Cáritas | Noticia • 19 Diciembre 2018

 

COP24: Decepción por la renuencia a respaldar las constataciones sobre el cambio climático

 

Cáritas critica que las posturas políticas inflexibles hayan debilitado el resultado de la Cumbre para evitar la catástrofe ambiental

 

 

 


 

 

Cáritas Internationalis ha difundido un comunicado tras la Conferencia sobre Cambio Climático celebrada en la ciudad polaca de Katowice del 2 al 14 de diciembre. En las sesiones ha participado una nutrida delegación de Cáritas Internationalis, de la que ha formado parte Cristina Linaje, experta de Cáritas Española.

El intenso trabajo humanitario que la red Cáritas desarrolla en todo el mundo para afrontar los efectos del cambio climático en las poblaciones más vulnerables –en forma de pérdida de tierras y medios de vida, desertización y desplazamientos masivos de población a causa de graves fenómenos medioambientales cada vez más frecuentes— está inspirado en la exhortación lanzada por el Papa Francisco al cuidado de la Casa común en su encíclica Laudato sí.

Este es el texto íntegro de la nota:

 

Los delegados en la conferencia anual de la ONU sobre el cambio climático no han cumplido con los compromisos firmes de acción esencial para salvar nuestro planeta.

La Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP, se reunió en la ciudad polaca de Katowice, del 2 al 14 de diciembre de 2018. La reunión se realizó después de la publicación del Informe Especial del Panel Internacional sobre el Cambio Climático (IPCC) en el escenario del calentamiento global de 1.5° C. Ese informe muestra la necesidad urgente de acometer con mayor ambición la transformación de la economía global.

Cáritas está decepcionada por la renuencia de algunos Gobiernos a respaldar las constataciones del Informe Especial del IPCC como base científica para una acción climática decidida. “Las posturas políticas inflexibles, que a menudo ocultan fuertes intereses económicos, han debilitado el resultado de la Cumbre en un paquete de medidas insuficiente para proteger a las generaciones presentes y futuras de la catástrofe ambiental”, ha afirmado Adriana Opromolla, responsable de Seguridad Alimentaria y Cambio Climático de Caritas Internationalis.

El Diálogo de Talanoa, un nuevo estilo “indígena” de promover un diálogo más abierto en el proceso oficial, ha sido bienvenido en la Cumbre. Sin embargo, aún no está claro cómo esto puede suponer algún cambio para los más pobres. Cáritas espera que este espíritu se mantenga en la preparación de la Cumbre sobre el Clima de la Secretaria General de las Naciones Unidas de 2019, y que el diálogo mejore con la participación significativa de las comunidades que están en primera línea y la sociedad civil, y que lleve a compromisos concretos.

Las personas vulnerables tienen sus derechos humanos constantemente amenazados por los efectos del cambio climático. El Preámbulo del Acuerdo de París reafirmó una serie de principios que incluyen los derechos de los pueblos indígenas, la seguridad alimentaria, la transición energética y la equidad intergeneracional. Cáritas está decepcionada de que las decisiones finales de la COP24 no reflejen estos derechos esenciales y le preocupa que los Gobiernos sigan debatiendo sobre principios fundamentales.

A pesar de ello, la participación pública y la invitación a los Gobiernos a considerar las comunidades locales e indígenas y los conocimientos tradicionales en la planificación de proyectos climáticos es un primer paso hacia planes climáticos inclusivos. Cáritas acoge con satisfacción la iniciativa “Comunidades Locales y Plataforma Indígena” con la esperanza de que garantice que la experiencia de las comunidades tradicionales inspire las decisiones sobre el clima. Reconocer los derechos de los pueblos indígenas a la tierra es una de las formas más efectivas de proteger los sumideros de carbono y mitigar los impactos del cambio climático.

En cuanto a las finanzas, es de agradecer que las conclusiones recuerden la necesidad de aumentar la movilización de recursos por parte de los países desarrollados, incluida la financiación para la adaptación a los efectos del cambio climático. No obstante, los recursos disponibles siguen siendo insuficientes para respaldar los esfuerzos de los países en desarrollo o sus planes de adaptación; en este sentido, la conferencia no logró aclarar cómo se acordará el objetivo de financiación climática después de 2025. La negativa a incluir cualquier referencia a la cuestión de “Pérdida y daños” en la conclusión final es un paso atrás preocupante.

Cáritas exhorta a los países desarrollados a cumplir sus promesas lo antes posible y a establecer, al mismo tiempo, compromisos ambiciosos de financiación climática como expresión de responsabilidad y solidaridad con las comunidades que ya están sufriendo intensamente los efectos del calentamiento global.