Crónica de Roma
Concluye la misión del cardenal Tauran

 

Las polémicas ante el diálogo interreligioso continúan

 

A pesar del impulso de los Pontífices recientes, todavía hay quienes preferirían que el Vaticano no buscara tender puentes entre las distintas religiones, entre ellas el Islam

 

 

Luto en Roma por el fallecimiento del cardenal francés Jean Louis Tauran, quien desde hace varios años lideró el esfuerzo de la Iglesia Católica a favor del diálogo con creyentes de otras religiones además de recorrer el histórico camino en este ámbito.

 

Un artículo de Mercedes De La Torre, Corresponsal en el Vaticano | 14/07/2018 01:00

 

 

Mientras que el Papa Francisco continúa su mes de descanso anual dentro del Vaticano, en el que suele cancelar sus audiencias oficiales, muchos de los habitantes de la capital italiana han iniciado el “éxodo estivo” para evitar este caluroso verano en Roma.

Sin embargo, esta semana en la Basílica de San Pedro se llevó a cabo una ceremonia que merece la pena resaltar porque, probablemente para muchos, pasó desapercibida. Se trató del funeral del cardenal Tauran, rostro conocido por haber anunciado el nombre del actual Pontífice desde el balcón de la fachada de la Basílica vaticana dado que ocupaba actualmente el cargo de Camarlengo.

Pero también, muchas personas lo conocieron por su larga trayectoria al servicio de la Iglesia universal. En concreto, desde 2017 el presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso.

 

Funeral con el Papa Francisco

La ceremonia de las exequias fue presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Angelo Sodano, y al finalizar, fue el mismo Bergoglio quien presidió el rito de la Ultima Commendatio y della Valedictio.

Previamente, el Santo Padre había enviado este telegrama para expresar sus condolencias a sus familiares y personas cercanas al purpurado francés en el que recordó su servicio a la Santa Sede como diplomático apostólico, secretario para las relaciones con los Estados y sobre todo por encabezar el delicado Dicasterio del diálogo con las otras religiones, entre ellas el Islam. “Un consejero escuchado y apreciado en particular gracias a las relaciones de confianza y de estima que supo construir con el mundo musulmán”, escribió el Papa.

 

Complicada misión

Un “hermano que ha servido valientemente a la Santa Iglesia de Cristo” y a pesar del “duro peso” de su enfermedad de Parkison. Señaló el cardenal Sodano en el altar de la Cátedra de San Pedro. Y efectivamente fue así, el francés Tauran -quien murió a los 75 años en Hartford (EEUU)- llevaba muchos años sirviendo “valerosamente” la Iglesia de Cristo en una tarea para nada simple: ser el representante de la Iglesia Católica ante los líderes de las diversas religiones, entre ellas con los seguidores del profeta Mahoma.

Para él, como para muchos comprometidos con el diálogo interreligioso, era indispensable superar los prejuicios para tender puentes con las personas de buena voluntad. Y no lo hizo por iniciativa propia sino con la la línea trazada por el Concilio Vaticano II. Por ejemplo, en la Gaudium et Spes ya es posible leer el llamado a “ser hermanos y por ello llamados a una sola vocación humana y divina” y para esto se requiere trabajar juntos “sin violencia, sin engaños” a favor de la construcción “del mundo en la verdadera paz”.

Sin embargo, no fueron pocos los que -dentro y fuera de la Curia romana- no entendieron esta misión que encarnó plenamente el cardenal Tauran. Lamentablemente, no son pocos los ambientes en los que, gracias a la desinformación y a la repetición de estereotipos, se tratan a los no católicos con desconfianza y miedo, y en modo especial a los fieles musulmanes.

Seguramente pasará a la historia el legado de este sacerdote que luchó incansablemente, junto a numerosos personajes del mundo, para erradicar estos prejuicios que impiden ver lo que une para el bien de la humanidad.

 

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