Sociedad y Familia

 

Salón erótico de Barcelona: ¿por qué lo llaman educación cuando quieren decir porno?

 

La estrategia del evento es desarrollar talleres de educación sexual, que pretenden adoctrinar en una especifica y limitada idea del sexo

 

 

8 octubre, 2018 | ForumLibertas.com


 

 

El llamado Salón Erótico de Barcelona, que es en realidad un valioso y lucrativo escaparate para la industria pornográfica, ofrece en esta edición talleres, cursos y charlas en torno a la idea de la educación sexual. Evidentemente la idea de sexualidad que la empresa pornográfica tiene se puede imaginar: libertad sexual, prácticas sexuales sin compromiso, promiscuidad exacerbada y prácticas onanistas. ¿Son todos ellos fenómenos considerados saludables sexualmente como para querer educar en ellos?

Un área entera del Pavelló Olímpic de la Vall d’Hebron acoge la programación de las diferentes actividades que se desarrollan bajo ese epígrafe que quiere resolver dudas o inquietudes sobre el sexo dando respuestas motivadas por un único objetivo: seguir sosteniendo y aumentando los devengos de una industria determinada, la del sexo audiovisual.

En este evento, en el que se pueden ver escenas de sexo en directo donde los asistentes graban con sus móviles y cámaras estas desfasadas escenas entre actores porno o, incluso, miembros del público, se imparten charlas sobre tantra, las bondades de la masturbación o cómo retrasar la eyaculación. Ni una palabra sobre el sexo como interés biológico y reproductivo.

 

Salón erótico de Barcelona: ¿cómo es tu coeficiente sexual?

Lara Castro, una de las organizadoras de esta sección considera que “venimos aquí a aportar nuestro granito de arena hacia el bienestar sexual de las personas, con lo que nos satisface plenamente la buena respuesta y el recibimiento del público”. Según Castro, “tratamos la sexualidad desde cuatro ámbitos distintos: mente, cuerpo, las emociones y la parte más energética; lo que nos posibilita hacer charlas desde cómo es tu coeficiente sexual hasta cómo educar a los niños en este campo y la parte más corporal de ejercicios de conciencia corporal, tantra…”.

No en vano, este año, como parte de su campaña publicitaria, el Salón se centró en ese aspecto de su contenido al lanzar el mensaje “Sin educación sexual”, que pretende convencer a las personas de que la industria pornográfica ha asumido el papel instructor en cuanto a educación sexual al, según afirman, no haber existido otra que lo hiciera.

De esa manera el negocio de la pornografía pretende dilapidar décadas de educación sexual provenientes de instituciones educativas, religiones como la católica o planes educativos provenientes de gobiernos sólo porque no participan de su idea de sexualidad ligada a la vejación de la mujer, su cosificación y, a menudo, la violencia contra ella.

¿Dejar la educación sexual en manos de la industria pornográfica no sería cómo dejar el Plan Nacional contra las Drogas en manos de los narcotraficantes?