Servicio diario - 27 de octubre de 2018


 

Documento final: Participación más activa de los jóvenes y las mujeres en la Iglesia
Rosa Die Alcolea

Sínodo: "El Espíritu nos entrega el documento para que trabaje en nuestros corazones"
Rosa Die Alcolea

Sínodo de los Obispos: Elección del XV Consejo Ordinario
Rosa Die Alcolea

"Arzobispo Gómez: se trata de un encuentro personal con Jesús; de lo contrario, estás perdiendo tu tiempo y esfuerzo"
Deborah Castellano Lubov

Sínodo 2018: "Los jóvenes deben ser los evangelizadores del ambiente digital"
José Antonio Varela Vidal

Guatemala: Beatificación de los mártires Tullio Maruzzo y Luis Obdulio Arroyo
Redacción

Cuba: Los obispos aportan al proyecto de Constitución
Redacción

Jordania: Pésame del Papa por las víctimas de las inundaciones
Rosa Die Alcolea

San Rodrigo Aguilar Alemán, 28 de octubre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

27/10/2018-21:22
Rosa Die Alcolea

Documento final: Participación más activa de los jóvenes y las mujeres en la Iglesia

(ZENIT — 27 oct. 2018).- Paolo Ruffini, Prefecto del Dicasterio para la Comunicación del Vaticano, ha presentado el documento final del Sínodo sobre los jóvenes, en la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el 27 de octubre de 2018, describiendo algunas propuestas concretas de los padres sinodales.

El Documento contiene los 364 modos, es decir, las enmiendas, que se han presentado. "La mayoría de ellos —añadió el Relator General— fueron precisos y constructivos". "Es un documento muy rico", ha descrito Ruffini, ha sido aprobado por mayoría "muy por encima" de los 2 tercios previstos.

De los 268 Padres sinodales con derecho a votar el documento final en la XV Asamblea Ordinaria del Sínodo, solo 249 padres han estado presentes en la votación, de los cuales 166 han aprobado por mayoría el documento.

 

Camino de Emaús

El documento final del Sínodo sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional tiene 60 páginas —en italiano— 3 partes en el esquema narrativo de los Discípulos de Emaús, tituladas: "Él caminó con ellos", "Sus ojos se abrieron", "Se fueron sin demora", y dentro de cada parte, hay 4 capítulos, en total 167 párrafos. El texto finaliza con 3 puntos que apunta a la llamada a la Santidad.

"¿Qué es este documento?", ha recordado Ruffini la pregunta formulado en numerosas ocasiones estos días previos por los periodistas. "La respuesta más exacta ya la ha dado el Papa. De momento se trata de un documento dirigido sobre todo a todos los padres sinodales y a él mismo, para que reflexionen sobre el documento, para que puedan practicas el discernimiento y para que la Iglesia siga adelante con su camino sinodal", ha explicado. "Un documento que se dirige al Santo Padre, a lo largo del tiempo, el Papa va a rezar y a reflexionar sobre esto".

 

Instrumentum laboris

El Instrumentum laboris es el punto de referencia (puntos 2 y 3 del documento). Ha sido la base del trabajo del Sínodo, y ha servido como guía para trabajar en el Sínodo. Y este documento final es "hijo" del Instrumentum laboris y fruto de este trabajo.

Sobre la sinodalidad también se ha debatido (puntos 120, 121 y 123), sobre el proceso sinodal, que no se queda aquí, sino que sigue en el seno de las conferencias episcopales, ha explicado Ruffini. Con respecto a los jóvenes, el Prefecto ha destacado algunas propuestas.

 

Participación activa de los jóvenes

El prefecto del Dicasterio para la Comunicación se detuvo particularmente en el número 123 del documento, en el que el Sínodo "pide que se haga efectiva y ordinaria la participación activa de los jóvenes en los lugares de corresponsabilidad de las Iglesias particulares, así como en los organismos. Conferencias episcopales y la iglesia universal".

También solicita "que se fortalezca la actividad del Departamento de Juventud del Dicasterio para los laicos, la familia y la vida, incluso mediante el establecimiento de una organización que represente a los jóvenes a nivel internacional".

 

Coordinación de las realidades pastorales

El número 141 exige una "mejor coordinación" de las realidades pastorales que afectan a los jóvenes: jóvenes, familiares, profesionales, académicos, sociales, culturales, caritativos, de ocio, etc. De hecho, en este "mundo fragmentado que produce dispersión y multiplica las pertenencias", podemos leer en el texto, "los jóvenes necesitan ayuda para unificar sus vidas".

Paolo Ruffini también citó el número 119 sobre el deseo de los jóvenes de participar en este Sínodo, "protagonistas de la vida y la misión de la Iglesia". Es un llamado —dicen los Padres sinodales— a "practicar la sinodalidad ... en todos los niveles", es decir, "promover la participación de todos los bautizados y personas de buena voluntad, cada uno según su edad, su estado de vida y su vocación.

Además, en el número 17, los Padres sinodales desean dar prioridad a los compromisos pastorales y espirituales de los sacerdotes, aliviándolos de las cargas administrativas, para tener más tiempo y energía para poner al servicio de los jóvenes.

 

Papel de las mujeres

Finalmente, Paolo Ruffini mencionó párrafos en los que resaltan el papel de las mujeres (13, 55, 163), especialmente el número 148, que recomienda "una conversión cultural valiente y un cambio en la práctica pastoral diaria", para promover "la presencia" de las mujeres en cuerpos eclesiales en todos los niveles, incluso en puestos de responsabilidad ", así como "la participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones eclesiales, respetando el ministerio de la Ordenación".

 

Vocación

En relación a las vocaciones —las que son religiosas y las que no— indicó la lectura de los puntos 161, 164 y sobre la participación de la Iglesia en el mundo digital recordó algunas propuestas concretas de los jóvenes, enumerando los puntos 21, 22 ,23 ,145 y 146.

Para visualizar reflexiones sobre el tema de los migrantes, ampliamente abordado en la Asamblea, se puede dirigir la lectura a los puntos 25, 26, 27, 28 y 147 del documento final.

El artículo 150, sobre el acompañamiento a homosexuales, ha sido el que ha obtenido menos de todos los que componen el documento.

Con Anne Kurian

 

 

27/10/2018-20:53
Rosa Die Alcolea

Sínodo: "El Espíritu nos entrega el documento para que trabaje en nuestros corazones"

(ZENIT – 27 oct. 2018).- Antes de clausurar el Sínodo sobre los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional, el Papa Francisco ha ofrecido unas palabras de agradecimiento, especialmente a los jóvenes que han participado, al finalizar la 21ª Congregación General –dedicada a votar el documento final– que pone fin a la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo.

El Santo Padre ha expuesto 3 puntos que “tiene en el corazón” y quería expresar al terminar el Sínodo, según ha indicado. En primer lugar, ha reiterado que el Sínodo “no es un parlamento”, sino “un espacio protegido para que el Espíritu Santo pueda actuar”. Así, ha recordado: “No olvidemos que ha sido el Espíritu quien ha trabajado aquí”.

En segundo lugar, el Pontífice ha asegurado que “el resultado del Sínodo no es un documento”. Francisco ha dicho que “ahora el Espíritu nos entrega a nosotros el documento para que trabaje en nuestros corazones, somos nosotros los destinatarios del documento”.

Por último, en tercer lugar, el Papa ha vuelto a pedir la necesaria oración por la Iglesia: “Se trata de un momento difícil porque el acusador, por medio de nosotros, ataca a la Madre, y a la Madre, y a la Madre no se le toca”, ha recordado. “Nuestra madre es santa, pero los hijos son pecadores. Somos todos pecadores”.

Este sábado, 27 de octubre de 2018, los padres sinodales han votado (268 tenían derecho, pero solo estaban presentes 249) el documento final: la primera y segunda parte por la mañana, y la tercera parte por la tarde.

A las 20 horas, el presidente delegado del Sínodo, el Cardenal Louis Raphaël I Sako, Patriarca de Babilonia de los Caldeos, jefe del Sínodo de la Iglesia Caldea (Iraq) ha dirigido unas palabras a todos los participantes en el Sínodo y ha invitado a todos los jóvenes del mundo “a levantar sus voces y poner su carisma para construir una sociedad más fraterna, más justa, con más paz”.

Asimismo, el Patriarca de la Iglesia Caldea ha pedido en la Asamblea: “No olvidéis a los cristianos de Oriente, porque si Oriente se vacía de cristianos, el cristianismo se quedará sin raíces”.

Después, ha intervenido el Cardenal Lorenzo Baldisseri, Secretario General del Sínodo, quien ha expresado que ha habido una “profunda comunión eclesial y los afectos del corazón de cada uno de nosotros que hemos llegado aquí de todos los lugares de la Tierra”.

A continuación, ofrecemos las palabras del Papa Francisco, en una transcripción rápido de trabajo de la redacción de Zenit.

***

 

Palabras del Santo Padre

Gracias a todos. Gracias al Cardenal Baldisseri, (…) a los presidentes, a los delegados, al relator, a los subsecretarios, les dije que la verdad que se jugaron la piel y ahora nos dejaron los huesos, porque realmente están consumidos. Y los expertos hemos visto como se pasa de un texto mártir a una comisión mártir. La comisión de redacción, que realmente aplicó mucho esfuerzo y con mucha penitencia hizo esto. Gracias a ustedes, auditores, y en especial, gracias a los jóvenes que nos trajeron su música al aula. La música es la palabra diplomática para decir “ruido”. Gracias.

Algunas cosas que llevo en el corazón.

  1. Reiterar una vez más que el Sínodo no es un parlamento. Es un espacio protegido para que el Espíritu Santo pueda actuar. Y por eso las informaciones que se ofrecen son de carácter general. Y no los detalles, los nombres, la formas de decir las cosas… con las cuales, el Espíritu Santo trabaja en nosotros. Este ha sido un espacio protegido. No olvidemos que ha sido el Espíritu quien ha trabajado aquí.
  2. El resultado del Sínodo no es un documento. Lo dije al comenzar. Estamos llenos de documentos… Y yo no sé si este documento allá fuera hará algo, pero lo que sí sé es que ha de actuar en nosotros. Tiene que trabajar desde nosotros. Nosotros, en la comisión preparamos el documento, lo estudiamos, presentamos los modos, lo aprobamos. Y ahora el Espíritu nos entrega a nosotros el documento para que trabaje en nuestros corazones, somos nosotros los destinatarios del documento. Porque este documento ha de trabajar y para que trabaje hay que orarlo, hay que estudiarlo, hay que pedir luces… Pero el documento es para nosotros principalmente. Claro, va a ayudar a muchos más, pero los primeros destinatarios somos nosotros. El Espíritu ha hecho todo esto, no lo olvidemos por favor.
  3. Y lo tercero, pienso en nuestra Madre, la Santa Madre Iglesia. Los últimos 3 números sobre la santidad nos muestran lo que es la Iglesia. Nuestra madre es santa, pero los hijos son pecadores. Somos todos pecadores. Y no olvidemos aquella expresión de los padres, la casta meretrix, la Iglesia santa, la Madre santa, con hijos pecadores. A causa de nuestros pecados, está siempre el gran acusador que anda merodeando, vagando, buscando a quien acusar, y en este momento nos está acusando con fuerza, y esta acusación se transforma también en una persecución. Lo dice el presidente hoy, su pueblo se encuentra perseguido tal como pasa en Oriente y en otros lugares del mundo también. Hay 2 tipos de persecuciones, constantes de ensuciar a la Iglesia.Pero a la Iglesia no hay que ensuciarla, los hijos somos todos sucios pero la Madre no lo es, y en este momento tenemos que defender a la Madre, y a la Madre la defendemos del gran acusador con la oración y la penitencia. Y por eso les he pedido que durante este mes, que está por terminar, recen el Rosario a San Miguel Arcángel para que proteja a la Santa Madre Iglesia. Se trata de un momento difícil porque el acusador, por medio de nosotros, ataca a la Madre, y a la Madre, y a la Madre no se le toca.

Esto quería decirlo de todo corazón al terminar el Sínodo. Y ahora, el Espíritu Santo hará trabajar este documento, a todos nosotros nos hará reflexionar sobre lo que significa para nosotros.

Gracias a todos

 

 

 

27/10/2018-18:07
Rosa Die Alcolea

Sínodo de los Obispos: Elección del XV Consejo Ordinario

(ZENIT — 27 oct. 2018).- Los Padres sinodales eligieron ayer, viernes, 26 de octubre, a los miembros del XV Consejo Ordinario, durante la 20a Congregación General del Sínodo de los Obispos, señala 'Vatican News'.

Mediante una votación separada por zonas geográficas, se eligieron a 16 obispos, entre eparquianos y diocesanos: 1 entre los jefes y obispos de las Iglesias católicas orientales, 2 para América del Norte, 3 para América Latina, 3 para Europa, 3 para África, 1 para Oceanía y 3 para Asia.

A este grupo se unirán un Jefe de Departamento sobre la base del tema de la próxima asamblea sinodal y 4 miembros nombrados por el Sucesor de Pedro, para un total de 21 miembros.

Esta normativa se basa en el artículo 10 de la Episcopalis Communio, la nueva Constitución Apostólica sobre el Sínodo de los Obispos, firmada por el Papa el pasado 15 de septiembre (mismo día, del año 1965, que el Papa Pablo VI instituía, precisamente, el Sínodo de los Obispos).

Los nombres de todos los miembros se publicarán una vez que el "equipo" esté completo.

Dicha elección se llevó a cabo de acuerdo con el canon 119 de la Ley Canónica, el cual establece una mayoría absoluta de los presentes en los dos primeros escrutinios y el balotaje en el tercera, donde en caso de igual número de votos prevalece el del Padre Sinodal más anciano, explica Vatican News'.

 

 

27/10/2018-12:53
Deborah Castellano Lubov

"Arzobispo Gómez: se trata de un encuentro personal con Jesús; de lo contrario, estás perdiendo tu tiempo y esfuerzo"

(ZENIT — 27 oct. 2018).- El Arzobispo José Horacio Gómez ha recordado que los jóvenes merecen a Jesús y que luchar por la santidad y acercarse a Cristo da sentido a sus vidas.

En una entrevista a Zenit, de gran alcance durante el Sínodo, el arzobispo de Los Ángeles destacó que: "Se trata de un encuentro con Jesucristo. De lo contrario, estás perdiendo tu tiempo y esfuerzos ".

El prelado estadounidense y padre sinodal, que participa como parte de la delegación de Estados Unidos, reflexiona sobre el Sínodo, los jóvenes, "en qué consiste realmente la fe católica" y las recomendaciones prácticas para que los jóvenes se acerquen más al Señor, encuentren un significado real en sus vidas y se conviertan en "santos cotidianos".

El Arzobispo Gómez también condena los abusos en la Iglesia, diciendo que "incluso un caso de abuso de un niño es demasiado", y cómo la Iglesia en los Estados Unidos está en un proceso para asegurar que sean fieles a lo que prometen.

Respecto a lo que la Iglesia y la USCCB (Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos) están haciendo para combatir este flagelo, el prelado estadounidense expone varias prácticas recomendadas, capacitaciones, y medidas que la Arquidiócesis de Los Ángeles ha propuesto para garantizar que los niños estén seguros. Además, condena el clericalismo, diciendo que los clérigos están allí solo para servir a las personas, no a ellos mismos, y propone formas de prevenirlo.

Además, El Arzobispo de Los Ángeles reflexiona sobre lo que significa para él a nivel personal que este encuentro mundial de obispos se esté llevando a cabo en el mismo período que el 40 aniversario de la elección del Papa San Juan Pablo II como Papa, y subraya que las mujeres y los fieles laicos no son solo partes importantes de la Iglesia, sino que son esenciales por que "ellos son la Iglesia".

El arzobispo estadounidense nacido en México también brinda consejos sobre cómo no sentirse abrumado por la prensa negativa o dividida en este momento, y sobre cómo seguir avanzando pacíficamente en la fe y en la certeza del plan de Dios para cada una de nuestras vidas.

Aquí está nuestra entrevista exclusiva con el Arzobispo Gómez:

***

 

ZENIT: Arzobispo Gómez, ¿qué cree que la Iglesia debe transmitir a los jóvenes?

Arzobispo Gómez: Dios está con nosotros todo el tiempo y él tiene un hermoso plan para nosotros. Los jóvenes de los Estados Unidos deben entender que son el presente de la Iglesia, no solo el futuro. Deben darse cuenta de que no solo son muy importantes, sino que son absolutamente esenciales para la vida de la Iglesia. Queremos su plena participación y aportación. Tienen que tomar la iniciativa, participar en la vida de la parroquia y participar más en la vida y la práctica de su fe y en el servicio a los demás. Esto es importante. También les diría que no tengan miedo de hablar con los sacerdotes y obispos, ya que estamos totalmente abiertos a escucharlos y queremos ayudar.

 

ZENIT: Se ha escuchado mucho en este Sínodo. ¿Ha habido suficientes propuestas?

Arzobispo Gómez: Creo que lo que siempre es muy interesante es el proceso del Sínodo. El Instrumentum Laboris tenía tres secciones: ver qué está pasando, juzgar y actuar. Esa es una manera de hacer las cosas común en América Latina. Todos los documentos de los obispos de América Latina siguen algo similar, por ejemplo, uno lo ve en el Documento de Aparecida. El Instrumentum Laboris es una estructura similar. Si miras sus partes, ves que es lo que están tratando de hacer... Es importante entender, y esto lo he dicho en mi presentación: Dios tiene un hermoso plan para nosotros. En ese plan, debemos tratar de comprender que este plan requiere nuestro esfuerzo personal por la santidad. Hemos estado escuchando a los jóvenes y los estamos invitando y acompañando para luchar por la santidad. Estamos en el punto de preparación del documento final para indicar cuán importante es actuar y proponer a los jóvenes la importancia de tener y cultivar una relación significativa con Jesucristo en sus vidas.

 

ZENIT: En su reciente columna 'Los jóvenes merecen a Jesús', Su Excelencia mencionó la importancia de mirar a los santos de nuestros tiempos, de los últimos tiempos, y que también se necesitan nuevos modelos para inspirar a los jóvenes a ser "santos cotidianos". ¿Le vienen a la mente algunos o los del pasado, que son eternos?

Arzobispo Gómez: Sí. Esta reciente canonización fue un gran ejemplo. San Pablo VI ahora tiene una larga historia de haber estado trabajando en la Santa Sede y cuando se convirtió en Papa, él fue quien, en cierto sentido, recibió el don del Concilio Vaticano II, y subrayó la importancia de la llamada universal a la santidad, que todos somos llamados a la santidad. San Pablo VI es un maravilloso ejemplo. Por supuesto, San Óscar Romero, obviamente, para mí es un hermoso ejemplo. Esos son los dos obispos a los que puedo mirar y tratar de ser como ellos. Se necesita mucho tiempo para que un obispo sea un santo. En algunos casos, unos 500 años... [sonriendo]. Hay muchos otros. Para mí, San Josemaría Escrivá, a quien conocí personalmente, es un santo hermoso, también para los jóvenes. Además, el heroico San José Sánchez del Río, quien dio su vida en México, fue martirizado a la edad de 14 años. Tenemos a Dorothy Day, una mujer de Nueva York que sufrió una vida desafiante, experimentó una conversión y está en el proceso. de canonización en los Estados Unidos. Un ejemplo tan hermoso. Estos modelos, entre otros, pueden inspirar a los jóvenes en su búsqueda personal y en su viaje por la santidad, también en sus vidas cotidianas.

 

ZENIT: Durante la homilía del Santo Padre durante la misa de canonización del 14 de octubre, habló sobre lo importante que es dar el 100 por ciento, y que no es suficientemente bueno con vivir algunos mandamientos, y no otros... que no es suficientemente bueno con ser "cristianos diluidos", por así decirlo... ¿Cómo es posible explicar esto a una persona joven que puede decir que todo lo que se encuentra en su vida cotidiana es generalmente contradictorio con lo que la Iglesia enseña y pide? Incluso si desean adherirse por completo, pero aún se quedan cortos, ¿cuál sería su consejo para ellos, darse cuenta de que vale la pena el desafío de tratar de vivir plenamente su fe y moralidad católica, sin
comprometer?

Arzobispo Gómez: Creo que comienza con el encuentro personal con Jesucristo. De lo contrario, estás perdiendo tu tiempo y esfuerzo, porque no sabes para qué sirven. No reconoces o sabes qué o quién es Él. Es análogo a la experiencia de los apóstoles. Antes de su encuentro con Jesús, se preguntaban quién era Él y qué estaba haciendo. Pero deseaban tener este encuentro personal con Jesús, esta experiencia de Kerygma, ese encuentro con Dios. Jesús mismo lo dio todo por nosotros, hasta el punto de dar su vida, hasta la crucifixión. Se supone que estamos imitando a nuestro Señor Jesucristo. Entonces, este desafío es para nosotros también, para sacrificarnos y darnos de manera similar, para conocer realmente a Jesús, porque de eso se trata nuestra fe católica. No se trata de obispos o solo cumplir con regulaciones u objetivos, se trata de Jesucristo. Creo que se trata de nuestro ejemplo, cómo hacemos las cosas, cómo atraemos o inspiramos a estos jóvenes para perseguir ese encuentro personal con Jesucristo. A partir de ahí, depende de Jesús.

 

ZENIT: ¿Puede indicar qué recomendaciones prácticas le daría a los jóvenes que quisieran conocer mejor a Jesús, conocer la fe, en sus vidas diarias?

Arzobispo Gómez: Las cosas que siempre recomiendo son: primero, oración. Hablar con Dios y escuchar a Dios. Porque sé que a veces es difícil para estos jóvenes entender que Dios está presente en nuestras vidas todo el tiempo. Pero esa es la verdad. Fuimos creados por Dios, con la generosidad y el amor de nuestros padres. Pero Dios es el que nos mantiene vivos. Él lo sabe todo y está interesado en nosotros y en todos los aspectos de nuestras vidas. Segundo: leer el Evangelio. Es importante leer la vida de Jesús porque el cristianismo es acerca de Jesucristo. Tiene sentido que lo conozcamos. Al igual que muchas personas están interesadas en saber todo sobre las celebridades o figuras deportivas, o personas importantes en nuestras vidas, tiene sentido conocer a quien más importa: Jesús. Tercero: la Santa Comunión, porque en la Santa Comunión recibimos a Dios mismo. Los jóvenes tienen una increíble devoción por la Eucaristía. Lo he visto en Los Ángeles, lo importante que es para ellos, tener la exposición del Santísimo Sacramento. Con todos estos eventos que tenemos para jóvenes en la Archidiócesis, como nuestro festival familiar OneLifeLA, nuestra celebración de la Ciudad de los Santos y nuestro programa, Vida del Servicio Cristiano 4, tenemos una exposición del Santísimo Sacramento. Es hermoso ver cómo estos jóvenes se sienten atraídos por la presencia de Jesús en la Eucaristía. La oración, los Evangelio y la Eucaristía, son esenciales. Entonces, obviamente, uno debe servir a las personas, porque no se trata solo de nosotros mismos, sino de mejorar la vida de los demás.

 

ZENIT: Durante este Sínodo fue el 40 aniversario de la Primera Misa de San Juan Pablo II, y su fiesta. Fue amado por millones de jóvenes, y también fue explícito y claro sobre la enseñanza de la Iglesia. ¿Cómo puede ser un modelo para la Iglesia hoy?

Arzobispo Gómez: Bueno, él fue un modelo para mí [sonriendo]. Estoy celebrando mi 40 aniversario de ser sacerdote. Fui ordenado en agosto de 1978, y se convirtió en Papa en octubre. Todo mi sacerdocio ha sido bajo el pontificado de Juan Pablo II. Fue un maravilloso ejemplo para todos nosotros, para los sacerdotes, para los obispos, para todos, sobre cómo ser fieles a Dios y, al mismo tiempo, entregarse completamente a las personas, hasta su muerte. Fue hermoso ver a ese pontificado. Haber venido de la nada, un país que sufrió persecución, luego convertirse en el Santo Padre y evangelizar en todo el mundo, dejó un gran impacto y fue muy inspirador para mí y para muchos otros en todo el mundo.

 

ZENIT: ¿Qué• medida cree usted que sería la más importante para ayudar a la Iglesia a recuperar credibilidad después de los escándalos?

Arzobispo Gómez: Necesitan saber que lamentamos lo que sucedió y las cosas que sucedieron en el pasado... Estamos en un momento de reforma. Incluso un solo caso de abuso es demasiado. Esas cosas no deberían y no pueden suceder y estamos muy, muy arrepentidos. Estamos totalmente comprometidos con la curación de las personas que sufren las consecuencias. Creo que en cada diócesis o arquidiócesis de los Estados Unidos, y diría que en la Arquidiócesis de Los Ángeles estamos totalmente comprometidos a garantizar que esas cosas nunca vuelvan a suceder. En la Iglesia de los Estados Unidos, estamos en un proceso de asegurarnos de ser fieles a lo que prometemos a las personas. La USCCB [Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos] ya ha tomado algunas decisiones, que ustedes saben. Además, en la próxima reunión de los obispos en noviembre, vamos a ser muy claros sobre la manera en que se deben hacer las cosas en los Estados Unidos. A veces las personas no saben el número de cosas que hemos hecho. En la Arquidiócesis de Los Ángeles, hemos capacitado a más de 1,5 millones de niños en los últimos 10 años en lo que se denomina programas de ambiente seguro. También hemos capacitado a más de 250.000 en los programas de protección de niños. Todos los empleados y todos los voluntarios de la Arquidiócesis de Los Ángeles deben pasar por las huellas dactilares. Realmente nos estamos asegurando de que nuestras parroquias y escuelas, y cada entidad de la Arquidiócesis de Los Ángeles sea totalmente segura para los niños. Pero mucha gente no sabe eso...

 

ZENIT: Sí. La mayoría de estos casos en los informes, pensando especialmente en el Informe del Gran Jurado de Pensilvania, son casos históricos, que sucedieron hace muchos años. La mayoría de los que han cometido estos terribles actos están muertos o son muy ancianos. Y especialmente después de 2002, con la Carta de Dallas, los casos en realidad se reducen drásticamente. Hay muy pocos casos...

Arzobispo Gómez: Exacto, especialmente después de la implementación de la Carta de Dallas [La Carta para la Protección de Niños y Jóvenes es un conjunto integral de procedimientos establecidos originalmente por la USCCB en junio de 2002 para abordar las denuncias de abuso sexual de Menores por el clero católico. La Carta también incluye pautas para la reconciliación, la curación, la responsabilidad y la prevención de futuros actos de abuso. Fue revisado en 2005, 2011 y 2018]. La Arquidiócesis de Los Ángeles también va un paso más allá con la tolerancia cero porque se refiere no solo al clero, sino también a los laicos. Por lo tanto, si se descubre que usted abusó de un menor en algún momento de su vida, así podría haber sido usted mismo cuando era un adolescente o menor de edad, no se le permite servir en la Arquidiócesis.

 

ZENIT: Pensando en su experiencia pastoral directa, ¿puede recordar un encuentro de una persona joven que haya dado la esperanza para el futuro de la Iglesia? ¿Puedes pensar en este episodio?

Arzobispo Gómez: En las diferentes parroquias de la Arquidiócesis de Los Ángeles, se puede ver que el ministerio juvenil es cada vez más importante para la parroquia y la Iglesia. Hay un hermoso evento en Los Ángeles llamado Ciudad de los Santos, que es una conferencia de tres días para que los jóvenes conozcan mejor a Jesús. Es el primer fin de semana de agosto en UCLA. Estoy allí todo el fin de semana y es maravilloso hablar con los niños. Da mucha esperanza ver cómo se comprometen con su espiritualidad y la práctica de su fe. Tienen preguntas interesantes. Les gustaría tener música diferente a veces en las Misas. Les gustaría tener música más alta [sonriendo]. Trato de explicar que la Iglesia tiene una estructura, por lo que deben participar para que la estructura sea más efectiva. Le estoy sugiriendo a cada pastor de la Arquidiócesis de Los Ángeles que tenga al menos dos jóvenes como miembros del consejo parroquial de cada parroquia. Por lo tanto, ambas partes pueden entenderse entre sí y ver cómo pueden trabajar juntas.

 

ZENIT: Me he encontrado con jóvenes que dicen que sienten que la Iglesia Católica es un prejuicio. Algunas veces usan a las mujeres como ejemplo, ya que las mujeres no pueden ser sacerdotes o votar en un sínodo. Cómo explicarle a una persona joven, que no se trata de ser un prejuicio, es una cuestión de tradición. ¿Cómo le explicarías esto a alguien que intenta hacer este argumento?

Arzobispo Gómez: La Iglesia comenzó con dos mujeres, la Santísima Madre y Santa Isabel [sonriendo]. Las mujeres son absolutamente esenciales para la Iglesia. Es importante que la gente recuerde eso. La gente a veces piensa en obispos y sacerdotes de cierta manera. Pero todos somos iguales. Todos participamos en el sacerdocio común de nuestro Señor Jesucristo. El hecho de que algunos sean sacerdotes y las mujeres no puedan ser sacerdotes para mí no disminuye su increíble importancia en la Iglesia. Desde mi punto de vista, no es lo esencial ni lo importante para la vida de la Iglesia. Nuestra Santísima Madre no era sacerdote, pero ella es la madre de Jesús. Eso es mucho más importante que cualquier sacerdote.

Mi punto es que las funciones de las personas no son lo esencial. Muchas mujeres y laicos son santos, es cierto que históricamente hay una tendencia a dar importancia a los clérigos, pero creo que el Papa Francisco ha sido muy claro y estoy totalmente de acuerdo en que el clericalismo es algo en lo que tenemos que trabajar. En la vida de la Iglesia. El papel del obispo, los sacerdotes y el Papa es servir al pueblo de Dios, no ser el centro de atención. No estamos aquí por el poder. Estamos aquí para servir a la gente.

 

ZENIT: ¿Piensa que hay una manera de prevenir o trabajar contra el clericalismo?

Arzobispo Gómez: Sí, debemos asegurarnos de que no esté sucediendo esto en la Iglesia. De eso se trata el Concilio Vaticano II. Los laicos necesitan despertar y comprender que lo que Dios quiere para todos nosotros es luchar por la santidad, ser activos, participar en la vida de la Iglesia. Tenemos muchas maneras de hacer esto. Tenemos que luchar contra cualquier signo de clericalismo. Los clérigos están para servir a la gente.

 

ZENIT: En los Estados Unidos en este momento, muchos católicos estadounidenses no están seguros de qué pensar cuando escuchan las noticias, que a menudo están muy polarizadas, incluso entre los medios católicos. Muchos están heridos y enojados. ¿Tiene alguna sugerencia sobre cómo las personas que viven su fe no deben dejarse arrastrar a estos debates y simplemente avanzar en su vida de fe y oración?

Arzobispo Gómez: Necesitamos entender que todos, fieles laicos, religiosos, sacerdotes, obispos, todos estamos en el proceso de reforma. Todos necesitamos trabajar juntos. Esta no es la primera vez que la Iglesia necesita una reforma. He estado leyendo algunas de las obras de San Carlos Borromeo, ordenado sacerdote durante el Concilio de Trento. Borromeo se convirtió en arzobispo y cardenal pocos meses después del Concilio. El Concilio tuvo lugar en medio de una época en que las situaciones en la Iglesia eran particularmente problemáticas. Estaba la reforma, en la que San Carlos Borromeo era especialmente instrumental, y después la Iglesia floreció.

Estamos en un proceso de renovación, en mi opinión, que comenzó con el Concilio Vaticano II y ahora estamos progresando mucho. Ahora, mientras trabajamos juntos, la Iglesia florecerá nuevamente en unos pocos años. Creo que es importante entender que estas cosas suceden en la Iglesia, y los fieles laicos necesitan darse cuenta de lo importantes que son los sacerdotes y los obispos, y el Papa para la Iglesia. Es muy importante para nosotros estar unidos y trabajar juntos y orar los unos por los otros, porque todos somos la Iglesia juntos. Nosotros en los Estados Unidos tenemos que ser más conscientes de eso. Todos somos pecadores. El Papa Francisco dijo al inicio de su pontificado. Jesús vino por los pecadores, no por las personas que son santas. Nos ayudamos mutuamente y luego veremos los frutos de la gracia de Dios aquí en la vida de la Iglesia en los Estados Unidos.

 

ZENIT: ¿Hay algo más, Arzobispo Gómez, que le gustaría agregar?

Arzobispo Gómez: Creo que tengo muchas esperanzas de que las cosas vayan en la dirección correcta en el futuro y es importante que nos demos cuenta de que con la gracia de Dios podemos hacer todo. Piensa en lo que Jesús pidió a los apóstoles que hicieran: que se unieran. Tenían diferencias entre ellos, pero trabajaban juntos. Creo que es muy importante para todos nosotros ser muy positivos. No es nuestra Iglesia, sino la Iglesia de Cristo. Necesitamos ser optimistas.

* Traducción de Richard Maher

 

 

27/10/2018-13:03
José Antonio Varela Vidal

Sínodo 2018: "Los jóvenes deben ser los evangelizadores del ambiente digital"

(ZENIT — 27 oct. 2018).- Hay temas que parecían nuevos durante el Sínodo sobre los Jóvenes, como la llamada "cultura digital" o "mundo de la virtualización", en lo referido a Internet y las redes sociales. Sin embargo para otros, es parte de su trabajo diario y una expresión de su carisma. Este es el caso de la Sociedad de San Pablo, cuyo superior general, padre Valdir de Castro, participó como padre sinodal. Ya casi al cierre de la Asamblea, el sucesor del beato Santiago Alberione pide dejar atrás los temores e ir a evangelizar el mundo digital, pero siempre de la mano de los jóvenes.

A continuación, ofrecemos la entrevista al padre Valdir de Castro, concedida a Zenit en exclusiva :

***

ZENIT: Terminado el Sínodo... ¿han cambiado sus prioridades en relación al trabajo con los jóvenes?

Valdir de Castro: Sí, porque cuando estamos en un sínodo, tenemos representantes de todo el mundo y emerge la sensibilidad de los continentes. Yo no conocía mucho de los jóvenes que aún mueren mártires, así como el problema de las migraciones, los drogadictos y de todos los que sufren. El conocimiento crece un poco más, pero la preocupación es la misma: cómo llevar el evangelio a los jóvenes, para que tengan la experiencia del encuentro con Jesús. Y junto a ello, cómo hacer para que el joven forme parte de la misión de la Iglesia como protagonista, y no solamente como aquel que recibe contenidos. Imagino al joven dando parte de su creatividad, de su dinamismo...

 

ZENIT: Se dijo que la Iglesia no debe ser un obstáculo para el desarrollo de los jóvenes...

Valdir de Castro: Yo escuché a obispos hablando de que ellos no dan siempre la debida atención a los jóvenes. Un obispo dijo una cosa muy bonita, de que nosotros debemos aprender a conocer a los jóvenes por su nombre, y no como un número... Allí tú ves que es necesario abrir las puertas, pues nosotros preparamos a los jóvenes para la confirmación, y después todo se detiene. Tampoco se involucra a los jóvenes, por lo que alguien habló de dar responsabilidades a los jóvenes en la pastoral y en los espacios de decisión, pues ellos traen ideas nuevas.

 

ZENIT: Se habló mucho sobre la comunicación, y cómo los jóvenes están bien involucrados en el mundo digital ¿no?

Valdir de Castro: Sí, y debemos dar pasos más largos en dirección a este campo, dado que a veces miramos el ambiente digital desde el punto de vista negativo y no con mirada positiva. Yo hablé en la asamblea en sentido positivo sobre el ambiente digital, diciendo que los jóvenes no solo deben ser evangelizados en este ambiente, sino darles su parte como evangelizadores en los espacios digitales. Pues son ellos quienes conocen mejor las nuevas tecnologías y el lenguaje, la gramática del ambiente digital. Es claro que pueden ayudarnos a entrar en este campo.

 

ZENIT: A veces hay temor en explorar estos espacios...

Valdir de Castro: Como Iglesia todavía tenemos miedo. Se ve que muchos hablan de las nuevas tecnologías del mundo digital como 'medios', y no son más unos medios... Sabemos que un celular o una televisión son medios, pero el mundo digital es un ambiente, por lo que no puede ser visto solo como un medio. Hay que ver este ambiente digital como una realidad concreta. No son dos mundos, un mundo real y uno virtual, sino que son dos realidades reales, dos mundos reales que se complementan.

 

ZENIT: Sin embargo, ¿Usted ve un riesgo en el uso o presencia excesiva de los jóvenes en este mundo digital, en menoscabo de otros aspectos?

Valdir de Castro: Yo hablé en el Sínodo de ayudar a los jóvenes a usar, y a estar dentro del ambiente digital con libertad, responsabilidad y prudencia.

 

ZENIT: El Papa Francisco presentó ya el tema de la Jornada Mundial de las Comunicaciones para el próximo año. Allí pide que las "communities" de las redes sociales, sean verdaderas comunidades humanas. ¿Cómo puede ser esto en el mundo de los jóvenes?

Valdir de Castro: La comunidad virtual es una comunidad que complementa a la comunidad concreta. Es necesario mirar a los ojos a las personas del mundo concreto, del mundo físico, y después continuar el contacto por medio del ambiente digital. Por eso me parece que esta temática del papa es muy actual, y ayudará a los jóvenes a buscar un equilibrio.

 

ZENIT: Finalmente, al terminar el sínodo... ¿por dónde le gustaría que los paulinos enfocaran su trabajo a corto plazo con los jóvenes?

Valdir de Castro: Necesitamos entrar más incisivamente en la cultura digital... Para nosotros los paulinos y según nuestro carisma, si todo cambia en el campo de la comunicación, cambia también el campo de nuestra misión. Aunque sin abandonar la prensa, ni el cine, la televisión o la radio, porque todo forma parte del gran mundo de la comunicación.

 

 

27/10/2018-21:06
Redacción

Guatemala: Beatificación de los mártires Tullio Maruzzo y Luis Obdulio Arroyo

(ZENIT — 27 oct. 2018).- El cardenal Giovanni Angelo Becciu, Prefecto de la Congregación de las Causas de los Santos, celebró este sábado, 27 de octubre de 2018, la Santa Misa de beatificación de los mártires Tullio Maruzzo O.F.M. y Luis Obdulio Arroyo Navarro en Morales, Guatemala.

Sigue la homilía pronunciada por el Cardenal en la celebración:

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Homilía del Cardenal Giovanni Angelo Becciu

Queridos hermanos y hermanas,

Ha resonado en nuestra asamblea la palabra consoladora de Jesús: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, bienaventurados los que trabajan por la paz, bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia» (Mt 5, 3.9.10). Estas promesas de felicidad se han cumplido plenamente en los mártires padre Tullio Maruzzo y Luis Obdulio Arroyo Navarro.

¡Es por eso que hoy los honramos con el título de Beatos y que toda la Iglesia en Guatemala está de fiesta! Uno era un sacerdote y religioso franciscano, de los frailes menores, y el otro un fiel laico catequista. Sin embargo, compartían rasgos esenciales de espiritualidad: el estilo de vida simple y alegre, propio de quien es pobre en el espíritu; el ardiente celo por el Evangelio, que sustenta a los que trabajan por la paz; el atento cuidado de los pobres y la valiente defensa de los últimos, que distinguen a los hombres de buena voluntad. Son rasgos que constituyen para nosotros un mensaje todavía actual.

Los nuevos Beatos alcanzaron la meta de su vocación cristiana atravesando la gran tribulación del mundo. Ahora los reconocemos partícipes de la eterna liturgia del cielo, descrita en la segunda lectura, formada por una multitud «de todas las naciones, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos» (cf. Ap 7,9).

El beato Tullio Maruzzo es un regalo de Dios a vuestra tierra, es el pastor bueno que el Padre envió a cuidar de su rebaño, hasta dar su vida. Había dejado su pueblo natal, Lapio di Arcugnano, en Italia, para ser un testigo del Evangelio entre vosotros.

De carácter amable, al tiempo que decidido, encontró la inspiración y la fuerza para su acción pastoral en una intensa vida interior. Así lo afirma un testigo: "¿Dónde encontró tanta energía, el padre Tullio, él que parecía tan frágil? Rezaba, meditaba... Era suficiente estar con él algún día para darse cuenta de que era un hombre de un fuerte dinamismo apostólico, porque vivía de la fe que predicaba». No solo eso, sino que también obtenía fuerzas del convivir con los hermanos, con los que siempre fue positivo; sabía encontrar en cada uno de ellos la "pepita de oro", es decir, lo bueno. Decía: «¿Cuánto cuesta exaltar el bien que hace un hermano? ¡Nada! Pero el hermano se sentirá contento y feliz porque alguien aprecia y valora su trabajo». Él, como buen misionero, celoso y valiente, se había desplazado a lugares desconocidos e inaccesibles en el Vicariato Apostólico de Izaba' para dar a conocer la Palabra de Dios. No dejó nada sin promover: la formación de los catequistas, el cuidado de las comunidades de base, el amor por los pobres y por los enfermos. En resumen, el típico misionero que se deja guiar por la imaginación creativa del Espíritu para desarrollar una acción pastoral eficaz y generosa.

El Beato Luis Obdulio Arroyo Navarro fue el fiel compañero que el Señor colocó junto al Padre Tullio en la hora del martirio. ¡Es el fruto maduro de vuestra Iglesia de Izaba', que recogéis en el año en que celebráis solemnemente el cincuenta aniversario de la erección del Vicariato! ¡Es el primer beato mártir nativo de Guatemala! También este Beato se nos presenta en su condición de hombre humilde y servicial. Los testigos lo recuerdan como un hombre que, sin hacer ruido, sabía encontrar la respuesta concreta a los problemas de la comunidad, poniendo a disposición su tiempo y sus capacidades. Siempre estaba disponible para transportar al hospital con su automóvil a un herido o a una mujer parturienta, incluso de noche; se ofrecía para realizar pequeñas reparaciones eléctricas y de mecánica; pero su especialidad era hacer de chofer de los padres franciscanos y de las religiosas cuando tenían que desplazarse a las aldeas más apartadas de Quiriguá.

En su camino espiritual, Luis Obdulio optó por formar parte de la comunidad cristiana de una manera cada vez más comprometida incorporándose a la Tercera Orden Franciscana y al movimiento de Cursillos de Cristiandad. De este modo se preparó para lo que sería el don total de sí mismo, en el martirio. Junto a esta dimensión de servicio profundamente evangélica, lo que singularmente caracteriza al nuevo Beato es la virtud cristiana de la fortaleza. Conocemos con precisión cuál fue su estado de ánimo y su decisión íntima cuando las oscuras nubes se cernían sobre la comunidad cristiana. Un testigo afirma: «Sabía que el padre (Tulio) corría peligro pero no mostró miedo. Cuando la familia lo advertía y le pedía que ya no saliera con el padre, él decía: "Prefiero morir a lado del padre Tulio y no a lado de un borracho en una cantina o en un bar"».

Son conocidas las circunstancias del martirio del padre Tullio y de Luis Obdulio. La muerte les fue violentamente infligida por los asesinos debido al odio a Cristo y al Evangelio. El padre Tullio fue sensible al sufrimiento de los campesinos pobres, quienes, por el abuso de unos pocos grandes terratenientes, se veían día tras día desposeídos de la tierra que con esfuerzo iban ganando para el cultivo. En consecuencia, optó por aliviar la pobreza creciente, consolar a los desalentados y, sobre todo, iluminar las conciencias para reafirmar con claridad los derechos de la justicia según la enseñanza de Jesús. Su acción pastoral asumió el valor de una denuncia profética y valiente de los abusos de los poderosos locales, por lo que su obra social fue considerada subversiva; pero él continuó desarrollando su actividad apostólica sin temer por su vida. El doloroso epílogo tuvo lugar la tarde del 1 de julio de 1981, cuando al final de una intensa jornada de trabajo apostólico, mientras regresaba a la parroquia con el fiel Luis Obdulio, el automóvil en el que viajaban fue detenido, obligándoles a descender, siendo acribillados mortalmente y abandonados en el margen de la carretera.

¿Cuál es el mensaje que nos dejan los Beatos Tullio Maruzzo y Luis Obdulio Arroyo Navarro? En primer lugar, en este mes de octubre dedicado a las misiones, brota espontáneamente un recuerdo agradecido y sincero a todos los misioneros y misioneras que, al igual que el Padre Maruzzo, han abandonado su tierra natal y han entregado sus vidas para anunciar el Evangelio de Jesús. En segundo lugar, en el martirio de nuestros dos hermanos, se confirma la profecía de Tertuliano: ¡la sangre de los mártires es semilla de una nueva vida! Ya desde poco tiempo después de la muerte del Padre Tullio y de Luis Obdulio, los fieles de Quiriguá, de Los Amates, de Morales, constataban los frutos: el despertar cristiano de la comunidad, la perseverancia en las pruebas, la unidad y la mejor organización de los grupos parroquiales; nuevas vocaciones sacerdotales y religiosas.

Esta obra de renovación de la Iglesia, que fue impulsada por el testimonio de los dos nuevos Beatos, es necesaria y urgente también en nuestros días. Estáis llamados a custodiar los buenos frutos madurados en la sangre de estos mártires: ¡su herencia espiritual os pertenece sobre todo a vosotros!

La Beatificación de hoy constituye para la comunidad cristiana de Izaba' y de toda Guatemala un singular momento de gracia del cual puede nacer una conversión más auténtica. En este momento de vuestra historia, estáis comprometidos, bajo la guía de vuestros obispos, en la realización de una profunda renovación espiritual de vuestras parroquias, deseada por vuestros prelados. Recordad que no hay cambio de estructuras sin la conversión de los corazones y que una parroquia no es una verdadera parroquia si no se convierte en un lugar de encuentro fraterno entre todos sus miembros. Debe ser "la casa y la escuela de la comunión" (cfr. Novo millennio ineunte, nn. 43-47), donde cada uno pueda experimentar de modo concreto el amor recíproco y ser signo visible del Reino que ya está entre nosotros.

Nunca perdáis de vista el ideal por el cual el Beato padre Tullio y el Beato Luis Obdulio han dado su vida: mostrar el rostro de una Iglesia signo de esperanza y rica del amor de Dios que abraza a todos, pero sobre todo a los descartados y a los oprimidos.

Invoquemos su intercesión, de modo que su martirio promueva en todos el coraje del testimonio cristiano, la coherencia de la vida y la entrega sin límites a los demás.

Repitamos juntos: ¡Beato padre Tullio y Beato Luis Obdulio, rogad por nosotros!

 

 

27/10/2018-16:46
Redacción

Cuba: Los obispos aportan al proyecto de Constitución

(LA HABANA, Cuba).- El sitio Web de la Conferencia de Obispos Cubanos (COCC) ha dado a conocer, hoy, 27 de octubre de 2018, un Mensaje Pastoral en el que los obispos ofrecen su pensamiento sobre algunos artículos del Proyecto de Constitución sobre el que están siendo consultados los cubanos dentro y fuera de Cuba.

La importancia y alcance de la Constitución, la dignidad del hombre y de la mujer, el respeto a los derechos humanos, la familia, y la economía al servicio del bien común, son los segmentos en los que se presenta el mensaje.

En ellos, los obispos comentan sobre la persona y sus derechos, el uso de la fuerza, la ideología de género y la definición del matrimonio. También se refieren a la educación de los hijos y al significado de la libertad religiosa que va más allá de la libertad para profesar creencias religiosas.

El mensaje está firmado por los 12 obispos cubanos en activo y lleva la fecha del 24 de octubre, festividad de San Antonio María Claret, quien fue arzobispo de Santiago de Cuba.

Hasta el 13 de noviembre el Proyecto de Constitución está siendo debatido dentro y fuera de Cuba en organizaciones, centros de trabajo y en los medios cubanos. Los obispos indican que los fieles les han pedido la opinión de la Iglesia en algunos puntos. Ellos comentan 10 de los 224 que contiene el Proyecto.

Los obispos inician su mensaje con una cita del Libro del Génesis sobre la creación del hombre que manifiesta la dignidad de la persona, creada a imagen de Dios, hombre y mujer.

Se detienen en hacer algunos comentarios globales referidos a la parte introductoria del Proyecto en la que se reafirma "el carácter socialista de nuestro sistema político, económico y social, así como el papel rector del Partido Comunista de Cuba".

Citan a José Martí y su concepto de Carta Magna para una nación: "Una Constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse con elementos ideológicos". Y también recuerdan la figura del P. Félix Varela quien en sus Escritos Políticos afirmó: "El hombre no manda a otro hombre; la ley los manda a todos".

Los obispos recomiendan que Constitución disponga la creación de un Tribunal de Garantías Constitucionales con la finalidad de "salvaguardar los derechos que en ella se refrendan".

En su mensaje, de 2.700 palabras, valoran los aportes del Proyecto pero también hacen notar carencias y piden aclaraciones. Se han de clarificar los medios y límites en el uso de la fuerza para la defensa de la patria, señalan. Echan en falta que se reconozca el derecho a la diversidad de opinión política (art.39). Ven necesario que el derecho a la vida sea desde su concepción hasta la muerte y que se incluya la exclusión de la pena de muerte.

Los obispos ven innecesario la introducción de las categorías de "género, orientación sexual e identidad de género" como sujetos de derecho, ya que están incluidas en la categoría de "sexo", según reconoce el artículo 45. Y en este mismo sentido consideran "mal fundado y erróneo que una definición del matrimonio como "la unión de dos personas con aptitud para ello, a fin de hacer vida común", (art. 68)

"No pretendemos desconocer, y en modo alguno menospreciar, la dignidad de ninguna persona", dicen. "Distinción no significa discriminación".

Reafirman lo que enseña la Iglesia sobre el amor entre el hombre y la mujer como fundamento del matrimonio y a la familia "una unidad que no puede equipararse a ninguna otra".

Deploran que en los artículos 72 y 84, la contribución atribuida a la familia en la educación aparece enumerada en último lugar, después del papel asignado al Estado y a la sociedad. Y en el art. 95b se dice que "la enseñanza es función del Estado".

"Entendemos que ni el Estado ni ninguna otra institución deben apropiarse esta delicada misión", expresan los obispos, recordando la Declaración de los Derechos Humanos que afirma que "los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos y el Magisterio de la Iglesia: "La familia tiene una función original e insustituible en la educación de los hijos.

Muestran satisfacción de que el Proyecto Constitución reafirme la variedad de derechos de la familia para alcanzar su pleno desarrollo y bienestar. Pero hacen notar que para satisfacer estos derechos cada ciudadano ha de tener un salario que realmente satisfaga sus necesidades.

Es deseo de los obispos pedir la ayuda de Dios para "encontrar los caminos que favorezcan el crecimiento del respeto mutuo y el reconocimiento de la dignidad de cada persona. Esperan que se haga así realidad "el sueño de nuestros próceres, proclamado por Martí al desear que Cuba fuera una República 'con todos y para el bien de todos' ".

Terminan con la petición a la Virgen de la Caridad del Cobre, para que "continúe acompañando la vida de nuestro pueblo y con la frase tantas veces repetida ¡La Caridad nos une!

Puedes leer el mensaje completo en el sitio web de los obispos o descargar el Mensaje Pastoral aquí.

 

 

27/10/2018-17:19
Rosa Die Alcolea

Jordania: Pésame del Papa por las víctimas de las inundaciones

(ZENIT — 27 oct. 2018).- El Papa Francisco expresa su "sincera solidaridad" con todos los afectados por las inundaciones en Jordania, a causa de las fuertes lluvias. De manera particular, el Santo Padre ora "por los jóvenes que han perdido la vida, por la curación de los heridos y el consuelo de todos los que sufren".

Así se expresa en el telegrama de pésame enviado por el Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, en nombre del Santo Padre Francisco, al Nuncio Apostólico en Jordania, Mons. Martín Alberto Ortega, este sábado, 27 de octubre de 2018, publicado por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

El Pontífice se mostró "profundamente entristecido" al tener noticia de la trágica pérdida de vidas y los daños causados por las graves inundaciones como consecuencia de las fuertes lluvias en Jordania, se señala en la carta.

Así, el Santo Padre alienta a las autoridades civiles y a cuantos se dedican a las operaciones de búsqueda y rescate e invoca de buen grado para todos los dones divinos de fortaleza y paz, indica Mons. Parolin en el telegrama.

 

 

27/10/2018-21:11
Isabel Orellana Vilches

San Rodrigo Aguilar Alemán, 28 de octubre

«Este sacerdote, talentoso escritor y poeta, enamorado de Cristo y devoto de María, engrosa el importante número de mártires de la Cristiada que sacudió México entre los años 1926 y 1929»

Este valeroso mártir de la fe nació en la localidad mejicana de Sayula, Jalisco, el 13 de marzo de 1875. Era el mayor de una numerosa prole compuesta por doce hermanos. En 1888 ingresó en el seminario auxiliar de Zapotlán el Grande, (actual Ciudad Guzmán). Estudioso y ejemplar en su forma de vida, mostraba también sus dotes como literato y, de hecho, cultivó la prosa y la poesía con acierto. Sus reflexiones tenían un sesgo apostólico y la prensa de Ciudad Guzmán no tenía reparos en insertar en sus páginas artículos suyos que versaban sobre el Santísimo Sacramento, la Virgen María, y otros temas eclesiales y pastorales que reportaban gran bien a los lectores. Fue consagrado diácono en enero de 1903 en el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, de Guadalajara. Y a la Virgen se encomendaría siempre.

Ordenado sacerdote ese mismo enero de 1903 por el arzobispo de la capital, José de Jesús Ortiz, depositó en el regazo de la Virgen de Guadalupe su consagración. Emprendió una labor pastoral por diversos lugares, entre los que se hallaban Atotonilco, Lagos de Moreno, La Yesca y Nayarit, donde evangelizó y bautizó a indios huicholes, algunos de avanzadísima edad (superaban el centenar de años) que escuchaban por vez primera el nombre de Jesús. Sucesivamente fue párroco y capellán de distintas parroquias y haciendas; vicario cooperador en Sayula y en Zapotiltic, hasta que en julio de 1923, a la muerte del párroco, fue designado para sucederle. En todos los lugares por los que pasó iba dejando su impronta apostólica de paciencia y caridad en las gentes, lo que ponía de relieve la autenticidad de su vocación sacerdotal. Incrementaba el apostolado de la oración, fomentaba círculos de estudio y fortalecía los existentes, además de poner en marcha asociaciones dirigidas a los laicos.

En una ocasión peregrinó a Tierra Santa plasmando en la obra Mi viaje a Jerusalén la honda impresión espiritual que le causó. Sintió entonces un profundo anhelo de morir mártir. El 20 de marzo de 1925 fue nombrado párroco de Unión de Tula, y ese mismo afán de derramar su sangre por Cristo estuvo presente en sus oraciones. Es como si tuviese el secreto presentimiento de que se cumpliría esa súplica. Quizá por eso rogó a sus más cercanos que lo encomendaran ante Dios en sus peticiones, uniendo a las suyas ese ardiente deseo medida' que compartió con ellos. Pronto serían escuchadas.

En efecto, el estío de 1926 trajo las primeras turbulencias con la suspensión del culto decretado por las autoridades civiles. Y el 12 de enerode 1927 sufrió persecución simplemente por su condición sacerdotal. Busco refugio en un rancho, pero fue delatado por el propietario. Se fugó nuevamente y llegó a Ejutla el 26 de enero. Durante unos meses pudo permanecer a resguardo, acogido por las adoratrices de Jesús Sacramentado en el colegio de San Ignacio; incluso llegó a administrar los sacramentos y oficiar la misa. Previendo cómo iba a ser el fin de sus días, había dicho: «Los soldados nos podrán quitarla vida, pero la fe nunca».

El 27 de octubre de ese año 1927 un ejército compuesto por 600 federales al mando del general Izaguirre, y otros agradistas capitaneados por Donato Aréchiga, invadieron Ejutla y asaltaron el convento. Ni Rodrigo ni otros sacerdotes y seminaristas pudieron escapar. Cuando uno de los estudiantes, que después logró huir, intentó ayudarle, le dijo: «Se me llegó mi hora, usted váyase». Aún a costa de su vida, poco antes de ser apresado logró destruir expedientes de seminaristas. Fue por eso que quedó a merced de los soldados que le detuvieron, aunque no hubiera podido llegar lejos porque tenía lastimados los pies. Dispuesto a todo, cuando le pidieron que se identificase, respondió: «¡Soy sacerdote/».Tal como supuso, esta respuesta desencadenó una turba de injurias y chanzas soeces que le acompañaron al lugar de su martirio. La venganza de un cabecilla al que vetó un matrimonio ilegítimo estaba en marcha.

Poco después se despedía de otros seminaristas y religiosas con un emocionante y esperanzador: «Nos veremos en el cielo». Lo decía porque todos ellos habían sido apresados como él, aunque iban a ser conducidos a lugares distintos para ser ajusticiados. El padre Aguilar afrontaba su destino serenamente, rogando: «Señor, danos la gracia de padecer en tu nombre, de sellar nuestra fe con nuestra sangre y coronar nuestro sacerdocio con el martirio ¡Fiat voluntas tua!».EI 28 de octubre, de madrugada, fue conducido a la plaza de Ejutla. Lo dispusieron para morir ahorcado mientras bendecía y perdonaba a sus verdugos, incluso a uno de ellos le obsequió con su rosario. Este es el talante de los mártires, sin excepción. Bondadosos, generosísimos, inundados de fe y de caridad, llenos de esperanza, sin emitir juicio alguno contra nadie, dispuestos a unirse a la Pasión redentora de Cristo en rescate de quienes se han dejado atrapar en las viscosas redes del odio. De otro modo, hubieran renegado de su creencia.

Con la soga en el cuello, instrumento de su martirio que antes había bendecido, Rodrigo respondió a la pregunta «¿Quién vive?»...,que le formularon en tres ocasiones mientras iban tensando la gruesa cuerda: «Cristo Rey y Santa María de Guadalupe».Este fue su último testimonio de fe. Pronunció por tercera vez estas palabras cuando apenas tenía aliento, entregando su alma a Dios. Luego lo abandonaron dejando que su cuerpo pendiese del corpulento árbol de mango durante horas. Fue beatificado por Juan Pablo II el 22 de noviembre de 1992, quien lo canonizó el 21 de mayo del año 2000.