Red Iberoamericana de

Estudio de las Sectas

 

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Nº 621

20 de oct. 2018

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO: PSEUDOTERAPIAS Y PSEUDOCIENCIAS

 

1. El caso de la española en peligro de muerte por una pseudoterapia, en manos de la Justicia.

2. Los médicos españoles piden al Gobierno un plan nacional contra las pseudoterapias.

3. Un investigador calcula las miles de muertes que se deben a pseudoterapias en España.

4. Abogado español recomienda lo que el Gobierno debería hacer con la homeopatía.

5. España: de la celebración de un congreso sobre MMS y autismo… a una denuncia gubernamental.

6. Científicos navarros: la homeopatía “se está convirtiendo en una religión para mucha gente”.

7. Denuncian la enseñanza de pseudociencias en la Universidad de Extremadura.

8. Las redes sociales y la acción de las “influencers” que promueven chamanismo y pseudoterapias.

9. Los médicos de Canarias denuncian a un terapeuta que utilizaba veneno de abeja.

10. Científico española asegura: “la homeopatía no cura nada”.

 

 

1. El caso de la española en peligro de muerte por una pseudoterapia, en manos de la Justicia.

FUENTE: Varios medios

 

 

Una mujer permanece ingresada en el hospital Reina Sofía de Córdoba. ¿El motivo? Dos tratamientos aplicados por el homeópata y presidente de la Asociación Española de Médicos Naturistas, José Jesús Ruiz, que consistieron en introducir ozono a través de su ano, y realizarle unas punciones que —a priori y a falta de confirmación— cuadrarían con la práctica de la acupuntura. Lo cuenta Fernando Cervera en el medio digital Ulum. Recordamos que ya publicamos la noticia en el boletín nº 618 de InfoRIES, y la retomamos para ampliar la información. Entre otras cosas, con el nombre del pseudoterapeuta.

El acusado: presidente de una asociación nacional

La punción le ha originado lesiones serias en el corazón, y la ozonoterapia le ha provocado un neumoperitonero, es decir, la presencia de gas susceptible de desembocar en una peritonitis. El médico en cuestión, colegiado, es José Jesús Ruiz, que fue elegido como presidente de la Asociación Española de Médicos Naturistas en un congreso reciente. La identidad y cargo de este médico ha sido verificada por nuestra revista por diversas fuentes que prefieren mantener su anonimato.

Mientras tanto, el Ministerio de Salud hace oídos sordos a la carta, firmada por más de 1000 científicos y personal sanitario, que advierte de los miles de muertos que provocan estas prácticas a causa de médicos colegiados —y con beneplácito de sus respectivos colegios de médicos— y personal no cualificado que infringe la ley de centros sanitarios, sin que las autoridades hagan nada por cerrar los 18 000 centros que se estima están abiertos incumpliendo la ley y engañando a diario a miles de enfermos (tal como señala la reciente carta de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas [APETP] a la ministra de Sanidad de España).

Entre los servicios ofertados por este médico, cabeza visible de todos los médicos naturistas de España, se encuentra la homeopatía, la mesoterapia o la terapia del par biomagnético —cuyo creador afirma poder curar el sida y el cáncer con imanes—. La APETP lleva años advirtiendo de los peligros de la acupuntura y la ozonoterapia, sin que las autoridades sanitarias hagan algo por parar estos incumplimientos del código deontológico y de la ley. ¿Cuantos muertos o personas en estado grave más deben aparecer en los periódicos para que las administraciones, colegios de médicos y autoridades sanitarias hagan algo?

Evolución de la víctima

La mujer que ingresó el pasado 6 de octubre en urgencias en Jaén y fue posteriormente trasladada al Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba tras haberse sometido a un tratamiento naturista permanece estable dentro de la gravedad, según informaba Redacción Médica el 10 de octubre. Fuentes sanitarias han informado de que los médicos están pendientes de la evolución de la mujer, que permanece ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Reina Sofía con un pronóstico muy grave.

La paciente, de entre 55 y 60 años, se sometió a dos prácticas naturistas consistentes en punciones de tórax e hidrocolonterapia con ozono, que le ocasionaron la rotura de un ventrículo, con taponamiento cardiaco, y un neumoperitoneo en la cavidad peritoneal. Por este motivo, el Colegio de Médicos de Jaén ha abierto un expediente a un médico naturista de la ciudad, mientras que el complejo Hospitalario de Jaén ha comunicado también al juzgado los hechos. Tal y como dicta el protocolo, el Complejo Hospitalario de Jaén informó de los hechos al juzgado de guardia tras la llegada de la mujer a urgencias, y será el juzgado, si lo estima oportuno, el que dará orden a la Policía Nacional para que investigue los hechos por si son constitutivos de un delito.

Investigación policial y expediente colegial

La Policía Nacional de Jaén ya recaba información sobre el caso del médico naturista. Al cierre de la edición del pasado 10 de octubre del Diario Jaén, la Comisaría no había recibido denuncia alguna, según confirma su portavoz, Diego Moya. Por eso, no hay abierta una investigación oficial. Lo que sí están haciendo los agentes es recabar información sobre este caso. El Hospital de Jaén, donde fue trasladada la mujer en un primer momento por el propio médico, envió el parte médico de la mujer al Juzgado. Es el protocolo que se sigue en estas situaciones.

El procedimiento ha recaído en el Juzgado de Instrucción número 3 de Jaén. Será el juez Miguel Sánchez-Gasca el que determine si abre diligencias por si los hechos fueran constitutivos de algún tipo de delito. La Policía ha enviado un oficio a su señoría en el que le informa de que ya está recabando información y para comunicarle que está a la espera de sus órdenes para investigar.

Mientras tanto, el Colegio de Médicos de Jaén ha abierto un expediente informativo al médico naturista. El presidente de esta institución, Emilio García de la Torre, confirmó que el doctor es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Granada y doctor en esas mismas especialidades por la Universidad de Cádiz. Explicó que tiene “todo en regla” y que, hasta ahora, no había recibido queja alguna. A partir de ahora, el Colegio de Médico nombrará un instructor y un secretario para que estudie el caso “de forma urgente”. “Este expediente será el que nos diga lo que realmente ha pasado. Lo prioritario es determinar si se ha cumplido con la deontología profesional. Si no fuera así, tenemos la obligación de personarnos en la causa”, añadió.

Al respecto, la institución circunscribe lo ocurrido a la medicina alternativa: “Todavía no sabemos si el médico le ha ofrecido a la paciente un consentimiento informado diciéndole lo que le iba a hacer, si había otras opciones y las complicaciones que pueden surgir. Si ha hecho todo eso, no debe haber problema alguno desde el punto de vista deontológico”, aclaró García de la Torre.

Eso sí, el presidente de los médicos jiennenses también quiso dejar claro que los doctores consideran que la medicina naturista es “una pseudociencia”: “No creemos en sus tratamientos. Sin embargo, el único que lo puede invalidar es el Gobierno. Ahora mismo no hay nada ni nadie que nos diga que esto es ilegal. El médico tiene libertad para actuar, pero siempre informando al paciente de los problemas que puedan surgir”, concluyó. Mientras tanto, la clínica que el doctor naturista tiene en la capital permaneció abierta el 9 de octubre con normalidad. Diario Jaén intentó sin éxito conocer la versión de los hechos de este facultativo.

Los homeópatas se desmarcan

Mientras tanto, la Asamblea Nacional de Homeopatía, entidad que representa a los médicos, farmacéuticos y veterinarios que emplean este método en España, se desvincula del caso: “Los tratamientos que le fueron practicados nada tienen que ver con la homeopatía”, afirma el portavoz de este organismo, el doctor Gonzalo Fernández. En declaraciones a la agencia Europa Press, lamenta lo ocurrido con esta paciente, si bien quiere dejar claro que los tratamientos que le fueron practicados “no tienen nada que ver con la homeopatía”.

En este sentido, apuntó que un médico puede utilizar diferentes recursos, incluso de forma predominante. No obstante, matizó que los procedimientos a los que aluden los medios de comunicación, como son las punciones en el tórax o la hidrocolonterapia de ozono, “no guardan relación alguna con la homeopatía”. Al respecto, añadió que la homeopatía se basa exclusivamente en el suministro de medicamentos homeopáticos que están regulados en España y Europa y se dispensan de forma exclusiva en farmacias. “De hecho, los medicamentos homeopáticos destacan especialmente por su alto perfil de seguridad y escasos o poco relevantes efectos secundarios”, aclaró.

A falta de conocer los detalles concretos del caso, desde la Asociación Nacional de Homeopatía se insiste en que, aunque el médico naturista que trató a esta mujer es también homeópata, en este caso, los tratamientos suministrados no tienen nada que ver con esta disciplina. Hay que decir que el doctor al que se señala por el estado de salud de esta paciente tiene consulta abierta en Jaén capital. Se presenta a sí mismo como “naturista”, modalidad que ejerce desde hace más de 25 años. Afirma que sus métodos se basan en “la fuerza autocurativa que tiene todo ser vivo” y que los métodos son “los remedios que la sabia y generosa naturaleza ofrece”. En su página web, ofrece una amplia cartera de servicios.

Otras víctimas reaccionan

La hidrocolonterapia con ozono es otra de las bondades que vende la homeopatía como falsa solución para determinados problemas, y no es el único caso que se ha conocido, según informa Redacción Médica. El pasado 8 de octubre un pediatra ha compartido en Twitter un mensaje de precaución, explicando que conoce “a un prestigioso pediatra con jugosa consulta privada en la zona de la Vega Baja que utiliza ozonoterapia rectal para 'curar' niños con catarros frecuentes”.

Para corroborar su aviso, el mensaje ha sido contestado por un padre que ha contado su propia experiencia. “Solo voy a decir que gracias a este chamán mi hijo acabó 3 semanas ingresado en el hospital con una neumonía, con 11 meses, regalándonos a mi esposa y a mí las tres peores semanas de nuestras vidas”, explica Gus Tornero.

Este es solo un ejemplo de lo que puede provocar recurrir a pseudoterapias, pero este padre lo tiene claro. “La homeopatía mata, o casi. Afortunadamente mi hijo se escapó. Nunca más”, escribía. Sin embargo, matiza poco después que “evidentemente no fue por el ozono, fue por otras cosas. Más bien por no hacer que por hacer”, añade este padre escarmentado.

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2. Los médicos españoles piden al Gobierno un plan nacional contra las pseudoterapias.

FUENTE: Diario Médico

 

 

El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (Organización Médica Colegial) ha pedido el pasado 9 de octubre al Gobierno de España un marco regulatorio específico sobre pseudociencias y la creación de un Plan Nacional contra las Pseudoterapias. Lo cuenta José A. Plaza Plaza en Diario Médico. La Organización Médica Colegial (OMC) solicita acción por parte del Ministerio de Sanidad “ante la creciente proliferación de casos de pacientes en situaciones críticas por el uso de pseudociencias y/o pseudoterapias”, e insiste en su “más absoluto rechazo a estas prácticas contrarias a la verdadera ciencia, la profesión médica y los valores de la Medicina”.

Cabe recordar que la anterior ministra de Sanidad, Carmen Montón, anunció recientemente, en una entrevista con Diario Médico, que el ministerio estaba preparando una “estrategia general contras las pseudoterapias”. La actual ministra, María Luisa Carcedo, aún no se ha referido a esta cuestión en concreto, pero sí ha dejado caer –también en una entrevista con este periódico– que retomará las acciones que el equipo de Montón estaba preparando contras las pseudociencias.

El comunicado de la OMC llega después de que se conociera el caso de una paciente hospitalizada grave tras ser tratada por un médico homeópata y naturista, colegiado en el Colegio de Médicos de Jaén. La OMC apoya las acciones que el colegio y el Consejo Andaluz de Colegios están llevando a cabo contra este caso

La corporación, que preside Serafín Romero y que cuenta desde hace año y medio con un Observatorio sobre Pseudociencias –que aún no ha emitido informes oficiales– señala: “Ha llegado la hora de la creación de un marco regulatorio específico, contundente y claro, así como un mayor y mejor control del existente que, en la mayoría de los casos, no funciona adecuadamente o es demasiado laxo y permisivo”. Las consideraciones concretas de la OMC son las siguientes:

“El médico tiene la obligación de informar adecuadamente al paciente de que las pseudoterapias y pseudociencias no son una especialidad dentro de la Medicina y, por lo tanto, las formas de capacitación certificada dentro de estas áreas no constituyen una capacitación especializada reconocida por la comunidad científica ni legalmente en la mayoría de los países”.

“La oferta de productos, sustancias, remedios o técnicas con supuestos efectos curativos, sin ningún respaldo científico de efectividad ni evidencia contrastada, en especial para enfermedades graves, patologías psiquiátricas o en menores, constituyen un fraude sanitario y han de ser denunciados”.

“Todos los actos de intrusismo profesional, todas las actividades de las pseudoterapias y las pseudociencias que ponen en riesgo la salud pública de la población deben denunciarse ante las autoridades competentes. Esto incluye la publicidad engañosa y las webs no acreditadas que oferten servicios y/o productos pseudocientíficos que pongan en riesgo la salud de los pacientes”.

“Apoyamos todas las acciones que desde el Colegio de Médicos de Jaén y en su caso, desde el Consejo Andaluz de Médicos, se están llevando a cabo en relación con el médico denunciado, y solicita a todos los Colegios de Médicos de España, así como a todos los médicos colegiados que estén alerta ante situaciones que puedan conocer de mala praxis médica y ofertas pseudoterapeúticas engañosas y fraudulentas”

“Instamos al Ministerio de Sanidad y a los consejeros de Sanidad de las diferentes comunidades autónomas a un pronunciamiento expreso e inmediato sobre esta problemática que afecta a un número cada día mayor de ciudadanos y que está generando tan graves problemas para su salud personal y para la salud pública en general, por la consiguiente pérdida de oportunidad de tratamientos efectivos y contrastados por la evidencia científica y por los efectos secundarios derivados de estas rechazables prácticas”.

“Se necesitan políticas de los gobiernos que sean poco tolerantes con estas prácticas y una implicación real de todas las administraciones”.

“Solicitamos la creación de una Mesa específica sobre Pseudociencias y Pseudoterapias, coordinada desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, donde se sienten todos los agentes implicados y que tenga como objetivo la elaboración de un Plan Estratégico, que aborde de forma integral este fenómeno creciente y que tanto daño está ocasionando entre nuestra ciudadanía y en la credibilidad general de nuestra Sanidad”.

Respuesta del Gobierno español

María Luisa Carcedo ha anunciado el 10 de octubre que tanto el Ministerio de Sanidad como el Ministerio de Ciencia están “trabajando estrechamente”, y a través del Instituto de Salud Carlos III, en la elaboración de una “iniciativa de combate de las pseudociencias”. Así lo ha anunciado en su primera comparecencia en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados como ministra, tal como relata Paco Cordero en Con Salud.

La titular sanitaria ha afirmado, en este sentido, que su departamento está colaborando con el de Pedro Duque. En este sentido, ha reivindicado que “no es una novedad que el Gobierno de España sea un firme defensor de la evidencia científica en la práctica clínica”. La ministra ha precisado que mientras “de un medicamento se exige que haya cumplido su efecto”, no ocurre lo mismo “con los medicamentos homeopáticos”

Al mismo tiempo, he destacado que mientras “de un medicamento se exige que haya cumplido su efecto y haya cumplido y superado ensayos de eficacia y seguridad”, no ocurre lo mismo “con los medicamentos homeopáticos”. Por ello, ha mencionado cómo han instado a la Comisión Europea a que modifique la directiva recientemente transpuesta en España para que “deje de considerarlos como medicamentos”.

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3. Un investigador calcula las miles de muertes que se deben a pseudoterapias en España.

FUENTE: El Español

 

 

Las terapias alternativas se han convertido en uno de los grandes males de la medicina. Estas pseudociencias, que incluyen la archiconocida homeopatía, no sólo son ineficaces, sino que provocan muertes: la de las personas que acuden a tratamientos que realmente no tienen una base científica en lugar de a la medicina basada en la evidencia, así como la de las que sufren interacciones de las mal llamadas terapias complementarias con las convencionales. Lo cuenta Fran Sánchez Becerril en El Español.

Pero lo que no se había calculado hasta la fecha era el número de muertes aproximado que puede causar este uso de terapias alternativas (TA o CAM, de sus siglas en inglés). Esto es lo que ha hecho precisamente José M. Gómez Soriano, profesor de la Universidad de Alicante y doctor en Inteligencia Artificial y Reconocimiento de Formas, a partir de estudios como el realizado recientemente por investigadores de la Universidad de Yale publicado en el Journal of the National Cancer Institute, que revelaba que utilizar terapias alternativas cuando se tiene un cáncer podría duplicar las posibilidades de morir.

Pero, ¿qué significa esto en España? Gómez se ha aventurado en Twitter a calcular la gente que muere al año tras acudir a estas medicinas, un número que asusta y provoca estupor, aunque él mismo reconoce que podría no ser exacto. Así, según los cálculos de este “escéptico crónico” (como se define) se podrían haber evitado un total un total de 22.602 muertes, si estas personas hubiesen seguido tratamientos científicamente demostrados en lugar de acudir a medicina de curanderos. El profesor reconoce a El Español que estos cálculos tienen “un importante error de base”, ya que no hablan de las personas que usan las pseudoterapias junto a las convencionales, sino las que las utilizan en vez de las convencionales para tratarse el cáncer”.

Sin embargo, un estudio del Hospital Universitario de Vigo habla de un 26 % de pacientes que usan pseudoterapias junto a la medicina convencional. Pero los cálculos del investigador no tendrían en cuenta a ese tipo de pacientes, quizás con mejor pronóstico porque no renuncian a los tratamientos que sí han demostrado eficacia. Aun así, las cifras, que ha desgranado en un hilo que se ha viralizado en Twitter, permiten hacerse a la idea de que el uso de pseudoterapias no es sólo una cuestión de gustos, sino que tiene un impacto directo en la supervivencia de los enfermos de cáncer.

Los cálculos

Gómez ha echado cuentas de este modo: “Sabemos que en un año concreto hubieron 228.482 diagnosticados de cáncer. Ese mismo año murieron 109.425. Esto es una tasa de fallecidos con respecto a los diagnosticados del 47,89 % en un mismo año”. El resultado final: “Si los usuarios utilizando terapias alternativas mueren 109.425 y si no lo hubieran utilizado serían 86.823, podemos achacar al uso de CAM un total de 22.602”.

Asimismo, para reforzar su argumento, el profesor ha apuntado a un estudio publicado en el European Journal of Cancer. Éste hace una comparación de la tasa de morbilidad (proporción de personas que enferman en un sitio y tiempo determinado) entre dos grupos: los que usan terapias alternativas (TA) junto a la medicina convencional y los que no. “Y en este estudio sale que la diferencia es de un 17 %”, ha explicado el doctor.

Es decir, los que usan TA se mueren un 17 % más que los que no, aunque sigan con el tratamiento. “Con estos datos podríamos concluir sin duda alguna que usar TA en tratamientos oncológicos mata, ¿verdad?”, se ha preguntado. “Pues el problema que tiene esto es que no compara el tipo de cáncer, ni el estadio del mismo”, ha aclarado el profesor universitario.

“Por lo tanto, podría pasar que cierto número de personas de ese 17% se muriesen más porque al usar TA se retrase el tratamiento médico, con la pérdida de oportunidad terapéutica que esto acarrea o que, como pasa con la medicina ortomolecular, interfiera con la efectividad de los tratamientos médicos. Pero también puede ocurrir que de ese 17% haya una porción que lo tome cuando ya todas las vías anteriores se han cerrado y se hubieran muerto igual”, ha matizado.

Gómez ha concluido que “las personas que se mueren en el primer grupo se podrían achacar al uso de TA, pero al segundo no y como no sabemos a qué grupo pertenece los que se murieron porque en el estudio no lo explican, pues solo lo podemos suponer”.

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4. Abogado español recomienda lo que el Gobierno debería hacer con la homeopatía.

FUENTE: Voz Pópuli

 

 

El Ejecutivo español prepara un paquete de medidas contra las pseudociencias, incluida la homeopatía. El abogado Fernando Frías aclara la cuestión legal y el margen que tiene Sanidad –obligada a actuar antes del día 30 de octubre– para frenar este engaño colectivo. Lo hace en este artículo publicado en el medio digital Voz Pópuli. Frías es abogado, colaborador de la plataforma Naukas y especialista en la lucha contra las pseudoterapias. Reproducimos el artículo a continuación.

Hace unos días la diputada Eva García Sempere registró una serie de preguntas al Gobierno sobre la regulación de la homeopatía, y entre ellas si se va a permitir que los productos homeopáticos sigan teniendo la consideración de medicamentos. No es una pregunta muy original: si las academias científicas, los colegios médicos, las universidades y hasta organismos como nuestros Ministerios de Sanidad y Universidades nos muestran que la homeopatía carece de base científica y que sus productos no son más que placebos, ¿por qué la ley los considera medicamentos? ¿No se pueden sacar de una vez de las farmacias?

Lamentablemente, la respuesta es que no. Los productos homeopáticos son considerados medicamentos por la normativa europea (recogida actualmente en la Directiva 2001/83/CE), que también impone normas acerca de su procedimiento de autorización, incluyendo una modalidad simplificada que permite autorizarlos sin que sus fabricantes demuestren su eficacia o su seguridad. Los países con laboratorios homeopáticos importantes lograron introducir este régimen excepcional a principios de los años 90, y mientras siga en la Directiva los países miembros de la Unión no tienen más remedio que acatarlo.

Pero que la normativa obligue a consentir que los productos homeopáticos se vendan en farmacias y disfrazados de medicamentos no implica que haya que ponerles las cosas fáciles. Con mínimos retoques, siempre dentro de los márgenes que permite la Directiva, y sobre todo aplicando la legislación con firmeza, se pueden llevar a cabo medidas bastante restrictivas.

La primera es la aplicación al pie de la letra de lo que establece la normativa respecto a las autorizaciones. El lobby homeopático consiguió colar un procedimiento simplificado que permite autorizar sus productos sin necesidad de que se demuestre su eficacia, pero también impone una serie de condiciones:

- Los productos deben ser de administración oral o externa. En cualquier otro caso deberán acogerse al procedimiento ordinario.

- Deben estar suficientemente diluidos como para garantizar que son inocuos. Se trata de un monumental ejercicio de hipocresía: la regla prácticamente consiste en asegurarse de que los productos solo contengan excipientes inocuos (agua o azúcar), pero nada de principios activos.

- Ni en el envase, ni en el prospecto, ni en ninguna información sobre el producto (incluyendo la publicidad) puede hacerse ninguna afirmación sobre su uso terapéutico. Los productos deben llevar la leyenda “medicamento homeopático sin indicaciones terapéuticas aprobadas”.

Aplicar estrictamente esta norma supondría que los fabricantes solo pudieran utilizarlo para los productos de uso oral o tópico (nada de inyectables, supositorios, etc.), que no pudieran camuflar principios activos en forma de excipientes, y sobre todo que no pudieran publicitar los productos como si sirvieran para algo. Ni siquiera con la fórmula, tolerada en algunos países, de decir que el producto “es usado tradicionalmente para…”, que no deja de ser una forma de atribuirle propiedades terapéuticas y que, por tanto, está prohibida.

Por otra parte, si bien la norma exige, como hemos visto, que los productos autorizados por este procedimiento lleven en su envase la leyenda “medicamento homeopático sin indicaciones terapéuticas aprobadas”, hay que reconocer que no se trata de un texto demasiado claro. De hecho es una maniobra más de los fabricantes, que consiguieron cambiar la advertencia originalmente prevista en la Directiva, que decía que “este medicamento no ha demostrado su eficacia mediante pruebas científicas”. Pero que la norma diga que hay que incluir la primera frase no impide que aquí podamos obligar a que también se incluya la segunda, mucho más clara y por tanto más informativa para los usuarios a quienes les quieran colar inadvertidamente estos placebos.

Algo que también se podría evitar estableciendo que este tipo de productos solo puedan ser prescritos mediante receta médica. De hecho parece lo más razonable: si no han sido aprobados para tratar ninguna dolencia concreta, tendrá que ser un médico quien decida (con su criterio y bajo su responsabilidad, profesional y ética) para qué los prescribe.

La Directiva europea establece que los restantes productos homeopáticos podrán ser autorizados conforme al procedimiento ordinario, es decir, debiendo demostrar su eficacia y seguridad. La Directiva añade que en los Estados con tradición homeopática se podrán introducir normas especiales para la tramitación de estos expedientes, lo que ha dado lugar a que en países como Francia o Alemania se admita como “prueba” de eficacia las referencias bibliográficas, es decir, que si algún homeópata utilizó alguna vez el producto para tratar determinada dolencia y dijo que le había funcionado, se considera que esa eficacia queda demostrada.

Naturalmente esto es un disparate, y de hecho atenta contra la letra de la propia Directiva, que en su preámbulo indica que esas normas especiales son para la interpretación de los resultados de los ensayos clínicos, así que evidentemente no se puede prescindir de ellos. Pero en el fondo nos da igual: ni España tiene esa supuesta tradición homeopática ni tampoco tenemos normas especiales, salvo una pequeña coletilla que dice que el proceso de autorización de estos productos se llevará a cabo “teniendo en cuenta su naturaleza homeopática”. Lo cual, realmente, no dice nada.

Así que tenemos un segundo filtro, y muy potente: los productos que pretendan venderse como poseedores de alguna utilidad terapéutica (y en general los productos homeopáticos que no reúnan los requisitos para acogerse al procedimiento simplificado) deberán demostrar que realmente la tienen, mediante ensayos clínicos científicamente sólidos y en las mismas condiciones que un medicamento “convencional”. Algo que, en vista de los resultados que muestra la literatura científica, lograrán en pocos casos, si es que hay alguno.

Quizá a alguien le llame la atención que estemos hablando de las autorizaciones en futuro, teniendo en cuenta que los estantes de muchas farmacias ya están llenos de este tipo de productos. Pero es que en torno a la homeopatía todo es peculiar, incluyendo esto: aunque se vendan, ninguno de esos productos está legalmente autorizado.

La primera transposición de las normas europeas sobre productos homeopáticos se produjo en España hace casi veinticinco años, con el Real Decreto 2208/1994. Aquel Decreto establecía un régimen muy similar al actual, pero añadía una disposición transitoria según la cual aquellos productos para los que se solicitase la autorización podrían continuar en el mercado mientras esta se tramitase.

El problema es que la industria presentó nada menos que 19.000 solicitudes. El sistema se colapsó y el Ministerio de Sanidad no llegó a dictar ninguna autorización. Según la normativa vigente, pasado el plazo legal para dictarlas las solicitudes quedaron automáticamente desestimadas por silencio administrativo, pero el Ministerio tampoco hizo nada, ni siquiera obligar a los fabricantes a retirar aquellos productos del mercado. Lo que sí hizo, años más tarde, fue intentar solucionar la situación reanudando la tramitación de las autorizaciones. Pero entonces se encontró con un obstáculo inesperado: la industria no quería pagar las tasas correspondientes a los 19.000 productos. Y así estamos hasta la actualidad: contando con las tasas de autorización, las de renovación y las de carácter anual, la industria ha dejado de abonar unos 45.000.000 de euros a lo largo de todos estos años.

Sorprendentemente, con las anteriores administraciones la solución no fue exigir el pago de las tasas, sino ofrecer a la industria una rebaja. Por vía doble, además. Así, en primer lugar se les ofreció que para obtener la autorización no abonasen la que establece la ley para esos casos, sino la de renovación de autorización, bastante más reducida. Con las cuantías actuales, eso supone pasar de 608,69 a 313,55 € en el caso de los productos sin indicaciones terapéuticas, y de 8.603,75 a 1.553,56 € en los que las tengan.

Pero eso era sólo el principio. La ley establece también que cada extensión de un medicamento, es decir, cada modalidad adicional (variando la cantidad de principio activo, la forma de administración, la presentación, etc.) debe pagar también su correspondiente tasa, equivalente a un 70 % de la principal. Y los productos homeopáticos suelen tener muchas extensiones. Por ejemplo, la firma “Ibérica de Homeopatía” vende nada menos que 9.561 referencias distintas de homeopatía clásica, pero si analizamos su catálogo solo 392 son “principales”: las 9.169 restantes son extensiones. Y esa fue la segunda rebaja que la Agencia de Medicamentos pactó en su día con la industria: se les cobraría una tasa por cada línea de producto (digamos que por el producto “principal”), pero no tendrían que abonar las tasas de las extensiones.

Con los números anteriores antes es fácil comprobar el alcance de la generosidad de las ofertas: en vez de los 4.145.361,51 € que debería pagar, al laboratorio solo se le cobrarían 122.911,60. Una amnistía fiscal en toda regla.

Pero una amnistía fiscal ilegal: la cuantía de las tasas, los supuestos en los que se devengan y la obligación de pagar por las extensiones están establecidos expresamente en el artículo 123 de la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos, y un simple acuerdo de la Administración con la industria no puede ni rebajarlas ni perdonarlas. Y mucho menos en este caso: recordemos que no se trata de productos de primera necesidad o de un nuevo medicamento que suponga una mejora en el tratamiento de una enfermedad: son placebos. Placebos que, además, han estado vendiéndose durante dos décadas y media sin pagar tasas. Una rebaja en estas circunstancias no solo sería ilegal: también sería inmoral.

Como probablemente sería también inmoral no proceder contra esos fabricantes que han estado vendiendo sus productos sin autorización. La normativa obliga a autorizar y registrar como medicamentos los productos que cumplan los requisitos legales, pero también establece como infracción muy grave la venta de medicamentos que no hayan obtenido esa autorización y ese registro. Y eso es lo que han estado haciendo los fabricantes: unos porque, cuando sus solicitudes de 1994 quedaron denegadas por silencio administrativo, deberían haber acudido a los tribunales o vuelto a reiterar sus solicitudes, pero prefirieron aprovecharse de la inactividad de la administración para seguir vendiendo sin tener que pagar tasas. Y otros porque, al ver esta situación, han ido llegando al mercado en los años posteriores, sin que nadie les haya molestado.

De modo que nada de rebajas fiscales y nada de hacer la vista gorda: ya que hay que aplicar la normativa (entre otras cosas porque un laboratorio homeopático denunció a España ante las autoridades europeas), apliquémosla, pero a rajatabla. Y si eso implica que los fabricantes no puedan vender tantos productos como esperaban, que no puedan hacer la propaganda que quisieran, y que tengan que afrontar sus obligaciones fiscales y sus responsabilidades administrativas en las mismas condiciones que cualquier otra empresa, que sea así. ¿O es que vender placebos haciéndolos pasar por medicamentos se merece un trato de favor?

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5. España: de la celebración de un congreso sobre MMS y autismo… a una denuncia gubernamental.

FUENTE: Varios medios

 

 

La celebración de un evento reciente sobre el autismo y el uso de la sustancia tóxica MMS para su supuesta “curación” ha originado una fuerte polémica por su cancelación en varios lugares y su definitiva realización. Posteriormente, el mismo Gobierno de España ha denunciado la sustancia. Recogemos aquí algunas de las informaciones más significativas.

Rechazo del Colegio de Médicos de Zaragoza

El Colegio de Médicos de Zaragoza (COMZ) manifestó su rechazo ante la posible celebración en Zaragoza, el pasado 14 de octubre, de la conferencia ‘Enfermedades raras y autismo’. Lo hizo con un comunicado hecho público el 10 de octubre, en el que la institución colegial denuncia que los conferenciantes de esta charla, no siendo profesionales médicos, presuntamente difunden prácticas sin una base científica sostenible, incurren en intrusismo y pueden suponer un peligro para la salud pública.

En el cartel anunciador de esta charla se señala que intervendrán Enric Cerqueda, Josep Pàmies, Sisco Florez y Gregorio J. Placeres, representantes de pseudociencias que sostienen que ingerir clorito de sodio cura el autismo, un compuesto declarado ilegal por la Agencia Española de Medicamentos desde 2010 por sus efectos adversos.

Desde el COMZ se pide además a las autoridades y Administraciones competentes que hagan lo posible para evitar que tenga lugar, debido a que este tipo de prácticas son claramente fraudulentas y solo contribuyen a generar desconcierto sobre los tratamientos avalados por la evidencia y a empañar la labor de los profesionales cualificados que trabajan cada día para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

La institución médica está contra el intrusismo y las prácticas que carecen de evidencia científica contrastada, irresponsables y contrarias a la profesión médica y los valores de la Medicina. Es obligación del Colegio recordar el deber de respetar y cumplir adecuadamente con los principios, deberes y valores contenidos en el Código de Ética y Deontología Médica donde se constituye el criterio y guía de conducta para el adecuado ejercicio profesional. Además, el COMZ subraya que la principal lealtad del médico está con el paciente cuya salud debe anteponerse a cualquier otra conveniencia.

El Colegio de Médicos de Zaragoza recuerda además que esta charla ya ha sido denunciada en otras ocasiones por la Asociación Española de Profesionales del Autismo (AETAPI) y la Confederación Autismo España. Además de que recientemente fue suspendida en Lérida cuando fue vetada por el departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña.

Jugar con la desesperación de la gente

Una mujer en coma en Jaén tras recibir un tratamiento homeopático; una especie de lejía que se vende en Barcelona para curar el autismo... Estos dos casos están llamando mucho la atención estos días, y es éste otro episodio más en la lucha contra la pseudociencia y pseudoterapias que están al margen de la medicina. Lo cuenta Ruth García en Cadena Ser Murcia. Estos dos últimos casos conocidos en España de pseudoterapias han llevado al Consejo General de Colegios de Médicos a pedir un pronunciamiento de Sanidad de forma expresa.

Precisamente la charla del autor de ese producto fraudulento –el de la lejía diluida como solución para casi todo– que se iba a celebrar el pasado mes de julio en Cartagena, se consiguió parar por el Colegio de Médicos de la Región de Murcia, que ha puesto en marcha un plan para detectar las “Pseudociencias, el Instrusismo y la Publicidad Engañosa”, por poner en peligro la seguridad de los pacientes. Para Isabel Montoya, hay que concienciar socialmente del peligro de estas acciones, y hay que empezar incluso desde el propio colectivo médico.

Montoya reconoce que es peligrosa la forma que tienen de instalarse socialmente, ya que 'juegan' con la desesperación de pacientes que no ven salida desde la medicina tradicional a sus problemas de salud. Reconoce que es difícil de parar, salvo que se esté en alerta permanente.

Reacción en Cataluña y Canarias

El Departamento de Salud del gobierno catalán ha anunciado que abrirá un expediente sancionador contra la asociación Dolça Revolució, que está presidida por Josep Pàmies, por llevar a cabo un acto en el que se defendió el uso de productos pseudoterapéuticos para la cura del autismo. Desde la Consejería ya habían advertido a los promotores del evento que no podían “promocionar un producto declarado medicamento ilegal y prohibido desde el 2010 por las autoridades sanitarias”, así lo han asegurado desde Salud en referencia al MMS, un producto que contiene lejía (clorito de sodio) y que se vende en el círculo.

Según leemos en Redacción Médica, Alba Vergés, consejera de Salud que se encuentra de baja por maternidad, se ha hecho eco de la noticia y ha apuntado en su Twitter: “No permitiremos que se promocionen productos ilegales que no tienen base científica. Actuaremos con contundencia y combatiremos los engaños en salud”.

Hace escasos días que se conoció la noticia de que uno de los eventos en los que Pàmies iba a promocionar las pseudoterapias en las Islas Canarias había sido cancelado gracias a la presión ejercida por el Colegio de Médicos de Las Palmas. “Desde que tuvimos conocimiento el miércoles por la noche de que se iba a desarrollar esta jornada nos empezamos a mover para paralizar y este jueves por la mañana hemos hablado con el Cabildo y las instituciones insulares y locales para conseguir su anulación y de momento ya ha sido paralizada la del día 5”, explicaron fuentes del Colegio de Médicos de Las Palmas a Redacción Médica.

Intervención del Gobierno

Finalmente, la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, ha anunciado el pasado 18 de octubre que su departamento presentaría ese mismo día una denuncia ante la Fiscalía para que actúe contra quienes venden un falso remedio contra el autismo. Carcedo se refiere al MMS, un producto que se usa industrialmente como blanqueante (es un hipoclorito, el mismo tipo de molécula que la lejía). Informan sobre ello Emilio de Benito y Jessica Mouzo Quintáns en el diario El País.

La ministra ha explicado que actúa después de recibir más de 136.000 firmas recogidas por el Comité para la Promoción y Apoyo de la Mujer Autista. La consulta se basa en que en 2010 la Agencia Española del Medicamento prohibió su uso al constatar su potencial riesgo para la salud, por lo que Sanidad pide que se investigue a quienes siguen publicitándolo por un posible delito contra la salud pública.

El MMS, solución mineral milagrosa, “no es más que una lejía diluida, un blanqueante industrial y desinfectante”, explica Emilio Molina, de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP). “Lleva difundiéndose varias décadas. Empezó en Estados Unidos y su promotor, Jim Humble, incluso montó una secta para promocionarlo”, dice. “Aparte de que no ha demostrado ninguna eficacia, tiene graves riesgos de problemas gastrointestinales, úlceras... Hay pacientes que creen que están expulsando parásitos, y son restos de los intestinos que se corroen. En el fondo, se le pueden aplicar los mismos efectos adversos que a la lejía”, añade.

En España, el mayor promotor de esta y otras pseudoterapias es Josep Pàmies, muy popular en Cataluña. “Quizá por a distancia en Madrid ha llegado menos”, dice una portavoz de Autismo Madrid. De hecho, el Govern catalán le ha abierto dos expedientes sancionadores por publicitar este producto en su página web y en un congreso pseudocientífico. “Es capaz de decir en la misma frase que el sida no existe y que él te vende la cura”, critica Molina.

El primer expediente sancionador se puso en marcha después de que la Generalitat constatase que se publicitaban las presuntas bonanzas del MMS en la página web de Pàmies. Según este conocido divulgador pseudocientífico, este compuesto curaría el autismo, el ébola y la malaria. El segundo expediente sancionador se tramitó el pasado fin de semana cuando el Govern comprobó que Pàmies había hecho caso omiso a sus advertencias y había seguido adelante con un congreso pseudocientífico —incluso lo retransmitió a través de sus redes sociales— en el que apuntaba a que el autismo es curable con la ingesta de MMS.

La Generalitat le había enviado un requerimiento para advertirle de que no podía promocionar un medicamento ilegal —así lo recoge la ley de medicamentos y productos sanitarios— y le instó a que evitase hablar sobre este compuesto en su conferencia. Pàmies dijo, en un primer momento, que suspendería el congreso pero finalmente siguió adelante con el acto y defendió el uso del MMS para tratar el autismo.

La presidenta del comité de mujeres autistas que ha promovido la protesta, Carmen Molina, cuenta que han sufrido todo tipo de ataques, por quienes defienden el producto y a sus promotores, desde tirarles la web a llamadas insultantes a casa. “Actúan como una secta”, afirma. Molina afirma que decidieron actuar porque últimamente Pàmies estaba actuando “muy a cara descubierta”. “Era el momento de que las autoridades tomasen medidas”, afirma.

Por teléfono, Pàmies cuenta que “está encantado” de que el ministerio de Sanidad le denuncie, informa Javier Portillo. “Será un gusto acudir al juzgado. Lo estaba esperando”, sostiene, y añade que quiere que sea la propia ministra, María Luisa Carcedo, la que demuestre ante el juez que el clorito es lejía. “A ver si tiene narices”, sentencia.

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6. Científicos navarros: la homeopatía “se está convirtiendo en una religión para mucha gente”.

FUENTE: Noticias de Navarra

 

 

Decenas de científicos navarros y con formación académica en la Comunidad Foral de Navarra (España) se muestran en contra del tratamiento de enfermedades a través de las pseudociencias. Lo hacen a través de su adhesión a una carta promovida por la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP), la ARP-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico, el Círculo Escéptico y la Red de Prevención Sectaria y del Abuso de Debilidad RedUNE y FarmaCiencia, en la que piden a la ministra de Sanidad, María Luisa Carcedo, que trabaje en la protección de los derechos del enfermo y sus familias creando nuevas leyes y haciendo cumplir las ya existentes.

En este texto, avalado por más de un millar de especialistas, parte de una clara premisa: “las pseudociencias matan”. Se trata de una afirmación que hacen apoyada en casos como el de Mario Rodríguez, enfermo de leucemia que falleció al complicarse su tratamiento tras el abandono del tratamiento aconsejado por un supuesto profesional de la medicina naturista y ortomolecular, o el de Rosa Morillo, que murió tras tratarse un cáncer de mama solo con homeopatía y otras pseudomedicinas inútiles contra un tumor. Lo explican Leticia de las Heras y Rubén Plaza en Noticias de Navarra.

Entre los problemas existentes, la carta alude a la presencia de médicos colegiados que infringen el código deontológico, “con el beneplácito de sus respectivos colegios de médicos”. Así mismo, denuncia la presencia de personas no profesionales que, asegura, “infringen la legislación de centros sanitarios para, además, ofrecer servicios y productos que van contra de los derechos de los enfermos”. Por otro lado, el texto hace referencia a la facilidad de adquirir lo que ellos califican como “falsos tratamientos”, ya que, afirman, “están vendiéndose de forma libre en las farmacias españolas, a pesar de no tener ninguna eficacia”.

El investigador navarro Sergio Bárcena Varela, licenciado en Biología y Bioquímica y doctor en Biomedicina, es uno de los expertos que apoyan públicamente este escrito. Como punto de partida, señaló que “a la homeopatía no se le puede llamar medicamento”, apuntando que existen además otra serie de pseudoterapias igualmente ineficaces para tratar enfermedades. “Una de las cosas que se avala de la homeopatía es que no tiene efectos secundarios, pero tampoco los tiene primarios –explicó–. Como tal no tiene peligros ni beneficios, porque básicamente es agua con azúcar, el riesgo está en que, como consecuencia de tomarlo, se abandonen otras terapias que sí son efectivas”.

A pesar de las evidencias, el investigador, que en la actualidad trabaja en la Universidad de Navarra, aludió a la dificultad de evadir a algunos de quienes lo toman. “Se está convirtiendo en una religión para mucha gente y no se les puede convencer a pesar de que la ciencia tire al traste todos sus argumentos”, reflexionó.

La enfermera Cristina Muro, también firmante, alertó del especial riesgo que tienen estos tratamientos en enfermedades como el cáncer, en las que la vida del paciente está en juego. “Si tienes tos y optas por esto pues como quien se toma una juanola [gragea de regaliz], el riesgo está en las personas con enfermedades con riesgo de vida o demencias que están optando por la homeopatía o curanderos” advirtió.

Muro, que desde hace ocho años ejerce en la residencia de ancianos Nuestra Señora de Gracia en Tudela, aseguró que “en la residencia lo que se da es la medicación que pauta el médico”, no suministrando ningún otro tipo de sustancias. A pesar de esto, indicó, sí tienen entre los internos a una persona que recurre a la homeopatía. “Su hijo nos trajo una medicación homeopática para suministrarle, pero decidimos que solo íbamos a darle lo recetado por el médico”, precisó apuntando que es este familiar quien, bajo su responsabilidad, se encarga de ello. “No tenemos ningún derecho para prohibírselo al igual que él tampoco puede obligarnos”, comentó señalando que sí le informaron sobre la falta de fiabilidad y riesgos que conlleva.

Entre los firmantes se encuentra también el oncólogo Joaquim Bosch-Barrera, que se sirvió recientemente de las redes sociales para denunciar estas prácticas con el caso de una mujer con un cáncer de mama en estado avanzado y tratamiento homeopático que atendió durante una guardia. A través de Twitter, el oncólogo doctorado en la Universidad de Navarra y que en la actualidad trabaja el Instituto Catalán de Oncología, publicó una fotografía del pecho de la mujer en la que aludía a que, según ella, su terapeuta le había dicho que era bueno que el tumor saliese hacia fuera porque significaba que se estaba oxigenando. “Para todo tienen una respuesta estos desalmados. Juegan con la vida y salud de personas humanas”, tuiteó el oncólogo considerando que, “si eso lo hace un médico acaba entre rejas, mientras que ellos siguen enriqueciéndose engañando a nuevos enfermos”.

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7. Denuncian la enseñanza de pseudociencias en la Universidad de Extremadura.

FUENTE: Hoy

 

 

Curso especialista en acupuntura y moxibustión, que consiste en la cauterización por medio de la quema de una planta en los puntos en los que se insertan las agujas, y curso máster en musicoterapia. Son las acciones formativas que, en la actualidad, se están impartiendo en la Universidad de Extremadura (UEx) y que están centradas en las llamadas pseudoterapias. Éstas son rechazadas de forma rotunda especialmente por médicos y familiares de afectados, personas que han dejado tratamientos avalados científicamente por prácticas, como es el caso de las pseudoterapias, que no tienen este aval. Lo cuenta Ana B. Hernández en el diario local Hoy.

Es el motivo por el que científicos y médicos han pedido al Gobierno que actúe de manera decidida contra el fenómeno de las pseudociencias y por el que la Organización Médica Colegial (OMC) puso en marcha hace algo más de un año el Observatorio contra las pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias. En el mismo se recogen las 139 terapias no convencionales que existen y que se han extraído del único documento sobre estas prácticas que hay y que fue publicado por el Ministerio de Sanidad en 2011. En el estudio detallado por la OMC se identifican las diferentes prácticas en función de su peligrosidad para el paciente.

Respecto a las que se están impartiendo en la UEx, tanto la acupuntura como la musicoterapia aparecen sin marcar, porque se considera que se trata de técnicas que tienen probado un beneficio para el tratamiento o alivio. En el caso de la moxibustión, está en rojo como aquellas otras que la OMC considera que son un fraude.

Pero en cualquier caso, desde esta entidad, se cuestiona que formen parte de la oferta de una universidad pública: «El mundo académico sabe lo que está reconocido y lo que no lo está, y estas prácticas no tienen ningún sustrato legal, por lo que desde la universidad se deberían revisar», señala Jerónimo Fernández Torrente, coordinador del Observatorio contra las pseudociencias de la OMC. «La UEx debería revisar sus cursos», insiste Carlos Arjona, presidente del Consejo de Colegios de Médicos de Extremadura. «Estamos hablando de cursos sobre terapias que no tienen ninguna evidencia científica; no parece oportuno cuando hablamos de una universidad», añade.

Según la información que detalla la UEx en su web, Acupuntura y Moxibustión se ofrece como un curso especialista de 22 créditos. El precio de matrícula es 1.320 euros, está organizado por el Departamento de Terapéutica Médico-Quirúrgica y los requisitos para acceder al mismo son: licenciado o graduado en Medicina, diplomado o graduado en Enfermería, Fisioterapia, Podología y Terapia Ocupacional. Comenzó el 21 de septiembre y concluirá el 23 de junio de 2019. Entre otros contenidos, los participantes conocerán los orígenes y el estado actual de la medicina tradicional china y aprenderán los fundamentos de la acupuntura tradicional china y la moxibustión.

En cuanto al objetivo del curso, en la web se señala que «es responsabilidad del ámbito universitario ofrecer formación de calidad a los profesionales sanitarios en el campo de las terapias médicas no convencionales, como la acupuntura tradicional china y moxibustión, área de creciente demanda, tanto a nivel nacional como internacional».

Sin críticas

La formación en musicoterapia es un máster universitario. Tiene 60 créditos, el coste de la matrícula asciende a 2.600 euros. Empieza hoy mismo, se desarrollará hasta el 21 de julio de 2019 y está organizado por el mismo departamento. «Este máster pretende ofrecer a los participantes la adquisición de conocimientos teórico-prácticos y vivenciales, según estándares europeos, para poder ejercer como musicoterapeuta», explica la UEx en su web. Añade que «la musicoterapia es una disciplina terapéutica que cada vez está tomando más relevancia en el abordaje de multitud de patologías y circunstancias», así como que «su implantación está cada vez más extendida en ámbitos que van desde hospitales hasta centros educativos, de mayores o de atención a la discapacidad».

Desde la Universidad de Extremadura se explica que ambos cursos no han recibido ninguna crítica hasta la fecha, que han sido aprobados tanto por el Departamento de Terapéutica Médico-Quirúrgica como por el Consejo de Gobierno de la institución y que cuentan con una gran demanda. Destaca también que no se trata de formación reglada, sino de títulos propios a través de los cuales la UEx se puede acercar a disciplinas no científicas, pero con una metodología científica. Afirma que los cursos se imparten tanto por especialistas en Medicina como en Psicología.

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8. Las redes sociales y la acción de las “influencers” que promueven chamanismo y pseudoterapias.

FUENTE: El País

 

 

“Si algo me cuadra, no me hace falta que esté demostrado científicamente”. A Miranda Makaroff (292.000 seguidores en Instagram e imagen de varias firmas de moda) le encantan las pseudociencias. La influencer ha defendido desde sus redes sociales y en alguna que otra entrevista su entusiasmo por lo que el ministro de Ciencia cataloga como “teorías de sacacuartos peligrosas”. Así comienza un artículo de Noelia Ramírez publicado en el diario español El País, titulado “Chamanas de Instagram: la invasión de las ‘influencers’ de la pseudociencia”.

Makaroff disiente y unas veces anima a leer las teorías de curanderos como Francisco Moya (un radiólogo con consulta que sostiene que toda patología, también el cáncer, tiene un origen emocional. Que si enfermamos, básicamente, es porque no somos lo suficientemente positivos); otras, publica stories en su cuenta de Instagram donde recomienda la lectura de libros como Spiritual Growth y narra su epifanía tras entender que su eczema atópico se curó por su felicidad personal. Motivo para concluir, sustentándose en las teorías del libro, que lo mismo los seres humanos enferman porque no nos queremos lo suficiente a nosotros mismos.

Makaroff no hace negocio con las pseudociencias aunque haga apología de ellas con sus seguidores. Otras estrellas, como Gwyneth Paltrow, sí han edificado un mastodóntico imperio empresarial –Goop, valorado en 200 millones de dólares– a base de mercantilizar los miedos de la mujer occidental con terapias alternativas. Suyo es el arte de dominar el wellness, ese cajón de sastre en el que médiums y curanderos se mezclan con perfiles médicos poco ortodoxos ofreciendo supuestas respuestas a la ansiedad y debilidades más oscuras de la mujer moderna (¿Por qué me veo gorda? ¿Por qué me veo vieja? ¿Por qué no duermo bien? ¿Por qué no me sube la libido?).

Paltrow monetiza remedios por los que la comunidad científica ha puesto el grito en el cielo en repetidas ocasiones –y por los que ha sido hasta multada– pero a ella, todas estas denuncias, plin. Hasta las agradece. La viralidad de esa indignación, ironías del destino, redirige a su web y aumenta sus beneficios de forma directa, algo por lo que ella se vanaglorió personalmente en el indispensable perfil del suplemento de The New York Times que firmó este verano la siempre afilada Taffy Brodesser-Akner.

El wellness de la actriz y empresaria a ratos y sus sucedáneos, acogidos con entusiasmo por las revistas femeninas en la última década, ha derivado en un nuevo fenómeno al hilo del auge del marketing feminista y la popularización de las redes sociales: la eclosión de las denominadas influencers de la pseudociencia. Chicas estilosas, hábiles en la neoestética del rosa millennial y de la narrativa del meme. Se venden como brujas y chamanas modernas y lo mismo comparten una cita de Gloria Steinem que te venden “un elixir de hierbas para abrir el corazón”.

Son místicas ensalzadas por las revistas de tendencias que se suben al carro del empoderamiento femenino –algunas lo bautizan como “activismo espiritual”–, mientras se lucran vendiendo las bondades de piedras mágicas, tutoriales de construcción de altares o rituales de brujería moderna para “desterrar a una persona tóxica”. Que nadie las confunda con las W.I.T.C.H, el grupo feminista de los 70 que imitó la iconografía visual de las brujas como recurso activista. Hablamos de mujeres que han construido una marca pseudocientífica bajo el envoltorio cool del marketing activista que triunfa tras el despertar feminista global.

Gabriela Herstik se autodenomina “alquimista de la moda y bruja moderna”, tiene columna en revistas y webs de éxito como Nylon, i-D o Broadly, 15.000 seguidores en Instagram y el próximo cuatro de octubre publica con Roca Editorial la traducción al castellano de Cómo ser una bruja moderna, un compendio de consejos vitales porque, según cuenta en la presentación del libro sabe “que cada palabra tiene magia y agregarle un poco de lápiz labial nunca duele”. Entre sus páginas hay una guía de “estilo espiritual” con guiños desde Patti Smith a Morticia Adams, tutoriales para preparar agua bendita o un capítulo dedicado al Abecé de los cristales y la astrología.

Herstik, en este nuevo paradigma, no es la única en promulgar estas bondades. Chani Nicholas también arrastra un culto de fans (163.000 seguidores en Instagram) con sus memes en los que mezcla cultura pop y críticas al patriarcado con la astrología, escribe columnas para el newsletter de Lena Dunham y en su web publicita workshops sobre “La sabiduría de las diosas”.

“Los pensamientos son energía que se transforma en lo que tú decidas” o “mirad, yo me pongo fluorita al lado del ordenador para evitar las ondas negativas y las caquitas de la tecnología”. Éstos son algunos de los consejos que ofrecen las influencers ‘chamánicas’ que denunció este verano Rocío Vidal en su canal de YouTube. Conocida bajo el alias de “La Gata de Schrödinger”, esta periodista de Castellón con máster en comunicación científica descubrió desde su plataforma dos casos de influencers espirituales españolas relacionadas con el mundo de la moda y belleza –ambas promocionan marcas de este ámbito en sus cuentas–.

Vidal voceó sus casos alegando que se lucraban con las terapias alternativas apelando a las inseguridades de sus seguidoras. Se trataba de María Cadepe (256.000 seguidores) y Claudia Ayuso (129.000 seguidores), dos chicas que se habían especializado en la cultura del lifestyle y que en los últimos meses viraron su filosofía y posts de recomendaciones a una labor mucho empresarial. Las influencers se asociaron con una astróloga británica bajo el dominio “Live by your soul”, donde ofrecían sesiones de “conversaciones con tu alma” (durante 45 minutos y por unas 50 libras por Skype te limpiaban el aura a distancia y te equilibraban los chacras); por 70 libras te hacían la carta astral y por 20 libras te mandan un PDF con tu animal espiritual. La polémica llevó al cierre de la web y ahora estas dos jóvenes venden sus productos y terapias desde sus dominios personales.

“No pretendía criticar gratuitamente”, aclara a El País Vidal, y hace hincapié en el hecho de que las jóvenes se lucran con terapias pseudocientíficas. “Hice el vídeo porque estas chicas venden unas vidas idílicas desde sus redes y pueden influenciar y aprovecharse de gente vulnerable, desesperada o con problemas de salud. Muchas chicas jóvenes quieren replicar estas vidas y puede ser problemático si se sustentan en la pseudociencia”. Las dos influencers afectadas respondieron desde sus redes alegando ser víctimas de una “caza de brujas”.

Vidal no desfallece. “Hay mucho mito que desmontar: imagina que una persona enferma deja de tomar su medicación o, desesperada, se pasa a este tipo de prácticas que se aprovechan de sus debilidades, es ahí cuando se debe denunciar”. Más allá del bodegón preciosista con cristales rosas curativos y la excusa de reunir a unas amigas para establecer un hechizo entre risas, un centenar de médicos y científicos pidieron recientemente a la ministra de Sanidad firmeza con las pseudoterapias tras la muerte de Rosa Morillo, una mujer que abandonó su tratamiento de cáncer para recurrir a la homeopatía: “Seamos claros: las pseudociencias matan”.

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9. Los médicos de Canarias denuncian a un terapeuta que utilizaba veneno de abeja.

FUENTE: ABC

 

 

El Colegio de Médicos de Las Palmas (España) confirmó el pasado 4 de octubre que ha puesto en manos de las autoridades a un experto en usos de medios naturales de supuesta medicina y que trataba a sus clientes con veneno de abejas, sin ningún tipo de titulación sanitaria. Esta práctica, a juicio de los médicos canarios, no tiene base científica y está cerca del «chamanismo». La entidad canaria ha advertido de que el veneno de abeja «sólo tiene indicación clara en medicina dentro de complejos protocolos de desensibilización de pacientes que han sufrido reacciones alérgicas con picaduras de abeja».

«Estos tratamientos son de obligado ámbito hospitalario, en situaciones excepcionales y deben ser supervisados directamente por médicos alergólogos. El riesgo es tal que la normativa exige equipos de resucitación cuando se hacen estas pruebas», indicó a ABC un portavoz del Colegio de Médicos de Las Palmas.

El Colegio de Médicos aconseja avisar a los pacientes de que el uso del veneno de abeja tiene riesgo de reacciones alérgicas graves e, incluso, puede provocar la muerte. «Aunque la mayoría de las picaduras de abejas dan reacciones cutáneas leves, cada año son responsables de varias muertes en nuestro país», detalla.

Los médicos recomiendan a los ciudadanos que ante cualquier práctica como la denunciada en este caso, que crean «más próxima al chamanismo y la charlatanería que a la medicina», se informen con carácter previo en cualquiera de los colegios profesionales sanitarios. El Colegio de Médicos de Las Palmas recalca que se reserva «el derecho de denunciar ante los tribunales las prácticas acientíficas, pseudoterapias y peligrosas llevadas a cabo por curanderos» y alerta sobre sus riesgos a la población.

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10. Científico española asegura: “la homeopatía no cura nada”.

FUENTE: El Diario Montañés

 

 

Están en las farmacias, parecen medicamentos convencionales, pero no lo son. “La homeopatía, no nos equivoquemos, es una pseudoterapia 100 %, sin la mínima duda. La homeopatía es nada menos que agua con azúcar. La homeopatía no cura nada”, explica Margarita del Val, doctora en Químicas y vocal de la Confederación de Sociedades Científicas de España. Lo leemos en El Diario Montañés.

«No es agua con azúcar», se intenta defender Alberto Sacristán, presidente de la Asamblea Nacional de Homeopatía. «Es un excipiente con un medicamento homeopático a la dilución según las farmacopeas europeas». Aunque tan diluido que no pasaría, dicen los críticos, del efecto placebo. «No hay principios activos que puedan tener efecto terapéutico», indica Elena Campos, investigadora del CSIC y presidenta de la Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP). «Los productos homeopáticos que, en su momento, se llegaron a autorizar para su venta aquí en España eran precisamente sin indicación terapéutica aprobada».

Lo peor, que pacientes abandonan su terapia, incluso para tratar tumores. «En ningún momento puede considerarse una alternativa para el tratamiento del cáncer», comenta María Sereno, oncóloga médica. «Una alternativa a los tratamientos convencionales como puede ser la quimioterapia, la radioteria, las terapias dirigidas o los nuevos tratamientos de inmunoterapia».

Pero los médicos homeópatas afirman que no quitan el tratamiento oncológico de ningún paciente que quiera recibir ese tratamiento, sino que añaden la homeopatía como soporte para los efectos adversos. «Esto pide que sea más fuerte todavía el control de este tipo de médicos, porque realmente este tipo de médicos, a sabiendas de que es una pseudoterapia que no funciona, sin embargo, la están utilizando», responde rotunda Margarita del Val.

El Ministerio ha empezado a dar pasos y afirma que ha encontrado la predisposición de la Unión Europea. En lo que sí coinciden todos, incluidas las asociaciones homeopáticas, que sólo los médicos colegiados pueden tratar a un paciente. «Yo soy médico de familia», cuenta Alberto Sacristán. «Yo trato a mi hijo que tiene 2 años; a mi padre, que tiene 70, les trato con homeopatía». Que nadie se deje llevar por un intruso por muy blanca que sea la bata.

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.