Tribunas

 

La Mafia de Algeciras

 

 

Ángel Cabrero

 

Se ha publicado recientemente un nuevo libro sobre la Mafia siciliana. No tiene nada que ver con los héroes clásicos de la pantalla. Sí tiene que ver con personas empeñadas en la lucha contra ese ambiente, que arriesgan la vida delatando la injusticia. El libro, del ya famoso autor italiano Alessandro D’Avenia, se titula “Lo que el infierno no es”, y da a conocer, con bastante detalle, lo que es el infierno de una sociedad totalmente corrupta por el poder del dinero y de la violencia, y cómo solo el amor -lo que el infierno no es- soluciona las cosas.

Los relatos sobre el ambiente en Brancaccio, el barrio donde dominan los mafiosos en Palermo, sitúan bastante al lector de hasta donde se puede llegar, cual puede ser el nivel de violencia, de dependencia, de horror. Las escenas, las diversas historias, que pueden o no ser verdaderas, pero que podrían fácilmente llegar a ser reales, hacen descubrir un mundo distinto, casi impensable, ni siquiera cuando uno ve la película del Padrino o parecidas. Es un ambiente que procede de siglos y, por tanto, difícil de erradicar. Pero lo que horroriza es pensar que esas situaciones puedan nacer en nuestros días y en nuestro país.

Se puede encontrar en las librerías la última novela de Lorenzo Silva -Lejos del corazón-  que, de alguna manera, entra en este tema. La trama principal es la situación que se genera en la zona de Algeciras, la Línea de la Concepción, Gibraltar, con el narcotráfico. Y el problema es hasta qué punto una parte importante de la población se está beneficiando de ese tráfico.

En la novela de Silva se llega hasta la sangre, hasta las muertes ocasionadas por esta tensión. Recomiendo está obra, que sin ser literariamente una joya se lee bien, pero que es muy interesante por la documentación que el autor ha reunido, y consigue que el lector llegue a hacerse cargo de la gravedad de la situación.

Si no hay una intervención decidida y urgente de la autoridad, se puede llegar a una situación de delincuencia y violencia generalizadas que impidan vivir allí con cierta normalidad. De hecho, las noticias de este verano hablaban de una ocasión en que la Guardia Civil se personó en el lugar por denuncias de llegada de balsas con droga y ser recibidos a pedradas por los habitantes del lugar. Como no sé cuál era el lugar exacto, no dejamos mal a nadie concreto. Pero imagino que ya habrá una preocupación por parte de los habitantes de estos lugares por la situación creada y pensando en hasta dónde puede llegarse.

Parece que el problema de la zona es la llegada de inmigrantes y, de hecho, la atención de la policía local y la guardia de costas pueden estar mucho más volcadas en esta situación, porque se trata del peligro de vidas de personas que pasan el estrecho como buenamente pueden. Esta movilización por los inmigrantes permite que los narcotraficantes campen a sus anchas y se pueda llegar a un ambiente mafioso, violento, donde muchos ganan mucho dinero en un ambiente de delincuencia.

La comparación de los dos libros, el de D’Avenia y el de Silva debería servir para alarmarse ante las posibles consecuencias. Lo que empieza con colaboración en el narcotráfico puede terminar fácilmente en un ambiente perverso donde no se pueda vivir. Del enriquecimiento a los asesinatos no hay más que un tiempo de permisión, en que unos se hacen más ricos y dominan la situación, impidiendo la convivencia normal de esos lugares.

 

Alessandro D’Avenia, Lo que el infierno no es, La Esfera de los libros 2018

Lorenzo Silva, Lejos del corazón, Destino 2018

 

Ángel Cabrero Ugarte