Católicos

 

Reto del nuevo director de Obras Misionales en España: que los niños conozcan la labor de los misioneros

 

José María Calderón presentará un proyecto de cuatro años para dar un nuevo impulso a la Infancia Misionera

 

 

23/01/19


 

 

La Santa Sede, a través del prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, cardenal Fernando Filoni, nombró el pasado 18 de enero a José María Calderón Castro director nacional de Obras Misionales Pontificias España, para el próximo quinquenio. Calderón sustituye así a su maestro y amigo, Anastasio Gil, fallecido el pasado mes de septiembre.

José María Calderón Castro nació en Madrid en 1963. Ordenado en 1989, ha ejercido su ministerio sacerdotal en diversas parroquias de la diócesis de Madrid. Se licenció en Teología -especialidad en Moral-, y ha sido, entre otras muchas tareas, consiliario diocesano de Acción Católica, consiliario diocesano de Manos Unidas y desde 2007 delegado episcopal de misiones y director diocesano de OMP de Madrid. Muy vinculado al mundo misionero, ha colaborado con las Misioneras de la Caridad como capellán y confesor, y ha tenido experiencias misioneras de verano con jóvenes en países como Etiopía, Cuba, Sierra Leona y República Dominicana entre otros.

Ayer presentó la Jornada de Infancia Misionera, que se celebrará el próximo domingo 27 de enero, con el lema '"Con Jesús, a Belén ¡qué buena noticia!", También estuvo presente el prefecto apostólico del Sahara Occidental, Mario León Dorado, (misioneros oblatos) y un beneficiario de Infancia Misionera en esta región, Mohamend Fadel, que ofreció su testimonio a través de un video.

El director de OMP afirmó que Infancia Misionera quiere "acompañar a los niños, ayudarles a que tengan conciencia de la labor que hacen los misioneros", y destacó que con la ayuda de los menores, se han podido apoyar en todo el mundo más de 2.000 proyectos de educación, salud, vivienda, etc. dedicados a la infancia".

Calderón explicó que "de los más de dieciséis millones de euros de todo el mundo, recogidos en el Fondo Universal de Solidaridad en 2018 (con las aportaciones de 2017), España aportó casi tres millones".

 

Un región sin cristianos

Asimismo, el prefecto del Sahara Occidental afirmó que en una región donde prácticamente no hay cristianos, descubrieron que los pobres a los que tenían que ayudar eran musulmanes. Con los 8.000 dólares que reciben cada año de la Infancia Misionera, atienden las necesidades según les va dictando "el día a día": mujeres migrantes que atraviesan el Sahara y se quedan solas con sus niños (es necesario comprarles leche materna, pañales, etc.); familias pobres a las que se ayuda para que los niños no dejen el colegio, a fin "de romper el círculo viciosos de la pobreza". Como dijo León Dorado, "sin estudios, están condenados a repetir la historia de sus padres".

El prefecto recalcó que la principal colaboración de la Infancia Misionera es "para el Centro de Discapacitados de Dajla, un proyecto hermoso y único en la región", aunque la idea es que el centro sea autosuficiente" (de hecho, el año que más se aportó, fueron "5000 dólares, para pagar becas de formación, y solo en salarios necesitan 25.000 dólares").

El director de este Centro, Mohamed Fabel Semlali, expresó en un vídeo enviado para esta ocasión, que "la Infancia Misionera ha sido como la columna vertebral de este centro; y gracias a ella, el centro se volvió más eficiente y profesional." Fabel Semlali dijo que también gracias a Infancia Misionera, han "podido formar profesionalmente a una fisioterapeuta para atender a 60 niños en el Centro de Discapacitados".

 

Nuevo impulso a la Infancia Misionera

Por otra parte, OMP en España está dando un nuevo impulso a la Infancia Misionera a través del proyecto para cuatro años "Con Jesús niño, a la Misión", que, según dijo el director de OMP será presentado próximamente.

Finalmente, la Misa del día Infancia Misionera será retransmitida por 'La2' de RTVE el 27 de enero a las 10:30 horas, desde el colegio 'Inmaculado Corazón de María" (Madrid). Será presidida por el obispo emérito de Jaén, monseñor Ramón del Hoyo López, miembro de la Comisión Episcopal de Misiones, y concelebrada por el director de OMP, José María Calderón y el prefecto del Sahara Occiental, Mario León Dorado.

Infancia Misionera es una Obra del Papa que promueve la ayuda recíproca entre los niños del mundo. En esta obra los niños ejercen como pequeños misioneros y desde su humildad, creatividad y sencillez son protagonistas de la Evangelización.

Infancia Misionera ofrece, ante todo, una escuela de fe y de formación misionera, en la que los niños conocen a Jesús, y quieren participar en su obra misionera. En un primer momento, aprenden a ser misioneros en su propio ambiente, con sus familias y amigos. Este espíritu misionero tiene una proyección universal, por lo que los niños de Infancia Misionera ofrecen, en un segundo momento, sus oraciones y donativos por los niños del mundo.

Todas las aportaciones que los niños del mundo hicieron en 2017 se recogen en el Fondo Universal de Solidaridad de Infancia Misionera de 2018, para ser enviados a las misiones en ese año. No se trata de niños ricos que comparten con los niños pobres, sino que son todos los niños del mundo los que suman su papel activo en la misión universal de la Iglesia.

 

En Etiopía los evangelizadores son los niños

La Iglesia católica llegó a Adaba (Etiopía) en 2001. La Misión sostiene una Casa de Acogida, en la que mantiene a 11 niños, en nombre de Jesús. Ellos, a su vez, se han convertido en misioneros de los niños de los poblados de alrededor. Lo cuenta el misionero italiano Giuseppe Ghirelli.

"Los jueves por la tarde voy a Herero, a 5 km de Adaba, donde tenemos una escuela y una pequeña Iglesia, y donde prácticamente no hay católicos. Llevo conmigo a los niños acogidos en Adaba, para celebrar la Misa. Un día, mientras me estaba preparando para comenzar, vi llegar a algunos niños, los invité a entrar y todos vinieron a la iglesia, y me di cuenta de que para algunos de ellos era la primera vez. Después de la misa, los niños de Adaba, con quienes durante la semana leemos y coloreamos algunas páginas del Evangelio, hicieron que los pequeños misioneros formaran pequeños grupos y les contaron a los niños la historia de Jesús. Para muchos de ellos fue la primera vez que oyeron hablar de Jesús. Luego jugaron con ellos, haciendo amigos, divirtiéndose. Ahora lo hacen cada semana, con la alegría de reunirse de nuevo”.