Servicio diario - 15 de octubre de 2018


 

San Óscar Romero: "Imagen del buen Pastor que da la vida por sus ovejas"
Rosa Die Alcolea

Abusos en Chile: El Sínodo como oportunidad para "cambiar estructuras eclesiales"
Rosa Die Alcolea

Polonia: Francisco recibe en audiencia al Presidente Andrzej Duda
Rosa Die Alcolea

España: El primer templo dedicado a Pablo VI estará en Madrid
Redacción

Video del Papa: Rezar por la "misión de los consagrados"
Rosa Die Alcolea

Encuentro Madrid: Cuando el cristianismo se experimenta como "presencia real, viva y tangible" interesa a todos
Redacción

San Gerardo María Mayela, 16 de octubre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

15/10/2018-17:14
Rosa Die Alcolea

San Óscar Romero: "Imagen del buen Pastor que da la vida por sus ovejas"

(ZENIT – 15 oct. 2018).- San Óscar Romero “supo encarnar con perfección” la imagen del buen Pastor que da la vida por sus ovejas, ha asegurado el Papa Francisco esta mañana ante más de 3.500 peregrinos el El Salvador.

Por ello –ha dicho Francisco a los salvadoreños– ahora mucho más desde su canonización, “pueden encontrar en él un «ejemplo y un estímulo» en el ministerio que les ha sido confiado”.

 

Ejemplo y estímulo

El Santo Padre Francisco ha llegado al Aula Pablo VI a las 11:15 horas para encontrarse con los peregrinos de El Salvador, llegados a Roma con motivo de la canonización de Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, ayer domingo 14 de octubre en la Plaza de San Pedro.

Francisco les ha indicado que el Mons. Óscar Romero debe ser para ellos Ejemplo de “predilección por los más necesitados de la misericordia de Dios” y Estímulo para “testimoniar el amor de Cristo y la solicitud por la Iglesia”, sabiendo coordinar la acción de cada uno de sus miembros y colaborando con las demás Iglesias particulares con afecto colegial, ha matizado el Papa.

 

Misa de acción de gracias

La audiencia se ha celebrado después de la Misa de acción de gracias por la canonización, que ha tenido lugar en la propia aula, permitido por primera vez por el Santo Padre, debido a la participación de un gran número de peregrinos: más de 3.500 personas han querido agradecer a Dios la proclamación del primer santo salvadoreño.

 

Cíngulo de Óscar Romero

El Cardenal salvadoreño Gregorio Chávez Rosa, arzobispo auxiliar de San Salvador, quien ha presidido la celebración de la Santa Misa, ha entrado en el Aula mostrando a los fieles el cíngulo que tenía puesto Mons. Óscar Romero cuando lo mataron, el mismo que usó el Papa ayer en la Misa de canonización.

Acompañando al Cardenal de El Salvador, han concelebrado la Santa Misa el Cardenal de Honduras Mons. Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa; Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá; Mons. Rubén González Medina, obispo de Caguas, Puerto Rico; Monseñor José Luis Escobar Alas, arzobispo de San Salvador, y otros dos sacerdotes de El Salvador.

Publicamos a continuación el discurso que el Papa ha dirigido a los presentes en el acto.

***

 

Discurso del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas:

Buenos días y muchas gracias por estar aquí. La canonización de Mons. Óscar Romero, un pastor insigne del continente americano, me permite tener un encuentro con todos ustedes, que han venido a Roma para venerarlo y, al mismo tiempo, para manifestar su adhesión y cercanía al Sucesor de Pedro. Muchas gracias.

Saludo en primer lugar a mis hermanos en el Episcopado, los obispos de El Salvador, venidos a Roma acompañados de sus sacerdotes y fieles, y tanta monja, ¿no? San Óscar Romero supo encarnar con perfección la imagen del buen Pastor que da la vida por sus ovejas. Por ello, y ahora mucho más desde su canonización, pueden encontrar en él un «ejemplo y un estímulo» en el ministerio que les ha sido confiado. Ejemplo de predilección por los más necesitados de la misericordia de Dios. Estímulo para testimoniar el amor de Cristo y la solicitud por la Iglesia, sabiendo coordinar la acción de cada uno de sus miembros y colaborando con las demás Iglesias particulares con afecto colegial. Que el santo Obispo Romero los ayude a ser para todos signos de esa unidad en la pluralidad que caracteriza al santo Pueblo fiel de Dios.

Saludo también con especial afecto a los numerosos sacerdotes, religiosos, religiosas que están aquí y los que quedaron en la Patria. Ustedes, que se sienten llamados a vivir un compromiso cristiano inspirado en el estilo del nuevo santo, háganse dignos de sus enseñanzas, siendo ante todo «servidores del pueblo sacerdotal», en la vocación a la que Jesús, único y eterno sacerdote, los ha llamado. San Óscar Romero veía al sacerdote colocado en medio de dos grandes abismos: el de la misericordia infinita de Dios y el de la miseria infinita de los hombres (cf. Homilía durante la ordenación sacerdotal, 10 diciembre 1977). Queridos hermanos, trabajen sin descanso para dar cauce a ese anhelo infinito de Dios de perdonar a los hombres que se arrepienten de su miseria, y para abrir el corazón de sus hermanos a la ternura del amor de Dios, también a través de la denuncia profética de los males del mundo.

Quiero también dirigir igualmente un cordial saludo a los numerosos peregrinos venidos a Roma para participar en esta canonización, y también a los miembros de la comunidad salvadoreña de Roma. El mensaje de san Óscar Romero va dirigido a todos sin excepción, grandes y chicos, para todos. Me impresionó al entrar una abuela de noventa años que gritaba y aplaudía como si tuviera quince. La fuerza de la fe es la fuerza del Pueblo de Dios. Él, Óscar Romero, repetía con fuerza que cada católico ha de ser un mártir, porque mártir quiere decir testigo, es decir, testigo del mensaje de Dios a los hombres (cf. Homilía en el I Domingo de Adviento, 27 noviembre 1977). Dios quiere hacerse presente en nuestras vidas, y nos llama a anunciar su mensaje de libertad a toda la humanidad. Solo en Él podemos ser libres: libres del pecado, del mal, libres del odio en nuestros corazones –él fue víctima del odio–, libres totalmente para amar y acoger al Señor y a los hermanos. Una verdadera libertad ya en la tierra, que pasa por la preocupación por el hombre concreto para despertar en cada corazón la esperanza de la salvación.

Sabemos bien que esto no es fácil, y por eso necesitamos el apoyo de la oración. Necesitamos estar unidos a Dios y en comunión con la Iglesia. San Óscar nos dice que sin Dios, y sin el ministerio de la Iglesia, esto no es posible. En una ocasión, se refería a la confirmación como al «sacramento de mártires» (Homilía, 5 diciembre 1977). Y es que sin «esa fuerza del Espíritu Santo, que los primeros cristianos recibieron de sus obispos, del Papa…, no hubieran aguantado la prueba de la persecución; no hubieran muerto por Cristo» (ibíd.).

Llevemos a nuestra oración estas palabras proféticas, pidiendo a Dios su fuerza en la lucha diaria para que, si es necesario, «estemos dispuestos también a dar nuestra vida por Cristo» (ibíd.).

También desde aquí envío mi saludo a todo el Pueblo santo de Dios que peregrina en El Salvador y hoy vibra por el gozo de ver a uno de sus hijos en el honor de los altares. Sus gentes tienen fe viva que expresan en diferentes formas de religiosidad popular y que conforma su vida social y familiar: la fe del Santo Pueblo fiel de Dios. A los sacerdotes, a los obispos les pido: «Cuiden al Santo Pueblo fiel de Dios, no lo escandalicen, cuídenlo». Y no han faltado las dificultades, el flagelo de la división, el flagelo de la guerra; la violencia se ha sentido con fuerza en su historia reciente, pero ese pueblo resiste y va adelante. No son pocos los salvadoreños que han tenido que abandonar su tierra buscando un futuro mejor. El recuerdo de san Óscar Romero es una oportunidad excepcional para lanzar un mensaje de paz y de reconciliación a todos los pueblos de Latinoamérica. El pueblo lo quería a mons. Romero, el Pueblo de Dios lo quería. Y ¿saben por qué? Porque el Pueblo de Dios sabe olfatear bien dónde hay santidad. Y acá entre ustedes, yo tendría para agradecer a tanta gente, a todo el pueblo que lo ha acompañado, que lo ha seguido, que estuvo cerca de él. Pero, ¿cómo hago para agradecer? Así que elegí a una persona, una persona que estuvo muy cerca de él, y lo acompañó y lo siguió; una persona muy humilde del pueblo: Angelita Morales. En ella pongo la representación del Pueblo de Dios. Yo le pediría a Angelita si puede venir [aplausos y cantos mientras se acerca la Sra. Morales].

Junto a la alegría de todos ustedes, pido a María, Reina de la Paz, que cuide con ternura a todos los habitantes de El Salvador y que nuestro Señor bendiga a sus gentes con la caricia de su misericordia. Y, por favor… –¿Ustedes pagaron entrada para entrar acá, o no? [Responden: «¡No!»]–. Bueno, ahora van a tener que pagar, y el precio es que recen por mí. Rezamos a la Virgen antes de recibir la bendición. Ave María… San Óscar Romero [R: Ruega por nosotros], y los bendiga Dios Todopoderoso…

[Bendición]

 

 

 

15/10/2018-20:07
Rosa Die Alcolea

Abusos en Chile: El Sínodo como oportunidad para "cambiar estructuras eclesiales"

(ZENIT — 15 oct. 2018).- "Creo que el Sínodo es una oportunidad para pensar qué estructuras eclesiales debemos cambiar y mejorar para que no ocurran más abusos de ningún tipo" ha aclarado Silvia Teresa Retamales Morales, joven chilena, participante en el Sínodo de los Obispos, miembro del Observatorio Socio-Pastoral de los Jóvenes en su país.

La auditora en el Sínodo sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, procedente de Chile, ha participado en el briefing informativo sobre el Sínodo, ofrecido hoy, 15 de octubre de 2018, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Ante la pregunta de una periodista acerca de la reacción de los jóvenes chilenos —católicos y no católicos—frente al escándalo de los abusos, la joven abogada ha respondido que considera dos grupos en su país: por un lado, los jóvenes no católicos que cada vez demandan más de las instituciones sociales, incluyendo la Iglesia, y por otro lado, los jóvenes católico, que ven esta crisis como una "oportunidad".

Los jóvenes católicos "reconociendo esta crisis, que no podemos negarla, creemos que es una oportunidad para la Iglesia, una oportunidad para repensar estructuras donde se prevengan esta clase de cosas".

Como abogada, ha puesto un ejemplo desde el plano penal: "Esto es lo mismo que cuando se habla de los delitos en general, una persona que roba, no basta solo, creo yo con sancionar. ¿Qué es lo que hay que hacer? Sancionar después de un debido proceso cuando se descubra que la persona fue culpable, hay que sancionar, pero luego también tenemos que pensar en la prevención.

¿Cómo evitamos que estas cosas vuelvan a suceder? Porque si solo nos quedamos en sancionar, van a pasar años y vamos a seguir teniendo víctimas".

"Creo que el Sínodo es una oportunidad para pensar qué estructuras eclesiales debemos cambiar y mejorar para que no ocurran más abusos de ningún tipo", ha asegurado.

Por otro lado, dentro del mundo no católico —ha señalado— la sociedad chilena y los jóvenes chilenos están creciendo mucho "en ser una masa crítica", por lo tanto, "les exigen mucho a todas las instituciones y la Iglesia Católica no es la excepción, dado un país donde tradicionalmente todo el mundo es católico, o la mayoría es católica".

Por lo tanto, claramente ha sido una "crisis de confianza" en la Iglesia Católica y en sus representantes. "No podemos negar, obviamente, que los hechos son graves, que atentan contra el Evangelio de Jesús y la dignidad de algunos hermanos, por lo tanto ha habido una crisis de una institucionalidad", ha indicado Silvia Teresa.

 

 

15/10/2018-18:20
Rosa Die Alcolea

Polonia: Francisco recibe en audiencia al Presidente Andrzej Duda

(ZENIT — 15 oct. 2018).- Esta mañana, el Santo Padre Francisco ha recibido en audiencia a Andrzej Duda, Presidente de la República de Polonia, quien posteriormente se reunió con el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, y con Mons. Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados.

La reunión tiene lugar en el marco del 40° aniversario de la elección de San Juan Pablo II como Sumo Pontífice, ha informado la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Durante el encuentro, se ha subrayado la importancia de los valores cristianos en la historia del país, especialmente en la formación de su identidad cultural y religiosa.

Asimismo, el Pontífice y el Presidente polaco han tratado algunos temas de interés mutuo, como la promoción de la familia y la acogida.

Finalmente se habló de la contribución de Polonia en el proyecto de integración europea, así como de algunos temas de carácter internacional, como el conflicto en Ucrania, la situación en Oriente Medio, las migraciones y la salvaguarda de la creación en vista de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, que se celebrará en Katowice el próximo mes de diciembre.

Tras las conversaciones oficiales, el Presidente presentó al Santo Padre a su delegación y a su esposa, y se intercambiaron unos regalos.

 

 

15/10/2018-14:33
Redacción

España: El primer templo dedicado a Pablo VI estará en Madrid

(ZENIT — 15 oct. 2018).- El pasado domingo, 14 de octubre, la plaza de San Pedro acogió la canonización de siete nuevos santos, entre ellos el Papa Pablo VI. Entre los concelebrantes de la emotiva ceremonia presidida por el Papa Francisco estuvo el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, quien anunció precisamente la reciente firma del decreto de erección de una nueva parroquia en Tres Cantos bajo el nombre de San Pablo VI.

El nuevo templo de esta localidad madrileña se convierte en el primero del mundo dedicado a un santo que «gastó su vida por el Evangelio de Cristo», tal y como destacó el Santo Padre en la homilía pronunciada durante la celebración, «atravesando nuevas fronteras y convirtiéndose en profeta de una Iglesia extrovertida que mira a los lejanos y cuida de los pobres».

 

Instrumento para llevar la alegría del Evangelio

En la ceremonia, donde también fueron elevados a los altares el arzobispo salvadoreño mártir monseñor Oscar Romero, las religiosas Nazaria Ignacia March y Maria Katharina Kasper, los sacerdotes Francesco Spinelli y Vincenzo Romano, y el joven Nunzio Sulprizio, participaron el vicario de la Vicaría VIII, padre Ángel Camino, OSA, y el nuevo párroco del templo, Juan Manuel Rilo Naya.

El padre Camino mandó una carta a todos los sacerdotes de la vicaría anunciando la noticia con el deseo de que «sea un instrumento de evangelización, en comunión con todos vosotros, para llevar la alegría del Evangelio a cuantos se acerquen al territorio de esta nueva parroquia». «He rezado por todos los sacerdotes y sus parroquias, religiosos, religiosas y todas las comunidades cristianas» y «he pedido que la visita pastoral sea un momento de gracia para todos y cada uno, dejándonos contagiar por la santidad de los nuevos siete santos proclamados por el Papa Francisco», añadía.

Vídeo: Eva Fernández (corresponsal de COPE en el Vaticano)

 

 

15/10/2018-17:56
Rosa Die Alcolea

Video del Papa: Rezar por la "misión de los consagrados"

(ZENIT — 15 oct. 2018).- Rezar por la "misión de los consagrados" es la intención que encomienda el Papa Francisco a todos los católicos y personas abiertas a la oración, en el mes de octubre de 2018, a través del 'Video del Papa'.

"Los consagrados con su oración, pobreza y paciencia son esenciales para la misión de la Iglesia", asegura el Santo Padre. "Más que nunca, con los desafíos del mundo de hoy, necesitamos su entrega total al anuncio del Evangelio".

No nos dejemos robar el entusiasmo misionero —previene el Papa— y recemos para que los consagrados y las consagradas "despierten su fervor misionero y estén presentes entre los pobres, los marginados y con los que no tienen voz", propone.

Este es el vídeo que la productora La Machi, y en colaboración con la Red Mundial de Oración del Papa tenían programado para el mes de octubre.

Sin embargo, se cambió debido a la petición del Papa Francisco de rezar el Santo Rosario por la Iglesia, y orar a la Virgen y al arcángel San Miguel para repeler las tentaciones de demonio.

 

 

15/10/2018-15:38
Redacción

Encuentro Madrid: Cuando el cristianismo se experimenta como "presencia real, viva y tangible" interesa a todos

(ZENIT — 15 oct. 2018).- Bajo el lema "Por la libertad se puede y debe aventurar la vida", finaliza Encuentro Madrid 2018, un evento cultural que busca generar espacios de diálogo, organizado por Comunión y Liberación, celebrado en Casa de Campo del 12 al 14 de octubre de 2018.

Cuando se cumplen 50 años de la revolución de Mayo del 68, que puso en cuestión un orden social en el que muchos jóvenes no encontraban respuesta a sus deseos de verdad, justicia y libertad, EncuentroMadrid ha querido afrontar el significado y valor de esa libertad por la que se puede y debe arriesgar la vida.

En estos días no hemos teorizado sobre la libertad sino que la hemos reconocido en los rostros y las historias de hombres y mujeres que la viven dentro de todo tipo de circunstancias. Amigos como Mikel Azurmendi y Teo Uriarte, que se liberaron de la ideología para dar crédito a hechos llenos de verdad que merecían ser atendidos. Testigos como el obispo Juan José Aguirre, que decide permanecer junto a su pueblo en medio de grandes peligros, dispuesto a perdonar y a volver a empezar una y otra vez. Así hemos entendido que la libertad se aprende viendo vivir a personas libres.

Los diálogos y encuentros de estos días nos han mostrado también que la libertad no puede separarse del reconocimiento de un bien presente, que la verdadera libertad es a la vez apertura y vínculo con los otros. Y que esta libertad merece ser defendida y promovida en todos los ámbitos. En nuestra historia reciente los españoles vivimos la experiencia de un abrazo y de una reconciliación que se plasmó en la Constitución del 78, de la que ahora se cumplen 40 años. Hemos hecho memoria de aquellos días y hemos entendido que aquel edificio jurídico y político ha custodiado el ejercicio de las libertades en España, pero no se sostendrá en pie sin el protagonismo de personas y comunidades que vivan hoy la misma experiencia que estuvo en su origen y en la que subyacía la afirmación de que el otro es un bien.

El periodista Pedro G. Cuartango y el presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación, Julián Carrón, en un intenso diálogo han puesto de manifiesto que, en este momento histórico convulso, una aportación sustancial del cristianismo es favorecer espacios de libertad donde compartir diferentes experiencias de vida. Es algo que han reflejado con claridad los diversos actos, exposiciones y espacios de convivencia de este EM18, donde personas de diversas tradiciones se han visto valoradas y acogidas, enriqueciendo una historia que ya cumple 15 años.

Para los jóvenes del 68, Dios había dejado de ser objeto de deseo, provocando su alejamiento de una tradición que ya no sentían correspondiente a su búsqueda. Ellos percibían un cristianismo reducido en buena medida a discurso moral y a la propuesta de unos valores abstractos. En este EM18 hemos verificado una vez más que cuando el cristianismo se experimenta como presencia real, viva y tangible, es una propuesta que interesa a todos y que nos permite introducirnos con esperanza en las provocaciones de este momento histórico lleno de incertidumbres.

 

 

15/10/2018-20:23
Isabel Orellana Vilches

San Gerardo María Mayela, 16 de octubre

«Joven redentorista, pronto en el seguimiento, obediente, confiado en la voluntad divina. Su vida está plagada de hechos extraordinarios, bendecida con gracias sobrenaturales. Es protector de las embarazadas y parturientas»

«¡Oh Dios mío, si pudiera convertir a tantos pecadores cuantos son los granos de la arena del mar y de la tierra, las frondas de los árboles, las hojas de los campos, los átomos del aire, las estrellas del cielo, los rayos del sol y de la luna, todas las criaturas de la tierra!»... era la oración que inundaba el corazón de este insigne apóstol redentorista. Nació en Muro, Italia, el 6 de abril de 1726. Sus padres eran pobres. Fue siempre un modelo de virtud. Sus 29 años de vida están plagados de hechos extraordinarios y sobrenaturales que se hicieron manifiestos como algo natural antes de tener uso de razón. A los 8 años cumplió su deseo de recibir la primera comunión mediante un favor singular. Su llanto al serle negado el Pan divino por razones de edad, fue recompensado con la presencia del arcángel san Miguel que le concedió esa gracia.

Perdió a su padre con 12 años y comenzó a formarse como aprendiz junto a un sastre bueno, pero uno de los empleados le infligió pésimos tratos. Tres años más tarde, esta misma o mayor rudeza la halló junto al prelado de Lacedogna, de difícil carácter, a quien sirvió hasta su muerte en 1745. En este tiempo transcurrido con uno y otro nunca se quejó; creyó estar cumpliendo la voluntad de Dios. Volvió a Muro y se estableció como sastre viviendo con su madre y hermanas. Pero no le compensó económicamente porque su generosidad no tenía fondo, y además de repartir lo que ganaba entre su madre y los pobres, destinaba el resto a misas para rescate de las almas del purgatorio. Sus jornadas estaban presididas por la oración y severas disciplinas.

En 1749 la Misión Popular de los redentoristas llegó a la localidad y pidió ser admitido en la Orden. Era de complexión débil y parecía que no fuera a soportar el rigor de la regla; por eso, el padre Cáfaro no lo acogió, para gozo de su madre que no quería verlo partir. El religioso, al ver la insistencia del joven, aconsejó a la madre que lo encerrara. Pero Gerardo se descolgó con una sábana por la ventana dejando este mensaje en su habitación: «Voy a hacerme santo».

Cuando dio con los misioneros, pidió una oportunidad. Si no valía, dijo, que lo echaran a la calle. Antes de enviarlo al convento de Deliceto, el padre Cáfaro observó signos edificantes en él; lo vio perfectamente adaptado a la vida de un peregrino, durmiendo en el suelo, solícito en realizar lo que se le pedía. Así que viendo que quizá podría soportar el rigor conventual, le abrió la puerta de la comunidad. Eso sí, advirtiendo en una nota que le entregó para que la mostrase al llegar: «Te envío a un hombre inútil». Un craso error, como él mismo constataría al llegar a Deliceto para asumir la rectoría ese mismo año de 1749.

Gerardo era un trabajador nato, admirable por su caridad y generosidad. Sus gestos de desprendimiento, la disponibilidad para ayudar a todos, su celo apostólico y tantas virtudes que se apreciaban en él ponían de manifiesto que era un alma santa, llena de inocencia. Era un gran asceta perseguido por el diablo y mimado por Dios, con quien desde niño se había acostumbrado a mantener un diálogo familiar tal que muchos de sus prodigios se producían en el contexto de situaciones propiciadas por él como si fueran lo lógico. Con esa confianza rogó ayuda a una imagen del Niño Jesús para recuperar las llaves de la casa del prelado para el que trabajaba que se le cayeron al pozo. Y el Niño Dios las extrajo del mismo. Y es solo un ejemplo.

Profesó en 1752. Fue siempre ejemplar modelo de obediencia, caridad y humildad. Desarrolló con toda puntualidad labores de jardinería, cocina, enfermería, carpintería, albañilería, sastrería y también fue limosnero, aunque lo que le llenó de gozo fue actuar como sacristán. Se quedaba extasiado ante el Santísimo Sacramento y meditaba en la Pasión. Ésta le conmovía y quiso emularla antes de su ingreso en el convento, para lo cual pidió a un amigo que lo azotara. Él mismo se infligió penitencias en las que no faltaron los cilicios. Una vez, orando ante el Sagrario, prisionero del amor divino, le oyeron decir cándidamente: «Señor, déjame que me vaya, te ruego, pues tengo mucho que hacer».

Una joven lo acusó ignominiosamente de haber faltado contra la castidad con una virtuosa mujer. Y Gerardo, viviendo la regla al pie de la letra, no se defendió. Con toda humildad aceptó las disposiciones de san Alfonso María de Ligorio que incluyeron para él una de las peores penitencias: quedar privado de la comunión. Dos meses más tarde la acusadora confesó su culpa, y su fundador quedó más conmovido aún por la virtud de Gerardo. Éste recibió numerosos dones sobrenaturales: discernimiento de conciencias, profecía, ciencia infusa, bilocación, dominio de los animales... Con firmeza, instando a muchos al arrepentimiento y sincera conversión de sus pecados, que él conocía por la gracia que se le dio de penetración de espíritus, logró numerosas conversiones. Cuando le atribuían milagros que ciertamente había obrado, recordaba: «Es fruto de la obediencia».

Añoró morir de una enfermedad contagiosa que lo mantuviese desamparado de todos. En agosto de 1755, enfermo del pulmón, sufrió una hemorragia y colocó este cartel sobre el dintel de su celda: «Aquí se hace la voluntad de Dios, como Dios quiere y hasta cuando Él quiera». Se le reveló la fecha de su muerte: el 8 de septiembre de ese año. Pero momentáneamente surtió efecto la carta de su director espiritual pidiéndole que sanase. Gerardo decía: «El día 8 había de morir, pero lo impidió el P. Fochi». Sus sufrimientos duraron hasta la madrugada del 16 de octubre. Antes vaticinó la hora exacta de su deceso, que se produjo en la casa de Materdómini (Avellino), hallándose solo, como deseaba, porque el hermano que le asistía había salido a tomar un vaso de agua. Por equivocación del responsable de tocar la campana del convento, que estaba imbuido por la emoción de la pérdida del santo, el tañido fue de gloria, no de difuntos. León XIII lo beatificó en 1893. Pío X lo canonizó el 11 de diciembre de 1904.