Tribunas

Un nuevo Concilio Toledano

 

 

José Francisco Serrano Oceja

 

 

Se han celebrado en la primada toledana una serie de conferencias sobre el cardenal Marcelo González Martín, con presentación incluso de una biografía de los años en esa Iglesia de don Marcelo.

Una biografía escrita por Roberto Jiménez y Santiago Calvo Valencia, de la que el actual arzobispo de Toledo, monseñor Braulio Rodríguez Plaza, dijo:“En 1972 fui ordenado sacerdote y en 1987 fui ordenado obispo. Este libro trata justamente del período en que viví como presbítero. Es un libro muy interesante, que aporta muchísimos datos de interés no pequeño”.

Pero la clave de estas jornadas, organizadas el Aula de teología “Cardenal Marcelo” con el aval de los responsables de la formación del clero, ha sido, entre otras, la abundante presencia de obispos, en activo o eméritos, como ponentes. Obispos que, de una forma u otra, han tenido relación con Toledo y se puede decir que son “toledanos”. bien pudieran haber celebrado un nuevo Concilio Toledano.

El obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla Aguirre, como suele ser habitual en él, habló para que se le entendiera todo. Refiriéndose a don Marcelo dijo que “fue un pastor en tiempos de tribulación. Decía que a los jóvenes no hay que darles moneda devaluada. Repetía la frase del padre Morales: “A los jóvenes si les pides mucho, dan más, si les pides poco, no dan nada” (…) Estamos ante un riesgo de hacer una pastoral juvenil con reducción de partes de la doctrina. Para un cristianismo mundanizado, ya tienen al mundo. Los jóvenes perciben esto con claridad”. Y esto lo ha dicho en vísperas del Sínodo de los obispos sobre los jóvenes.

También intervino monseñor Ángel Rubio Castro, obispo emérito de Segovia, que recordó no pocas anécdotas de su relación con don Marcelo. Comentaba don Ángel lo que le decía el cardenal: “Si funciona bien la catequesis, el resto funciona”.

Otros obispos ponentes: José Ángel Saiz Meneses y Salvador Cristau Coll, obispos titular y auxiliar de Tarrasa; Demetrio Fernández, de Córdoba; el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz y el obispo auxiliar de Toledo, Ángel Fernández Collado.

Destacó, por último, lo que dijera el obispo emérito don Rafael Palmero, que conoció bien al cardenal González Martín: “Don Marcelo fue un hombre fundamentalmente leal, entregado en alma y cuerpo a la Iglesia, que consideraba que el sacerdote es pastor y no camarada en el camino. Era un hombre de fe con corazón de niño. No fue “progre” en Valladolid ni “carca” en Toledo. Fue solo sacerdote, siempre sacerdote y sacerdote en todo”.

 

José Francisco Serrano Oceja