Editorial

 

La actriz Keira Knightley ataca a la esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra

 

 

11/10/2018 | por ForumLibertas.com


 

 

Keira Knightley, actriz conocida por las películas “Piratas del Caribe” descalifica agriamente a Kate Middleton, esposa del príncipe Guillermo de Inglaterra, y además lo hace en su condición de madre. Lo hace en un texto suyo que forma parte del libro “Feminists Don’t Wear Pink (and Other Lies)”. La razón que aduce para la descalificación se sitúa –además de la publicidad fácil que siempre brinda la polémica – en un trasfondo del feminismo del woman power, de naturaleza supremacista de la forma de entender la maternidad.

Lo que descalifica de Middleton es que siete horas después del parto saliera del hospital sobre tacones con el hijo en brazos y perfectamente arreglada, impecable. Por lo visto, la mujer que ha parido no puede salir entera, bien puesta y alegre. Para razonarlo se pone trágica en extremo “Siete horas después de tu batalla entre la vida y la muerte, siete horas después de que tu cuerpo se rompa, y que la vida, -atención a este adjetivo- sangrienta, chillando surja de ti” O sea, que cada parto es una batalla entre la vida y la muerte y es algo que “rompe” el cuerpo de la mujer. Dar a luz es algo sangriento, según Knightley, y va, y encima, la Middleton sale tan pancha y bien puesta. Intolerable.

Vamos a ver, evidentemente, algunos partos son difíciles, pero no la inmensa mayoría de ellos, que se desarrollan con normalidad absoluta, nada que ver con el campo de batalla que escenifica la actriz, que, además, para acentuar lo de ser una feminista del woman power, la acusa de arreglarse bien para salir en la foto “para que te fotografíen un puñado de hombres”, de lo que se infiere que si hubieran sido mujeres las fotógrafas el pecado hubiera sido menor. ¡Hay que exigir inmediatamente la paridad en lo fotógrafos de campo!

Y es que la visión del parto que tiene nuestra relatora a partir de su propia experiencia al dar a luz a su hija en 2015 es esta: “Llegaste con los ojos abiertos. Los brazos al aire, gritando” Lo esperable ante un nacimiento así es pensar la fantástica vitalidad de esta niña y sentir un gran alivió. Pues no, nada de eso. El recuerdo que une a Keira Knightley con el inicio de la vida de su hija es este otro: “recuerdo la caca, el vómito, la sangre, los puntos”

Es un discurso que discurre paralelo al de la antimaternidad. Se trata de presentar el acto de parir, no como un hecho normal en la vida de la mujer, precisamente el hecho para el que la naturaleza y la evolución la ha preparado, sino como algo extremo, sucio, lleno de sangre, vómitos, i “cacas” (en este punto surge la pudibundez, porque en realidad se trata de mierda); del que la mujer ha de salir hecha un trapo con la “vagina partida” y el “cuerpo roto”. Es una visión que lo que hace es presentar la característica básica de la condición femenina, la de engendrar, con los tintes más desagradables y duros posible, “como una lucha entre la vida y la muerte”.  Forma parte de la onda del feminismo de la actual generación, contra la maternidad y su sentido de realización de la mujer.

Keira Knightley tiene todo el derecho del mundo a mostrar-si es que así fue- el sufrimiento que experimentó en su propio parto. Lo que no puede hacer, y de aquí el rechazo, es criticar a otras mujeres porque a diferencia de ella, sin discursos y solo con su presencia, muestren la normalidad y la belleza del ser madre.