Diócesis

 

Las religiosas polacas de la Sagrada Familia de Nazaret abren su primera casa hispana en Castellón

 

Son 1.200 monjas y pertenecen a 14 países. San Juan Pablo II comenzó sus encuentros con jóvenes en la lavandería del convento en Cracovia

 

 

04/10/18


 

 

La madre Hanna Zawieja y el obispo de Segorbe-Castellón, Casimiro López Llorente, firmaron el pasado lunes, 1 de octubre, el convenio de acogida de la congregación Sagrada Familia de Nazaret en la diócesis castellonense.

La diócesis buscaba dar uso al convento de Benicàssim (Castellón) que habían ocupado hasta hace unos años las Hermanas de Cristo Sacerdote, y ahora se han hecho cargo desde la congregación de la Sagrada Familia de Nazaret, con una comunidad de  4 monjas.

El primer encuentro “casual o providencial”  del párroco de Benicàssim, Luis Oliver – que es el delegado diocesano de Familia y Vida - con la madre Hanna Zawieja en la congregación romana para la Familia”, como ha señalado el propio párroco a Religión Confidencial.

 

Benicássim les da la bienvenida

Antes de la firma del convenio, se celebró una Misa el lunes en la parroquia de Benicàssim, a la que asistieron numerosos fieles, “cuando existe escasez de vocaciones y siguen cerrando conventos en España, es una alegría  que se reabra uno, precisamente en nuestra ciudad”, manifestaba uno de los asistentes a RC.

El obispo destacó que “es muy urgente que el carisma de la congregación, que es anunciar el Reino de Dios a la familia, fortalezca la vida cristiana en el matrimonio y en la familia, tan necesitados en la actualidad, así como la dimensión eucarística de la congregación”.

Así mismo, López Llorente animó a que “contribuyan a suscitar vocaciones en la vida consagrada”.

Las religiosas de la Sagrada Familia de Nazaret han abierto en Benicàssim su primera casa en un país de habla hispana. “Las 1.200 religiosas de la Sagrada Familia en 14 países del mundo están rezando por este acto de hoy”, destacó la madre Hanna Zawieja.

 

Relación con San Juan Pablo II

Las religiosas de esta congregación tuvieron relación con San Juan Pablo II, pues cuando era niño Karol Wojtyla fue a una guardería regentada por ellas en Wadowice.

Luego, como sacerdote, comenzó sus encuentros con jóvenes en la lavandería del convento en Cracovia. Posteriormente, siendo obispo, les confió el cuidado de la primera casa cuna en los años 70, y fue él mismo, siendo Papa, quien beatificó a la fundadora en 1989.