Cáritas | Noticia • 20 Diciembre 2018

 

Día de la Solidaridad Humana: Salir al encuentro para «acoger al Dios que está en la puerta»

 

El presidente de Cáritas Internationalis y el delegado episcopal de Cáritas Española invitan a compartir y a encontrarnos con los otros

 

 

 


 

 

En la conmemoración del Día Internacional de la Solidaridad Humana, en vísperas de la celebración de la Navidad, adquieren especial significado las invitaciones lanzadas por el cardenal Luis Antonio Tagle, arzobispo de Manila y presidente de Cáritas Internationalis, y por el delegado episcopal de Cáritas Española, Vicente Muñoz Martín.

 

Compartir y acoger

Ambos coinciden en su propuesta de vivir una Navidad de forma auténticamente solidaria, compartiendo el viaje con las personas más vulnerables –que, en el mensaje del cardenal Tagle para el Adviento, son los migrantes— y saliendo al encuentro del otro para –es la propuesta de Vicente Martín— “acoger al Dios que está en la puerta”.

Desde una lectura creyente del valor de la solidad humana, el arzobispo de Manila nos propone “reflexionar sobre cuántas veces vemos imágenes en las noticias sobre mujeres migrantes embarazadas, que cruzan desiertos o suben en barcos inseguros, sin un hogar al que ir”. Es una historia que para el mensaje cristiano nos resulta muy próxima, como lo es el nacimiento y la muerte de Cristo. Un pasaje evangélico que, indica Tagle, “si lo vemos con los ojos de hoy, podríamos pensar que Él era un perdedor: nació en un establo y, treinta y tres años más tarde, fue crucificado por su propia gente como un criminal común”.

Ante este relato, el presidente de Cáritas Internationalis se pregunta si “podemos imaginarnos a nosotros mismos en su viaje o en el viaje de los emigrantes José y María hacia Belén, un pueblo que no estaba preparado para recibirlos o acomodarlos y no podían ofrecerle la atención que necesitaba una mujer embarazada”.

“¿Podemos ponernos en la piel de los pastores que fueron a visitar al niño Jesús?”, se interroga el cardenal, que recuerda que los primeros en acudir al portal “eran marginados sin educación en su sociedad al que los ángeles se les aparecieron y les dijeron: ´No tengan miedo´”.

 

Todos estamos llamados al viaje

“Como Jesús, María y José, como los pastores y los magos, somos llamados a viajes que requieren fuerza, perseverancia, humanidad, sabiduría y valor”, asegura Tagle. “En estos viajes –dice— nos encontramos con personas a las que, podríamos sentir la tentación de etiquetar o juzgar, prematuramente, como “ganadores” o “perdedores” en la vida, sin conocer su historia completa ni entender su importancia para nuestras vidas”.

Conviene no olvidar que “es en los lugares pequeños y sucios donde nacen nuestros reyes, no en palacios” y que son “las personas más pobres y marginadas de nuestras sociedades las que nos transmiten verdaderos mensajes de esperanza”.

Un primer paso para dar una respuesta solidaria a esta realidad es, como exhorte el prelado filipino, “ver a la otra persona con toda su dignidad, otorgada por Dios, y no mirar hacia otro lado, con miedo, prejuicio u odio, alargando los horizontes de nuestros corazones”. Porque “es la forma en que vivimos nuestros viajes y cómo tratamos a las personas que conocemos lo que tiene el potencial de transformar nuestro mundo”.

“Abriendo nuestros ojos y acercándonos a los demás, sentiremos nuestros corazones arrastrados por una gran ola de amor y nuestro destino será la paz”. Eso ocurrirá, concluye Tagle, “cuando ninguna persona ni país diga ´aquí no hay sitio para ti´”.

 

Una Navidad para encontrarnos

El mensaje de Navidad de nuevo delegado episcopal de Cáritas Española, Vicente Muñoz, aporta también claves importantes para vivir la solidaridad en pleno sentido evangélico en un tiempo litúrgico en el que “Dios sale a nuestro encuentro con la limitación humana, aceptando el riesgo y la aventura de ser persona”. Es en “la sencillez de un niño recién nacido, en la dulzura al verlo recostado, en la ternura de los pañales que lo cubren donde está el Dios limitado, que vive a la intemperie y se hacer vulnerable”.

El delegado de Cáritas propone algunas pistas para celebrar una Navidad auténticamente solidaria que nos impulse a acoger a ese Dios vulnerable “que está en la puerta”. Para ello nos invita a:

 

– Abrir la puerta de nuestra casa, de nuestra vida, como hicieron los pastores que estaban entre los marginados de entonces

– Superar el miedo para romper muros y fronteras, para tender puentes.

– Dejarse tocar y afectar por las heridas de los otros, fijándote en lo que pasa a nuestro alrededor y en lo que “pasan” muchos de nuestros hermanos.

– Salir al encuentro del que sufre, del que necesita ser escuchado y acompañado para recuperar su vida y dignidad.

– Compartir el viaje en comunidad, hacer camino con los vecinos, con los que piensan distinto, con los que son de otras culturas y están descartados, para reconocerse como hermanos apostando por la gratuidad, el diálogo y la mística para vivir juntos.