Servicio diario - 26 de junio de 2018


 

Vaticano: El Papa Francisco amplía la Orden de los Obispos
Redacción

Francia: Complicidad y afecto en la visita de Emmanuel Macron al Papa
Rosa Die Alcolea

El Presidente Macron, canónigo honorífico de San Juan de Letrán
Rosa Die Alcolea

Mons. Turkson invita a un camino de encuentro y relación con el prójimo
Redacción

El Papa tuitea que torturar a las personas es un "pecado mortal"
Rosa Die Alcolea

P. Antonio Rivero: "¿Cómo poder tocar hoy a Cristo y sanar?"
Antonio Rivero

San Cirilo de Alejandría, 27 de junio
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

26/06/2018-17:32
Redacción

Vaticano: El Papa Francisco amplía la Orden de los Obispos

(ZENIT — 26 junio 2018).- El Pontífice Francisco ha decidido cooptar la Orden de los Obispos, equiparándolos en todo a los cardenales insignidos con el título de una Iglesia Suburbicaria, a los cardenales Parolin, Sandri, Ouellet y Filoni.

En la audiencia concedida al infrascrito, Sustituto para los Asuntos Generales, el 12 de junio de 2018, viendo la necesidad de ampliar la Orden de Obispos, equiparó a la dignidad de Iglesia suburbicaria (de las diócesis que componen la provincia eclesiástica de Roma) a los cardenales Pietro Parolin, Leonardo Sandri, Marc Ouellet, y Fernando Filoni.

Esta nombramiento lo ha hecho público la Oficina de Prensa de la Santa Sede, este martes, 26 de junio 2018, a través de un comunicado.

Según el cánon 350, párrafo 1 —informa 'Vatican News'— el Colegio cardenalicio se compone de tres órdenes: el episcopal, al que pertenecen los Cardenales a quienes el Romano Pontífice asigna como título una Iglesia suburbicaria, así como los Patriarcas orientales adscritos al Colegio cardenalicio; el orden presbiteral y el orden diaconal.

A cada cardenal del orden presbiteral y diaconal el Romano Pontífice asigna un título o diaconía de la ciudad, mientras que a los cardenales de la orden episcopal se les asigna una diócesis sufragánea de Roma.

 

Colegio de Padres Cardenales

Los Romanos Pontífices siempre han mirado con ojos de predilección fraterna al Colegio de Padres Cardenales —señala la Santa Sede—. En efecto, ellos ofrecen un apoyo particular a la misión del Sucesor de Pedro, aportando la inapreciable contribución de su experiencia y del servicio a las Iglesias particulares esparcidas por el mundo y enriqueciendo de forma eficaz el vínculo de comunión con la Iglesia de Roma.

En las últimas décadas se ha registrado una ampliación significativa del Colegio de Cardenales, explica el Vaticano. Sin embargo, dentro del mismo, mientras los miembros pertenecientes al Orden de los Presbíteros y de los Diáconos han aumentado considerablemente, el número de los que forman parte del Orden de los Obispos se ha mantenido constante y sin cambios en el tiempo.

Este rescripto será promulgado por publicación en "L'Osservatore Romano", entrando en vigor el 28 de junio de 2018, y sucesivamente publicado en las Acta Apostolicae Sedis, indica el comunicado de la Santa Sede.

 

 

26/06/2018-12:10
Rosa Die Alcolea

Francia: Complicidad y afecto en la visita de Emmanuel Macron al Papa

(ZENIT – 26 junio 2018).- Esta mañana, el Papa Francisco ha recibido al Presidente de Francia, Emmanuel Macron, en el Vaticano.

El presidente francés, acompañado por su esposa Brigitte Macron y una pequeña delegación, llegó poco después de las 10:30 horas al Vaticano, bajo un sol resplandeciente.

Después de cruzar varios salones, joyas de los palacios pontificios, Emmanuel Macron fue recibido por el Papa Francisco en el umbral de la biblioteca del Vaticano.

 

Una hora de conversación

El Papa Francisco y Emmanuel Macron dialogaron en privado durante 57 minutos, la audiencia más larga del pontificado, si bien la necesidad de intérprete disminuye el tiempo de conversación real comparada con la audiencia de 53 minutos a los Reyes de España, señala el periódico español ABC.

De acuerdo con una declaración de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, los dos jefes de estado hablaron sobre la protección del medio ambiente, la migración, el tema del desarme, la prevención y resolución de conflictos, especialmente los que están actualmente en curso en Medio Oriente y África. El proyecto europeo también fue mencionado.

Al final de la entrevista, el Papa Francisco y el Presidente Emmanuel Macron procedieron al tradicional intercambio de regalos. El Santo Padre ha regalado una medalla de San Martín, obispo de Tours y apóstol de Galia, a Emmanuel Macron, así como varios de sus textos, incluida la encíclica Laudato si ‘, pero también la exhortación apostólica Gaudete y Exultate, sobre llamada a la santidad.

“Es la clase media de la santidad”, susurró el Soberano Pontífice al presidente francés, entregándole el documento. Otro presente ha sido el mensaje de la Jornada Mundial de la paz de este año.

 

‘Diario de un cura rural’

El presidente de Francia, acompañado de su esposa, Brigitte, ha regalado al Pontífice un ejemplar antiguo de Diario de un cura rural, de Georges Bernanos –indica ‘Vatican News’ en francés– que el pontífice ha agradecido comentando: “Siempre lo he amado; lo he leído muchas veces y me ha hecho mucho bien”.

Al despedirse del Santo Padre, el presidente francés ha abrazado al Papa, dándole palmadas en la hombro y dos besos, un gesto muy cercano y familiar.

Asimismo, Emmanuel Macron se ha reunido con el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede y Mons. Paul Gallagher, Secretario de Relaciones con los Estados, antes de unirse a la Embajada de Francia cerca de la Santa Sede, la Villa Bonaparte, para un almuerzo.

 

Título honorífico

El presidente está acompañado por su delegación, compuesta por 12 personalidades, incluidos los ministros de asuntos exteriores e interior, pero también el presidente de Secours Catholique, el fundador de Samu Social, así como los intelectuales Rémi Brague o Dominique Wolton y personalidades de medios de comunicación, apunta ‘Vatican News’.

A las 14:30 horas, Macron tomará posesión del título de canónigo de honor de la basílica de Roma San Juan de Letrán, una distinción honorífica cuya tradición se remonta a derecho a los jefes de Estado franceses desde Enrique IV.

 

 

 

26/06/2018-16:06
Rosa Die Alcolea

El Presidente Macron, canónigo honorífico de San Juan de Letrán

(ZENIT – 26 junio 2018).- El presidente Emmanuel Macron ha tomado posesión del título de canónigo de la basílica de San Juan de Letrán, catedral de Roma, una tradición muy antigua que se remonta a la Edad Media.

Así, tras su reunión en el Vaticano con el Papa Francisco, el mandatario Macron ha llegado a la basílica este martes, 26 de junio de 2018, a las 14:30 horas, ha informado la Vicaría de Roma en un comunicado.

Previo al rito de la toma de posesión del título de Proto-canónico de honor del capítulo Laterano, el vicario arzobispo Angelo De Donatis ha dado la bienvenida al presidente francés, en presencia de todos los cánones.

La celebración ha comenzado con el saludo del vicario; luego se ha rezado una oración y se ha procedido a la lectura de un texto bíblico.

A continuación, se han trasladado a la capilla de Colonna, donde Macron ha firmado los documentos para tomar posesión del título canónico.

 

Estatua de Enrique IV

Además, el jefe de estado ha recibido un precioso regalo del capítulo: una copia de la cruz de Letrán, que le ha sido entregada por Monseñor Enrico Feroci, chambelán del capítulo y director de la Caritas diocesana de Roma.

Luego, en el claustro de la Basílica, le han enseñado al presidente francés la estatua de bronce de Enrique IV, primer Proto-canónico de honor, colocada en el pórtico de Sisto.

Finalmente han visitado el piso principal del Palacio Apostólico de Letrán, con la Sala de la Conciliación y la Sala de los Imperadores.

 

Tradición

La tradición que une la Basílica de San Juan de Letrán, la catedral de Roma, con Francia y sus gobernantes se remonta a la Edad Media. Alrededor de 1300, en particular, se estrecha el vínculo con el capítulo de Letrán, según lo dicho por Monseñor Louis Duval Arnauld, archivero del capítulo, originario de París.

«En ese momento comenzó la construcción del ciborio de la basílica, pagado por el rey Carlos V (1338-1380): el escudo de armas del monarca aún es visible en el ciborio».

No es coincidencia que en ese momento la Sede Apostólica se trasladara temporalmente a Francia, a Aviñón, en Provenza, donde los Papas residieron entre 1309 y 1377, en un exilio que pasó a la historia como “el cautiverio de Aviñón”. Luego regresaron a Roma, pero el vínculo no se rompió, de hecho.

En el siglo XV, el rey Luis XI (1423-1483) donó al cabildo de la basílica “importantes ingresos en el sur de Francia”, recuerda monseñor Duval Arnauld.

Algún tiempo después ascendió al trono de Francia –estamos en 1594– Enrique de Navarra: primer calvinista, se convirtió al catolicismo, pero trató de garantizar la libertad religiosa protestante gracias al Edicto de Nantes en 1598.

Enrique IV donó a la Basílica de San Juan de Letrán la abadía de San Pedro de Clairac, también en el sur de Francia (diócesis de Agen). Por su parte, el capítulo, para agradecer al soberano, hizo tallar su estatua de bronce, “un trabajo –dice el canon francés– El artista lorenés trasplantado a Roma, Nicolas Cordier, que se encuentra en el pórtico del crucero frente al obelisco”.

No solo eso: el capítulo honró a Enrique IV con el título de Proto-canónico de honor y aún hoy, todos los años el 13 de diciembre, fecha de nacimiento de Enrique IV, se celebra en la catedral la Missa pro natione gallica.

 

Comunidad francesa

Con Enrique IV, en la catedral se celebra la Missa pro natione gallica. En la última que se celebró el 13 de diciembre de 2017, el vicario arzobispo Angelo De Donatis recordó las antiguas tradiciones que unen la basílica con Francia.

“Desde que el rey Enrique IV instituyó esta misa -escribió Mons. De Donatis en un mensaje leído en francés por un diácono- nunca ha dejado de celebrarse aquí, recordando a la comunidad francesa en Roma que llega a la sede del sucesor de Pedro para rezar por la prosperidad de su país”.

En los años cincuenta del siglo XX, la tradición de tomar posesión del título fue asumida por el presidente René Coty. Siguieron el ejemplo: Charles De Gaulle, Valery Giscard d’Estaing, Jacques Chirac y en los últimos tiempos Nicolas Sarkozy, que recibió el título el 20 de diciembre de 2007.

 

 

 

26/06/2018-16:29
Redacción

Mons. Turkson invita a un camino de encuentro y relación con el prójimo

(ZENIT — 26 junio 2018).- Hoy, 26 de junio, se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Uso indebido y el Tráfico ilícito de Drogas, instituido por las Naciones Unidas el 7 de diciembre de 1987 para "fortalecer la acción y la cooperación, a nivel nacional e internacional, de contrarrestar y promover un mayor conocimiento del fenómeno", indica el Cardenal Turkson en su Mensaje.

La Oficina de Prensa del Vaticano ha publicado este martes, 26 de junio de 2018, el Mensaje que ha ofrecido el Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson, Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, con motivo del Día Internacional de la Lucha contra el Uso indebido y el Tráfico ilícito de Drogas.

En 2015, alrededor de 250 millones de personas en todo el mundo habían consumido drogas y, de ellas, 29.500.000 padecían trastornos causados ??por su consumo, según el estudio del World Drug Report 2017.

"Es importante promover una cultura de solidaridad y subsidiariedad orientada al bien común —ha señalado el Cardenal Turkson— una cultura que se oponga al egoísmo y a la lógica utilitaria y económica, y que, en cambio, se incline hacia el otro para escucharlo, en un camino de encuentro y relación con nuestro prójimo, sobre todo cuando es más vulnerable y frágil, como es quien hace abuso de drogas".

Publicamos a continuación el Mensaje del Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson.

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Mensaje del Cardenal Turkson

Hoy, 26 de junio, se celebra el Día Internacional de la Lucha contra el Uso indebido y el Tráfico ilícito de Drogas, instituido por las Naciones Unidas el 7 de diciembre de 1987 para fortalecer la acción y la cooperación, a nivel nacional e internacional, de contrarrestar y promover un mayor conocimiento del fenómeno.

Del World Drug Report 2017 de la ONUDD 2017, se desprende que, en 2015, alrededor de 250 millones de personas en todo el mundo habían consumido drogas y, de ellas, 29.500.000 padecían trastornos causados ??por su consumo. En particular, entre los 12 millones de personas que usaban drogas inyectables, más de la mitad (6.100.000) se veían afectadas por la hepatitis C, mientras que 1.300.000 vivían sea con la hepatitis C que con el virus VIH / SIDA. Son numerosos los daños causados ??por el uso y abuso de estupefacientes no solo para la salud sino también para el desarrollo, la paz y la seguridad en todas las regiones del mundo.

El drama desgarrador de las drogas es un mal que amenaza la dignidad y la libertad de acción de cada persona y rompe progresivamente la imagen que el Creador ha moldeado en nosotros. Esta lacra debe ser firmemente condenada porque está alimentada por hombres sin escrúpulos, que, cediendo a la tentación del dinero fácil, siembran muerte truncando esperanzas y destruyendo muchas familias.

La droga es una herida infligida a nuestra sociedad, que atrapa a muchas personas en una espiral de sufrimiento y alienación. Son muchos los factores que empujan a la dependencia de las drogas, como la exclusión social, la ausencia de la familia, la presión social, la propaganda de los traficantes, el deseo de vivir nuevas experiencias.

Es importante promover una cultura de solidaridad y subsidiariedad orientada al bien común; una cultura que se oponga al egoísmo y a la lógica utilitaria y económica, y que, en cambio, se incline hacia el otro para escucharlo, en un camino de encuentro y relación con nuestro prójimo, sobre todo cuando es más vulnerable y frágil, como es quien hace abuso de drogas. Como señala el Papa Francisco, "cada drogodependiente trae consigo una historia personal diferente, que debe ser escuchada, comprendida, amada y, en la medida de lo posible, curada y purificada. No podemos caer en la injusticia de catalogar al drogodependiente como si fuera un objeto o un mecanismo roto; cada persona debe ser valorada y apreciada en su dignidad para que pueda ser curada".

Los jóvenes son las primeras víctimas de las drogas. Inmersos en una sociedad relativista y hedonista, reciben propuestas alienantes: de los valores, de una realidad concreta y encaminada hacia la plena realización de uno mismo. Las nuevas generaciones viven a menudo en una forma "virtual", que les ofrece "un amplio abanico de opciones para alcanzar una felicidad efímera, que al final se convierte en veneno que corroe, corrompe y mata. La persona poco a poco se destruye y con ella destruye a todos los que la rodean. El deseo inicial de fuga, en busca de una felicidad momentánea, se convierte en la devastación de la persona en su integridad, con repercusiones en todos los estamentos sociales".

Está claro, como afirma el Papa Francisco, que en muchos casos estas formas de dependencia no son una consecuencia de haber cedido a un vicio, sino un efecto de las dinámicas de exclusión: "¡Hay todo un armamento mundial de droga que está destruyendo a esta generación de jóvenes destinada al descarte!".

Debemos proponer a nuestros jóvenes programas educativos eficaces y concretos, que desarrollen su potencial y eduquen sus corazones a la alegría de la profundidad, no de la superficialidad. En el proceso de ayuda es importante la relación humana ya que "la llamada a la alegría y a la vida en plenitud se sitúa siempre dentro de un contexto cultural y de relaciones sociales".

Aunque la prevención sea el camino prioritario, es importante trabajar para la rehabilitación de las víctimas de las drogas en la sociedad, para devolverles la verdadera alegría de vivir, para que no se sientan discriminadas o estigmatizadas, sino aceptadas y comprendidas, para un camino de renovación interna encaminado a la búsqueda del bien.

Nunca debemos olvidar que "aunque la vida de una persona haya sido un desastre, aunque esté destruida por los vicios, la droga o cualquier otra cosa, Dios está en su vida". [...] Aunque la vida de una persona sea un terreno lleno de espinas y malas hierbas, siempre hay un espacio en el que puede crecer la buena semilla. Debemos confiar en Dios". Ejemplo de ello son los muchos jóvenes que, deseosos de escapar de la dependencia de la droga, se comprometen a reconstruir su vida, mirando al porvenir con confianza.

Ciudad del Vaticano, 26 de junio de 2018

Cardenal Peter Kodwo Appiah Turkson
Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral

© Librería Editorial Vaticano

 

 

26/06/2018-17:01
Rosa Die Alcolea

El Papa tuitea que torturar a las personas es un "pecado mortal"

(ZENIT — 26 junio de 2018).- El Papa Francisco ha lanzado un mensaje en Twitter este martes, 26 de junio de 2018, Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las Víctimas de la Tortura: "¡Torturar a las personas es un pecado mortal! Que las comunidades cristianas se comprometan a sostener a las víctimas de la tortura".

El Día Internacional fue establecido en 1977 por las Naciones Unidas, "con el fin de eliminar por completo la tortura y la aplicación efectiva de la Convención contra la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes, que entró en vigor el 26 de junio de 1987. La Santa Sede ha adherido a la Convención en el 2002.

 

Twitter

@Pontifex es la cuenta oficial de Twitter que utiliza el Santo Padre para comunicar a través de la red social internacional. El pasado mes de diciembre de 2017, se cumplieron cinco años de la apertura de la cuenta @Pontifex en Twitter, bajo el pontificado de Benedicto XVI del 12 de diciembre de 2012.

El Papa Francisco ahora es seguido por 40 millones de personas, en nueve idiomas.

 

 

26/06/2018-07:57
Antonio Rivero

P. Antonio Rivero: "¿Cómo poder tocar hoy a Cristo y sanar?"

 

DOMINGO 13 DEL TIEMPO ORDINARIO

Ciclo B

Textos: Sap 1, 13-15; 2, 23-24; 2 Co 8, 7.9.13-15; Mc 5, 21-43

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: El contacto de Cristo nos sana y nos salva.

Síntesis del mensaje: Siguen los milagros con que Jesús demuestra su condición divina. Si el domingo pasado calmaba la tempestad del lago, hoy se nos presenta como señor y liberador de la enfermedad y de la muerte. Y sólo con un toque. "Grande es el poder de Cristo, poder que no sólo habita en su alma, sino que del alma pasa al cuerpo, y del cuerpo redunda hasta el propio vestido" (San Hilario). Para ser curados de la enfermedad o de la muerte es necesario que seamos tocados por Cristo (hija de Jairo) o que nosotros lo toquemos con la fe y confianza (mujer hemorroísa).

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, Dios se hizo hombre para entrar en contacto con nosotros[1]. Dios descendió hasta nosotros para poder tocarnos a nosotros y para que nosotros pudiéramos tocarlo a Él. El contacto con Cristo es nuestra salud: "Toda la gente quería tocarlo porque salía de él una fuerza que sanaba a todos". La Encarnación fue justamente ese intento de Dios para tocar a la humanidad y sanarla, porque estaba herida por el pecado; pecado que provocó la enfermedad y la muerte. Las correrías apostólicas de Cristo durante su vida pública no fueron otra cosa que el grande deseo de tocar a los hombres con su Palabra confortadora, su gesto y su mirar misericordioso y sus milagros maravillosos que sanaban cuerpo y alma. La sangre que derramó en Getsemaní y en el Calvario purificó y fecundó nuestro suelo, sembrando la vida divina en nuestros corazones.

En segundo lugar, sabemos por el evangelio que no todos supieron tocar a Jesús ni se dejaron tocar por Jesús. Algunos sumos sacerdotes, fariseos y escribas quisieron tocar a Jesús desde su envidia e inquina, y no permitieron que la fuerza salvadora y sanadora de Cristo entrara en sus almas y las curase de su soberbia y orgullo. También hubo reyes —Herodes- y procuradores —Pilato- que intentaron tocar a Jesús sólo desde la razón de Estado; y nada consiguieron. Muchos de los que a Él acudían le quisieron tocar exteriormente sólo por pura curiosidad o conveniencia; a éstos tampoco les llegó la radiación del poder salvador de Cristo. Pero sabemos que hubo también bastantes que se acercaron a Cristo con la fe y la confianza, como Jairo y la hemorroísa, mujer considerada impura por sus semejantes hebreos, pues sufría de un extraño flujo desde hacía años.Y, ¿qué pasó? Obtuvieron la salud del cuerpo y del alma.

Finalmente, preguntémonos: ¿cómo y dónde podemos hoy tocar a Cristo y ser tocados por Él, y así ser curados? Hoy podemos tocar a Cristo en los sacramentos, en el hermano pobre que está en las periferias existenciales y en el hermano que vive a tu lado, en tu familia. Primero, en los sacramentos: en la Eucaristía tocamos ese Pan de vida que nos tonifica, nos alimenta, nos santifica. En la confesión tocamos a ese Cristo Médico que nos perdona, nos alienta, nos cura las llagas que dejó el pecado. En los demás sacramentos tocamos a Cristo que con su gracia bendice y eleva el matrimonio al nivel sobrenatural, haciendo a esos esposos reflejo fiel y fecundo de Cristo y la Iglesia; hace de ese hombre "otro Cristo", un ministro ungido y consagrado; en la unción de enfermos, ese toque es todavía más visible y trepidante cuando el sacerdote derrama el óleo consagrado sobre la frente y las manos del enfermo. Segundo,
podemos tocar a Cristo en nuestro hermano pobre que está en las periferias, como nos dice el Papa Francisco; tocarle con nuestra caridad misericordiosa, atenta y generosa, sin asco ni recelo. Y finalmente, podemos tocar a Cristo en ese prójimo que está a mi lado: mi esposo, mi esposa, mis hijos, mis parientes, amigos y vecinos...con la sonrisa, el perdón, el gesto servicial, la palabra amable, la palmadita en la espalda...

Para reflexionar: Así que si nosotros también queremos ser curados, toquemos por la fe la orla de Cristo. La hemorroísa del evangelio de hoy soy yo, que tantas veces se me va la vida a chorros, desangrándome por las calles y las plazas, buscándome a mí mismo, en lugar de amar a los que salen a mi encuentro; inmisericorde, enjuiciando, condenando... viviendo de las apariencias, del dinero, del ego. Yo soy esa mujer impura, esa mujer necesitada del perdón de Dios.

Para rezar: Señor, ten misericordia de mí, que soy un pecador. Tócame con tu gracia divina y cúrame. Aumenta mi fe para acercarme a tus sacramentos donde te toco en lo profundo de mi alma. Que con mi caridad lleve tu toque divino a mis hermanos.

 

[1] Sáenz Alfredo, Palabra y Vida, Glaudius 1993, p. 195.

 

 

26/06/2018-17:36
Isabel Orellana Vilches

San Cirilo de Alejandría, 27 de junio

«Custodio de la exactitud, gran exégeta. Luchó contra las herejías, especialmente contra Nestorio, dando a María el título de Madre de Dios, proclamado por el concilio de Éfeso. Es venerado tanto en Oriente como en Occidente»

Circulan narraciones de grandes vidas que adolecen del rigor debido y se multiplican sin contrastar; así las conserva la memoria. A veces reaparecen sepultadas entre dudas y equívocos varios. Es lo que ha sucedido con la biografía de este obispo y doctor de la Iglesia, traída a la palestra en un tinglado lleno de prejuicios y errores vertidos en una realización cinematográfica dirigida en 2009 por un guionista y director chileno-español. Esta controvertida creación levantó gran polvareda y sembró confusión respecto al discurrir de Cirilo, que nació en Alejandría a finales del siglo IV. Contrariamente a lo afirmado en el film, tan negativo para él, la realidad de su acontecer fue su lucha sin desmayo para impugnar las herejías, especialmente la de Nestorio, patriarca de Constantinopla. Simplemente su papel providencial e inspirado en la defensa de María, a la que dio el título de «Madre de Dios», acogido y proclamado por el concilio de Éfeso el año 431, lo dice todo; constituye un hito sin precedentes dentro de la Iglesia católica.

Mucho antes, el año 403, este hombre de Dios, que había recibido una esmerada educación, participó en el sínodo de la Encina, en Constantinopla, donde el prelado de la ciudad san Juan Crisóstomo fue depuesto para primar sobre su sede la de Alejandría. Ésta se hallaba ocupada en esa época por el patriarca Teófilo, tío de Cirilo, un hombre de difícil carácter, una persona incontinente que vivía inmersa en la violencia. Mientras duró su ministerio, él actuaba de mediador y consejero de las gentes aterrorizadas por su severo gobierno. Le sucedió el año 412, tras su muerte, pero seguramente las hebras del odio ya se habían esparcido por la ciudad. Cuando, aproximadamente unos tres años más tarde, hallaron muerta a Hypatia, seguidora de Platón, conocida y admirada por su sabiduría, las infames calumnias apuntaron hacia Cirilo, y la duda acerca de su implicación en el crimen quedó en el aire como un dardo envenenado. Este hecho es el trasfondo de una vil leyenda azuzada por el pagano Dasmacio, un escritor que consideraba al santo obispo su rival. Lo que éste hizo en realidad fue amonestar a su pueblo instándole a abandonar, con toda severidad, gestos homicidas a los que tan frecuentemente estaba abocado.

Desde el año 412 al 444, época en la que rigió la comunidad de Egipto, hizo frente a una época convulsa para la Iglesia de Oriente; logró mantenerla en la ortodoxia, a petición del papa san Celestino, aún a costa de muchos sinsabores. Solo un hombre de su garra y tesón podía defender la verdad católica con esa valentía de la que hizo gala también al ser encarcelado durante varios meses por su defensa del Theotókos. « Nosotros —escribió emulando a san Pablo—por la fe de Cristo estamos listos a padecerlo todo: las cadenas, la cárcel, todas las incomodidades de la vida y la misma muerte». No fueron palabras.

Cuando el año 429 estalló la controversia impulsada por Nestorio, manejó hábilmente los hilos para apaciguar el espíritu de los ciudadanos agitados por distintas tensiones, entre otras, las de las escuelas de Antioquia y Alejandría. Las rivalidades en materia doctrinal salpicaban los púlpitos. Cirilo no se arredró, y persiguió todas las sectas heréticas como la de los apolinaristas. Cuando se trató de combatir a Nestorio, empeñado en otorgar a María el título de «Madre de Cristo» («Christotókos»), frente al de «Madre de Dios» («Theotókos»), que defendía Cirilo, éste echó por tierra todas sus argucias antes del concilio y durante el mismo, doblegando al heresiarca y a sus seguidores. El año 430 le envió una carta en la que afirmaba contundentemente: «Es necesario exponer al pueblo de Dios la enseñanza y la interpretación de la fe de la manera más irreprensible y recordar que quien escandaliza, aunque sea a uno sólo de los pequeños que creen en Cristo, sufrirá un castigo intolerable».

Obtuvo la condena de las tesis nestorianas cuántas veces fue oportuno ponerlas en solfa, hasta que el concilio de Éfeso ratificó el error el año 431, y Nestorio quedó definitivamente defenestrado, debiendo abandonar Constantinopla. Cuando cesó el imponente duelo, en el que otros estuvieron implicados dentro de la Iglesia, y triunfó la tesis de Cirilo, éste se dedicó a explicar las Sagradas Escrituras tratando de arrancar cualquier célula herética que pudiera quedar en el ambiente. Con su aportación teológica no solo había otorgado a María el privilegio que le corresponde por su maternidad divina; al mismo tiempo, defendía el dogma de la Encarnación.

Con el santo terminaron las controversias trinitarias. Fue heraldo de la reconciliación por la que se empeñó hasta conseguir que hubiese un vínculo con Antioquia logrado el año 433. Dejó escritos numerosos tratados doctrinales, cartas pastorales y homilías. Fue un extraordinario exegeta. Su gran intuición, además de excelente oratoria y sutileza, eran genuinas herederas de la escuela de Alejandría en la que se había formado. Fue un continuador de Orígenes y discípulo del gran san Atanasio. Su vida y su obra eran garantía de fidelidad a la tradición apostólica. De ahí que fuese recordado en el Oriente como «custodio de la exactitud».Murió el 27 de junio del año 444. León XIII lo nombró doctor de la Iglesia en 1882. Pío XII le dedicó la encíclica Orientalis Ecclesiaeen 1944. Es venerado tanto en Oriente como en Occidente.