La firma

 

La libertad de enseñanza en Uruguay

 

Está reconocida constitucionalmente pero el sistema legal y administrativo desconocen este precepto de la Carta Magna

 

 

25/06/2018 | por Carlos Álvarez Cozzi


 

 

La norma constitucional veremos garantiza el respeto irrestricto a la libertad de enseñanza  (Art. 68 de la Carta Magna) donde establece: “Queda garantida la libertad de enseñanza. La ley reglamentará la intervención del Estado al solo objeto de mantener la higiene, la moralidad, la seguridad y el orden públicos. Todo padre o tutor tiene derecho a elegir, para la enseñanza de sus hijos o pupilos, los maestros o instituciones que desee”.

Este precepto constitucional nunca se cumplió en el Uruguay y se niega el mismo por normas legales o medidas administrativas de menor rango.

Y ello por la sencilla razón que los padres, que como habitantes de la República pagan sus impuestos con destino a la enseñanza pública de gestión pública, si deciden enviar a sus hijos a un colegio público pero de gestión privada, confesional o laico, deberán de pagar la matrícula y cuota del mismo. Por lo que en Uruguay esos padres deben pagar dos veces la educación de sus hijos.

Como lamentablemente sucede también con la seguridad o la salud.

¿Es constitucional? No. ¿Es justo? Tampoco.

Han habido en el pasado iniciativas de crear un Bono Escolar y entregárselo a los padres y que éstos elijan realmente la educación de sus hijos. Incluso ello le saldría más barato al propio Estado.

No sólo la Conferencia Episcopal del Uruguay  lo planteó hace años sino que también en su momento lo hizo el partido Unión Cívica y hasta ha reconocido hace poco las bondades del bono el propio actual ministro de Economía del  gobierno de izquierda, Cr. Danilo Astori.

Los padres al pagar sus impuestos recibirían un bono del Estado para la educación de sus hijos. Ellos elegirían un colegio y entregarían ese bono. El colegio percibiría del Estado la cuota por la educación de ese niño o joven. Los colegios mejores se beneficiarían con la mayor elección de los padres.

Tan sencillo como eso.

Pero sabido es el peso de los corporativismos sindicales en el Uruguay. Ejemplos recientes de intolerancia y falta de respeto para con un director de la Enseñanza Pública de parte de los gremios de docentes nos eximen de mayor abundamiento.

Es tiempo de solucionar este tema vital para la República y la Democracia en Uruguay.

De seguro el próximo gobierno nacional deberá de abocarse a ello.