En la declaración a comienzos del mes de enero, Alessandro Gisotti especificaba que el prelado no había sido destituido de la diócesis de Oran, sino que “fue él quien renunció”. “La razón de su renuncia” - precisaba Gisotti - estaba “ligada a su dificultad para gestionar las relaciones con el clero diocesano y a las relaciones muy tensas con los sacerdotes de la diócesis. En el momento de su dimisión se le acusaba de autoritarismo, pero no de abuso sexual. El problema surgido entonces estaba relacionado con la incapacidad de gobernar el clero.
Recorriendo el proceso del prelado argentino, el director "ad interim" declaraba que "después del período en España, en vista de su capacidad de gestión administrativa", Mons. Zanchetta había "sido nombrado asesor del Apsa (un cargo que no prevé la responsabilidad de gobierno del Dicasterio). En el momento de su nombramiento como asesor no se había presentado ninguna denuncia de abuso sexual.
"Sobre la base de estas acusaciones y de las noticias que han aparecido recientemente en los medios de comunicación", afirmaba Gisotti, "el obispo de Orán ya ha recogido algunos testimonios que aún deben llegar a la Congregación para los Obispos. Si se confirmaran los elementos para proceder, el caso será remitido a la comisión especial para los obispos".