Perspectiva de Género

 

La injusticia de la ley de violencia de género

 

La actual legislación sobre la violencia de género sanciona mucho más la amenaza leve de un hombre que la lesión grave cometida por una mujer

 

 

25 enero, 2019 | ForumLibertas.com


 

 

Un episodio de violencia doméstica ha vuelto a poner de manifiesto la asimetría de penas que se aplican para condenas por violencia ejercida de una mujer a un hombre o de un hombre a una mujer.

Un hombre ha sido herido gravemente en Madrid por su pareja con un cuchillo de cocina en el cuello. El marido estuvo en parada cardiorespiratoria y las asistencias médicas lo recuperaron. En la actualidad se encuentra herido grave en el hospital.

La pregunta que se abre ahora es, ¿a qué pueden condenar a esta mujer? La respuesta es que pueden condenarla de tres meses a dos años. Si la condenan a un año y 11 meses ni si quiera entraría en la presión. Si su pareja finalmente empeora, estará como máximo 3 años en prisión. Sin embargo, si lo hubiera hecho un hombre sufriría una pena de entre dos y cinco años, por ello un hombre entraría con toda seguridad en la cárcel y con toda seguridad sufriría más años de prisión por el mismo delito.

 

La asimetría de penas entre hombres y mujeres

Estas penas se deciden en mayor o menor intensidad por la gravedad de la violencia ejercida y sus consecuencias. Por esa serie de variables las penas son también variables y el juez decide dependiendo del caso.

Lo relevante del caso es que esta realidad es tan anómala que puede suceder que un hombre puede cometer el delito de amenazas leves, y recibir una pena de hasta un año de prisión. Una mujer si hace lo mismo debe estar cinco días localizable.

Pero la comparación importante es que la sanción por una amenaza leve si es un hombre puede ser más grave que una lesión grave cometida por una mujer.

Esta anomalía estuvo provocada y sigue vigente por la Ley de violencia de género del Gobierno del ex presidente Rodríguez Zapatero, según explicó ForumLibertas en el artículo ‘Escandalosa sentencia del Tribunal Supremo sobre violencia de género‘.

A continuación se puede observar esa dramática e injusta asimetría: