Servicio diario - 20 de diciembre de 2018


 

Santa Marta: La Anunciación es el "momento decisivo de la historia"
Rosa Die Alcolea

Acción Católica Italiana: En Navidad, "ofreced la alegría a los jóvenes que viven situaciones de sufrimiento"
Rosa Die Alcolea

Nigeria: En Gboko, los fulani han matado en 2018 a muchas más víctimas que Boko Haram
Rosa Die Alcolea

Santa Sede y Vietnam: Continúa el "diálogo fructífero" con el "objetivo" de "aumentar la confianza"
Rosa Die Alcolea

El Por Qué de la JMJ: Reconciliación
Redacción

JMJ Panamá 2019: Kit del peregrino, diseñado para proteger la Casa Común
Rosa Die Alcolea

Mons. Enrique Díaz Díaz: "Saltar de alegría"
Enrique Díaz Díaz

San Pedro Canisio, 21 de diciembre
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

20/12/2018-17:21
Rosa Die Alcolea

Santa Marta: La Anunciación es el "momento decisivo de la historia"

(ZENIT — 20 dic. 2018).- Es el "momento decisivo de la historia, el más revolucionario": El Santo Padre ha reflexionado en la Eucaristía sobre el misterio de la Anunciación, en el que el "Dios de las sorpresas" cambia el destino del hombre, ha descrito.

La Misa matutina ha sido celebrada por el Papa Francisco este jueves, 20 de diciembre de 2018, en la Capilla de la Casa Santa Marta. Hoy, el Pontífice ha leído el capítulo del Evangelio de Lucas (Lc 1, 26-38), en el que se relata el "sí" de la Virgen María al ángel Gabriel, un pasaje "difícil de predicar".

"Es el momento en que todo cambia, todo, desde la raíz", ha revelado el Papa Francisco. Litúrgicamente hoy es el día de la raíz. La Antífona que hoy marca el sentido es la raíz de Jesé, "de la que nacerá un brote". Dios se agacha, Dios entra en la historia y lo hace con su estilo original: una sorpresa. El Dios de las sorpresas nos sorprende una vez más.

El Pontífice ha relatado que "es una situación convulsa, todo cambia, la historia se invierte". Es aquí donde se nos relata el "momento decisivo de la historia, el más revolucionario". Por ello, cuando en Navidad o en el día de la Anunciación profesamos la fe para decir este misterio nos arrodillamos.

 

"He aquí la esclava del Señor"

El Pontífice durante su homilía releyó el Evangelio del día a fin de que la asamblea pudiera reflexionar acerca de la envergadura del Anuncio:

"El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer será llamado Hijo de Dios. También tu pariente Isabel ha concebido un hijo en su vejez, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios no hay nada imposible". Entonces María contestó: "He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra". Y el ángel se retiró.

 

 

20/12/2018-15:10
Rosa Die Alcolea

Acción Católica Italiana: En Navidad, "ofreced la alegría a los jóvenes que viven situaciones de sufrimiento"

(ZENIT – 20 dic. 2018).- “Sed con todos generosos “canales” de bondad y acogida, para construir un mundo más fraternal, más solidario, más cristiano”, ha exhortado Francisco a los jóvenes de Acción Católica Italiana.

Esta mañana, 20 de diciembre de 2018, a las 12:10 horas, el Papa ha recibido en audiencia a una representación de la Acción Católica Italiana (ACR) para los saludos de Navidad, en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico.

“Queridos jóvenes”, ha anunciado el Papa: “En Navidad Jesús quiere nacer en vosotros, en vuestro corazón, para daros la alegría verdadera que nadie os puede quitar”. Y les ha marcado una tarea: “Ofreced esta alegría a los otros jóvenes que viven situaciones de sufrimiento, momentos de dificultad, especialmente a aquellos que veis más solos y tal vez maltratados”.

“Es siempre un placer encontraros cuando se acerca Navidad, para escuchar, ‘¡uno, dos, tres!'”, les ha saludado con afecto.

 

Don de Dios

En el encuentro han participado el Presidente Nacional de Acción Católica Italiana, el Dr. Matteo Truffelli, el Asistente General, Mons. Gualtiero Sigismondi, los educadores y todos aquellos que colaboran a nivel nacional, a todos ha dado la bienvenida el Santo Padre.

Es un “don de Dios”, ha descrito Francisco, por el que “siempre tenemos que estar agradecidos”, el hecho de tener adultos, sacerdotes y laicos, que se ocupan “con tanto amor” de vuestra formación humana y cristiana. “¡Así que tenéis que rezar por ellos, para que tengan sabiduría y paciencia para cumplir bien este servicio!” ha pedido el Papa a los niños de Acción Católica.

 

Amigos de Jesús

Este año el itinerario de formación de los pequeños se centra en el tema del encuentro entre Jesús y las dos hermanas Marta y María de Betania, como lo narra el evangelista Lucas.

En este contexto, los jóvenes de Acción Católica de todas las diócesis italianas están “redescubriendo la llamada a ser amigos de Jesús” –les ha dicho el Papa– “a conocerlo cada vez mejor y a encontrarlo todos los días en la oración, para ser misioneros suyos”.

“Se trata de transmitir un hermoso anuncio, un mensaje de salvación a vuestros coetáneos y también a los adultos”, ha animado el Papa a los chicos.

“¿Y cuál es este mensaje?”, ha preguntado. “Que todos somos amados por el Señor: esta es la verdadera y grande, buena noticia que Dios ha dado al mundo con la venida de su Hijo Jesús entre nosotros. Todos nosotros somos amados por el Señor. ¡Nos ama! Todo juntos y uno por uno. ¡Qué hermoso es!”.

 

Iniciativa de caridad

El Santo Padre ha expresado su alegría al saber que los chicos de Acción Católica Italiana participan, junto con el itinerario formativo de una iniciativa de caridad. Este año está destinada a apoyar el derecho a la alimentación y la dignidad de quienes trabajan la tierra. “Aprecio mucho esta decisión y la aliento”, ha reconocido.

 

Donativo a la Limosnería

Asimismo, el Papa les ha agradecido el donativo que han hecho a la Limosnería Apostólica, “algo muy útil, es decir, productos que se utilizarán para la higiene personal de muchas personas pobres. ¡Gracias por pensar en ello!”.

 

 

 

20/12/2018-16:58
Rosa Die Alcolea

Nigeria: En Gboko, los fulani han matado en 2018 a muchas más víctimas que Boko Haram

(ZENIT — 20 dic. 2018).- Según la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), en la diócesis de Gboko, los fulani se han cobrado en el año 2018, muchas más víctimas que Boko Haram, "pero no se hace nada", señala Mons. William Amove Avenya, Obispo de Gboko.

En dicha diócesis, ubicada en el estado nigeriano de Benue, mayoritariamente cristiano, "los fulani van armados hasta los dientes, matan a mujeres embarazadas y niños y destruyen nuestras granjas", ha declarado el prelado católico en su visita al Parlamento Europeo. "Es una bomba de relojería que amenaza con arrasar la región", ha asegurado.

Los campesinos cristianos son víctimas de violentos ataques por parte de los fulani, un pueblo nómada mayoritariamente musulmán, que vive en el Sahel. Desde el año 2010, los ataques por grupos pertenecientes a este pueblo se han saldado con miles de muertes, con asaltos provistos de numeroso armamento, que también están provocando la huida de la población hacia el sur del país.

 

Petición en el Parlamento Europeo

Según Mons. Avenya, las autoridades no están tomando las medidas necesarias para acabar con esta violencia. Denuncia su silencio y el de los medios de comunicación.

Durante su estancia en Europa con motivo de la presentación del Informe sobre la Libertad Religiosa en el Mundo 2018, publicado por la fundación ACN, el prelado se ha reunido con políticos de Bruselas que también "parecían poco informados sobre la situación en su país y de la amenaza que representan los fulani, provistos con
armamento atípico para unos simples pastores.Hay que preguntarse quién está detrás".

 

Llamamiento estremecedor

Ya el pasado mes de junio Mons. Avenya dirigió un llamamiento estremecedor a la comunidad internacional, instándola a que "no esperaran a que se produjera un genocidio para intervenir.

Además en repetidas ocasiones, la Conferencia Episcopal Nigeriana ha pedido a Muhammadu Buhari, presidente de la Nigeria, que garantice de forma efectiva la seguridad de su pueblo o que, en su defecto, dimita. Esta petición ha sido ignorada: la violencia continúa y Muhammadu Buhari tiene previsto presentarse de nuevo a las elecciones que se celebrarán en febrero del año que viene.

"Mientras tanto", recalca Mons. Avenya, "la Iglesia continúa medicando las heridas. No perdemos la esperanza, pero necesitamos ayuda".

 

 

20/12/2018-14:20
Rosa Die Alcolea

Santa Sede y Vietnam: Continúa el "diálogo fructífero" con el "objetivo" de "aumentar la confianza"

(ZENIT — 20 dic. 2018).- El 19 de diciembre de 2018 se ha celebrado en Hanói el séptimo encuentro del Grupo de Trabajo Conjunto entre la Santa Sede y Vietnam, en el que sostuvieron una "discusión amplia y completa" sobre las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede, incluidos los asuntos relacionados con la Iglesia Católica en Vietnam.

Este encuentro se ha celebrado en cumplimiento de los acuerdos alcanzados en el sexto encuentro del Grupo de Trabajo Conjunto entre Vietnam y la Santa Sede, celebrado en octubre de 2016, aclara la Oficina de Prensa de la Santa Sede en un comunicado, emitido el jueves, 20 de diciembre de 2018.

La reunión estuvo presidida conjuntamente por el Bui Thanh Son, Viceministro Permanente de Asuntos Exteriores, Jefe de la Delegación de Vietnam, y Monseñor Antoine Camilleri, Subsecretario para las Relaciones con los Estados, Jefe de la Delegación de la Santa Sede.

 

Avances positivos

Ambas Partes reconocieron que recientemente las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede han tenido avances positivos, en particular manteniendo contactos y consultas regulares en todos los niveles, incluyendo reuniones de alto nivel e intercambios de opiniones durante los encuentros del Grupo de Trabajo conjunto entre Vietnam y la Santa Sede, y las visitas pastorales a Vietnam del Representante Pontificio no residente, el arzobispo Marek Zalewski.

Las dos Partes acordaron que las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede "deberían continuar manteniéndose sobre la base de principios mutuamente compartidos y sobre un diálogo fructífero", con el "objetivo" de "aumentar la confianza" y "fortalecer las relaciones en interés de ambas partes y de la comunidad católica en Vietnam".

Las dos Partes discutieron y llegaron a un acuerdo sobre temas importantes para "elevar, en un futuro próximo, "el nivel de las relaciones entre Vietnam y la Santa Sede", de un "Representante Pontificio no permanente a las de un Representante Pontificio permanente" y compartieron la convicción de que ese paso contribuirá a incrementar y desarrollar las relaciones entre las dos Partes.

 

Comunidad católica en Vietnam

Las dos Partes reiteraron los mensajes del Papa a la comunidad católica en Vietnam, sobre "vivir el Evangelio en el corazón de la nación" y de "un buen católico también es un buen ciudadano", como principios importantes para la vida de esa comunidad.

La Santa Sede ha expresado su aprecio y su gratitud a la Parte vietnamita por la atención que las autoridades vietnamitas han reservado a la Iglesia católica en Vietnam en los últimos años. La Santa Sede sigue cuidadosamente la vida profunda y dinámica de la comunidad católica en el país y alienta a la Iglesia Católica en Vietnam a contribuir al bien común y la prosperidad de Vietnam.

 

Libertad de religión

La Parte vietnamita reiteró que el Partido y el Estado vietnamitas están "implementando de manera sistemática e incansable el marco político para respetar y garantizar la libertad de credo y religión del pueblo"; "alentando y favoreciendo a la comunidad católica", a la hora de actuar de conformidad con las leyes vietnamitas, y de participar activamente en el desarrollo y la construcción económica y social de la nación.

 

Nombramiento de obispos

En un encuentro que tuvo lugar en un "ambiente amistoso de respeto mutuo", se indica en el comunicado, las dos Partes también discutieron los asuntos relacionados con la "subdivisión de las diócesis" y del "nombramiento de los obispos" en Vietnam.

Asimismo, establecieron convocar la octava reunión del Grupo de Trabajo Conjunto entre Vietnam y la Santa Sede en el Vaticano, que se acordará a través de los canales diplomáticos.

 

Visita al Primer Ministro Nguyen Xuan Phuc

En esta ocasión, la delegación de la Santa Sede también realizó una visita de cortesía al Primer Ministro Nguyen Xuan Phuc y al Presidente del Comité Gubernamental para Asuntos Religiosos Vu Chien Thang. La delegación también fue testigo de la toma de posesión del arzobispo de Hanoi, Mons. Joseph Vu Van Thien.

 

 

20/12/2018-18:06
Redacción

El Por Qué de la JMJ: Reconciliación

(ZENIT — 7 dic. 2018).- Queda 1 mes prácticamente para que se celebra la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá. Del 22 al 27 de enero de 2019, la Ciudad de Panamá se llenará se jóvenes y fieles de todo el mundo.

En este marco, Zenit publica una serie de 10 artículos sobre "El Por qué de la JMJ", escritos por el diácono Pedro Guevara Mann, Director Artístico de la JMJ Toronto 2002 (Leer los artículos anteriores).

Durante los próximos meses, Pedro Guevara compartirá un poco de su experiencia con la JMJ — la Jornada Mundial de la Juventud y explicarles un poco del por qué de la JMJ. Pedro es panameño y diácono permanente en la arquidiócesis de Toronto, en Canadá donde trabaja como productor de TV para Salt + Light Catholic Television.

Sigue la reflexión del diácono Pedro Guevara:

***

 

Reconciliación

La vez pasada vimos por qué la JMJ es un peregrinaje y también vimos como no es solamente un evento de la Iglesia Católica Romana (el rito Latín), sino de toda la Iglesia Católica. Eso incluye a todos los Ritos Orientales. Pero también es un evento que es para todos. En especial, queremos que todos los cristianos, los protestantes y los ortodoxos, también participen.

Es triste que la Iglesia, el Cuerpo de Cristo esté dividida. Es por eso que San Juan Pablo II siempre dijo que soñaba con el día en que la Iglesia respiraría con sus dos pulmones.

Para unir estos dos pulmones o para unir a todos estos ritos, se necesita la reconciliación ya que a través de los siglos se ha hecho mucho daño. La reconciliación es un aspecto central de nuestra Fe. Por supuesto, también es un aspecto importante de la JMJ.

Durante la JMJ 2002, más de 100,000 jóvenes celebraron el Sacramento de la Reconciliación en el parque Duc In Alturn— nombre que se le dio inspirado por Lucas 5:4 cuando Jesús les dice a los apóstoles que 'vayan a lo profundo.' En este parque de la reconciliación se celebró el Sacramento de la Confesión con cientos de sacerdotes en decenas de idiomas. ¿Quién dice que los jóvenes no van a confesarse? Desde la JMJ en Madrid, el mismo Papa ha escuchado confesiones de jóvenes en la JMJ.

La Reconciliación es un aspecto importante de la JMJ, porque es un aspecto importante de nuestra Fe. Y como que para recalcar esa reconciliación entre el este y el oeste, la JMJ 1991 fue en Czestochowa, Polonia, que antes había estado detrás de la cortina de hierro.

Czestochowa es también un Santuario Mariano: Nuestra Señora de Jasna Góra. Es importante mencionar que María es nuestra Madre. Ella es la madre de todos los Santos y nuestra abogada. Al pie de la Cruz, Jesús le dice a su discípulo amado, Juan, "Aquí está tu madre; llévala a tu casa" (Juan 19, 26-27). Jesús nos pide a todos que nos llevemos a María a casa porque, así como Jesús vino al mundo a través de esta Mujer, nosotros podemos llegar a Cristo, a través de su Madre, nuestra Madre, María.

En Czestochowa, los jóvenes le presentaron al Santo Padre un ícono de María. Los íconos son parte de la tradición oriental, y desde 1991, cada JMJ tiene como parte de ella un ícono de María.

En Toronto, el ícono fue de la Presentación de los Reyes Magos: La Madre, el Hijo, y aquellos de otras tierras y culturas que han venido a adorarlo. Ese era el lema de la próxima JMJ en el 2005 en Colonia, Alemania. En el 2003, durante la 18a JMJ diocesana, el Domingo de Ramos, Juan Pablo II formalizó este símbolo y les entregó a los jóvenes el ícono de Nuestra Señora, Salus Populi Romanix. Dijo, "desde ahora, acompañará las Jornadas Mundiales de la Juventud, junto con la Cruz. ¡He aquí tu Madre! Será una señal de la presencia maternal de María, cerca de los jóvenes que son llamados, como el apóstol Juan, a recibirla en sus vidas."

Yo estuve ahí en Roma ese día y recuerdo que el lema de esa Jornada diocesana, fue "He aquí tu Madre". Hoy conocemos a la Cruz de la JMJ y el Icono de María, como los "signos" o símbolos de la JMJ y viajan juntos a través del país sede antes de cualquier JMJ.

Y aunque la próxima JMJ, en Panamá 2019, será la primera JMJ explícitamente mariana, María siempre forma parte de la JMJ porque sin María no hay Iglesia.

Así es que las Jornadas son: Encuentros con el Santo Padre, con la Iglesia Jerárquica, bajo la Cruz, en peregrinación, caminando con María, en espíritu de reconciliación para aprender acerca de nuestra Fe.

La próxima vez continuemos viendo lo que quiere caminar bajo la Cruz.

 

 

20/12/2018-16:22
Rosa Die Alcolea

JMJ Panamá 2019: Kit del peregrino, diseñado para proteger la Casa Común

(ZENIT — 20 dic. 2018).- A 35 días de la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019, el Comité Organizador Local presentó el Kit que recibirán todos los peregrinos inscritos.

El Kit consta de una mochila que contiene una gorra, camiseta, pañoleta multiuso, pulsera, libro de oraciones, guía del peregrino, mapa y un rosario confeccionado por los cristianos de Belén.

También habrá una bolsa biodegradable para que los peregrinos puedan depositar sus desechos. Uno de los pilares de la JMJ Panamá 2019 es el cuidado de la Casa Común.

Por ello, el kit incluye una botella para que los jóvenes puedan reutilizarla al tomar agua, reduciendo de esta manera el consumo de botellas de plástico.

El componente ambiental está presente en toda la organización de la JMJ, incluyendo el manejo de los desechos durante los actos centrales, siguiendo la Encíclica Laudato sí'.

 

 

20/12/2018-07:57
Enrique Díaz Díaz

Mons. Enrique Díaz Díaz: "Saltar de alegría"

Miqueas 5, 1-4: "De ti saldrá el jefe de Israel"
Salmo 79: "Señor, muéstranos tu favor y sálvanos"
Hebreos 10, 5-10: "Aquí estoy, Dios mío, para hacer tu voluntad"
San Lucas 1, 39-45: "Dichosa tú, que has creído"

Sus ojos resplandecen con una nueva luz, cinco meses de embarazo la han transformado. Ciertamente Victoria ya no es una niña, pero desde que se sabe embarazada ha tomado la vida con mayor seriedad. La pobreza de su casita en las orillas de la ciudad, el trabajo de su joven esposo, todo tiene un sentido diferente. Las preguntas de los familiares y amigos: "¿Qué va a ser?", la inquietan, pero sólo momentáneamente, después con una alegría que no le cabe en su corazón, expresa: "Lo que Dios quiera, lo importante es que nazca sano mi bebé". Las noticias de la crisis y de la pobreza, la corrupción y la violencia, la llegan a preocupar de una forma nueva. Pero ella está más atenta a las sensaciones que cada día aparecen en su cuerpo, platica con su esposo y juntos hacen planes para el futuro de una vida que empieza. Ya han comenzado a comprar y a preparar pequeños detalles para el niño que llega. "Una nueva vida lo cambia todo".

A pocos días de la Navidad, San Lucas nos presenta esta escena tierna y simbólica de dos mujeres embarazadas: una anciana que en su vientre lleva toda la ilusión de una vida marcada por la esterilidad que ahora ha florecido; y una jovencita que no acaba de salir de su asombro al tener la noticia de saberse madre del Salvador. Aunque es muy pequeño el relato, está lleno de entusiasmo, bendiciones, prisas y saludos. Las dos mujeres tendrían ya un velado presentimiento de que los frutos de sus vientres tendrán una misión importante pero llena de dolor y sufrimiento. Sin embargo, la vida que va empezando en sus vientres las transforma y llena de fortaleza. No teme Isabel los peligros que comporta un embarazo en la ancianidad. No teme María las dificultades que afrontará en su primer y único alumbramiento. ¡Cómo nos enseñan estas dos sencillas mujeres el verdadero valor de la vida! Están dispuestas a defenderla a pesar de los graves problemas que les acarreará. Sería la primera y gran enseñanza: defender la vida. Defender la vida que empieza silenciosa y callada en el vientre de una madre, pero también la vida que agoniza en el olvido y el dolor de un anciano. Defender siempre y en toda ocasión la vida. Protegerla, cuidarla, hacerla florecer. Es el destino del verdadero creyente.

Cuando se lleva vida en el interior, se tiene prisa por transmitirla a quienes más la necesitan, por eso "María se encaminó presurosa". Isabel, su parienta, necesita ayuda y apoyo como toda mujer a punto de dar a luz. La visita de María no es de cortesía o para su propio descanso. Se trata de llevar vida, buena noticia y servicio. Cuando tenemos a Cristo en nuestro corazón no es posible ocultarlo. Necesitamos darlo a conocer a los demás y la mejor manera de hacerlo es al estilo de María: llevando Buena Nueva, transmitiendo vida y sirviendo. María así muestra su grandeza de mujer y de creyente. Es la dignidad de una mujer que se siente contenta consigo misma y que está realizando la vocación para la que ha sido llamada. Una mujer y discípula que entiende que la verdadera alegría es dar y compartir. A veces la vida nos parece estúpida, inútil para nosotros y para los demás. Nos cerramos por dentro para defendernos, para estar seguros de nuestras cosas y con aquellos que amamos. Pero el verdadero discípulo sabe ponerse en camino, abandonar sus seguridades y ofrecerse en servicio a los demás. Entonces encontramos la verdadera libertad que salva, que hace crecer, que sirve y fortalece a los hermanos. La alegría mesiánica, propia de la Navidad, se tiene que convertir, como en el caso de María, en servicio y disponibilidad fraterna. Tenemos que "visitar a los demás.

El Mesías largamente esperado ahora está cercano y hace que el pequeño Juan ya goce y disfrute de su presencia. Es la verdadera alegría de encontrarse con Jesús. Dos grandes profetas, que se encuentran aún en el seno de sus madres, dan ya muestras de la verdadera felicidad. El último de los profetas se alegra y salta de gozo, aunque sufrirá las exigencias que tiene todo amor. Jesús, el profeta por excelencia, ha venido para darnos su alegría, para enseñarnos que aun en el dolor, aceptado y vivido por amor y con amor, puede nacer la alegría. Él se pone en el inicio y en el final de nuestro camino como el gozo verdadero y perfecto, que ninguno nos podrá quitar. Son los últimos días de Adviento y es necesario que nos detengamos en silencio a captar esta presencia de Cristo. Si sentimos su presencia daremos sentido a nuestra vida y entonces también podremos "saltar de alegría". Si no, todos nuestros saltos, nuestros gritos y nuestras vueltas no tendrán ningún sentido.

Entre las bendiciones que Isabel pronuncia a favor de María resalta la alabanza a su fe: "Dichosa tú, que has creído". No era fácil creer en aquellos tiempos. La situación económica y política, los problemas religiosos, llevaban a tener una fe débil y quizás más en las circunstancias que vivía María. Sin embargo, acepta la propuesta del Señor y se confía plenamente en las manos del Señor. Como María, las personas humildes que han experimentado el amor de Dios, son las que tienen la capacidad de darle todo el crédito y de dejarse conducir por Él aun en la oscuridad y en el silencio. Las pruebas y las dificultades de que está tejida nuestra existencia no destruyen la fuerza y el valor del creyente porque Dios es fiel en su promesa de salvación para aquellos que ama. El misterio de la Encarnación que estamos ya próximos a celebrar y estamos esperando, es una llamada fuerte a aumentar nuestra fe y una confirmación del amor de Dios por la humanidad.

¿Somos nosotros capaces de salir al encuentro de los demás para servirlos, alegrarlos y llevarles vida? ¿Vivimos estos días de Navidad en una verdadera alegría que se traduce en compromiso, amor y encuentro con los hermanos? ¿Qué espera Jesús de ti en esta Navidad?

"Derrama, Señor, tu gracia sobre nosotros, que hemos conocido por el anuncio del Ángel la Encarnación de tu Hijo, para que lleguemos, por su Pasión y su Cruz, a la Gloria de la Resurrección". Amén.

 

 

20/12/2018-07:08
Isabel Orellana Vilches

San Pedro Canisio, 21 de diciembre

«Doctor de la Iglesia; el más importante e intrépido defensor de la religión. Llevó el carisma jesuita por gran parte de Europa. De forma particular evangelizó Alemania. Fue un brillante teólogo y autor de importantes obras»

Este insigne apóstol de Alemania, incansable apologeta que siguió los pasos de san Bonifacio en la evangelización germana jesuita, no se concedió ni un instante para sí, haciendo de su vida un permanente acto de ofrenda a Cristo.

Nació el 8 de mayo de 1521 en la localidad holandesa de Nimega. Su influyente familia pertenecía a la nobleza; su padre era el alcalde de su ciudad natal. Fue el primogénito de dos hermanos, y de ocho vástagos más que nacieron del segundo matrimonio de su progenitor, quien contrajo nuevas nupcias al enviudar. Todos los hijos fueron educados en la fe tanto por él como por sus dos esposas. En 1536 Pedro inició sus estudios en la universidad de Colonia. Y fue allí donde la eficaz labor apostólica de dos sacerdotes le fueron conduciendo hacia una vida espiritual intensa. El segundo, Nicolás van Esche, que fue su confesor, le sugirió leer el evangelio todos los días y le proporcionó las pautas elementales de la oración. Solía frecuentar el monasterio cartujo de santa Bárbara.

Fue un alumno excepcional. En 1540 obtuvo el Magister en Teología. Entonces vivía en un estado de búsqueda, y se hallaba a la espera de que Dios le mostrara el camino a seguir, mientras barajaba la opción sacerdotal. Todo se concretó al conocer al jesuita Pedro Fabro en 1543; le había puesto en contacto con él otro jesuita compañero de estudios. Se trasladó a Maguncia expresamente para hablar con el beato, y quedó bajo su amparo. Después hizo los ejercicios espirituales, y en mayo de ese año ingresó en la Compañía de Jesús. El noviciado coincidió con la muerte de su padre y decidió distribuir los cuantiosos bienes que le legaron entre los pobres, estudiantes sin recursos y también entre los jesuitas. Le encomendaron la delicada misión de dirigir como vicesuperior a la reducida comunidad que quedó en Colonia tratando de esquivar el decreto de expulsión que pendía sobre los conventos. Yen 1544 comenzó a dedicarse a la predicación, acción apostólica que le distinguiría y en la que obtuvo grandes conversiones.

Profesó en mayo de 1545. Le avalaba su prestigio en la universidad cuando le designaron para participar en la Dieta de Worms donde se dirimían los conflictos entre protestantes y católicos. Otra de sus actuaciones se produjo en el ámbito de la diplomacia. Trabajaba arduamente, consciente de que no tenía ni un instante para sí, como expresaba al padre Fabro en sus cartas. Fue ordenado en junio de 1546 y en agosto de este año moría el beato, noticia que Pedro acogió con incontenible emoción ya que se había formado bajo su tutela. La situación eclesial era gravísima porque el arzobispo Max Hermann von Wied se había involucrado en la herejía y le habían excomulgado. Las misiones diplomáticas que Canisio llevó a cabo fueron esenciales para el mantenimiento de la fe en Colonia; por ellas se le califica como «el más importante e intrépido defensor de la religión». Se distinguió por su celo apostólico, la oración, la meditación y la caridad que mostraba hacia todos. Fue un apologeta de la fe, cuya defensa efectuó con rigor y respeto, imbatible en su manera de refutar los errores.

En 1547 participó en el Concilio de Trento, trabajando con Diego Laínez y Alfonso Salmerón. En calidad de teólogo había acompañado al prelado de Austria. Después se trasladó a Roma por indicación de san Ignacio de Loyola, que se ocupó personalmente de completar su formación. Se doctoró en 1549. Humilde, obediente y dispuesto a todo por Cristo, partió a Messina para trabajar en un colegio infantil. Reconoció: «Me apego a la obediencia, con el corazón. Obligo al espíritu a no inclinarse». Cuando se entrevistó con el papa Pablo III, sabiendo que iba a partir a Alemania, se postró de hinojos en la basílica de san Pedro rogando fervientemente la bendición de los apóstoles Pedro y Pablo. Salió confortado: «Allí he sentido que un gran consuelo y la presencia de la gracia me eran concedidas por medio de estos intercesores (Pedro y Pablo). Ellos confirmaban mi misión en Alemania y parecían transmitirme, como apóstol de Alemania, el apoyo de su benevolencia. Tú conoces Señor, de que manera y cuantas veces en ese mismo día me has confiado Alemania, a la que luego cuidaré y por la cual deseo vivir y morir».

Con la magnánima resolución de no defraudar a Cristo y a sus superiores transcurrió el resto de su vida entre Alemania, Austria y Holanda, siendo incansable apóstol, insigne profesor, ardiente predicador y reconciliador que supo tocar la fibra íntima de los apartados de la fe. Pacificador y mediador en graves conflictos, hombre de gran visión y sabio gobierno, por donde pasaba surgían vocaciones y, con ellas, el incremento de sacerdotes. Fue fundador de colegios, vice gran canciller y rector universitario, administrador de la diócesis de Viena, a su pesar, por expresa indicación del papa Julio III, y reputado autor. Retazos de sus experiencias místicas ponen de relieve su pasión por Cristo: «Tú, al final, como si me pudieses abrir el corazón del Santísimo Cuerpo, que me parecía ver delante de mí, me has mandado beber en esa fuente, invitándome por decir así a sacar las aguas de mi salvación de tus fuentes, oh mi Salvador».

Entre sus obras se halla el famoso compendio de doctrina cristiana, luego convertido en catecismo, que sería objeto de numerosas traducciones y reediciones. En 1556 Ignacio lo designó provincial de Alemania hallándose bajo su jurisdicción: Austria, Bohemia, Baviera y el Tirol. En tres décadas recorrió miles de kilómetros evangelizando a las gentes. «Descansaremos en el cielo», decía. Todos, fueran o no creyentes, le estimaban. Fue designado nuncio por Pío IV, y Pío V le encomendó asistir a la Dieta de Augsburgo. Los últimos diecisiete años de su vida los pasó en Friburgo, animando, consolando, estudiando, escribiendo e impulsando las fundaciones. Murió el 21 de diciembre de 1597 contemplando a María. Pío IX lo beatificó el 20 de noviembre de 1864. Pío XI lo canonizó y declaró doctor de la Iglesia el 21 de mayo de 1925.