Servicio diario - 19 de diciembre de 2018


 

Papa Francisco: "Navidad significa acoger en la tierra las sorpresas del Cielo"
Rosa Die Alcolea

Los Ángeles: El Papa acepta la renuncia del obispo auxiliar Alexander Salazar
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 19 de diciembre de 2018 — Catequesis del Papa
Rosa Die Alcolea

Invitación del Papa a "contemplar en silencio el misterio del Nacimiento de su Hijo"
Rosa Die Alcolea

"Que María y José nos enseñen a acoger un regalo tan grande: Emmanuel, Dios con nosotros"
Rosa Die Alcolea

Siria, Líbano, Oriente Medio: El Papa saluda a los visitantes de lengua árabe
Anita Bourdin

Iraq: El Cardenal Parolin estará en Bagdad por Navidad
Marina Droujinina

Cambio climático: Consenso sobre el reglamento para la implementación del Acuerdo de París
Redacción

Mons. Felipe Arizmendi: "Por un mayor liderazgo femenino"
Felipe Arizmendi Esquivel

Antonio Rivero: "¡Cuántos hermanos esperan nuestra caridad servicial, hecha obras!"
Antonio Rivero

Santo Domingo de Silos, 20 de diciembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

19/12/2018-11:50
Rosa Die Alcolea

Papa Francisco: "Navidad significa acoger en la tierra las sorpresas del Cielo"

(ZENIT — 19 dic. 2018).- "Procuremos no mundanizar la Navidad, ni convertirla en una bonita fiesta tradicional pero centrada en nosotros y no en Jesús", es el corazón del mensaje que ha dejado el Papa Francisco en la audiencia general, este miércoles, 19 de diciembre de 2018.

"Acoger las sorpresas" es el consejo que da el Santo Padre. "Navidad significa acoger en la tierra las sorpresas del Cielo y celebrar a un Dios que revoluciona nuestras lógicas humanas".

En este sentido, Francisco exhorta a mirar a Jesús, quien da sentido a esta fiesta: "Vivir la Navidad es entender que la vida no se programa sino que se da, que no podemos vivir para nosotros mismos sino para Dios, que descendió hasta nosotros para ayudarnos".

 

Dedicar tiempo al silencio

"Celebraremos la Navidad si sabemos dedicar tiempo al silencio, como hizo José" ha asegurado el Papa. Si le decimos a Dios "aquí estoy", como María, también es fundamental en esta fiesta, según el Pontífice.

Salir de nosotros mismos "para ir al encuentro de Jesús, como los pastores" es el verdadero sentido de la celebración navideña. Por ello, celebraremos la Navidad, continúa el Papa, "si no nos dejamos cegar por el brillo de luces artificiales, de regalos y comidas, y en cambio ayudamos a alguien que pasa necesidad, porque Dios se hizo pobre en Navidad".

 

Sorpresas

El Evangelio nos habla "de las sorpresas" y "cambios de vida" que trajo consigo aquella primera Navidad de la historia, cómo la llegada de Dios "cambió de manera radical los planes de María y José", ha recordado el Santo Padre en el resumen de su catequesis en lengua española.

Y la sorpresa más grande llega en la noche de Navidad, cuando el Altísimo aparece como un niño pequeño, reconocido solo por unos sencillos pastores, ha explicado.

 

 

19/12/2018-18:05
Rosa Die Alcolea

Los Ángeles: El Papa acepta la renuncia del obispo auxiliar Alexander Salazar

(ZENIT — 19 dic. 2018).- El Papa ha aceptado la renuncia al oficio de obispo auxiliar de la archidiócesis de Los Ángeles, en los Estados Unidos, presentada por Mons. Alexander Salazar, según ha informado hoy la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Asimismo, este miércoles, 19 de diciembre de 2018, la Santa Sede ha difundido una carta escrita por el Arzobispo José H. Gómez, en la que relata que "en el 2005, un año después de haber sido ordenado obispo, la Arquidiócesis tuvo conocimiento de una denuncia contra el Obispo Salazar por conducta indebida con un menor".

"La acusación contra el Obispo Salazar provino de una supuesta conducta indebida que se dice ocurrió en la década de 1990, antes de ser ordenado obispo, cuando estaba sirviendo como sacerdote de una iglesia", describe Mons. José H. Gomez.

Tras la correspondiente investigación del caso por la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, y por el Comité de Supervisión de Mala Conducta del Clero, una junta independiente de la Arquidiócesis, "el Comité encontró que la acusación era creíble y presenté sus conclusiones y recomendaciones junto con mi propio voto a la Santa Sede para que se tomara una decisión final sobre el estado del Obispo Salazar", explica el Arzobispo de los Estados Unidos.

A continuación, publicamos la carta del Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José H. Gomez:

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Carta del Arzobispo José H. Gomez

Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo, 

Hoy el Santo Padre, el Papa Francisco, aceptó la renuncia del Obispo Auxiliar Alexander Salazar, quien recientemente se desempeñó como Vicario de la Oficina de Ministerios Étnicos de la Arquidiócesis de Los Ángeles. 

Lamento informarles que en el 2005, un año después de haber sido ordenado obispo, la Arquidiócesis tuvo conocimiento de una denuncia contra el Obispo Salazar por conducta indebida con un menor. Pese a que la acusación nunca se reportó directamente a la Arquidiócesis, fue investigada por la policía en el 2002 y el Fiscal de Distrito no procesó. 

La acusación contra el Obispo Salazar provino de una supuesta conducta indebida que se dice ocurrió en la década de 1990, antes de ser ordenado obispo, cuando estaba sirviendo como sacerdote de una iglesia. Como era obispo en el momento en que se recibió la denuncia, la Arquidiócesis remitió el asunto a la Congregación para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede, que realizó una investigación e impuso ciertas medidas de precaución al ministerio del Obispo Salazar. 

Desde que se presentó la acusación por primera vez, el Obispo Salazar ha negado consistentemente cualquier acto inmoral. En aras del debido proceso, solicité y recibí permiso de la Congregación para los Obispos de la Santa Sede para presentar la acusación ante el Comité de Supervisión de Mala Conducta del Clero, una junta independiente de la Arquidiócesis. El Comité encontró que la acusación era creíble y presenté sus conclusiones y recomendaciones junto con mi propio voto a la Santa Sede para que se tomara una decisión final sobre el estado del Obispo Salazar. 

Estoy agradecido por la amorosa preocupación del Santo Padre por la familia de Dios aquí en la Arquidiócesis de Los Ángeles. Estas decisiones se han tomado debido a la profunda preocupación por la sanación y la reconciliación de las víctimas de abuso y por el bien de la misión de la Iglesia. 

Sigamos manteniéndonos cerca de las víctimas-sobrevivientes de abuso, a través de nuestra oración y nuestras acciones. 

Que encontremos esperanza en Jesucristo, que la Santísima Virgen María sea una madre para todos nosotros y que Dios nos conceda paz. 

Monseñor José H. Gomez
Arzobispo de Los Ángeles
 

 

 

 

19/12/2018-16:04
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 19 de diciembre de 2018 —Catequesis del Papa

(ZENIT — 19 dic. 2018).- "Navidad es preferir la voz silenciosa de Dios al estruendo del consumismo", ha subrayado el Papa Francisco en la catequesis ofrecida hoy en la audiencia general, este miércoles, 19 de diciembre de 2018.

La audiencia general se ha celebrado a las 9:30 horas en el Aula Pablo VI, donde el Santo Padre Francisco ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo, que han querido felicitarle su 82 cumpleaños —celebrado el 17 de diciembre—con canciones, regalos y tartas.

Navidad: las sorpresas que le gustan a Dios (Pasaje bíblico: Evangelio según san Juan 1 9-1q), ha sido el tema de la catequesis que ha pronunciado hoy el Santo Padre.

“¿Qué Navidad le gustaría a Dios? ¿Qué regalos y qué sorpresas?”, ha preguntado Francisco. “La sorpresa más grande es en Nochebuena: el Altísimo es un niño pequeño”.

Celebrar la Navidad, es “dar la bienvenida a las sorpresas del Cielo en la tierra”, ha asegurado. “No se puede vivir ‘tierra, tierra’, cuando el Cielo trae sus noticias al mundo. La Navidad inaugura una nueva era, donde la vida no se planifica, sino que se da; donde ya no se vive para uno mismo, según los propios gustos, sino para Dios y con Dios”.

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo. Como de costumbre, la audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.

RD

A continuación, ofrecemos la catequesis completa del Papa Francisco, pronunciada en la audiencia general:

***

 

Catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Dentro de seis días será Navidad. Árboles, decoraciones y luces por todas partes recuerdan que también este año será una fiesta. La máquina publicitaria invita a intercambiar siempre nuevos regalos para sorprenderse. Pero, me pregunto ¿es esta la fiesta que agrada a Dios? ¿Qué Navidad le gustaría, qué regalos y qué sorpresas?

Observemos la primera Navidad de la historia para descubrir los gustos de Dios. Esa primera Navidad de la historia estuvo llena de sorpresas. Comenzamos con María, que era la esposa prometida de José: llega el ángel y cambia su vida. De virgen será madre. Seguimos con José, llamado a ser el padre de un niño sin generarlo. Un hijo que, -golpe de efecto-, llega en el momento menos indicado, es decir, cuando María y José estaban prometidos y, de acuerdo con la Ley, no podían cohabitar. Ante el escándalo, el sentido común de la época invitaba a José a repudiar a María y salvar así su buena reputación, pero él, si bien tuviera derecho, sorprende: para no hacer daño a María piensa despedirla en secreto, a costa de perder su reputación. Luego, otra sorpresa: Dios en un sueño cambia sus planes y le pide que tome a María con él.  Una vez nacido Jesús, cuando tenía sus proyectos para la familia, otra vez en sueños le dicen que se levante y vaya a Egipto. En resumen, la Navidad trae cambios inesperados de  vida. Y si queremos vivir la Navidad, tenemos que abrir el corazón y estar dispuestos a las sorpresas, es decir, a un cambio de vida inesperado.

Pero cuando llega la sorpresa más grande es en Nochebuena: el Altísimo es un niño pequeño. La Palabra divina es un infante, que significa literalmente “incapaz de hablar”. Y la palabra divina se volvió incapaz de hablar. Para recibir al Salvador no están las autoridades de la época, o del lugar, o los embajadores: no, son simples pastores que, sorprendidos por los ángeles mientras trabajaban de noche, acuden sin demora. ¿Quién lo habría esperado? La Navidad es celebrar lo inédito de Dios, o mejor dicho, es celebrar a un Dios inédito, que cambia nuestra lógica y nuestras expectativas.

Celebrar la Navidad, es, entonces, dar la bienvenida a las sorpresas del Cielo en la tierra. No se puede vivir “tierra, tierra”, cuando el Cielo trae sus noticias al mundo. La Navidad inaugura una nueva era, donde la vida no se planifica, sino que se da; donde ya no se vive para uno mismo, según los propios gustos, sino para Dios y con Dios, porque desde Navidad Dios es el Dios con nosotros, que vive con nosotros, que camina con nosotros. Vivir la Navidad es dejarse sacudir por su sorprendente novedad. La Navidad de Jesús no ofrece el calor seguro de la chimenea, sino el escalofrío divino que sacude la historia. La Navidad es la revancha de la humildad sobre la arrogancia, de la simplicidad sobre la abundancia, del silencio sobre el alboroto, de la oración sobre “mi tiempo”, de Dios sobre mi “yo”.

Celebrar la Navidad es hacer como Jesús, venido para nosotros, los necesitados, y bajar hacia aquellos que nos necesitan. Es hacer como María: fiarse, dócil a Dios, incluso sin entender lo que Él hará. Celebrar la Navidad es hacer como José: levantarse para realizar lo que Dios quiere, incluso si no está de acuerdo con nuestros planes. San José es sorprendente: nunca habla en el Evangelio: no hay una sola palabra de José en el Evangelio; y el Señor le habla en silencio, le habla precisamente en sueños. Navidad es preferir la voz silenciosa de Dios al estruendo del consumismo. Si sabemos estar en silencio frente al Belén, la Navidad será una sorpresa para nosotros, no algo que ya hayamos visto. Estar en silencio ante el Belén: esta es la invitación para Navidad. Tómate algo de tiempo, ponte delante del Belén y permanece en silencio. Y sentirás, verás la sorpresa.

Desgraciadamente, sin embargo, nos podemos equivocar de fiesta, y prefiere las cosas usuales de la tierra a las novedades del Cielo. Si la Navidad es solo una buena fiesta tradicional, donde nosotros y no Él estamos en el centro, será una oportunidad perdida. Por favor, ¡no mundanicemos la Navidad! No dejemos de lado al Festejado, como entonces, cuando “vino entre los suyos, y los suyos no le recibieron” (Jn 1,11). Desde el primer Evangelio de Adviento, el Señor nos ha puesto en guardia, pidiéndonos que no nos cargásemos con “libertinajes” y “preocupaciones de la vida” (Lc 21,34). Durante estos días se corre, tal vez como nunca durante el año. Pero así se hace lo contrario de lo que Jesús quiere. Culpamos a las muchas cosas que llenan los días, al mundo que va rápido. Y, sin embargo, Jesús no culpó al mundo, nos pidió que no nos dejásemos arrastrar, que velásemos en todo momento rezando (cfr. v. 36).

He aquí, será Navidad si, como José, daremos espacio al silencio; si, como María, diremos “aquí estoy ” a Dios; si, como Jesús, estaremos cerca de los que están solos, si, como los pastores, dejaremos nuestros recintos para estar con Jesús. Será Navidad, si encontramos la luz en la pobre gruta de Belén. No será Navidad si buscamos el resplandor del mundo, si nos llenamos de regalos, comidas y cenas, pero no ayudamos al menos a un pobre, que se parece a Dios, porque en Navidad Dios vino pobre.

Queridos hermanos y hermanas, ¡os deseo una Feliz Navidad, una Navidad rica en las sorpresas de Jesús! Pueden parecer sorpresas incómodas, pero son los gustos de Dios. Si los hacemos nuestros, nos daremos a nosotros mismos una sorpresa maravillosa. Cada uno de nosotros tiene escondida en el corazón la capacidad de sorprenderse. Dejémonos sorprender por Jesús en esta Navidad.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

19/12/2018-12:02
Rosa Die Alcolea

Invitación del Papa a "contemplar en silencio el misterio del Nacimiento de su Hijo"

(ZENIT — 19 dic. 2018).- "Le pedimos a la Virgen María que nos ayude a contemplar en silencio el misterio del Nacimiento de su Hijo, para que hagamos realidad en nuestras vidas su ejemplo de humildad, pobreza y amor".

Son las palabras que ha dirigido el Papa Francisco en español a los visitantes de lengua española, en I la mañana del miércoles, 19 de diciembre de 2018, en la audiencia general, celebrada en el aula Pablo VI.

El Santo Padre saludó especialmente a los peregrinos provenientes de España y América Latina, quienes felicitaban al Papa por su reciente cumpleaños —el 17 de diciembre— con sus banderas y sus cánticos.

Francisco ha compartido con los fieles una catequesis sobre la celebración de la Navidad, recordando que la "Navidad significa acoger en la tierra las sorpresas del Cielo y celebrar a un Dios que revoluciona nuestras lógicas humanas".

 

 

19/12/2018-16:35
Rosa Die Alcolea

"Que María y José nos enseñen a acoger un regalo tan grande: Emmanuel, Dios con nosotros"

(ZENIT – 19 dic. 2018).- “Confiémonos a María y a José, para que nos enseñen a acoger un regalo tan grande: Emmanuel, Dios con nosotros”, es el pensamiento que ha expresado el Pontífice a los jóvenes, los ancianos, los enfermos y los recién casados, en la audiencia general, este miércoles, 19 de diciembre de 2018.

En italiano, el Santo Padre ha señalado que el nacimiento del Señor Jesús "es inminente". Así, ha pedido que la fiesta que celebraremos de nuevo este año, en la Noche Santa de su Navidad, "despierte en nosotros la ternura de Dios por toda la humanidad, cuando, en Jesús, no desdeñó asumir, sin ninguna reserva, nuestra naturaleza humana".

El saludo del Papa en Italian ha estado dirigido también a los grupos parroquiales, en particular a los de Collevecchio y Alvito y a los huéspedes de la Caritas de la Diócesis de Albano, acompañados por el obispo, Monseñor Marcello Semeraro.

Saludo a la Asociación Nacional de víctimas civiles de la guerra; al Grupo Scout de Jesolo y Ca `Savio; al Equipo Nacional Italiano de Personas Amputadas; a la delegación de la Municipalidad de Bolsena; al Grupo de Deportes Paralímpicos de la Defensa y a las escuelas, en particular las de San Benedetto del Tronto y Bitonto.

 

 

19/12/2018-18:54
Anita Bourdin

Siria, Líbano, Oriente Medio: El Papa saluda a los visitantes de lengua árabe

(ZENIT — 19 dic. 2018).- El Papa Francisco indica tres transformaciones para vivir una auténtica Navidad, saludando a los visitantes de la lengua árabe, incluidos Egipto, Líbano y Medio Oriente, presentes en la audiencia general del miércoles 19 de diciembre de 2018, última audiencia general antes de Navidad.

El Papa, por lo tanto, interrumpió su ciclo de catequesis sobre el Padre Nuestro para hablar sobre la Navidad.

Dijo estas tres transformaciones: "Para vivir la Navidad, debemos transformar, a través del amor, nuestros corazones en un pesebre; por la oración, nuestras casas en un granero; Por el bien, nuestras calles en oasis ".

El Papa deseó que "el Niño Jesús nos enseñe a mirar hacia el cielo con sus ojos, a mirarlo con el corazón de María y con el silencio de oración de san José".

"Que el Señor te bendiga y te proteja de los malos", concluyó el Papa.

El Papa Francisco saludó en italiano y luego fue traducido por su secretario, un sacerdote copto de Egipto, Mons. Yoannis Lahzi Gaid.

 

 

19/12/2018-18:37
Marina Droujinina

Iraq: El Cardenal Parolin estará en Bagdad por Navidad

(ZENIT — 19 dic. 2018).- El Cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano, concelebrará la Misa de la víspera de Navidad con el Cardenal patriarca caldeano de Babilonia, Louis Raphael Sako, en Bagdad, Iraq, en la catedral caldea de San José, indica la página web Baghdadope, 18 de diciembre de 2018.

Como se anunció en árabe en el sitio web del Patriarcado Caldeo, el Cardenal Pietro Parolin estará en Irak del 24 al 28 de diciembre.

Antes de la Misa con el patriarca caldeo, el Cardenal Parolin asistirá al rito de fuego que simboliza el nacimiento de Cristo en la Iglesia católica siria de Nuestra Señora de la Salvación. En esta iglesia, en 2010, decenas de fieles y dos sacerdotes fueron masacrados por un comando terrorista que ingresó al edificio durante la Misa de la tarde.

Al día siguiente se planean las visitas del cardenal a los lugares simbólicos de la capital iraquí y a las organizaciones caritativas.

El 26 de diciembre, el Secretario de Estado del Vaticano viajará a Erbil, donde se reunirá con representantes del gobierno de la provincia autónoma del Kurdistán iraquí y desde donde partirá para visitar la llanura de Nínive.

El 28 de diciembre, el cardenal Parolin celebrará la Misa con el patriarca católico sirio, Igniatus Yousef III Yonan, en la pequeña ciudad de Qaraqosh antes de regresar a Roma.

 

 

19/12/2018-19:12
Redacción

Cambio climático: Consenso sobre el reglamento para la implementación del Acuerdo de París

(ZENIT — 19 dic. 2018).- La Santa Sede ha hecho pública la Declaración final de la Delegación de la Santa Sede en la )00V Conferencia de los Estados parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP24), celebrada en Katowice, Polonia, del 2 al 15 de diciembre de 2018, que reproducimos a continuación:

***

 

Declaración de la Santa Sede

En su encíclica Laudato Si, sobre el cuidado de nuestra casa común, el Papa Francisco subrayaba la importancia de reforzar responsablemente las políticas relacionadas con el cambio climático, que es un problema mundial con graves implicaciones: ambientales, sociales, económicas, políticas y para la distribución de bienes (véase, entre otros, n. 181 y 23-26).

Los líderes mundiales reunidos en Katowice en la COP 24 se han esforzado en encontrar la voluntad para dejar de lado sus intereses económicos y políticos a corto plazo y trabajar por el bien común. Después de un largo y complejo debate, han encontrado un consenso sobre el reglamento para la implementación del Acuerdo de París adoptado en 2015. Agradecemos a los líderes de los Estados y a las otras partes interesadas su contribución a este diálogo multilateral y a la redacción del reglamento. El consenso sobre el documento final, bastante complejo y técnicamente detallado, representa una confirmación de los compromisos asumidos hace tres años en París y de la importancia del multilateralismo.

Desafortunadamente, también debemos tener en cuenta que el reglamento no refleja adecuadamente la urgencia necesaria para abordar el cambio climático, que "plantea uno de los principales desafíos actuales para la humanidad" (LS, 25). Además, el reglamento parece restar importancia a los derechos humanos, que son fundamentales para reflejar el rostro humano del cambio climático que afecta a las personas más vulnerables de la tierra. Su llanto y el de la tierra piden más ambición y mayor urgencia.

La Delegación de la Santa Sede, encabezada por el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, ha explicado que el progreso de la dignidad de la persona humana, el alivio de la pobreza mediante la promoción del desarrollo humano integral y la reducción del impacto del cambio climático mediante medidas de mitigación y adaptación responsables van de la mano. Necesitamos un adecuado período de transición en el que todas las partes asuman sus respectivas responsabilidades de acuerdo con el principio de equidad.

Como indicaba dramáticamente el informe especial del IPCC publicado en octubre de 2018, estamos llamados a limitar de manera responsable el aumento del promedio de la temperatura mundial a 1.5 ° C sobre los niveles preindustriales.

Por lo tanto, llamamos a una ambición mucho mayor en la presentación de las Contribuciones Previstas y Determinadas a nivel nacional (iNDC) y a mecanismos más sólidos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, gestionar la descarbonización de la economía actual basada en combustibles fósiles, compartir de manera transparente la forma en que cada nación implementa sus compromisos, abordar el tema de las pérdidas y daños, asegurar compromisos financieros sólidos y promover la educación en la sostenibilidad, la conciencia responsable y los cambios en el estilo de vida.

La fe y la razón deben unirse para capacitamos a tomar decisiones positivas en nuestros estilos de vida, en cómo se rigen nuestras economías y en la construcción de una verdadera solidaridad global necesaria para evitar esta crisis climática.

 

 

19/12/2018-16:56
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Felipe Arizmendi: "Por un mayor liderazgo femenino"

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

Cada día, afortunadamente, más mujeres ocupan cargos de liderazgo, tanto en sectores legislativos y ejecutivos, como universitarios, empresariales y artísticos. En el hogar, a pesar de muchos residuos del ancestral machismo, se les va reconociendo más y más como pilares no sólo de la educación de los hijos, sino también de su sostenimiento. En nuestra Iglesia, aunque no se les reconozca como aspirantes al sacerdocio ministerial, siempre han sido las que le dan vida a las diversas pastorales, como la profética, la litúrgica y la social.

En comunidades indígenas también se nota este nuevo protagonismo. Antes, los padres del pretendiente (que no era novio) formalizaban el arreglo para un casamiento, sin que la muchacha conociera al joven y sin que le preguntaran su opinión. Eso ya no pasa, salvo alguna rara excepción. Hoy, las mujeres también van a la escuela, no sólo primaria, sino media y superior; son muchas las que cursan carreras universitarias. Son catequistas y ministras de la Comunión, cuando antes todo esto era exclusivo de los varones. Conforme a las normas canónicas, en mi anterior diócesis autoricé que algunas bautizaran y presidieran matrimonios, mujeres que eran bien aceptadas por sus comunidades, por sus servicios previos, y con una formación adecuada.

Me platican que la actual Secretaria de Gobernación, el cargo más importante, después del Presidente de la República, ocupado primera vez por una dama, ha dicho que, ahora sí, el país va a estar bajo la mirada de una mujer. Bueno; es un decir, porque siempre hemos estado bajo la mirada de nuestras mamás; si no fuera por ellas, ¡qué sería de nosotros! Y desde hace casi quinientos años, estamos bajo la mirada de la mujer de mujeres, nuestra Madre de Guadalupe. No hemos sido huérfanos, gracias a ella. Que lo confirmen las incontables multitudes que la celebramos en su reciente fiesta. ¡Qué gran mujer, qué gran madre! Aunque algunos no la reconozcan, ella no los desatiende.

Es cierto, sin embargo, que aún nos falta mucho por avanzar en este aspecto.

 

PENSAR

Los obispos mexicanos, en nuestro Proyecto Global de Pastoral 2031+2033, afirmamos: "Es necesario valorar el rol tan importante que la mujer está desempeñando. Hoy es más evidente, y nos alegra constatar, el arribo de muchas mujeres a los puestos de grandes responsabilidades en sus países, el acceso a la educación de una manera más amplia, la lucha por consolidar cada vez más sus derechos en todos los campos de la vida social, política y económica, así como su presencia valiosa e imprescindible dentro de la Iglesia. Con todo, vemos con tristeza que aún los rasgos más dolorosos de la pobreza, la desigualdad y la violencia, tienen rostro de mujer, y existe todavía un largo camino con esfuerzos que tendrán que redoblarse para darle el lugar que le
corresponde" (No. 41).

"Habiendo señalado los avances que se han tenido en el reconocimiento y el valor de la mujer en la sociedad, no podemos dejar de mencionar, la situación injusta y precaria a la que han sido sometidas muchas de ellas durante siglos en nuestro país, incluso en el seno de la familia y aún en la Iglesia. Es necesario resaltar y denunciar los atropellos constantes contra su dignidad, reflejada en miles de muertes; la situación de tantas madres solteras que luchan por sacar adelante a su familia; la explotación, la trata de menores y la desaparición de un importante número de mujeres. Reconocemos el largo camino que nos falta por andar en materia de valoración plena del 'genio femenino', es decir, de la vocación y de la misión de las mujeres en la sociedad y en la Iglesia. No podemos posponer una vez más su plena incorporación social, la vigencia de sus derechos y la acogida de su aporte propio y específico para la construcción de una sociedad más humana y una Iglesia más fiel a la novedad del anuncio cristiano" (No. 53).

Entre nuestras opciones y compromisos pastorales, señalamos: "En un mundo que lucha por reconocer los derechos humanos en diversos campos, nos corresponde reconocer y apoyar los derechos de los fieles laicos en la misión de la Iglesia, como personas que gozan de su mayoría de edad. Especial atención merece valorar y promover la imprescindible presencia de la mujer en la vida eclesial, su enorme aporte en la evangelización de las familias y su apoyo constante en la catequesis de nuestras comunidades" (No. 179).

 

ACTUAR

¿Qué podemos y debemos hacer? Las mujeres, asumir con gozo su femineidad, sin pretender disfrazarla de otra tendencia. Los varones, valorar más a tantas mujeres con quienes interactuamos, reconocer y alentar su imprescindible aporte, agradecer lo que hacen por la familia y por la comunidad civil y eclesial, defenderlas si es el caso y corregir las actitudes machistas que aún tengamos.

 

 

19/12/2018-16:44
Antonio Rivero

Antonio Rivero: "¡Cuántos hermanos esperan nuestra caridad servicial, hecha obras!"

 

CUARTO DOMINGO DE ADVIENTO

Ciclo C

Textos: Mi 5, 1-4; Heb 10, 5-10; Lc 1, 39-45

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: La visita de María a su prima Isabel es un gesto de caridad y misericordia.

Síntesis del mensaje: Hoy tenemos el ejemplo de caridad misericordiosa de María. Ain Karim es el lugar de la misericordia de María para con su prima Isabel, embarazada, que necesitaba los cuidados y la ternura de María. El mayor holocausto agradable a Dios es la caridad misericordiosa para con nuestro hermano. Resuena todavía en nuestro corazón el año de la misericordia, convocado por el papa Francisco en el año 2016.

 

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, el viaje de María a Ain Karim tiene resonancias bíblicas: el traslado entre danzas y alegría del Arca de la Alianza en tiempos de David: ¡presencia de Dios lleno de misericordia con su pueblo elegido! El Arca de la Alianza es ahora la Madre del Mesías: ¡Dios continúa derramando su misericordia ahora a través de María! El encuentro de las dos mujeres creyentes está lleno de simbolismo misericordioso: María lleva en su seno al Mesías, el Dios de la ternura y misericordia, y también Isabel va a ser madre del Precursor. Las dos están llenas de alegría, las dos han aceptado el plan de Dios sobre sus vidas y le entonan sus alabanzas, cantando la misericordia divina. El encuentro entre estas dos mujeres sencillas, representantes del Antiguo y del Nuevo Testamento, es también el encuentro entre el Mesías, lleno de misericordia, y su precursor. Es más, entre Dios misericordioso y la humanidad pecadora. Encuentro cargado todo de gran misericordia. De Dios con la humanidad, simbolizada en esas dos mujeres, María e Isabel.

En segundo lugar, veamos los gestos de misericordia de María en este evangelio de la Visitación a su prima Isabel. ¿Quién debe sembrar en nosotros esa misericordia? El Espíritu Santo. El Espíritu Santo es el amor del Padre y del Hijo; amor hecho ternura, detalles, bondad, caridad, servicio. María sale con prisa de Nazaret movida por el Espíritu Santo para ayudar a su prima, pues la caridad misericordiosa madruga. María entra en la casa de su prima impulsada por el Espíritu Santo y la saluda y abraza deseándole la paz, "Shalom", pues la caridad misericordiosa siempre desea la paz a todos. Será el Espíritu Santo quien hace saltar de gozo a Juan que estaba en el seno de su madre Isabel al enterarse del fruto que María llevaba en su vientre, Jesús lleno de misericordia. Será el Espíritu Santo quien hará exclamar a Isabel: "Bendita tú entre las mujeres", pues la caridad misericordiosa siempre sabe reconocer las bendiciones de Dios para con sus hijos, sin dejarse llevar por la envidia. María canta el Magnificat, porque reconoce con humildad la misericordia de Dios para con Ella. Y María se queda con Isabel tres meses porque la misericordia es generosa y se da hasta el final sin medida alguna.

Finalmente, decía el Papa Francisco en el año de la misericordia: "¡Cómo deseo que los años por venir estén impregnados de misericordia para poder ir al encuentro de cada persona llevando la bondad y la ternura de Dios! A todos, creyentes y lejanos, pueda llegar el bálsamo de la misericordia como signo del Reino de Dios que está ya presente en medio de nosotros"(Misericordiae Vultus, n. 5). Y más adelante en la misma bula de proclamación del año santo dice esto: "Es determinante para la Iglesia y para la credibilidad de su anuncio que ella viva y testimonie en primera persona la misericordia. Su lenguaje y sus gestos deben transmitir misericordia para penetrar en el corazón de las personas y motivarlas a reencontrar el camino de vuelta al Padre" (n. 12). Al igual que María manifestó su misericordia con Isabel con gestos, así también nosotros en nuestro día a día, en casa, en el trabajo, en el colegio y universidad, en la calle, en el comercio, en la parroquia, entre los amigos y vecinos, y también para con aquellos con los que no simpatizamos naturalmente. Gestos de perdón, ternura, bondad, comprensión, consuelo, servicio, atención, ayuda. Sigue el Papa: "Abramos nuestros ojos para mirar las miserias del mundo, las heridas de tantos hermanos y hermanas privados de la dignidad, y sintámonos provocados a escuchar su grito de auxilio. Nuestras manos estrechen sus manos, y acerquémoslos a nosotros para que sientan el calor de nuestra presencia, de nuestra amistad y de la fraternidad. Que su grito se vuelva el nuestro y juntos podamos romper la barrera de la indiferencia que suele reinar campante para esconder la hipocresía y el egoísmo" (n. 15)

Para reflexionar: mi corazón esta lleno de misericordia para con todos mis hermanos? ¿Cómo vivo las 14 obras de misericordia que la Iglesia me ha enseñado en el catecismo, n. 2447? Ahí están resumidas: Dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al necesitado, vestir al desnudo, visitar al enfermo, socorrer a los presos, enterrar a los muertos (materiales). Enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que está en error, perdonar las injurias, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos de los demás y rogar a Dios por vivos y difuntos (espirituales).

Para rezar: Hoy con más fervor, si cabe, recemos la Salve que aprendimos desde niños, oración que rezuma misericordia: "Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María!".

 

 

19/12/2018-07:14
Isabel Orellana Vilches

Santo Domingo de Silos, 20 de diciembre

«El nombre de este gran monje español está unido a uno de los monasterios benedictinos más conocidos; aún conserva el esplendor que él le confirió. Hizo refulgir en numerosas vías el carisma legado por su fundador, san Benito»

El inicio del siglo XI trajo a este mundo a otro de los grandes monjes que ha habido en la Iglesia. Une a su nombre una de las abadías más reconocidas no solo en España sino en el resto del mundo: la de Silos.

Nació el año 1000 en Cañas, La Rioja, España, localidad integrada entonces en el reino de Navarra, en una familia de rancio abolengo en sus raíces, aunque no poseían bienes materiales significativos. Acerca de sus progenitores los biógrafos subrayan la fe del padre; no de la madre. Fue un niño sensible, inteligente y maduro que ya a temprana edad crecía ávido de impregnarse del amor divino. Participaba con inmenso fervor en la liturgia y albergaba la idea de consagrar su vida. Pero en la adolescencia tuvo que dejar aparcados sus estudios y ponerse a trabajar como pastor. Mientras cuidaba del ganado, elevaba su espíritu a Dios en oración y ejercitaba su caridad con los peregrinos y pobres que transitaban por allí camino de Santiago de Compostela; Dios bendecía sus rasgos de generosidad con extraordinarios prodigios.

Permaneció ocupado en el pastoreo durante cuatro años. Después, seguramente repuesta la economía familiar, con la venia de sus padres comenzó a asistir al párroco y con él adquirió una valiosa formación de gran ayuda posterior en su vida sacerdotal. Culminados sus estudios eclesiásticos, y aunque ni siquiera había cumplido 26 años, el obispo de Nájera, don Sancho, lo ordenó sacerdote porque sin duda calibraría sus excelsas virtudes de las que ya se hacían eco en muchos lugares. Después de difundir el evangelio predicando con ardor, y de consolar y socorrer a enfermos y necesitados, buscó cobijo a sus anhelos contemplativos, y eligió como morada lugares inhóspitos en los que la huella del hombre no se prodigaba.

Partió sin conocimiento de los suyos. Su liviano equipaje estaba compuesto por textos de temática religiosa. Y durante año y medio vivió experiencias que nunca confió a nadie, pero que debieron marcar profundamente su espíritu. Era un gran asceta, dado a la penitencia y a las mortificaciones; lidió ardua batalla contra tendencias que surgían de su interior y también hizo frente a las externas, todo lo cual acentuó su unión mística con Dios.

Tras su paso por este desierto, en 1030 recaló en el monasterio benedictino de San Millán de la Cogolla (La Rioja) se cree que buscando una mayor perfección espiritual, vinculado por el voto de obediencia. El ora et laboranéctar de la regla otorgada por san Benito impregnaba intensas jornadas en las que iba creciendo, formándose a conciencia. El códice de San Millán era una de las obras principales que consultaba, y a través de él se familiarizó con los textos conciliares. Fue estudioso del monje Esmaragdo, compañero de san Benito y autor de su biografía. Ejemplar en su vivencia del carisma benedictino, Domingo fue designado «maestro de jóvenes», y las nacientes vocaciones tuvieron en él un testimonio vivo del amor a Cristo y a su Iglesia. Ejercitó la prudencia, la caridad, la humildad y obediencia, entre otras virtudes, que suscitaron la estima de la mayoría de sus hermanos. Otros —los menos— le envidiaban y efectuaban comentarios maliciosos que ponían en duda su virtud; restaban valor a su obediencia juzgando que estaba condicionada por los honores y reconocimientos que recibía.

El abad le envió a Santa María de Cañas en calidad de prior. Y Domingo convirtió aquel lugar ruinoso y desamparado en un admirable monasterio, que fue rentable desde el punto de vista económico y cultural, así como de incuestionable riqueza espiritual; trajo consigo numerosas vocaciones. Una trama de ambiciones e intereses, en la que se mezcló la debilidad de un nuevo abad, don García, plegado a las exigencias del monarca, hizo que este monasterio se encaminase a la deriva. Domingo defendió con brío su religioso feudo, y ello supuso su destierro, pero no venció su espíritu. «Puedes matar el cuerpo y a la carne hacer sufrir, pero sobre el alma no tienes ningún poder. El Evangelio me lo ha dicho, y a él debo creer que solo al que al infierno puede echar el alma, a ese debo temer»,respondió al rey de Navarra.

En 1041 el rey don Fernando le concedió retirarse a una ermita. Cerca estaba el monasterio de San Sebastián de Silos, que se hallaba prácticamente abandonado. La restauración que hizo Domingo, a petición del monarca que se lo confió con la anuencia del Cid Campeador, fue excepcional. De este lugar que iba a quedar vinculado a su nombre, fue nombrado abad. Cuidó de sus hermanos con exquisita caridad en sus necesidades espirituales y materiales, atendiendo también las carencias de las gentes del entorno.

En 1056 inició las obras de restauración del que sería uno de los máximos exponentes del románico castellano, y simultáneamente impulsó la biblioteca, creó una escuela monástica y otra de miniaturistas y copistas, tuteló la liturgia, etc. Confirió al monasterio un esplendor que aún perdura, y todo en medio de muchas pruebas ante las que actuó con serenidad, prudencia y templanza, confiando siempre en Dios. A su paso brotaban las vocaciones. Fue un gran embajador y amigo de reyes. Recibió, entre otros, los dones de profecía y milagros. Murió el 20 de diciembre de 1073. Fue canonizado en 1234 por Gregorio IX.