IGLESIA | El Salvador

 

En camino a la Canonización del Beato Oscar Arnulfo Romero

 

Desde hace meses, no han parado en la Oficina de la Canonización del arzobispado de San Salvador, atendiendo llamadas por teléfono venidas de todas partes del mundo, correos electrónicos, pidiendo información. Además, orientando al pueblo salvadoreño, quienes vendrán a la ceremonia y quienes desde el país, asistirán al evento

 

 

08 octubre 2018, 16:15 | Patricia Ynestroza - Ciudad del Vaticano


 

El Padre Juan Carlos Rengucci de la Pía Sociedad, San Cayetano, religioso argentino, vivió en el Salvador por seis años, y conoció en todos sus aspectos la figura de Mons. Romero y todo lo que representa para el pueblo salvadoreño.  Participó en la ceremonia de Beatificación, en el Salvador y ahora está en Roma para seguir la ceremonia de Canonización.

Estudió en la Pontificia Universidad Lateranense, teología pastoral, y su tesis fue dedicada a las cuatro cartas pastorales, de Mons. Romero. En su tesis habló de la postura teológica de Mons. Romero frente a una realidad social que estaba estallando en esa época. Su postura siempre fue fiel al magisterio de la Iglesia y al Evangelio, dijo el padre Rengucci, y desde allí Mons. Romero, se dedicó hacia los más necesitados.

 

 

Mons. Romero siempre con su pueblo

“Podemos decir hoy poniendo las palabras del Papa, que Mons. Romero ya practicaba una Iglesia en salida y por eso fue tan cuestionado y criticado no sólo a nivel político y económico internacional sino también por el propio clero que no estaba de acuerdo con esta situación y que no quería tomar una postura”, dijo el religioso, por tanto, afirmó que Mons. Romero sintió que necesitaba dar una respuesta al pueblo que sufría y fue así que la dio y estuvo en medio de su pueblo.

Un pueblo, en los tiempos de Mons. Romero, y hoy día un pueblo que es testigo de su elevación a los altares como santo. El padre Rengucci hace un análisis del pueblo en la época de Mons. Romero y el de ahora.

El religioso afirma que lo que sucedía en la época de Mons. Romero es que tanto la derecha como el ejército eran los que mandaban en el país, y de fondo las familias que manejaban al pueblo. Mons. Romero intentó una iglesia que tenía voz, no era una Iglesia sumisa a la situación, sino que fue dando voz al pueblo que reclamaba sus derechos, por querer hacer esto, dijo el padre Rengucci,  el gobierno y los militares tomaron represalias para con el pueblo. Y la única voz creíble y de confianza era Mons. Romero, a la cual la gente se dirigía. Después de eso se hicieron varias cosas a nivel humanitario y social, el pueblo estaba muy dividido.

 

 

Años difíciles para la figura de Mons. Romero, incluso después de su muerte

Después de la muerte de Mons. Romero, prácticamente la izquierda toma como estandarte su figura, siendo politizada y esto no fue bueno para la Iglesia. Pero más tarde, dijo el padre Rengucci, la Iglesia comenzó a recuperar la figura de Mons. Romero, fue así que, aunque el país estaba dividido ya Mons. Romero no era visto como aquel “de izquierda” sino aquel pastor que amó a su pueblo por medio de Jesucristo.

Ahora, hoy, finalizó el padre Rengucci, es mucho más aceptado en diversos ambientes, no como años atrás, no hay una división en la sociedad. Hoy, la ceremonia de canonización hace un núcleo de unidad, en los partidos políticos, en la sociedad misma, en el pueblo salvadoreño, en los más humildes. La figura de Mons. Romero pasó a ser no más algo que dividía, sino que unió al pueblo.