.

14. Sangre, el vino es, del Cordero;
carne el pan; mas Cristo entero
bajo cada especie está.

15. No en pedazos dividido,
ni incompleto, ni partido,
sino entero se nos da.

16. Uno o mil su cuerpo tomen,
todos entero lo comen,
ni comido pierde el ser.

17. Recíbelo el malo, el bueno:
Para éste es de vida lleno,
para aquél manjar mortal.

18. Vida al bueno, muerte al malo,
da este manjar regalado.
¡Oh qué efecto desigual!

19. Dividido el Sacramento,
no vaciles un momento,
que encerrado en el fragmento
como en el total está.

20. En la cosa no hay fractura,
la hay tan sólo en la figura,
ni en su estado ni estatura
detrimento al cuerpo da.

21. ¡Pan del Ángel, pan divino,
nutre al hombre peregrino;
pan de hijos, don tan fino,
no a los perros se ha de echar!

22. Por figuras anunciado,
en Isaac es inmolado,
maná del cielo bajado,
Cordero sobre el altar,

23. ¡Buen pastor, Jesús clemente!
tu manjar de gracia fuente,
nos proteja y apaciente,
y en la alta región viviente,
haznos ver tu gloria, ¡oh Dios
24. Tú, que lo sabes y puedes,
y que al mortal lo sostienes;
por comensales perennes,
al festín de eternos bienes
con tus Santos, llámanos.
¡Amén —Aleluya!

 

 

29/05/2018-13:09
Isabel Orellana Vilches

San José Marello, 30 de mayo

«Esta lumbrera del episcopado, fundador de la Congregación de Oblatos de San José, y obispo de Acqui, debía a la Virgen su vocación. Fue un gran pastor, director espiritual, y mostró sensibilidad con las necesidades del clero»

La Iglesia celebra hoy, junto a Fernando III, a Juana de Arco y otros santos y beatos, a José Marello. Nació en Turín, Italia, el 26 de diciembre de 1844. A los 8 años su padre Vincenzolo llevó a San Martino Alfieri junto a su hermano, donde fueron criados por sus abuelos que se hicieron cargo de ellos tras la muerte de su madre. José comenzó su formación bajo la tutela del maestro Silvestro Ponzo y del párroco Giovanni Battista Torchio. El buen sacerdote hizo una espléndida labor con el muchacho, aunque era extraordinariamente receptivo. Tan aplicado en el estudio que en el estío de 1856, para recompensar su esfuerzo y las excelentes calificaciones que obtuvo, su padre le premió con una peregrinación al santuario de Nuestra Señora de la Misericordia, en Savona. Cosas de la Providencia. Vincenzo podía haber elegido otro lugar para gratificar la dedicación de su hijo, pero tenía que ser precisamente el santuario. Y es que María esperaba al futuro santo con sus maternales brazos abiertos, y allí mismo le señaló la senda sacerdotal con un apremiante: «¡Hazte sacerdote, entra al seminario!».

José acogió esta petición sin dudarlo. En el mes de octubre de ese año 1856, lo más pronto que pudo, ingresó en el seminario de Asti, preparándose concienzudamente para ser un buen sacerdote. Su progenitor hubiese preferido que se dedicara a los negocios familiares. Y, en principio, la historia se convirtió en aliada suya. José solo pudo permanecer en el seminario tres años que fueron suficientes para mostrar su tesón, inteligencia, y otras muchas virtudes que se abrían paso sin quedar ahogadas en su fuerte carácter. Pero la segunda guerra de independencia del reino de Cerdeña en pugna con Austria, que se inició en 1859, introdujo un paréntesis en su vida, ya que el seminario de Asti fue tomado para destinarlo a los militares.

Primeramente estuvo acogido en el domicilio de una familia local, hasta que en el verano de 1862, una vez culminados los estudios filosóficos en la curia diocesana, regresó a Turín. Vincenzo no ocultó su gozo ante esta nueva opción para la vida de su hijo que comenzó a especializarse en temas comerciales con el fin de llevar la rienda de las posesiones, como él deseaba. Sin embargo, se presentó un inesperado escollo; otro gesto de la Providencia para salirse con la suya. En 1863 José contrajo el tifus y su salud se agravó peligrosamente. Ante tal impedimento fue rotundo: «Papá yo hubiera querido continuar con los estudios para hacerme sacerdote. Tú no has querido y yo te he obedecido. Pero la Virgen viendo los peligros en los que me encuentro, ha escuchado mi oración y está por liberarme. Si tú consientes que yo siga mi camino, me curaré rápidamente, de otro modo, la Virgen me llamará a sí».

Al año siguiente, recuperado de la enfermedad y la crisis que había sufrido por mediación de la Virgen de la Consolación, reingresó en el seminario de Asti. Fue ordenado en septiembre de 1868. Monseñor Carlo Savio que había reparado en sus cualidades lo escogió como secretario; fue un juicio acertadísimo. José puso todo su empeño en la formación moral y religiosa de la juventud, dedicaba largas horas a las confesiones y a la dirección espiritual en Michelerio, organizó cursos para los jóvenes obreros, y compaginaba su labor volcado también en las necesidades del clero. Fue canónigo de la catedral y se ocupó de una casa de reposo que no tenía medios para atender a los desvalidos; además, asistía a los ancianos. Todo ello le permitió conocer desde dentro los entresijos de la labor pastoral, pero en el fondo de su corazón se sentía llamado a la vida contemplativa. Trabajador infatigable, advertía: «El ruido no hace bien, y el bien no hace ruido».Monseñor Savio le aseguró que Dios tenía para él otra misión. En 1869 acompañó al prelado al Concilio Vaticano I. Entre otros cardenales conoció al futuro papa León XIII. En 1873 murió Vincenzo. Dos años más tarde, hallándose en Roma, José mantuvo una audiencia privada con Pío IX.

El 14 de marzo de 1878, en la sede del Instituto Michelerio donde se propuso crear la Compañía de San José,fundó la Congregación de Oblatos de San José. Les dio como modelo al Santo Patriarca encomendándoles de forma particular que difundieran su culto, que formasen a la juventud y que estuviesen al servicio de las iglesias locales, parroquias, orfanatos, escuelas... «Cartujos en casa y apóstoles fuera de casa»; «Sed extraordinarios en las cosas ordinarias»,aconsejaba. En 1884 trasladó a los primeros Oblatos al hospicio de Santa Clara, que se convirtió en la casa madre de la congregación.

El 23 de noviembre de 1888 fue designado obispo de Acqui; León XIII no había olvidado al joven virtuoso que conoció en el palacio del Quirinale. Desde el mes de junio de 1889 hasta su muerte en 1895, José ejerció su fecundo ministerio pastoral. Seguía persiguiendo la santidad como la deseaba para todos: «La unión con Dios debe ser ya desde aquí en la tierra nuestro único trabajo como noviciado de aquella unión perfecta que se consumará en el cielo. Todo lo demás debe ir ordenado a esta sola». Su consigna era: «Todos cuiden los intereses de Jesús». Sus visitas pastorales le permitieron conocer directamente las parroquias a las que accedió con los medios de la época, algunos precarios: tren, carro y caballo. En todas ellas fue ganándose el afecto de los fieles.

El 30 de mayo de 1895 el superior de los padres escolapios le invitó a participar en Savona en la celebración del tercer centenario de la muerte de Felipe Neri. Siempre había tenido una frágil salud, y en ese instante no se hallaba precisamente en buen estado, pero dijo: «se celebra la fiesta de san Felipe Neri y si Dios quiere se muere». Así fue. Ese día al terminar de celebrar la Eucaristía en la iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia de Savona, en plena visita pastoral entregó su alma a Dios. León XIII lo denominó «lumbrera del episcopado». Pablo VI lo beatificó el 12 de junio de 1978. Juan Pablo II lo canonizó el 25 de noviembre de 2001.