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Nicaragua: 14 manifestantes acusados de terroristas

 

Los manifestantes, originarios de la ciudad de Estelí, en el norte de Nicaragua, fueron acusados por el Ministerio Público ante el Juez Quinto de Distrito de Audiencia, Julio César Arias, según la información oficial

 

 

07 septiembre 2018, 14:08 | Patricia Ynestroza - Ciudad del Vaticano


 

 

Además de terrorismo, a los manifestantes se les acusa de los delitos de crimen organizado, robo agravado, amenazas, crimen organizado y uso de armas restringidas, de acuerdo con el reporte gubernamental. El grupo se une a otros 10 manifestantes que fueron acusados la semana pasada por delitos similares. Organismos humanitarios sostienen que los manifestantes detenidos son "reos políticos".

En una entrevista con la Agencia Efe en Managua, el presidente Ortega, negó que haya sofocado las protestas con represión, no se siente responsable de las muertes en las calles durante los últimos meses y culpó a EE.UU. y al narcotráfico de financiar, apoyar y armar a grupos violentos.

 

Un Consejo de seguridad dividido

Dividido, el Consejo de Seguridad de la ONU abordó el miércoles por primera vez la crisis en Nicaragua, con EE.UU. y sus aliados denunciando las acciones del Gobierno de Daniel Ortega y con países como Rusia acusando a Washington de injerencias. "El Consejo de Seguridad no puede ser un observador pasivo mientras Nicaragua sigue descendiendo hacia un Estado fallido, corrupto y dictatorial, porque sabemos a dónde lleva ese camino", defendió en la sesión Nikki Haley, la embajadora estadounidense.

Según Haley, esa senda es la que han seguido países como Siria y Venezuela y ha desembocado en graves consecuencias para sus respectivas regiones, con millones de desplazados. EE.UU., que impulsó la cita aprovechando que este mes preside el Consejo de Seguridad, insistió en comparar la situación en Nicaragua con la de Venezuela.  La representante estadounidense ante Naciones Unidas fue la más crítica con el Gobierno de Ortega, pero otros países denunciaron también la represión por parte de las autoridades y expresaron su preocupación por el alto número de víctimas registrado desde el inicio de las protestas el pasado abril. Esa fue la postura, por ejemplo, de Francia, Holanda y otros miembros de la Unión Europea (UE), así como de Perú, uno de los dos países latinoamericanos del Consejo de Seguridad.

 

Nicaragua en una encrucijada

Una mayoría del Consejo de Seguridad insistió en la necesidad de diálogo para que Nicaragua pueda superar la crisis y respaldó las gestiones de la Organización de Estados Americanos (OEA). Gonzalo Koncke, jefe de gabinete del secretario general de la OEA, intervino en la reunión y advirtió de que Nicaragua se encuentra en una "encrucijada".

Según Koncke, el Gobierno debe apostar por mecanismos "irreversiblemente democráticos" o, de lo contrario, estaría tomando el camino de otros países de la región que han caído en gobiernos dictatoriales" y que "han llevado a sus pueblos a la miseria". El Ejecutivo nicaragüense, mientras tanto, estuvo representado por su canciller, Denis Moncada, que defendió que la reunión del Consejo de Seguridad constituye una "injerencia" y una "violación" del derecho internacional. Moncada tuvo el respaldo de varios Estados miembros que dejaron clara su oposición a que este órgano se ocupe de la situación en Nicaragua, al considerar que es un asunto interno que no pone en peligro la paz y la seguridad internacional. Entre ellos estuvieron Rusia y China, dos de los cinco miembros permanentes del Consejo y que, como EE.UU., Francia y el Reino Unido, tienen poder de veto.

El embajador ruso, Vasili Nebenzia, defendió los esfuerzos del Gobierno nicaragüense para estabilizar la situación y denunció que el país está siendo víctima de "presiones externas" que dificultan la estabilidad. En concreto, Nebenzia se mostró muy crítico con EE.UU., a quien acusó de provocar el descontento público con sanciones que minan la economía nicaragüense, con el fin último de lograr un cambio de Gobierno. Bolivia, por su parte, acusó a EE.UU. de pervertir los mecanismos de la ONU para "traer al banquillo de los acusados a un país miembro (...) y darle el derecho a uso de la palabra a personas que representan a solamente uno de los puntos de vista del conflicto". "El interés verdadero de Estados Unidos no es la defensa de la democracia", dijo el representante boliviano, Sacha Llorenti.

 

Costa Rica en defensa de derechos humanos de la población de Nicaragua

"Costa Rica seguirá alzando la voz en defensa de una población sujeta a acciones arbitrarias que conllevan un incumplimiento de las obligaciones estipuladas en los diferentes pactos de derechos humanos, y hasta que la razón, el buen juicio y el respeto irrestricto a los derechos humanos regresen a Nicaragua", indica un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Este pronunciamiento ocurre unas horas después de que el embajador costarricense ante las Naciones Unidas, Rodrigo Alberto Carazo, emitiera un discurso en la sesión del Consejo de Seguridad acerca de Nicaragua. "El Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto reitera la convicción de que el camino del diálogo, comprometido y efectivo, debe ser la solución al conflicto político que azota a la población nicaragüense", indica el comunicado.

La crisis que vive Nicaragua ha provocado un flujo migratorio hacia la vecina Costa Rica, aún no cuantificado con precisión, pero que se puede dimensionar con unas 25.000 solicitudes de refugio por parte de nicaragüenses. Sin embargo, las autoridades creen que el 80 por ciento de esas solicitudes corresponden a personas que ya vivían en Costa Rica desde antes de la crisis, y que pretenden obtener refugio para regularizar su situación migratoria.

"Costa Rica reitera que son inadmisibles las ejecuciones extrajudiciales, las desapariciones forzadas, la obstrucción al acceso a la atención médica, las detenciones arbitrarias o ilegales de carácter generalizado, malos tratos y casos de tortura y violencia sexual en centros de detención", agrega el comunicado del Gobierno costarricense.

 

Se crea grupo regional de presión para propiciar elecciones en Nicaragua

El escritor y poeta nicaragüense Ariel Montoya anunció la creación de un grupo "de cabildeo e incidencia política" que tiene como fin buscar una solución a la crisis que vive Nicaragua y que pasa por la celebración de elecciones.  Montoya afirmó que esta iniciativa estará formada por personalidades de Centroamérica y de otras regiones como Ramón Custodio, exprocurador de los Derechos Humanos de Honduras, o el exembajador de Guatemala en Nicaragua y militar retirado Jorge Echeverría.

También estarán Federico Hernández, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria de El Salvador (Camarasal) además de escritor y político; la activista costarricense Carla Rodríguez, el politólogo español Ricardo Angoso o el nicaragüense Alfredo Vélez. "Se trata de ejercer, desde la sociedad civil y política, una presión crítica, agresiva y diplomática para contribuir con nuestro grano de arena a este duro momento", explicó Montoya, y agregó que el objetivo es definir la salida del presidente nicaragüense, Daniel Ortega, y establecer elecciones. Este grupo de cabildeo tiene previsto reunirse con organismos regionales e internacionales.