Política

 

¿La eutanasia como respuesta a una inquietud social? Los testamentos vitales demuestran que no

 

Tan sólo el 0,57% de los españoles ha registrado su testamento vital, que contiene las instrucciones sobre cómo una persona quieres ser tratado al final de su vida

 

 

11 noviembre, 2018 | ForumLibertas.com


 

 

 

El Gobierno socialista de Pedro Sánchez está inmerso en el proceso parlamentario para despenalizar la eutanasia en España. Diferentes encuestas han intentado mostrar el interés de los españoles y su posicionamiento a favor o en contra de su legalización ahora que la iniciativa política la ha puesto en el debate público, pero, ¿hay realmente demanda de esa Ley?

Ya la presidencia socialista de José Luís Rodríguez Zapatero desarrolló leyes ideológicas que no tienen un impacto en la vida económica, en el trabajo, en las necesidades básicas de los españoles, pero que son extraordinariamente efectivas a la hora de ocupar el espacio de debate público y dar la sensación de que se está haciendo una política de gobierno dinámica y efectiva.

 

El testamento vital: clave en el interés sobre la eutanasia

La pregunta que cabe hacerse, pues, es ¿la despenalización de la eutanasia es consecuencia de una demanda social? Un indicador que nos mostraría ese interés real o no es el testamento vital.

Según las cifras conocidas recientemente sólo el  0,57% de los ciudadanos españoles habrían registrado su testamento vital. Pero, ¿qué es y por qué nos da un indicativo del interés de las personas en relación a la eutanasia? El testamento vital constituye un documento que contiene las instrucciones sobre cómo una persona quiere ser tratada al final de su vida o cuando, por circunstancias de salud física o mental, no está en condiciones para tomar decisiones.

El proceso actual de despenalización de la eutanasia en la que está inmerso el Congreso de los Diputados español está arrinconando, sin embargo, el de el proyecto de Ley de Derechos y Garantías de la Dignidad de la Persona ante el Proceso Final de su Vida, la conocida ley nacional de cuidados paliativos, que necesita ser consensuada para presentarse a la Comisión de Sanidad y de ahí al Congreso. Esa Ley sí que es de necesaria y urgente implementación y tiene en la ciudadanía un interés notable alejado de condiciones ideológicas y políticas como la que está impulsando el Gobierno socialista.