Servicio diario - 27 de enero de 2019


 

Papa Francisco: "No son el futuro ustedes, jóvenes, son el ahora de Dios"
Rosa Die Alcolea

Misa de Envío: La juventud del Papa, comprometida a decir 'sí'
Rosa Die Alcolea

El Papa agradece a los voluntarios: "Compromiso, eso los hace crecer, eso los agiganta"
Rosa Die Alcolea

Lisboa será la sede de la Jornada Mundial de la Juventud 2022
Rosa Die Alcolea

Panamá: El "rostro silencioso y maternal de la Iglesia", en la Casa 'El Buen Samaritano'
Rosa Die Alcolea

JMJ 2019: Encuentro del Papa con los voluntarios nacionales e internacionales
Rosa Die Alcolea

Casa 'El Buen Samaritano': Regalos para el Papa inspirados en el Cuidado la Casa Común
Rosa Die Alcolea

Panamá se despide del Papa Francisco en el aeropuerto de Tocumen
Rosa Die Alcolea

Lisboa, preparada para organizar la JMJ 2022
Redacción

Bioética: El Vaticano lanza una aplicación para ayudar a los jóvenes
Redacción

Mons. Enrique Díaz Díaz: "Lo sacaron de la ciudad"
Enrique Díaz Díaz

Santo Tomás de Aquino, 28 de enero
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

27/01/2019-15:41
Rosa Die Alcolea

Papa Francisco: "No son el futuro ustedes, jóvenes, son el ahora de Dios"

(ZENIT — 27 enero 2019).- "Ustedes, queridos jóvenes, ustedes son el presente. No son el futuro, ustedes, jóvenes son el ahora de Dios".

Es una exhortación la que hace Francisco a los jóvenes en esta Jornada Mundial  de la Juventud (JMJ) en Panamá: “Ustedes jóvenes, deben pelear por su espacio hoy, porque la vida es hoy, nadie te puede prometer un día del mañana, tu vida hoy es hoy, tu jugarte es hoy, tu espacio es hoy. ¿Cómo estás respondiendo a esto?”.

“Dios es real porque el amor es real, Dios es concreto porque el amor es concreto”, el lenguaje de Francisco es conciso y directo.

En la mañana del domingo, 27 de enero de 2019, la homilía de la Misa de Envío de los jóvenes del mundo ha estado marcada por un fuerte llamamiento a dejarnos “que el Señor nos enamore y nos lleve hasta el mañana”. “No mañana, ahora, porque allí, ahora, donde esté su tesoro, está también su corazón”, ha remarcado el Santo Padre.

“Dios los convoca, los llama en sus comunidades, los llama en sus ciudades para ir en búsqueda de sus abuelos, de sus mayores; a ponerse de pie y junto a ellos tomar la palabra y poner en acto el sueño con el que el Señor los soñó”, les ha dicho.

“No mañana, ahora”, –ha continuado el Papa–, “porque allí, ahora, donde esté su tesoro, está también su corazón (cf. Mt 6,21); y aquello que los enamore conquistará no solo vuestra imaginación, sino que lo afectará todo”.

Será lo que los haga levantarse por la mañana –los ha inspirado– y los impulse en las horas de cansancio, lo que les rompa el corazón y lo que les haga llenarse de asombro, alegría y gratitud. Sientan que tienen una misión y enamórense, que eso lo decidirá todo (cf. PEDRO ARRUPE, S.J., Nada es más práctico).

“Podremos tener todo, pero queridos jóvenes, si falta la pasión del amor, faltará todo. La pasión del amor hoy, y dejemos que el Señor nos enamore y nos lleve hasta el mañana”.

“Ustedes, jóvenes, pueden pensar que su misión, su vocación, que hasta su vida es una promesa pero solo para el futuro y nada tiene que ver con vuestro presente. Como si ser joven fuera sinónimo de sala de espera de quien aguarda el turno de su hora”, ha advertido el Pontífice.

“Y en el ‘mientras tanto’ de esa hora, les inventamos o se inventan un futuro higiénicamente bien empaquetado y sin consecuencias, bien armado y garantizado con todo ‘bien asegurado'”, ha explicado.

“No queremos ofrecerles a ustedes un futuro de laboratorio. Es la “ficción” de alegría, no la alegría del hoy, del concreto, del amor. Y así, con esta ficción de la alegría los “tranquilizamos” y adormecemos para que no hagan ruido, para que no molesten mucho, para que no se pregunten ni pregunten, para que no se cuestionen ni cuestionen; y en ese “mientras tanto” sus sueños pierden vuelo, se vuelven rastreros, comienzan a dormirse, son “ensoñamientos” pequeños y tristes”, ha observado el Papa.

***

 

Homilía del Santo Padre

«Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. Entonces comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír» (Lc 4,20-21).

Así el evangelio nos presenta el comienzo de la misión pública de Jesús. Lo hace en la sinagoga que lo vio crecer, rodeado de conocidos y vecinos y hasta quizá de alguna de sus “catequistas” de la infancia que le enseñó la ley. Momento importante en la vida del Maestro por el cual, el niño que se formó y creció en el seno de esa comunidad, se ponía de pie y tomaba la palabra para anunciar y poner en acto el sueño de Dios. Una palabra proclamada hasta entonces solo como promesa de futuro, pero que en boca de Jesús solo podía decirse en presente, haciéndose realidad: «Hoy se ha cumplido».

Jesús revela el ahora de Dios que sale a nuestro encuentro para convocarnos también a tomar parte en su ahora de «llevar la Buena Noticia a los pobres, la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, dar libertad a los oprimidos y proclamar un año de gracia en el Señor» (cf. Lc 4,18-19). Es el ahora de Dios que con Jesús se hace presente, se hace rostro, carne, amor de misericordia que no espera situaciones ideales o perfectas para su manifestación, ni acepta excusas para su realización. Él es el tiempo de Dios que hace justa y oportuna cada situación y espacio. En Jesús se inicia y se hace vida el futuro prometido.

¿Cuándo? Ahora. Pero no todos los que allí lo escucharon se sentían invitados o convocados. No todos los vecinos de Nazaret estaban preparados para creer en alguien que conocían y habían visto crecer y que los invitaba a poner en acto un sueño tan esperado. Es más, «decían: “¿No es este el hijo de José?”» (Lc 4,22).

También a nosotros nos puede pasar lo mismo. No siempre creemos que Dios pueda ser tan concreto y cotidiano, tan cercano y real, y menos aún que se haga tan presente y actúe a través de alguien conocido como puede ser un vecino, un amigo, un familiar. No siempre creemos que el Señor nos pueda invitar a trabajar y a embarrarnos las manos junto a Él en su Reino de forma tan simple pero contundente. Cuesta aceptar que «el amor divino se haga concreto y casi experimentable en la historia con todas sus vicisitudes dolorosas y gloriosas» (BENEDICTO XVI, Audiencia general, 28 septiembre 2005).

No son pocas las veces que actuamos como los vecinos de Nazaret, que preferimos un Dios a la distancia: lindo, bueno, generoso, bien dibujadito, pero distante y sobre todo, un Dios que no incomode, un Dios domesticado. Porque un Dios cercano y cotidiano, un Dios amigo y hermano nos pide aprender de cercanías, de cotidianeidad y sobre todo de fraternidad. Él no quiso tener una manifestación angelical o espectacular, sí nos quiso regalarnos un rostro hermano y amigo, concreto, familiar. Dios es real porque el amor es real, Dios es concreto porque el amor es concreto. Y es precisamente esta «concreción del amor lo que constituye uno de los elementos esenciales de la vida de los cristianos» (cf. BENEDICTO XVI, Homilía, 1 marzo 2006).

Nosotros también podemos correr los mismos riesgos que los vecinos de Nazaret, cuando en nuestras comunidades el Evangelio se quiere hacer vida concreta y comenzamos a decir: “pero estos chicos, no son hijos de María, José, y no son hermanos de… Estos no son los jovencitos que nosotros ayudamos a crecer… que se callen la boca, ¿cómo los vamos a creer? Ese de allá, no era el que rompía siempre los vidrios con su pelota”. Y lo que nació para ser profecía y anuncio del Reino de Dios termina domesticado y empobrecido. Querer domesticar la Palabra de Dios es tentación de todos los días.

E incluso a ustedes, queridos jóvenes, les puede pasar lo mismo cada vez que piensan que su misión, su vocación, que hasta su vida es una promesa pero solo para el futuro y nada tiene que ver con vuestro presente. Como si ser joven fuera sinónimo de sala de espera de quien aguarda el turno de su hora. Y en el “mientras tanto” de esa hora, les inventamos o se inventan un futuro higiénicamente bien empaquetado y sin consecuencias, bien armado y garantizado con todo “bien asegurado”.

No queremos ofrecerles a ustedes un futuro de laboratorio. Es la “ficción” de alegría, no la alegría del hoy, del concreto, del amor. Y así, con esta ficción de la alegría los “tranquilizamos” y adormecemos para que no hagan ruido, para que no molesten mucho, para que no se pregunten ni pregunten, para que no se cuestionen ni cuestionen; y en ese “mientras tanto” sus sueños pierden vuelo, se vuelven rastreros, comienzan a dormirse, son “ensoñamientos” pequeños y tristes (cf. Homilía del Domingo de Ramos, 25 marzo 2018), tan solo porque consideramos o consideran que todavía no es su ahora; que son demasiado jóvenes para involucrarse en soñar y trabajar el mañana, y así los seguimos procrastinando, y saben una cosa, que a muchos jóvenes esto les gusta. Por favor, ayudémosle a que no les gusten, a que se revelen, a que quieran vivir el ahora de Dios.

Uno de los frutos del pasado Sínodo fue la riqueza de poder encontrarnos y, sobre todo, escucharnos. La riqueza de la escucha entre generaciones, la riqueza del intercambio y el valor de reconocer que nos necesitamos, que tenemos que esforzarnos en propiciar canales y espacios en los que involucrarse en soñar y trabajar el mañana ya desde hoy. Pero no aisladamente, sino juntos, creando un espacio en común. Un espacio que no se regala ni lo ganamos en la lotería, sino un espacio por el que también ustedes deben pelear. Ustedes jóvenes deben pelear por su espacio hoy, porque la vida es hoy, nadie te puede prometer un día del mañana, tu vida hoy es hoy, tu jugarte es hoy, tu espacio es hoy. ¿Cómo estás respondiendo esto?

Ustedes, queridos jóvenes, ustedes son el presente.. no son el futuro, ustedes, jóvenes son el ahora de Dios. Él los convoca, los llama en sus comunidades, los llama en sus ciudades para ir en búsqueda de sus abuelos, de sus mayores; a ponerse de pie y junto a ellos tomar la palabra y poner en acto el sueño con el que el Señor los soñó.

No mañana, ahora, porque allí, ahora, donde esté su tesoro, está también su corazón (cf. Mt 6,21); y aquello que los enamore conquistará no solo vuestra imaginación, sino que lo afectará todo. Será lo que los haga levantarse por la mañana y los impulse en las horas de cansancio, lo que les rompa el corazón y lo que les haga llenarse de asombro, alegría y gratitud. Sientan que tienen una misión y enamórense, que eso lo decidirá todo (cf. PEDRO ARRUPE, S.J., Nada es más práctico). Podremos tener todo, pero queridos jóvenes, si falta la pasión del amor, faltará todo. La pasión del amor hoy, y dejemos que el Señor nos enamore y nos lleve hasta el mañana.

Para Jesús no hay un “mientras tanto” sino amor de misericordia que quiere anidar y conquistar el corazón. Él quiere ser nuestro tesoro, porque no es un “mientras tanto” en la vida o moda pasajera, es amor de entrega que invita a entregarse.

Es amor concreto, cercano, real; es alegría festiva que nace al optar y participar en la pesca milagrosa de la esperanza y la caridad, la solidaridad y la fraternidad frente a tanta mirada paralizada y paralizante por los miedos y la exclusión, la especulación y la manipulación.

Hermanos: El Señor y su misión no son un “mientras tanto” en nuestra vida, algo pasajero, no son solo una Jornada Mundial de la Juventud, ¡son nuestra vida! de hoy y caminando.

Todos estos días de forma especial ha susurrado como música de fondo el “hágase” de María. Ella no solo creyó en Dios y en sus promesas como algo posible, le creyó a Dios, se animó a decir “sí” para participar en este ahora del Señor. Sintió que tenía una misión, se enamoró y eso lo decidió todo.

Ustedes sientan que tienen una misión, se dejen enamorar, y el Señor decidirá todo.

Y como sucedió en la sinagoga de Nazaret, el Señor, en medio nuestro, sus amigos y conocidos, vuelve a ponerse de pie, a tomar el libro y decirnos: «Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír» (Lc 4,21).

Queridos jóvenes, ¿quieren vivir la concreción de su amor? Que vuestro “sí” siga siendo la puerta de ingreso para que el Espíritu Santo nos regale un nuevo Pentecostés a la Iglesia y al mundo. Que así sea.

 

 

 

28/01/2019-02:22
Rosa Die Alcolea

Misa de Envío: La juventud del Papa, comprometida a decir 'sí'

(ZENIT – 27 enero 2019).- La Misa de Envío de la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá, presidida por el Papa Francisco, ha sido una fiesta de alegría, testimonio y color, que ha supuesto la clausura de la JMJ 2019, pero a la vez punto de partida para los miles de jóvenes que regresarán a sus países como misioneros.

Será el ‘sí’ lo que estos miles de jóvenes de los cinco continentes lleven a sus países, el ‘sí’ valiente, sin miedo, que como María, deja el camino abierto a la voluntad de Dios. “Dios es real porque el amor es real, Dios es concreto porque el amor es concreto”, es el mensaje que ha dejado el Papa a los muchachos de todos los países.

“Ustedes jóvenes, deben pelear por su espacio hoy, porque la vida es hoy, nadie te puede prometer un día del mañana, tu vida hoy es hoy, tu jugarte es hoy, tu espacio es hoy. ¿Cómo estás respondiendo a esto?”, una vez más, el Pontífice los apela en su misión.

El grito de “¡¡Esta es la juventud del Papa!!” ha acompañado al Papa hasta el último momento de esta JMJ, en la que han participado más de 100.000 peregrinos de otros países, y otros miles se han sumado de Panamá.

5 jóvenes de diferentes países han leído las peticiones en la plegaria, en inglés, francés, portugués, italiano y español, en el Campo de San Juan Pablo II, en Metro Park, Ciudad de Panamá.

Del mismo modo, para entregar las ofrendas al Santo Padre, han subido al altar varios chichos y chicas de Latinoamérica envueltos en sus coloridas banderas.

 

JMJ Lisboa 2022

Al final de la Misa, el Cardenal Kevil Joseph Farrel, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ha anunciado que Lisboa será la sede para la próxima Jornada Mundial de los Jóvenes, en el verano de 2022.

El Presidente Juan Carlos Varela y su mujer han estado presentes en esta Eucaristía, que el Papa ha dado por concluida rezando a la Virgen, representada en la imagen de Santa María la Antigua, Patrona de Panamá.

Al final de la celebración, el Santo Padre ha dado gracias a Dios por habernos dado la posibilidad de compartir estos días y vivir nuevamente esta Jornada Mundial de la Juventud, y ha agradecido la acogida al Presidente de la República de Panamá, así como al Arzobispo Mons. José Domingo Ulloa.

 

“Estamos en camino”

Como hemos escuchado tantas veces durante estos días en el Himno de esta JMJ: “Somos peregrinos que venimos hoy aquí desde continentes y ciudades”. Estamos en camino, sigan caminando, sigan viviendo la fe y compartiendo la fe. Y No se olviden que no son el mañana, no son el “mientras tanto” sino el ahora de Dios.

“Vuelvan a su parroquias y comunidades, a sus familias y a sus amigos, y transmitan esta experiencia, para que otros puedan vibrar con esa fuerza e ilusión que ustedes tienen. Y con María sigan diciendo “sí” al sueño que Dios sembró en ustedes”, ha invitado Francisco a los jóvenes.

 

 

 

28/01/2019-01:12
Rosa Die Alcolea

El Papa agradece a los voluntarios: "Compromiso, eso los hace crecer, eso los agiganta"

(ZENIT — 27 enero 2019).- "No se asusten si ven sus debilidades, no se asusten incluso si ven sus pecados. Se levantan y adelante, siempre adelante. No se queden caídos, no se acierren, vayan adelante con lo que tenga encima, vayan adelante, que Dios sabe perdonar todas las cosas".

Así ha invitado el Papa Francisco a los 19.500 voluntarios internacionales y nacionales que han trabajado en la Jornada Mundial de la Juventud de Panamá, con los que se ha encontrado esta tarde, domingo 27 de enero de 2019, último día de la JMJ 2019, en el Estadio Rommel Fernández.

Ustedes han querido dedicar su tiempo, su energía, recursos, a soñar y armar este encuentro. Podrían perfectamente haber optado por otras cosas, ustedes quisieron comprometerse. Compromiso: Esa palabra que la quieren borrar. Compromiso, eso los hace crecer, eso los agiganta. Como estén, pero compromiso.

 

"Vayan, cuenten, testimonien"

Francisco les ha animado a seguir adelante y a dar un testimonio sencillos, con gestos y pocas palabras: "Ahora llega el momento del envío: vayan, cuenten, vayan, testimonien, vayan, contagien lo que han visto y oído". "Y esto no lo hagan con muchas palabras —ha añadido— sino como lo hicieron aquí, con gestos simples, con gestos y cotidianos, esos que transforman y hacen nuevas todas las cosas. Esos gestos capaces de armar lío, un lío constructivo, un lío de amor".

También el Papa les ha recordado la importancia de la oración: Rezando "le abrimos la jugada" a Dios para que Él "pueda entrar y pueda actuar, y pueda vencer". Rezando —ha continuado— descubrimos que somos parte de una familia más grande de lo que podemos ver e imaginar.

Los jóvenes voluntarios han escuchado del Papa que "cada vez que postergamos algo que nos gusta por el bien de otros y especialmente por los más frágiles, o por el bien de nuestras raíces como son nuestros abuelos y ancianos, el Señor lo devuelve ciento por uno. Te gana en generosidad, porque en generosidad nadie le puede ganar, nadie le puede superar en amor".

Siguen las palabras que el Papa Francisco ha dirigido a los voluntarios de la Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en Panamá del 22 al 27 de enero de 2019.

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Palabras del Papa Francisco

Queridos voluntarios:

Antes de finalizar esta Jornada Mundial de la Juventud, quise encontrarme con todos ustedes para agradecerles a cada uno el servicio que han realizado durante estos días y en los últimos meses que precedieron a la Jornada.

Gracias a Bartosz, Stella Maris del Carmen y Maria Margarida por compartir sus experiencias en primera persona. Para mí fue muy importante escucharlos y darme cuenta de la comunión que se genera cuando nos unimos para servir a los demás. Experimentamos cómo la fe adquiere un sabor y una fuerza completamente nueva: la fe se vuelve más viva, dinámica, más real. Se experimenta una alegría, está habiendo aquí una alegría distinta por haber tenido la oportunidad de trabajar codo a codo con otros para lograr un sueño común. Sé que todos ustedes experimentaron esto.

Ustedes ahora saben cómo palpita el corazón cuando se vive una misión, y no porque alguien se los contó, sino porque lo vivieron. Tocaron con su propia vida que «no hay amor más grande que dar la vida por los amigos» (Jn 15,13).

También han tenido que vivir momentos duros que les exigió algún que otro sacrificio. Como nos decías, Bartosz, uno también experimenta las propias debilidades. Lo bueno es que estas debilidades no te detuvieron en tu entrega ni se volvieron lo central y más importante. Las experimentaste en el servicio, sí; intentando entender y servir a los otros voluntarios y peregrinos, sí; pero tuviste la valentía de que esto no te frenara, no te paralizara, seguiste adelante, que nuestros límites y nuestras debilidades no nos paralicen, seguir adelante con nuestros defectos, ya los corregiremos, con nuestras debilidades. pero seguir adelantes, y así es la belleza de sabernos enviados, la alegría de saber que por encima de todos los inconvenientes tenemos una misión que llevar adelante.

No dejar que las limitaciones, las debilidades e incluso pecados nos frenen e impidan vivir la misión, porque Dios nos invita a hacer lo que podamos y a pedir lo que no podemos, sabiendo que su amor nos va tomando y transformando de manera progresiva (cf. Exhort. ap. Gaudete et exsultate, 49-50). Pusiste el servicio y la misión en primer lugar, el resto vas a ver que vendrá por añadidura.

No se asusten si ven sus debilidades, no se asusten incluso si ven sus pecados. Se levantan y adelante, siempre adelante. No se queden caídos, no se acierren, vayan adelante con lo que tenga encima, vayan adelante, que Dios sabe perdonar todas las cosas. Aprendamos de tantos, que como Bartosz, pusieron el servicio y la misión en primer lugar. El resto viene por añadidura.
Gracias a todos, porque en estos días han estado atentos y pendientes hasta de los más pequeños, cotidianos y aparentemente insignificantes detalles, como ofrecer un vaso de agua, y ?a la vez? atendieron las cosas más grandes que requerían mucha planificación. Han preparado cada detalle con alegría, creatividad y compromiso, y con mucha oración. Porque las cosas rezadas se sienten y se viven con hondura. La oración le da espesura, le da vitalidad a todo lo que hacemos.

Rezando descubrimos que somos parte de una familia más grande de lo que podemos ver e imaginar. Rezando le "abrimos la jugada" a la Iglesia, que nos sostiene y acompaña desde el cielo, a los santos y santas que nos han marcado el camino, pero sobre todo "le abrimos la jugada" a Dios para que Él pueda entrar y pueda actuar, y pueda vencer.

Ustedes han querido dedicar su tiempo, su energía, recursos, a soñar y armar este encuentro. Podrían perfectamente haber optado por otras cosas, ustedes quisieron comprometerse.

Compromiso: Esa palabra que la quieren borrar. Compromiso, eso los hace crecer, eso los agiganta. Como estén, pero compromiso.

Dar lo mejor de sí para hacer posible el milagro de la multiplicación, no solo de los panes, sino de la esperanza, y ustedes, dando lo mejor de sí, comprometiéndose hacen el milagro de la multiplicación de la esperanza. ¡Necesitamos multiplicar la esperanza! ¡Gracias! ¡Gracias por esto!

Como también lo hiciste vos, Stella Maris, yo había leído los testimonios antes, por eso pude escribir esto, y cuando leí el tuyo sentí algo como ganas de llorar. Renunciaste a tus intereses, había juntado pesito a pesito poder participar en la Jornada Mundial de la Juventud en Cracovia, pero renunciaste para ir a cubrir el sufragio de tus 3 abuelos, renunciaste para honrar tus raíces y eso te hace mujer, te hace adulta, te hace valiente, renunciaste a participar en algo que te gustaba y que había soñado para poder ayudar y acompañar a tu familia, para honrar tus raíces, para poder estar ahí; y el Señor, sin que tú lo esperaras ni lo pensaras, te estaba preparando el regalo de que la JMJ vendría a tu tierra.

Al Señor le gusta hacer estos chistes. Al Señor le gusta responder de esta manera a la generosidad. Él siempre gana en generosidad. Tú le das un poquito así y Él te da un montón así. ¡Así es el Señor, que le vamos a hacer! ¡Así nos quiere! Como Stella Maris, muchos de ustedes también realizaron renuncias de todo tipo. Tantos de ustedes renunciaron. Piensen ahora a qué renuncié yo para meterme de voluntario. Piensen un minuto.

Ustedes, con lo que han pensado, han tenido que postergar sueños para cuidar su tierra, sus raíces. Eso siempre el Señor lo bendice, no se deja ganar en generosidad. Cada vez que postergamos algo que nos gusta por el bien de otros y especialmente por los más frágiles, o por el bien de nuestras raíces como son nuestros abuelos y ancianos, el Señor lo devuelve ciento por uno. Te gana en generosidad, porque en generosidad nadie le puede ganar, nadie le puede superar en amor. Amigos: den y se les dará, y experimentarán cómo el Señor «les volcará sobre el regazo una buena medida, apretada, sacudida y desbordante» (Lc 6,38).

Queridos amigos, han tenido una experiencia de fe más viva, más real; han vivido la fuerza que nace de la oración y la novedad de una alegría diferente fruto del trabajo codo a codo incluso con personas que no conocían. Ahora llega el momento del envío: vayan, cuenten, vayan, testimonien, vayan, contagien lo que han visto y oído.

Y esto no lo hagan con muchas palabras, sino como lo hicieron aquí, con gestos simples, con gestos y cotidianos, esos que transforman y hacen nuevas todas las cosas. Esos gestos capaces de armar lío, un lío constructivo, un lío de amor.

Les cuento una cosa. Cuando venía el primer día por el camino, había un bonete, una señora mayor ya, abuela, ahí en la reja por donde yo pasaba con el auto, y tenía un cartel que decía: "Nosotras las abuelas también sabemos armar lío". Y ponía: "Con sabiduría". Júntense con los abuelos para hacer lío, va a ser un lío contundente, un lío genial, no le tengan miedo. Vayan y hablen. Me parecía muy viejita la señora, y le pregunté la edad. Tenía 14 años menos que yo, ¡qué vergüenza!

Pidámosle al Señor su bendición. Que bendiga a sus familias y comunidades y a todas las personas con las que se vayan a encontrar y cruzar en el futuro próximo.

Pongámonos también bajo el manto de la Virgen Santa. Que ella los acompañe siempre. Y como les dije en Cracovia, yo no sé si en la próxima JMJ estaré, pero les aseguro que Pedro va a estar y los va a confirmar en la fe. Sigan adelante, con coraje y valentía y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Muchas gracias.

 

 

27/01/2019-15:12
Rosa Die Alcolea

Lisboa será la sede de la Jornada Mundial de la Juventud 2022

(ZENIT — 27 enero 2019).- Portugal será el país anfitrión de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, que tendrá lugar en 2022, ha anunciado el Cardenal Kevin Joseph Farrell, Prefecto para los Laicos, la Familia y la Vida, al término de la Misa de Envío de la JMJ Panamá 2019, el domingo, 27 de enero de 2019.

El encuentro internacional de los jóvenes católicos será en Lisboa, tras haberse celebrado en Ciudad de Panamá del 22 al 27 de enero de 2019.

La Jornada Mundial de la Juventud ha tenido las siguientes sedes internacionales: Roma 1984-85, Buenos Aires 1987, Santiago de Compostela 1989, Czestochowa 1991, Denver 1993, Manila 1995, París 1997, Roma 2000, Toronto 2002, Alemania 2005, Sidney 2008, Madrid 2011, Rio de Janeiro 2013, Cracovia 2016 y Panamá 2019.

 

 

27/01/2019-16:43
Rosa Die Alcolea

Panamá: El "rostro silencioso y maternal de la Iglesia", en la Casa 'El Buen Samaritano'

(ZENIT– 27 enero 2019).- “Es fácil confirmar la fe de unos hermanos cuando se la ve actuar ungiendo heridas, sanando esperanza y animando a creer”, son las palabras de agradecimiento al Papa Francisco a los trabajadores de la Casa ‘El Buen Samaritano’, en Panamá.

El Papa ha visitado esta mañana, último día de su viaje apostólico a Panamá, la Casa Hogar ‘El Buen Samaritano’, donde también estaban presentes algunas personas del Centro Juan Pablo II, del Hogar San José de las Hermanas de la Caridad y de la “Casa del Amor”, de la Congregación Hermanos de Jesús Kkottonngae.

El buen Samaritano, así como todas vuestras casas, nos muestran que el prójimo es “en primer lugar una persona, alguien con rostro concreto, real y no algo a saltear o ignorar, sea cual sea su situación. Es rostro que revela nuestra humanidad tantas veces sufriente e ignorada”.

“Estar aquí es tocar el rostro silencioso y maternal de la Iglesia que es capaz de profetizar y crear hogar, crear comunidad”, ha anunciado el Papa. “El rostro de la Iglesia que normalmente no se ve y pasa desapercibido, pero es signo de la concreta misericordia y ternura de Dios, signo vivo de la buena nueva de la resurrección que actúa hoy en nuestras vidas”.

“Acá no nacen de nuevo solo los que podríamos llamar ‘beneficiarios primeros’ de vuestros hogares; aquí la Iglesia y la fe nacen y se recrean continuamente por medio de la caridad”.

El Papa ha alentado a los trabajadores de la caridad, en Ciudad de Panamá, con la Sagrada Escritura: “El Evangelio nos dice que una vez le preguntaron a Jesús: ‘¿Quién es mi prójimo?’ Él no respondió con teorías, ni hizo un discurso bonito o elevado, sino que utilizó una parábola ―la del Buen Samaritano―, un ejemplo concreto de la vida real que todos ustedes conocen y viven muy bien”.

“El prójimo es sobre todo un rostro que encontramos en el camino, –ha recordado– y por el cual nos dejamos mover y conmover: mover de nuestros esquemas y prioridades y conmover entrañablemente por lo que esa persona vive para darle lugar y espacio en nuestro andar”.

Este domingo, 27 de enero de 2019, el Santo Padre ha celebrado a las 8 horas la Misa de Envío con los jóvenes venidos de todo el mundo participar en la JMJ, y a las 18 horas regresará a Roma, tras celebrar el encuentro con todos los voluntarios que han trabajado en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) de Panamá.

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Palabras del Papa Francisco

Estimados directores, colaboradores y agentes de pastoral, Amigas y amigos:

Gracias padre Domingo por las palabras que, en nombre de todos, me ha dirigido. He deseado mucho este encuentro con ustedes, que están aquí en el hogar El Buen Samaritano, y también con los demás jóvenes presentes del Centro Juan Pablo II, del Hogar San José de las Hermanas de la Caridad y de la “Casa del Amor”, de la Congregación Hermanos de Jesús Kkottonngae. Estar hoy con ustedes es para mí un motivo para renovar la esperanza. Gracias por permitirlo.

Preparando este encuentro pude leer el testimonio de un miembro de este hogar que me tocó el corazón porque decía: «aquí yo nací de nuevo». Este hogar, y todos los centros que ustedes representan, son signo de esa vida nueva que el Señor nos quiere regalar. Es fácil confirmar la fe de unos hermanos cuando se la ve actuar ungiendo heridas, sanando esperanza y animando a creer. Acá no nacen de nuevo solo los que podríamos llamar “beneficiarios primeros” de vuestros hogares; aquí la Iglesia y la fe nacen y se recrean continuamente por medio de la caridad.

Comenzamos a nacer de nuevo cuando el Espíritu Santo nos regala los ojos para ver a los demás, como nos decía el P. Domingo, no solo como nuestros vecinos ―que eso es ya decir mucho― sino como nuestros prójimos.

El Evangelio nos dice que una vez le preguntaron a Jesús: ¿Quién es mi prójimo? (cf. Lc 10,29). Él no respondió con teorías, ni hizo un discurso bonito o elevado, sino que utilizó una parábola ―la del Buen Samaritano―, un ejemplo concreto de la vida real que todos ustedes conocen y viven muy bien. El prójimo es sobre todo un rostro que encontramos en el camino, y por el cual nos dejamos mover y conmover: mover de nuestros esquemas y prioridades y conmover entrañablemente por lo que esa persona vive para darle lugar y espacio en nuestro andar. Así lo entendió el buen Samaritano ante el hombre que había quedado medio muerto al borde del camino no solo por unos bandidos sino también por la indiferencia de un sacerdote y de un levita que no se animaron a ayudar, porque la indiferencia también hiere y mata. Unos por unas míseras monedas, los otros por miedo a contaminarse, por desprecio o disgusto social no tenían problema en dejar tirado en la calle a ese hombre. El buen Samaritano, así como todas vuestras casas, nos muestran que el prójimo es en primer lugar una persona, alguien con rostro concreto, real y no algo a saltear o ignorar, sea cual sea su situación. Es rostro que revela nuestra humanidad tantas veces sufriente e ignorada.

Es rostro que incomoda hermosamente la vida porque nos recuerda y pone en el camino de lo verdaderamente importante y nos libra de banalizar y volver superfluo nuestro seguimiento del Señor.

Estar aquí es tocar el rostro silencioso y maternal de la Iglesia que es capaz de profetizar y crear hogar, crear comunidad. El rostro de la Iglesia que normalmente no se ve y pasa desapercibido, pero es signo de la concreta misericordia y ternura de Dios, signo vivo de la buena nueva de la resurrección que actúa hoy en nuestras vidas.

Crear “hogar” es crear familia; es aprender a sentirse unidos a los otros más allá de vínculos utilitarios o funcionales que nos hagan sentir la vida un poco más humana.

Crear hogar es permitir que la profecía tome cuerpo y haga nuestras horas y días menos inhóspitos, indiferentes y anónimos. Es crear lazos que se construyen con gestos sencillos, cotidianos y que todos podemos realizar. Un hogar, y lo sabemos todos muy bien, necesita de la colaboración de todos. Nadie puede ser indiferente o ajeno, ya que cada uno es piedra necesaria en su construcción. Y eso implica pedirle al Señor que nos regale la gracia de aprender a tenernos paciencia, a perdonarse; aprender todos los días a volver a empezar. Y, ¿cuántas veces perdonar o volver a empezar? Setenta veces siete, todas las necesarias. Crear lazos fuertes exige de la confianza que se alimenta todos los días de la paciencia y el perdón.

Así se produce el milagro de experimentar que aquí se nace de nuevo, aquí todos nacemos de nuevo porque sentimos actuante la caricia de Dios que nos posibilita soñar el mundo más humano y, por tanto, más divino.

Gracias a todos ustedes por el ejemplo y generosidad; gracias a sus Instituciones, a los voluntarios y a los bienhechores. Gracias a cuantos hacen posible que el amor de Dios se haga cada vez más concreto y real, mirando a los ojos de los que están a nuestro alrededor y reconociéndonos como prójimos.

Ahora que vamos a rezar el Ángelus, los confío a nuestra Madre la Virgen. Le pedimos a Ella, que como buena Madre sabe de ternura y de projimidad, nos enseñe a estar atentos para descubrir cada día quién es nuestro prójimo y nos anime a salir con rapidez a su encuentro, y poder darle un hogar, un abrazo donde encuentre cobijo y amor de hermanos. Una misión en la que todos estamos involucrados.

Los invito ahora a poner bajo su manto todas sus inquietudes y necesidades, aquellos dolores que llevan, las heridas que padecen, para que, como Buena Samaritana, venga a nosotros y nos auxilie con su maternidad, con su ternura, con su sonrisa de Madre.

Oración del Ángelus

 

 

 

28/01/2019-00:21
Rosa Die Alcolea

JMJ 2019: Encuentro del Papa con los voluntarios nacionales e internacionales

(ZENIT – 27 enero 2019).- Antes de regresar a Roma, el Papa Francisco, sin perder la sonrisa a pesar del calor y del cansancio, se ha encontrado con los voluntarios Voluntarios nacionales e internacionales que han trabajado en la organización y desarrollo de la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019, en el Estadio Rommel Fernández Juan Díaz.

19.500 voluntarios de corto y largo plazo se han inscrito para la Jornada Mundial de la Juventud Panamá 2019. De ellos, 2.445 son voluntarios internacionales. Los países con mayor número de voluntarios son Colombia, Brasil, Costa Rica, México y Polonia.

El Santo Padre ha llegado a las 16:10 hora local al gran estadio, ha sido recibido por el Arzobispo, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, y juntos han recorrido el recinto en un pequeño carro eléctrico.

 

Cristianos, musulmanes, budistas y judíos

El Coordinador General de la Jornada Mundial de la Juventud 2019, padre Rómulo Aguilar, ha presentado a los voluntarios, de orígenes diversos: cristianos, musulmanes, budistas y judíos. “Incluso algunos llenaron el formulario de participación sin convicción de fe alguna, movidos por la generosidad humana y nada más”, ha señalado.

“Trabajaron duro, Santo Padre. Algunos de ellos tienen dos años tras bambalinas, construyendo esta realidad de la JMJ. Un grupo de ellos dejó sus países, sus carreras, sus familias y sus planes personales”, ha valorado el sacerdote panameño.

Asimismo, tres jóvenes han dado su testimonio al Pontífice, entre ellos el polaco Bartosz Placak, la panameña Stella Maris del Carmen Deville y una voluntaria procedente de Lisboa, la nueva sede de la JMJ, Maria Margarida.

 

Musical de la Anunciación

Un grupo de artistas panameños y centroamericanos han representado la Anunciación del ángel Gabriel a la Virgen María, con un animado musical, en el que no ha faltado la música caribeña, rap y ritmos latinos como banda sonora de una marchosa coreografía.

El Arzobispo de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa Mendieta, ha agradecido a los chicos su esfuerzo: “Cada uno de ustedes, sostuvo con su entrega el desarrollo de esta Jornada Mundial de la Juventud. Son la prueba visible que hay esperanza entre nuestros jóvenes, que es posible encontrar personas dispuestas a sacrificarse por los demás. Este es un testimonio muy fuerte y creíble”.

Finalmente, el Papa Francisco ha pronunciado un mensaje a los jóvenes voluntarios, que ha terminado con un momento de oración, y la bendición apostólica.

 

“Vayan adelante, Dios sabe perdonar”

Francisco ha dado a las gracias a tantos voluntarios internacionales y nacionales: “Han preparado cada detalle con alegría, creatividad y compromiso, y con mucha oración. Porque las cosas rezadas se sienten y se viven con hondura. La oración le da espesura, le da vitalidad a todo lo que hacemos”.

Asimismo, el Santo Padre ha animado a los jóvenes: “No se asusten si ven sus pecados, no se asusten si ven sus debilidades. Vayan adelante con lo que tenga encima, vayan adelante, que Dios sabe perdonar todas las cosas”.

 

Contribuir con su país

Para los miles de panameños que han estado preparando el evento durante muchos meses, el voluntariado es una oportunidad para reflexionar sobre el fruto de su trabajo en su país.

“Es realmente conmovedor saber que parte de lo que he hecho ha contribuido a este gran acontecimiento, y saber que en este pequeño país de Panamá miles de jóvenes se están reuniendo para compartir sus creencias y su gratitud”, dice la voluntaria Carolina Tapia, de 22 años, de Panamá. “Para muchos de nosotros, será la única oportunidad que tendremos de ver al Papa porque muchos de los voluntarios hemos estado trabajando en sitios alejados de los actos principales”.

 

 

 

27/01/2019-20:05
Rosa Die Alcolea

Casa 'El Buen Samaritano': Regalos para el Papa inspirados en el Cuidado la Casa Común

(ZENIT — 27 enero 2019).- El Santo Padre ha llegado a la 10:45 horas a la Casa Hogar 'El Buen Samaritano' este domingo 27 de enero de 2019, última jornada de la JMJ 2019 en Panamá, donde se ha encontrado con jóvenes que padecen las causas de diversas situaciones de enfermedad y dependencia.

La obra es mixta (hombres y mujeres), y se ubica en un espacio físico que da acogida a 10 varones y 5 mujeres, y se les acoge sin distinción de sexo, religión u orientación sexual, procedencia geográfica, carentes de recursos para vivir y afrontar la condición de VIH-Sida, y a quienes se da un acompañamiento integral, por un espacio de tiempo determinado según la condición física y anímica de cada individuo.

Es una obra social cristiana que tiene como orientación espiritual la parábola del Buen Samaritano, del Evangelio de san Lucas 15,25. El centro cuenta con una casa temporal para alojar personas que necesiten de cuidados especiales que le permitan su recuperación y regreso a sus hogares, y apoyan a personas externas de escasos recursos con VIH/sida.

A su llegada a la Casa, han recibido al Papa Francisco los directores de cuatro instituciones que brindan asistencia a los jóvenes: el Padre Domingo Escobar, de la Casa Hogar del Buen Samaritano; sor Lourdes Reiss, del Orfanato San José de Malambo; el Sr. Ariel López, Director del Centro Juan Pablo II; y el Director de Kkottonngae Panamá.

 

Vivir dignamente

Amor de Dios y solidaridad para vivir dignamente es el lema de la Casa Hogar, fundada en el año 2004, gracias a la donación de unos locales.

La Casa Hogar 'El Buen Samaritano', situada en el barrio Juan Díaz de Ciudad de Panamá, es un hogar para personas que viven con el VIH/sida y no cuentan con apoyo familiar, ni recurso económico para poder hacerle frente a la vida.

La Casa Hogar 'El Buen Samaritano' fue el lugar seleccionado para que el Pontífice rezara hoy, domingo, la oración del Ángelus. "Les agradezco lo que están haciendo aquí. Es grande, muy bello" les ha dicho a todos los presentes.

El Director del centro, el Presbítero Domingo Escobar, ha dado la bienvenida al Pontífice, en nombre de todas las personas presentes en el encuentro: "Sin merecerlo, el Señor se ha valido de estos indignos siervos para mostrar su rostro amoroso a los enfermos víctimas del VIH, a quienes batallan contra la drogadicción, a los que no tienen hogar, y a quienes sufren abandono extremo".

 

"Han entendido que Dios les ama"

Los enfermos de SIDA "han entendido que Dios les ama intensamente", ha expresado el Presbítero Escobar, director de la Casa Hogar. "Gracias a la Divina Providencia, y a la buena voluntad de personas amigas, la ternura del Señor se manifiesta cada día en estas obras, y se muestra a estos prójimos nuestros que ve aquí", ha dicho.

"Gracias Santo Padre, porque su visita está cargada de mucho significado", ha concluido. "Para ellos y para nosotros, su presencia nos revela que Dios escucha nuestros gritos" ha confesado.

 

Canción del pequeño Abraham

Posteriormente se ha proyectado un video con imágenes de estos centros y testimonios gráficos de las distintas iniciativas.

Asimismo, el joven Abraham, de 13 años, le ha cantado al Santo Padre una tierna canción de alabanza a Dios, ‘Hazme intrumento de tu paz’, inspirada en San Francisco de Asís. El pequeño es residente en la Casa Juan Pablo II, una de las 4 casas que alberga la Casa del Buen Samaritano.

Acto seguido el Sucesor de Pedro ha dirigido un mensaje a los 60 jóvenes presentes, representando a todos los jóvenes que son atendidos por estos centros juveniles y junto a ellos ha rezado la oración del Ángelus.

 

Cuidado de la Casa Común

El Papa ha recibido varios regalos de representantes de las diferentes fundaciones de caridad: Dos chicas con síndrome de down, de las escuelitas de Santa Teresa de Calcuta, le han regalado al Papa un cuadro con materiales recicables, llamado ‘El cuidado de la Casa Común’, inspirados por la Encíclica Laudato Si’.

Los hermanos de Kkottonngae, naturales de Corea, han saludado al Papa con un gesto coreano, que Francisco ha respondido de manera espontánea, y le han agradecido a su oración y apoyo por la unidad y la paz de las dos Coreas.

Antes de su partida, el Santo Padre ha bendecido las primeras piedras de cuatro centros que los Hermanos de Jesús de Kkottonngae inagurarán en Jamaica, Paraguay, Argentina y Panamá próximamente.

 

Estatua El Buen Pastor

El Santo Padre ha regalado a la Casa Hogar ‘El Buen Samaritano’ una estatua del buen pastor, cuya iconografía está directamente inspirada en una estatua famosa, expuesta en el Museo Pio Cristiano de los Museos Vaticanos.

Se trata del “hallazgo paleocristiano más famoso entre los que se encuentran en los Museos del Papa”, así como es igualmente cierto que es “la Obra más simbólica del cristianismo primitivo”, indica la Santa Sede, en un comunicado. Proviene de las Catacumbas de San Calisto, que se remonta al siglo II dC. y que se encontró alrededor de 1760.

 

 

 

28/01/2019-01:30
Rosa Die Alcolea

Panamá se despide del Papa Francisco en el aeropuerto de Tocumen

(ZENIT — 27 enero 2019).- Antes de partir de tierras panameñas, el Papa Francisco ha tenido un último encuentro privado con el Presidente de la República, Juan Carlos Varela Rodríguez y su esposa, Lorena Castillo, en una sala dispuesta especialmente para la ocasión en el aeropuerto internacional de Tocumen.

Al terminar este encuentro, Su Santidad, se ha dirigido a la plataforma del aeropuerto, donde le esperaban unos 1.500 fieles para despedirlo con banderas, gritos de emoción y palmas.

En una sencilla ceremonia, muy similar a la de bienvenida, la Banda Republicana ha entonado las notas del Himno Pontificio y del Himno de la República de Panamá. Del mismo modo, ambas delegaciones se han despedido de manera respetuosa y solemne, como marca el protocolo, terminando así con el protocolo de despedida.

A las 18:15 horas el Santo Padre, ha subido al Boeing 787 de la compañía aérea Avianca, que lo lleva de regreso al aeropuerto de Ciampino, desde donde se trasladará por tierra a la Ciudad del Vaticano.

El vuelo de regreso será de 11 horas 35 minutos, aproximadamente, y sobrevolará el espacio aéreo de los países: Panamá, Colombia, Curacao, Republica Dominicana, Puerto Rico, USA Océano, Portugal, España, Francia y llegando a Italia.

 

 

28/01/2019-01:39
Redacción

Lisboa, preparada para organizar la JMJ 2022

Portugal será el país anfitrión de la )00(V Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en el verano de 2022, según anunció hoy el prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, Cardenal Kevin J. Farrell, en nombre del Santo Padre, al final de la Misa de envío de la JMJ, celebrada en el Campo Juan Pablo II de la capital de Panamá.

En una conferencia de prensa celebrada cerca de dos horas después del anuncio del Papa Francisco, representantes de la organización de la JMJ 20122 ofrecieron las primeras declaraciones oficiales.

 

África estará muy presente en la JMJ de Portugal

El Cardenal Patriarca de Lisboa, Manuel Clemente, comenzó haciendo referencia a la ubicación privilegiada de la ciudad y de la probable área que acogerá los eventos: será allí, en el "magnífico campo donde se hizo hace 20 años la Expo'98, exposición internacional en Lisboa dedicada a los océanos, en la ribera del Tajo, en una vasta tierra, un sitio hermoso, en este ancho mar que recuerda al mar de Galilea" y que está muy bien servido de transportes por carretera, ferrocarril o aeropuerto.

D. Manuel Clemente, que es también presidente de la Conferencia Episcopal Portuguesa, aludió a Lisboa como punto de encuentro para las personas de habla lusa y reveló que una de las razones para la decisión del Papa al elegir Lisboa, fue "la conexión de Portugal con los países africanos".

En respuesta a una pregunta, el Cardenal Patriarca destacó que la dimensión interreligiosa será, como lo ha sido en Panamá, también importante en la JMJ 2022.

 

La vocación evangelizadora universal de Portugal

Instituida por el Papa Juan Pablo II, la Jornada Mundial de la Juventud es uno de los mayores eventos del mundo. Cada edición se realiza en una ciudad diferente con un programa que engloba celebraciones religiosas y actividades de ámbito cultural y social. La característica principal de la JMJ es la de contar siempre con la presencia del Papa, que se hace peregrino entre los miles de jóvenes peregrinos que participan. La organización de cada edición de la JMJ corresponde al Dicasterio vaticano para los Laicos, la Familia y la Vida en colaboración con un Comité Organizador Local.

Agradecido por la "generosidad del Patriarcado, la Iglesia de Portugal y las autoridades nacionales y locales", el Padre Alexandre Awi Mello, Secretario del Dicasterio, felicitó a Lisboa a nombre del prefecto, el Cardenal Kevin J. Farrell.

Según Awi Mello, será particularmente significativo para la próxima JMJ el vínculo entre Portugal y los países de habla lusa (Angola, Mozambique, Brasil, Timor Est, Macao, Cabo Verde, etc.), así como la "vocación evangelizadora universal de la Iglesia portuguesa", que en su historia ha cumplido con "el plan de Dios" para llevar el Evangelio a todas las partes del mundo.

 

Lisboa, capital de la tolerancia y la paz

También estuvo presente en la conferencia, Fernando Medina, presidente de la Cámara Municipal (alcalde) de Lisboa, quien aseguró el máximo compromiso de los organismos municipales en la iniciativa y agradeció a la Iglesia portuguesa y al Vaticano "la confianza" colocada en la ciudad. El alcalde definió Lisboa como "capital de la tolerancia, la paz", y por tanto, el lugar más oportuno para celebrar la JMJ 2022.

Al final de su intervención, comentó una breve anécdota ocurrida al final de la Misa conclusiva de la JMJ: al presentarse al Papa, el Sumo Pontífice le dijo sonriendo: "¡Tendrás mucha responsabilidad!"

A la rueda de prensa, celebrada en el Centro Internacional de Prensa de la JMJ, asistieron también el obispo auxiliar de Lisboa y presidente de la Comisión Episcopal de Laicos y Familia, D. Joaquim Mendes; y los obispos de las diócesis portuguesas de Braganga-Miranda, D. José Cordeiro; de Coimbra, D. Virgílio Antunes; de Guarda, D. Manuel Felício, y el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Braga, D. Nuno Almeida. Por parte del Gobierno, estuvieron presentes el embajador de Portugal en Panamá y el Secretario de Estado para la Juventud.

Al comienzo de la conferencia de prensa se mostró un vídeo promocional y de saludo de la ciudad de Lisboa.

 

Presidencia de la República: la JMJ, gran acontecimiento religioso y cultural

En la página oficial de la Presidencia de la República Portuguesa, el Presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, acoge y celebra el anuncio oficial de Lisboa a la sede de la JMJ 2022. Según Rebelo de Sousa, la JMJ, nacida por iniciativa de Juan Pablo II, ya se anticipó de alguna manera durante la misa en el Parque Eduardo VII en Lisboa en 1982. En su opinión, la JMJ "constituye un acontecimiento religioso y cultural que reúne a jóvenes de todo el mundo durante una semana. Será un gran acontecimiento para Portugal y para los jóvenes portugueses de todos los orígenes".

El Presidente asistió hoy a la Misa de Envío de la JMJ 2019 en Panamá y celebró la noticia con todos los peregrinos y voluntarios allí presentes.

 

 

28/01/2019-01:47
Redacción

Bioética: El Vaticano lanza una aplicación para ayudar a los jóvenes

Panamá, 26 de enero de 2019 — Se llama Keys to bioethics la nueva app que el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida presentó en la conferencia de prensa de esta mañana a los periodistas acreditados de la Jornada Mundial de la Juventud, en Panamá. La aplicación busca concientizar e informar a los jóvenes sobre los temas de bioética.

"Es la primera vez que se crea una app de bioética", dijo la Profesora Gabriella Gambino, vice directora del Dicasterio. "Es necesaria porque la ciencia permite lograr muchas cosas, pero con este reto, no todo es lícito". La profesora también dijo que "es importante poder mostrar que hay valores y que la ciencia y la fe son perfectamente compatibles entre ellos, siempre y cuando la ciencia se deje guiar por estos valores".

La app es un tipo de manual digital con preguntas y respuestas. Actualmente está disponible solo para Android, pero pronto se podrá usar también en iOS y estará en tres idiomas (italiano, inglés y español). Fue creada junto con la Fundación Jéróme Lejeune de Paris en colaboración con su sede en Madrid. Temas de género, procreación asistida, aborto, eutanasia, trasplante de órganos, investigación sobre células estaminales y sexualidad son los temas esenciales que crean preguntas y desafíos para los cuales es necesario dar urgentemente una respuesta concreta, rápida y accesible para la nueva generación mediante el instrumento más usado hoy: el smartphone.

Fue un privilegio que la app se haya lanzado durante la Jornada Mundial de la Juventud, porque los jóvenes son los destinatarios principales de esta app que pretende dar a conocer información, explicaciones científicas y el magisterio de la Iglesia sobre temas muy complejos y difíciles de entender para quienes no se ocupan de estos temas regularmente.

Durante la conferencia de prensa, estuvo presente también un joven voluntario de la JMJ, Antonio Garrido Salcedo, quien explicó que "los jóvenes hoy estamos saturados de información, pero no sabemos el camino que debemos seguir sobre los temas fundamentales". Por este motivo, también agregó que "necesitamos escuchar la voz de la Iglesia".

Hubo muchas preguntas sobre el tema del aborto, y la profesora Gambino las respondió subrayando la importancia y la complejidad del tema que necesita respuestas basadas en la verdad de la dimensión sexual y relacional del ser humano. Gambino también dijo que "la maternidad es un privilegio de la mujer y es importante afirmar que, sin importar las dificultades que pueden aparecer, siempre existe la posibilidad de recibir ayuda. Este es el mensaje fundamental que deseamos transmitir con esta app".

Descarga aquí la presentación en audio (italiano) de la profesora Gambino.

 

 

27/01/2019-04:19
Enrique Díaz Díaz

Mons. Enrique Díaz Díaz: "Lo sacaron de la ciudad"

Jeremías 1, 4-5. 17-19: "Te consagré profeta de las naciones"
Salmo 70: "Señor, tú eres mi esperanza"
I Corintios 12, 31-13, 13: "Entre estas tres virtudes: la fe, la esperanza y el amor; el amor es la mayor de las tres"
San Lucas 4, 21-30: "Jesús, como Elías y Eliseo, no fue enviado tan sólo a los judíos"

Obligados por la violencia y los temores, nos hemos encerrado detrás de rejas y protecciones. Es cada día más frecuente encontrar carteles en los accesos a los fraccionamientos donde se prohíbe la entrada a personas extrañas, se exigen documentos de identidad y se reservan el derecho de admisión. Y yo diría también el "derecho de expulsión". Muros, barreras, alambradas... todo para protegerse del "otro". También los paisanos de Jesús quieren protegerse de quien juzgan peligroso, ponen sus barreras y "lo sacan de la ciudad".

El domingo anterior nos dejaba Jesús con admiración y esperanza al proclamar: "Hoy mismo se ha cumplido este pasaje de la Escritura que ustedes acaban de oír", afirmando la actualización del mensaje de Isaías. Hoy se nos presentan las reacciones de su auditorio: mucha alegría porque alguien de la propia comunidad puede afirmar estas palabras y explicarlas con claridad. Admiran su sabiduría y todos dan testimonio de él. Poco después, empiezan las suspicacias y a dudar quién es Jesús. Al oír aplicar en presente el proverbio sobre el médico que debe curarse a sí mismo, y la no aceptación del profeta, al escuchar los ejemplos de la viuda de Sarepta, del sirio rico y leproso Naamán, sus corazones se llenan de ira y lo pretenden matar. ¿Qué es lo que hace cambiar su corazón? Quizás a sus oyentes no les gustó la opción de Dios a favor de los gentiles, o quizás la preferencia de los pobres como aquella viuda, o que concede un favor a un rico extranjero sin aceptarle sus bienes. Algo hay en Jesús que no encaja en la forma de pensar de sus paisanos y deciden expulsarlo: "No es bienvenido". Puede ser que los oyentes reflejen ese estilo de personas convenencieras: les gusta escuchar palabras bonitas y edificantes, pero no aceptan que se realicen en su mundo y en su tiempo, no aceptan que trastornen sus estructuras.

Teóricamente aceptan las palabras del profeta y están de acuerdo en que es una gran liberación, pero ellos "están bien", no sufren, no tienen ningún interés especial en cambiar su situación, porque todo cambio implica riesgos, inconvenientes que pueden resultar desventajosos para ellos. Todo mundo está de acuerdo en que hay que hacer cambios y buscar la justicia, pero no queremos empezar por nosotros mismos. Quizás también les causa fastidio que los milagros impliquen un esfuerzo y un riesgo para quien los recibe: la viuda arriesga su alimento y comparte su último mendrugo con Elías; el leproso, siendo general, no es recibido y debe lavarse en el Jordán, el pequeño río casi desconocido, que implicaría humillación y ofensa para él. Los ejemplos de Jesús muestran que cada milagro implica una disposición, un salir de uno mismo y un compromiso grande. Los milagros no caerán del cielo. El anuncio de Jesús: la Buena Nueva, el Año de Gracia y liberación, llegarán sólo con el compromiso serio de quienes se arriesgan en el cambio y conversión. Además, los ejemplos de milagros a los que alude Jesús, de repente parecen muy pequeños: Elías ayudó a una sola viuda; Eliseo curó únicamente a un leproso. Sí, pero ambos hicieron que una persona experimentara la salvación de Dios. Así se construye el Reino de Dios.

Jesús, que antes había sido alabado y objeto de admiración, de repente se convierte en un estorbo y no es "bienvenido" en su propia sociedad. Quizás suceda igual en nuestro mundo. Todos, cristianos y no cristianos, expresamos admiración por Jesús, por sus ideales, su doctrina y su forma de vivir, pero eso no quiere decir que sea admitido a formar parte de nuestra vida diaria. Lo expulsamos de nuestro mundo, de nuestras estructuras, de los sistemas educativos, de la relación con los hermanos. Puede presidir desde su cruz nuestras asambleas, las decisiones de los importantes, pero que no hable, que no actúe, que no diga su palabra y que no influya en los demás, porque su doctrina es peligrosa. Siempre el amor y la justicia serán peligrosos para una sociedad que se rige por la ganancia y el poder. Por eso nos interpela hoy la palabra de San Pablo en su carta a los Corintios diciéndonos que no es importante hacer mucho ruido, sino amar. Es la enseñanza de Jesús: amar, con todo lo que implica el amor: es paciente, no tiene envidia, no lleva cuentas del mal, perdona sin límites, cree sin límites, espera sin límites, se entrega sin límites. Jesús lo supo vivir hasta el final y es lo que propone. Vivir en el amor implica riesgos. Es fácil decir que no haya discriminaciones, que no haya injusticias y después no atrevemos a vivir plenamente el amor. Expulsamos a Jesús de nuestras vidas. Lo expulsamos cada vez que, en nombre de falsas protecciones o buenas conductas, expulsamos a un hermano de nuestras vidas.

Bien pronto entendieron las gentes de Galilea la propuesta de Jesús y no lo quieren en medio de ellos, por eso tratan de despeñarlo, hacerlo desaparecer. Porque sus palabras ponen en evidencia los egoístas propósitos de los oyentes. Pero Jesús pasa libremente en medio de ellos. Hoy también hay quien quiere callar a Jesús y a muchos de sus seguidores les da miedo. No tendríamos que perder los ánimos en nuestra misión de ser testigos de los valores de Cristo en un mundo que tal vez ni nos quiere escuchar. También a nosotros nos dice el Señor como a Jeremías: "No temas, no titubees delante de ellos... no podrán contigo porque yo estoy a tu lado". Que mirando la libertad y valentía con que actúa Jesús, cada discípulo hoy fortaleza su corazón para anunciar la Palabra. ¿Cómo proclamamos y vivimos la palabra de Jesús? ¿Qué significará ser profeta en nuestro tiempo? ¿De qué ambientes hemos expulsado a Jesús o en qué situaciones no queremos que Él intervenga?

Concédenos, Señor, Dios Nuestro, estar dispuestos a recibir tu Palabra, no acomodarnos ni acomodarla a las circunstancias; amarte con todo el corazón y, con el mismo amor, amar y comprometernos con nuestros hermanos. Amén

 

 

27/01/2019-08:28
Isabel Orellana Vilches

Santo Tomás de Aquino, 28 de enero

«El doctor angélico, designado patrón de las universidades y escuelas católicas por León XIII, fue un prodigio de inteligencia y virtud que puso al servicio de Dios. Su influencia en el pensamiento filosófico y teológico no ha cesado»

El 4 de agosto de 1880 fue designado por León XIII patrón de las universidades y escuelas católicas. No podía ser de otro modo. Aparte de ser uno de los santos más conocidos y aclamados en la Iglesia, es también, seguramente, el que mayor influencia ha ejercido y sigue manteniendo en el ámbito filosófico y teológico. Y hoy desde esta sección de ZENIT nos unimos a los millares de profesores y estudiantes que especialmente le veneran.

De la familia de los condes de Aquino y de Teano, emparentada con reyes europeos, vino al mundo en el castillo de Roccasecca, Nápoles, Italia, hacia 1225. Fue el benjamín de doce hermanos. Precoz en su interés por Dios sobre el que se preguntaba siendo muy pequeño «¿Qué és?»—cuestión a la que trataría de dar respuesta toda su vida—, se afanaba en el estudio y en la oración. Excepcionalmente dotado para la investigación, pronto superó a sus egregios profesores universitarios en Nápoles, Pietro Martín y Petrus Hibernos, hecho que se reprodujo con Pedro de Irlanda. El predicador dominico fray Juan de San Giuliano terminó de despertar su vocación a la vida religiosa y, sin plantear esta opción a sus padres, tomó el hábito a sus 19 años. La condesa se apresuró a viajar a Nápoles para ver a su hijo, pero los dominicos ya le habían destinado a Roma anticipándose a un hecho que de antemano consideraron sería irremediable: que sus padres se llevarían al novicio con ellos.

La persecución familiar se puso en marcha. Y sus hermanos, aguerridos soldados al servicio del rey, lo mantuvieron a buen resguardo durante dos años urdiendo tretas diversas, algunas rocambolescas, para derrocar su voluntad de entrega a Dios. La madre se apiadó y fue abriendo la mano progresivamente: autorización de lecturas de textos eruditos y obras de piedad, además de las Sagradas Escrituras. Cuando le permitieron abandonar el encierro, su progresión intelectual dejó a todos admirados. Fue enviado a Roma, de allí a París, y luego a Colonia, donde tuvo como maestro a san Alberto Magno. En esta ciudad fue ordenado sacerdote.

Mostraba una gran devoción por Cristo, en particular por la cruz y también por la Eucaristía así como por la Virgen María. Se caracterizaba por su inocencia evangélica y espíritu religioso; era sencillo, cercano, fiel al carisma dominico. Su breve existencia estuvo marcada por la oración, la predicación, la enseñanza y la escritura. La vida espiritual para él era fundamentalmente la caridad que culmina en oración y contemplación; ambas revierten en un aumento de aquélla virtud teologal. Pensaba, y así lo dejó escrito: que a Dios es mejor amarle que conocerle.

Se había propuesto buscar denodadamente la verdad con este lema: «contemplata aliis trajere», esto es, participar a otros el fruto de su reflexión. Hombre de extraordinaria inteligencia y memoria portentosa, siendo alumno se convirtió en profesor de filosofía y de teología. Primeramente, y por deseo de sus superiores, enseñó en París, y luego daría clases en Orvieto, Roma y Nápoles. Una de sus aplaudidas tesis es el reconocimiento de que no existe oposición entre fe y razón, sino que ambas se necesitan y complementan.

Para él no existía el tiempo; se quedaba completamente enfrascado en el estudio. Sus escritos y discursos denotan su sabiduría y el grado de su hondura espiritual. Y es que el estudio era oración para él y la oración estudio. Antes de ejercitar la labor docente, discutir, estudiar o escribir, oraba, y muchas veces lo hacía envuelto en lágrimas. Dedicaba muchas horas a la oración, postrado de hinojos ante el crucifijo. Así brotaron muchas de sus obras. El «doctor angélico» fue una persona devota que no dejó a nadie indiferente. Sus compañeros decían: «la ciencia de Tomás es muy grande, pero su piedad es más grande todavía. Pasa horas y horas rezando, y en la misa, después de la elevación, parece que estuviera en el paraíso. Y hasta se le llena el rostro de
resplandores de vez en cuando mientras celebra la Eucaristía». Su obra máxima, la Summa Theologiae, de 14 tomos, es un ejemplo de síntesis y de claridad.

Renunció a ser arzobispo de Nápoles en 1265, como deseaba Clemente IV, que aceptó su decisión. El pontífice le encargó que escribiera los himnos para la festividad del Cuerpo y Sangre de Cristo, y compuso el Pange lingua (Tantum ergo), Adoro te devote y otros bellísimos cantos dedicados a la Eucaristía. Después de haber escrito tratados hermosísimos acerca de Jesús en la Eucaristía, sintió Tomás que se le decía en una visión: «Tomás, has hablado bien de Mí. ¿Qué quieres a cambio?». El santo le respondió: «Señor: lo único que yo quiero es amarte, amarte mucho, y agradarte cada vez más».Brotaba de su interior esta ferviente oración: «Concédeme, te ruego, una voluntad que te busque, una sabiduría que te encuentre, una vida que te agrade, una perseverancia que te espere con confianza y una confianza que al final llegue a poseerte».

Con frecuencia experimentaba raptos y éxtasis. En uno de ellos, el 6 de diciembre de 1273, mientras oficiaba la misa las revelaciones que recibió debieron tener tal altura que abandonó la pluma para siempre: «No puedo hacer más. Se me han revelado tales secretos que todo lo que he escrito hasta ahora parece que no vale para nada».

Murió el 7 de marzo de 1274 en el monasterio cisterciense de Fossanova, cuando partía hacia el concilio de Lyon. Fue canonizado por Juan XXII el 18 de julio de 1323. San Pío V lo proclamó doctor de la Iglesia el 11 de abril de 1567.