Servicio diario - 09 de enero de 2019


 

Padre Nuestro: Jesús enseña a los discípulos a orar con "perseverancia" y "confianza"
Rosa Die Alcolea

JMJ 2019: Pueblos originarios mostrarán la "cara indígena" por primera vez
Esther Nuñez Balbín

Audiencia general, 9 de enero de 2019 — Catequesis del Papa Francisco
Rosa Die Alcolea

Peregrinos hispanos: "La oración conmueve el corazón de Dios, Padre compasivo"
Rosa Die Alcolea

Fiesta del Bautismo del Señor: "Es muy importante celebrar la fecha del Bautismo"
Rosa Die Alcolea

Oriente Medio: "¡Nunca os deis por vencidos! La oración siempre transforma la realidad"
Rosa Die Alcolea

Kiko Argüello agradece al Papa Francisco la felicitación por su 80 cumpleaños
Redacción

Mons. Felipe Arizmendi: 'La buena y la mala política'
Felipe Arizmendi Esquivel

Beata María Dolores Rodríguez Sopeña, 10 de enero
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

09/01/2019-10:09
Rosa Die Alcolea

Padre Nuestro: Jesús enseña a los discípulos a orar con "perseverancia" y "confianza"

(ZENIT – 9 enero 2019).- Jesús enseña a los discípulos a orar –ha recordado el Papa– y les muestra con qué palabras y sentimientos deben dirigirse a Dios. Lo hace enseñándoles el Padrenuestro, las actitudes que el creyente debe tener cuando ora, que son la “perseverancia” y la “confianza”.

Dentro del ciclo de catequesis sobre el ‘Padre Nuestro’, Francisco ha titulado la reflexión de hoy en la audiencia general, 9 de enero de 2019, Llamad y se os abrirá, del Evangelio según Lucas 11, 9-13.

El Santo Padre ha hablado de como Jesús es, sobre todo, “el orante”, y ha indicado que en cada paso de su vida, “es el Espíritu Santo quien lo guía en su actuar”. Antes de tomar decisiones importantes, “Jesús ora, dialoga con el Padre”.

 

Perseverancia y confianza

La perseverancia en la oración, porque “aunque a veces pareciera que Dios no nos escucha, sin embargo no es así, porque ninguna oración queda desatendida”, ha asegurada Francisco. A la perseverancia se une la confianza puesta en Dios, “porque Él es un Padre bueno y nunca olvida a sus hijos que sufren”.

La oración “cambia la realidad, y nos cambia también a nosotros”. Es, ya desde ahora, la “victoria” sobre “la soledad y la desesperación”; “un camino que nos lleva a Dios, nuestro Padre, que espera todo y a todos con los brazos abiertos”, ha explicado el Pontífice.

La catequesis de hoy ha hecho referencia al Evangelio de san Lucas, del que provienen los 3 himnos diarios de la Liturgia de las Horas: el Benedictus, el Magnificat y el Nunc dimittis, y que nos muestra a Jesús en una atmósfera de oración.

 

 

 

09/01/2019-11:56
Esther Nuñez Balbín

JMJ 2019: Pueblos originarios mostrarán la "cara indígena" por primera vez

(ZENIT – 9 enero 2019).- Cientos de jóvenes nativos del mundo se encontrarán del 17 al 21 de enero en el Encuentro Mundial de Jóvenes Indígenas (EMJI), como antesala a la Jornada Mundial de la Juventud 2019 (JMJ) en Panamá.

Desde la riqueza milenaria de sus culturas los miembros de diversas comunidades originarias responden a la invitación del papa Francisco de ser agradecidos por la historia de sus pueblos y valientes frente a los desafíos que se presenten.

El EMJI surgió como una iniciativa de la Comisión Nacional de Pastoral Indígena en Panamá (CONAPI) en 2016. Cómo mostrar el rostro indígena ante todos los jóvenes del mundo, se preguntaban los miembros de las comunidades amazónicas, durante una reunión de la pastoral indígena en Chiapas México.

Así fue como la propuesta contó con la bendición de los obispos encargados de la Pastoral Indígena de diversos países quienes estuvieron muy deacuerdo con esta reunión que se realiza por primera vez entre los pueblos originarios de todo el mundo.

“Es un encuentro entre culturas que ayudará a que seamos solidarios, nos animará a comprometernos más con la Iglesia”, comenta Alexis Méndez Santo, joven indígena (bugle) para un medio católico.

Este encuentro se realizará en Soloy, Comarca Ngabe-Bugle, Diócesis de David, esta es una comunidad accesible en ruta a la Ciudad de Panamá para los peregrinos que viven en Centroamérica. Tras la antesala, los jóvenes indígenas se dirigirán a Panamá para participar de la JMJ 2019.

 

Juventud indígena responde a Francisco

La juventud indígena de Panamá convoca con mucha expectativa a los nativos de las “naciones amazónicas”, como llamó Francisco a los pueblos originarios, en su reciente visita a Chile y Perú en enero de 2018 cuando sostuvo el encuentro indígena en el coliseo cerrado de Puerto Maldonado, capital de la región de Madre de Dios.

“Confío en la capacidad de resiliencia de los pueblos y su reacción frente a los difíciles momentos que les toca vivir” sostuvo el sumo pontífice ante los tres mil indígenas llegados de todo el Perú y de los vicariatos vecinos de Bolivia y Brasil. Casi al cumplirse un año de esta visita pastoral el sueño de Francisco cobra vida.

Para el presidente del comité organizador del EMJI padre José Fitzgerald, el encuentro promueve la construcción de un mundo posible, fortaleciendo la esperanza en los jóvenes. El también secretario ejecutivo de la Coordinación Nacional de Pastoral Indígena (CONAPI) informó a los medios de prensa que el lema del encuentro es: “Asumimos la memoria de nuestro pasado para construir la esperanza con valentía”.

Desde noviembre de 2017, se habilitó una página web para facilitar información sobre los pormenores de esta iniciativa emji2019.org que se realiza en el marco de la pre-jornada mundial hacia la JMJ 2019.

Emilda Santos, es una joven ngabe que estuvo en la JMJ Cracovia 2016, desde donde surgió el lema EMJI como fundamento en las palabras del Papa Francisco a los jóvenes voluntarios participantes en esa jornada. “Jóvenes de diferentes partes del mundo compartiremos culturas, ideas, e idiomas diferentes, pero sobre todo con una misma fe”, enfatizó Santos.

 

Jóvenes peruanos camino a Panamá

Seis jóvenes amazónicos acompañados de un sacerdote; dos representantes del Vicariato Apostólico de Jaén, del Vicariato Apostólico de San José del Amazonas y del Vicariato de Puerto Maldonado respectivamente participarán de este encuentro en Panamá.

“Hablar de pueblos originarios es también escuchar” decía el Santo Padre al pueblo Mapuche en enero de 2018. Mientras que en su visita al Perú Francisco fue muy claro en su mensaje a los pueblos originarios. “Necesitamos que las naciones amazónicas moldeen culturalmente las Iglesias locales, para así poder plasmar una iglesia con rostro amazónico”.

Justamente Diego Clavijo Illescas, misionero salesiano, acompaña al pueblo Achuar en la zona de frontera Perú- Ecuador para evangelizarlos desde su propia cultura, sobre todo desde su propia lengua. Padre Clavijo es discípulo de padre Luis Bolla, sacerdote italiano quien convivió por más de medio siglo con la comunidad Achuar para inculturizarlos desde su propia mirada de fe.

Y es que ante los sabios pensamientos de Francisco consignados en Laudato Si’la desaparición de una cultura puede ser más grave que la de alguna especie animal. Precisamente en este marco la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) anunció recientemente la denominación que tendrá este año a nivel internacional “Año internacional de lenguas indígenas”. Desde Panamá para el mundo los jóvenes indígenas serán escuchados.

 

 

 

09/01/2019-12:08
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 9 de enero de 2019 —Catequesis del Papa Francisco

(ZENIT — 9 enero 2019).- El Santo Padre, en su 4ª catequesis sobre la oración del ‘Padre Nuestro’ asegura que “ninguna oración quedará sin ser escuchada”. “¿Por qué?”, plantea. “Porque Él es Padre y que no se olvida de sus hijos que sufren”.

La audiencia general de esta mañana ha tenido lugar  a las 9:20 horas en el Aula Pablo VI  donde el Papa ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo. El Pontífice se ha centrado en el tema: Llamad y se os abrirá (Pasaje bíblico: Evangelio según san Lucas 11, 9-13).

“La oración cambia la realidad, no nos olvidemos”, ha aclarado el Papa, en el contexto de la oración del ‘Padre Nuestro’. “O cambia las cosas o cambia nuestro corazón, pero cambia siempre”.

Así, el Papa ha planteado una pregunta: “¿Cuántas veces hemos llamado y encontrado una puerta cerrada?” Jesús nos insta –ha respondido– en esos momentos, a insistir y no darnos por vencidos. “La oración siempre transforma la realidad, siempre”. Si las cosas que nos rodean no cambian, al menos “cambiamos nosotros, cambia nuestro corazón”.

Jesús prometió el don del Espíritu Santo a cada hombre y a cada mujer que rece, ha anunciado.

Al rezar es como si viéramos cada fragmento de la creación que bulle en el torpor de una historia cuyo por qué a veces no comprendemos. “Pero está en movimiento, está en camino, ¿qué hay al final de nuestro camino? Al final de la oración, al final de un tiempo en que rezamos, al final de la vida ¿Qué hay? Hay un Padre que espera todo y nos espera a todos con los brazos abiertos de par en par. Miremos a este Padre”, ha propuesto Francisco.

RD

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, Francisco ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo. La audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.

***

 

Catequesis del Papa Francisco

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La catequesis de hoy hace referencia al Evangelio de Lucas. De hecho, es sobre todo este Evangelio, desde los relatos de la infancia, el que describe la figura de Cristo en un ambiente lleno de oración. Contiene los tres himnos que jalonan cada día la oración de la Iglesia: el Benedictus, el Magnificat y el Nunc Dimittis.

Y en esta catequesis sobre el Padre nuestro, seguimos adelante, vemos a Jesús como orante. Jesús reza. En el relato de Lucas, por ejemplo, el episodio de la transfiguración surge de un momento de oración. Dice así: “Mientras oraba, el aspecto de su rostro se mudó y sus vestidos eran de una blancura fulgurante ” (9,29). Pero cada paso de la vida de Jesús está inspirado por el soplo del Espíritu que lo guía en todas sus acciones. Jesús reza en el bautismo en el Jordán, dialoga con el Padre antes de tomar las decisiones más importantes, a menudo se retira en soledad para rezar, intercede por Pedro, que de allí a poco renegará de él. Dice así: «¡Simón, Simón!, Mira que Satanás ha solicitado el poder cribaros como trigo, pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca” (Lc 22, 31-32). Esto consuela: saber que Jesús reza por nosotros, reza por mí, por cada uno de nosotros para que nuestra fe no desfallezca. Y es verdad: “Pero, padre ¿lo hace todavía?” Lo hace todavía ante el Padre. Jesús reza por mí. Cada uno de nosotros puede decirlo. Y también podemos decir a Jesús: “Tú estás rezando por mí, sigue rezando que lo necesito”. Así: valientes.

Incluso la muerte del Mesías está inmersa en una atmósfera de oración, tanto que las horas de la pasión aparecen marcadas por una calma sorprendente: Jesús consuela a las mujeres, reza por los que le crucifican, promete el paraíso al buen ladrón, y expira diciendo: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu “(Lc 23:45). La oración de Jesús parece amortiguar las emociones más violentas, los deseos de venganza y revancha, reconcilia al hombre con su enemiga acérrima, reconcilia al hombre con esa enemiga que es la muerte.

Y siempre en el Evangelio de Lucas encontramos la petición, expresada por uno de los discípulos, de que el mismo Jesús les enseñe a orar. Y dice así “Señor, enséñanos a orar” (11: 1). Veían que él rezaba. “Enséñanos –también podemos decir nosotros al Señor– Señor, tú estas rezando por mí, lo sé, pero enséñame a rezar, para que también yo pueda rezar”.

De esta petición –“Señor, enséñanos a rezar”– surge una enseñanza muy extensa, a través de la cual Jesús explica a los suyos con qué palabras y con qué sentimientos deben dirigirse a Dios.

La primera parte de esta enseñanza es precisamente el Padre nuestro. Rezad así: “Padre, que estás en los cielos”. “Padre”: esa palabra tan hermosa de pronunciar. Podemos pasar todo el tiempo de la oración solamente con esa palabra: “Padre”. Y sentir que tenemos un padre: no un padrón o un padrastro. No: un padre. El cristiano se dirige a Dios llamándolo en primer lugar “Padre”.

En esta enseñanza que Jesús da a sus discípulos, es interesante detenerse en algunas instrucciones que coronan el texto de la oración. Para darnos confianza, Jesús explica algunas cosas que hacen hincapié en la actitud del creyente que reza. Por ejemplo, la parábola del amigo importuno, que va a molestar a toda una familia que duerme porque, de repente, ha llegado una persona de viaje y no tiene pan para ofrecerle: ¿Qué dice Jesús a éste que llama a la puerta y despierta a su amigo? «Os aseguro, explica Jesús, que si no se levanta a dárselos por ser su amigo, al menos se levantará por su importunidad y le dará cuanto necesite” (Lc 11, 9). Así, quiere enseñarnos a rezar y a insistir en la oración. E inmediatamente después pone el ejemplo de un padre que tiene un hijo hambriento. Todos vosotros, padres y abuelos, que estáis aquí, cuando el hijo o el nieto os piden algo, tiene hambre, y pide, luego llora, grita, tiene hambre “¿Qué padre hay entre vosotros que, si un hijo le pide un pez, en lugar de un pez le dará una culebra?” (V. 11). Y todos vosotros tenéis la experiencia de que cuando el hijo pide, le dais de comer lo que pide, por su bien.

Con estas palabras, Jesús nos hace entender que Dios siempre responde, que ninguna oración quedará sin ser escuchada. ¿Por qué? Porque Él es Padre y que no se olvida de sus hijos que sufren.

Ciertamente, estas afirmaciones nos ponen en crisis, porque muchas de nuestras oraciones parecen no obtener ningún resultado. ¿Cuántas veces hemos pedimos y no hemos obtenido –todos tenemos esa experiencia– ¿Cuántas veces hemos llamado y encontrado una puerta cerrada? Jesús nos insta, en esos momentos, a insistir y no darnos por vencidos. La oración siempre transforma la realidad, siempre. Si las cosas que nos rodean no cambian, al menos cambiamos nosotros, cambia nuestro corazón. Jesús prometió el don del Espíritu Santo a cada hombre y a cada mujer que rece.

Podemos estar seguros de que Dios responderá. La única incertidumbre se debe a los tiempos, pero no dudemos de que Él responda. Tal vez tengamos que insistir por toda la vida, pero Él responderá. Nos lo ha prometido: No es un padre que da una culebra en lugar de un pez. No hay nada más seguro: el deseo de felicidad que todos llevamos en nuestros corazones un día se cumplirá. Jesús dice: “Dios ¿no hará justicia a sus elegidos, que están clamando a él día y noche?” (Lc 18, 7). Sí, hará justicia, nos escuchará. ¡Qué día de gloria y resurrección será ese! Rezar es desde ahora la victoria sobre la soledad y la desesperación. Rezar. La oración cambia la realidad, no nos olvidemos. O cambia las cosas o cambia nuestro corazón, pero cambia siempre. Rezar es desde ahora la victoria sobre la soledad y sobre la desesperación. Es como ver cada fragmento de la creación que bulle en el torpor de una historia cuyo por qué a veces no comprendemos. Pero está en movimiento, está en camino, y al final de cada camino ¿qué hay al final de nuestro camino? Al final de la oración, al final de un tiempo en que rezamos, al final de la vida ¿Qué hay? Hay un Padre que espera todo y nos espera a todos con los brazos abiertos de par en par. Miremos a este Padre.

© Librería Editorial Vaticano

 

 

09/01/2019-10:31
Rosa Die Alcolea

Peregrinos hispanos: "La oración conmueve el corazón de Dios, Padre compasivo"

(ZENIT — 9 enero 2019).- "Que el Señor Jesús nos dé la gracia de entender que la oración conmueve el corazón de Dios, Padre compasivo, que nos ama y nos da su Espíritu Santo": así se ha dirigido el Papa a los peregrinos de habla hispana presentes en la audiencia general, esta mañana, 9 de enero de 2019.

"Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española venidos de España y Latinoamérica" ha dicho el Santo Padre al término de su resumen en español de la catequesis sobre el Padre Nuestro, ofrecida hoy en el Aula Pablo VI ante miles de visitantes de diferentes países.

"Que la Virgen Santa nos ayude a ser hombres y mujeres de oración y a confiar en la bondad del Señor que siempre nos escucha", ha concluido el Pontífice.

 

 

09/01/2019-18:16
Rosa Die Alcolea

Fiesta del Bautismo del Señor: "Es muy importante celebrar la fecha del Bautismo"

(ZENIT — 9 enero 2019).- El Papa Francisco ha pedido a los jóvenes, recién casados, ancianos y enfermos presentes en la audiencia general, esta mañana, 9 de enero de 2019, que recuerden su fecha de Bautismo, que es el "nacimiento a la vida de la Iglesia, cuando el Espíritu Santo viene al corazón", ha señalado.

El próximo domingo, la Iglesia celebra la fiesta del Bautismo del Señor. Esta celebración, que cierra el tiempo litúrgico de la Navidad, "nos invita a redescubrir la gracia del sacramento de nuestro Bautismo", ha indicado el Pontífice.

En este marco, el Papa ha recordado que el Bautismo "nos hizo cristianos", incorporándonos a Cristo y a su Iglesia. "Todos sabemos la fecha en que nacimos, pero no todos saben la fecha de su bautizo, que es el nacimiento a la vida de la Iglesia, cuando el Espíritu Santo viene al corazón".

 

Petición del Papa

"Por eso os pido, hoy por ejemplo, para prepararnos a la fiesta del próximo domingo, que preguntéis — y a los que la saben que la recuerden- la fecha de vuestro Bautismo, a los familiares, a los padrinos, a los padres, a los abuelos", ha encargado el Santo Padre a todos los fieles.

"¿Cuándo nací a la vida de la fe?" Es decir: "¿Cuándo me bautizaron?". Y guardar siempre en el corazón la fecha del Bautismo. "¿Lo haréis? Es muy importante celebrar la fecha del Bautismo".

Y así, ha concluido, exhortando a "agradecer al Señor el don de la fe" y pedir al Espíritu Santo "la fuerza para ser testigos valientes de Jesús".

 

 

09/01/2019-18:51
Rosa Die Alcolea

Oriente Medio: "¡Nunca os deis por vencidos! La oración siempre transforma la realidad"

(ZENIT — 9 enero 2019).- "¡Nunca os deis por vencidos! La oración siempre transforma la realidad: si las cosas no cambian a nuestro alrededor, al menos cambiamos nosotros", de este modo ha invitado el Papa Francisco a los peregrinos de lengua árabe a rezar el 'Padre Nuestro', tema principal de la catequesis de hoy.

Este miércoles, 9 de enero de 2019, el Pontífice ha presidido la audiencia general ante miles de peregrinos y visitantes, en el Aula Pablo VI, y ha reflexionado sobre la oración, bajo el título Llamad y se os abrirá.

En este contexto, el Papa ha dado una cordial bienvenida a los visitantes de lengua árabe, especialmente a los de Oriente Medio. "Queridos hermanos y hermanas", les ha dicho: "llamad y se os abrirá".

 

 

09/01/2019-18:42
Redacción

Kiko Argüello agradece al Papa Francisco la felicitación por su 80 cumpleaños

El iniciador y responsable internacional del Camino Neocatecumenal, Kiko Argüello, agradece al Papa Francisco las palabras que le dedicó ayer al final de la misa en la Casa Santa Marta del Vaticano con motivo de su 80 cumpleaños, hoy 9 de enero.

Ayer, tal y como informamos en Zenit, Francisco dedicó un saludo al final de la Misa y le agradeció "el celo apostólico con el que trabaja en la Iglesia".

El equipo responsable del Camino al completo, formado por Kiko Argüello, Ascensión Romero y el P. Mario Pezzi, aprovechan la ocasión para renovar al Papa Francisco su afecto y cercanía, asegurándole oraciones por su ministerio petrino.

En la actualidad, el Camino Neocatecumenal está presente en 134 naciones de los cinco continentes, con 21.300 comunidades en 6.270 parroquias. Cuenta con 1.668 familias en misión de las cuales 216 son missio ad gentes en ciudades descristianizadas en todo el mundo. En todo el mundo hay 122 Seminarios Diocesanos Misioneros Redemptoris Mater y 2.500 presbíteros ordenados.

 

 

09/01/2019-17:51
Felipe Arizmendi Esquivel

Mons. Felipe Arizmendi: 'La buena y la mala política'

+ Felipe Arizmendi Esquivel
Obispo Emérito de San Cristóbal de Las Casas

 

VER

En Venezuela, se inicia una nueva etapa presidencial, cuestionada por muchos lados, dentro y fuera del país. Aunque se diga que México no interviene en asuntos de otras naciones, no podemos quedarnos indiferentes ante tantas violaciones de los derechos humanos. En Brasil, las mayorías eligieron a alguien que califican de extrema derecha, y que llevará al país por caminos muy diferentes a los períodos antecedentes. En Estados Unidos, hay confrontación entre los dos partidos tradicionales, por el empeño de su presidente de construir un muro a su gusto. En Inglaterra, hay incertidumbre por su salida de la Unión Europea. En Francia, no terminan las manifestaciones callejeras contra las medidas de su presidente. España sufre porque Cataluña quiere
independizarse. Es complicado el ambiente político mundial.

En nuestra patria, hay desconfianza por las decisiones unipersonales del Presidente, llenas de buenos deseos, pero que repercuten gravemente en la sociedad, como la desorganización en el abasto de gasolinas, la cancelación del nuevo aeropuerto, sus planes para el norte y el sur, la votación aplastante de su partido en las cámaras, su empeño en cumplir promesas de campaña, sus consultas populares, etc. Y los ciudadanos que nos sentimos indefensos e incapaces de señalar otros rumbos a la política y a la economía, satisfechos con sólo criticar y lamentar, desquitándose en las redes sociales con caricaturas que no van más allá de un desahogo emocional.

Para nuestra Iglesia, ¿qué política es buena y cuál es negativa? Sin atarnos a compromisos partidistas y sin pretensiones de puestos que no ambicionamos, ofrecemos unos criterios para discernir una política de otra.

 

PENSAR

El Papa Francisco, en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz, celebrada este pasado primero de enero, expresó:

"Sabemos bien que la búsqueda de poder a cualquier precio lleva al abuso y a la injusticia. La política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción".

"La función y la responsabilidad política constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo. La política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad".

"Estamos convencidos de que la buena política está al servicio de la paz; respeta y promueve los derechos humanos fundamentales, que son igualmente deberes recíprocos, de modo que se cree entre las generaciones presentes y futuras un vínculo de confianza y gratitud".

"En la política, desgraciadamente, junto a las virtudes no faltan los vicios, debidos tanto a la ineptitud personal como a distorsiones en el ambiente y en las instituciones. Es evidente para todos que los vicios de la vida política restan credibilidad a los sistemas en los que ella se ejercita, así como a la autoridad, a las decisiones y a las acciones de las personas que se dedican a ella. Estos vicios, que socavan el ideal de una democracia auténtica, son la vergüenza de la vida pública y ponen en peligro la paz social: la corrupción —en sus múltiples formas de apropiación indebida de bienes públicos o de aprovechamiento de las personas—, la negación del derecho, el incumplimiento de las normas comunitarias, el enriquecimiento ilegal, la justificación del poder mediante la fuerza o con el pretexto arbitrario de la 'razón de Estado', la tendencia a perpetuarse en el poder, la xenofobia y el racismo, el rechazo al cuidado de la Tierra, la explotación ilimitada de los recursos naturales por un beneficio inmediato, el desprecio de los que se han visto obligados a ir al exilio".

 

ACTUAR

El mismo Papa nos propone: "Cada uno puede aportar su propia piedra para la construcción de la casa común. La auténtica vida política, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales. Hoy más que nunca, nuestras sociedades necesitan 'artesanos de la paz' que puedan ser auténticos mensajeros y testigos de Dios Padre que quiere el bien y la felicidad de la familia humana".

En concreto, ¿qué podemos hacer tú y yo? Si tienes propuestas, hazlas llegar a tus representantes en las cámaras legislativas, busca la manera de que lleguen al mismo Presidente, lucha por mejorar la vida de tu comunidad, y oremos al Espíritu Santo por los gobernantes y la paz social.

 

 

09/01/2019-07:08
Isabel Orellana Vilches

Beata María Dolores Rodríguez Sopeña, 10 de enero

«Esta fundadora del Instituto Catequista que lleva su nombre, en todo instante dio muestra de ilimitada confianza en Dios y búsqueda incesante de su voluntad. América y España recibieron el néctar de su celo apostólico»

A caballo entre España y América desplegó su incansable labor esta beata, mujer abanderada para su tiempo, que fue discerniendo su vocación y misión poniéndose a la vera de los desfavorecidos. Nació en Vélez Rubio, Almería, España, el 30 de diciembre de 1848. Pertenecía a la alta sociedad, toda vez que su padre —un reputado jurista que concluyó la carrera antes de la edad reglamentaria—, fue escalando peldaños en su profesión llegando a ser Fiscal de la Audiencia de Almería, y puso al alcance de su familia un elevado status social.

Los bellísimos parajes de la Alpujarra granadina la vieron crecer y convertirse en una espigada joven que podría haberse aprovechado de su alcurnia para obtener beneficios y, en cambio, no fue tentada para detenerse en ese pedestal. Sus entrañas de piedad la condujeron al lecho de enfermos de tifus y lepra, esquivando a sus padres, a fin de proporcionarles la asistencia humana, espiritual y material que precisaban. Además, era visitadora asidua, junto a su madre, de los pobres de la Conferencia de San Vicente de Paúl. Cuando su padre partió a Puerto Rico, el resto de la familia se afincó en Madrid. Y allí, bajo la dirección espiritual de un sacerdote, prosiguió su acción apostólica en el hospital de la Princesa, en la cárcel y en las Escuelas Dominicanas llevando a todos el néctar de la fe católica.

A los 23 años recaló en Puerto Rico. La urgencia apostólica quemaba sus entrañas y enseguida buscó nuevo director espiritual, el jesuita padre Goicoechea. A renglón seguido creó la Asociación de Hijas de María y centros académicos destinados a paliar las carencias educativas y formación espiritual de la población negra. Santiago de Cuba fue el siguiente destino de su padre y allí llegó Dolores portando en su alma la sed de consolar y asistir a los pobres y enfermos. Debido al cisma religioso no pudo hacer mucho más que visitar a los enfermos militares hospitalizados. Sus graves problemas de visión fueron un veto para unirse a las Hermanas de la Caridad. Luego, un periodo de bonanza le permitió adentrarse en los suburbios creando los «Centros de Instrucción» que extendió en tres zonas distintas. Era un proyecto ambicioso, audaz, que ponía al alcance de los marginados la cultura y la asistencia médica.

En esa diáfana isla, enclave privilegiado del Caribe, perdió a su madre. Y junto al resto de la familia regresó a Madrid en 1877. La atención a los suyos no fue impedimento para su acción apostólica. Un nuevo director espiritual, el jesuita padre López Soldado, la animó en su empeño. Tras el fallecimiento de su padre en 1883 nuevamente sopesó la opción religiosa. Probó con las Salesas la vida contemplativa, pero no perdió el tiempo por esa vía; en diez días se convenció de que no tenía vocación para ello y abandonó la comunidad.

Ante sí se extendía un universo de carencias que reclamaban su atención. Impulsó una «Casa Social» y de mano de una reclusa se adentró en el Barrio de las Injurias, donde instituyó la «Obra de las Doctrinas». En 1892 puso en marcha el «Movimiento de Laicos Sopeña». Extendió la Obra dentro de Madrid y cuando vio oportuno llevarla a Sevilla lo hizo a pesar de no contar con el beneplácito de las personas que la secundaban en su tarea, aunque para ello dimitió como presidenta. Con todo, logró su propósito de establecerla en distintos puntos de España. Las «Doctrinas» se fueron convirtiendo «Centros Obreros de Instrucción» cuya finalidad era atraer a la Iglesia a los alejados de ella, alentando la fraternidad y dignidad del empleado. Ello se sintetizaba en este anhelo que latía en lo más hondo de sí como experiencia vivencial rubricada por su amor al Padre: «Hacer de todos una sola familia en Cristo Jesús». Movida por este sentimiento llevó a las fábricas la esperanza de un futuro mejor anclado en el amor, la justicia y la paz.

En 1900, en el transcurso de una peregrinación a Roma, orando ante la tumba del apóstol san Pedro se sintió llamada a fundar. Para ello contó con la aquiescencia del cardenal Sancha. Y en 1901 surgió la Instituto de Damas Catequistas, actual «Instituto Catequista Dolores Sopeña» de la que fue superiora general. Al año siguiente emprendió otra acción poniendo en marcha la «Obra Social y Cultural Sopeña — OSCUS». En 1914 fundó Roma y tres años más tarde hizo lo propio en Chile. Murió en Madrid el 10 de enero de 1918. En su testamento, entre otras cosas, trazó lo que podríamos considerar epitafio de su vida: «Hijas mías: sed santas, y sobre todo, que tengáis una confianza completa en Nuestro Señor. Yo no he tenido nada, ni virtudes, ni méritos, ni cosas heroicas; solo la confianza sin límites».

El centro de su existir fueron Cristo y María. Ante el sagrario había extraído las claves de su quehacer espiritual y apostólico. Juan Pablo II la beatificó el 23 de marzo de 2003.