Servicio diario - 20 de febrero de 2019


 

Encuentro de protección de menores: El Comité Organizador se reúne con víctimas de abusos eclesiales
Rosa Die Alcolea

Audiencia general, 20 de febrero de 2019 — Catequesis completa
Redacción

El amor de Dios es "cercano, total y fiel", destinado "a todos y a cada uno", recuerda el Papa
Rosa Die Alcolea

Mons. Antoine Chahda, Arzobispo de Alepo: "Actualmente los cristianos estamos sufriendo otro tipo de guerra"
Rosa Die Alcolea

Consejo de cardenales: Reflexión sobre la dimisión del estado clerical de McCarrick
Rosa Die Alcolea

Seminario de estudios 'Hacia el Sínodo Especial para la Amazonía: dimensión regional y universal'
Redacción

España: El Papa nombra obispo auxiliar de Cartagena al Rev. Sebastián Chico
Rosa Die Alcolea

Italia: Francisco invita a los fieles de Benevento a "comprender y aceptar" el amor de Dios
Redacción

ANÁLISIS: Comunicar y participar: ¿Un nuevo paradigma en las comunicaciones de la Iglesia?
Jim Fair

San Pedro Damiani, 21 de febrero
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

20/02/2019-17:37
Rosa Die Alcolea

Encuentro de protección de menores: El Comité Organizador se reúne con víctimas de abusos eclesiales

(ZENIT — 20 febrero 2019).- Esta mañana, miércoles, 20 de febrero de 2019, el Comité Organizador de la Reunión sobre 'La protección de los menores en la Iglesia' se reunió con un grupo de representantes de víctimas de abusos por parte de miembros del clero.

En la reunión han participando 12 personas, hombres y mujeres, provenientes de diferentes áreas del mundo y pertenecientes a diferentes organizaciones. La reunión duró poco más de dos horas, ha informado el director ad interim de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

El Comité esta formado por el cardenal Blase J. Cupich, arzobispo de Chicago; Mons. Charles J. Scicluna, arzobispo de Malta y subsecretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe; el Padre Hans Zollner, Presidente del Centro para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana, miembro de la Pontificia Comisión para la Protección de Menores y referente del Comité organizador; y el Cardenal Oswald Gracias, Arzobispo de Bombay.

"Los miembros del Comité están muy agradecidos a las víctimas que participaron por la sinceridad, la profundidad y la fuerza de sus testimonios, lo que sin duda les ayudará a entender mejor la severidad y urgencia de los problemas que se enfrentarán durante la reunión", ha señalado Gisotti.

Tras la reunión, algunas víctimas y representantes de los abusados han hablado con los medios de comunicación, como el chileno Juan Carlos Cruz, víctima de Fernando Karadima, o Miguel Ángel Hurtado, joven español que sufrió abuso sexual cuando tenía 16 años en el Monasterio de Montserrat, en Cataluña.

 

Juan Carlos Cruz, víctima chilena

Juan Carlos Cruz, reconocido católico prácticante, ha declarado que "es importante que los obispos apliquen las leyes que ya existen en el Motu Proprio, 'como una madre amorosa', que está muy claro como deben tratar el tema de los abusos sexuales, pero no lo hacen".

El joven chileno ha comentado que muchos tienden a decir: 'El Papa esto, el Papa lo otro...', y ha asegurado: "El Papa está haciendo lo que puede pero no puede hacerlo si no tiene los obispos que lo hagan como corresponde. Entonces, yo llamo a los obispos a que se pongan las pilas (como se dice en castellano) y que apliquen las leyes que se tienen que aplicar porque es una vergüenza, los obispos chilenos por ejemplo, viven en otra luna; los obispos españoles en este momento, están en un desastre espantosos, y así otras conferencias episcopales alrededor del mundo".

En esta reunión, se ha solicitado que hubiese "transparencia", "que se hicieran las cosas ya" y "que se aplicaran las leyes con rigor", "que se coopere con la justicia civil", "que se entreguen a estos criminales, no solo los que abusan, sino también los que encubren". "Que no haya secretos, ya no hay más secretos", ha anunciad Juan Carlos Cruz.

"Aquí tiene que haber transparencia, lo ha pedido el Papa, los obispos tienen que seguir lo que está haciendo el Papa y no asentir con la cabeza en una reunión: Por supuesto, Santidad, vamos a hacer esto, y se van a sus países y hacen todo lo contrario. Eso ya se acabó. Y los que lo hagan, ahí está la puerta", ha revelado el abusado chileno.

"Tuvimos la posibilidad de decir todo lo que teníamos que decir. Yo creo que nadie se quedó sin decir lo que quería decir. Se podría haber hablado mucho más rato de todo, pero nadie se quedó" ha contado a la prensa el joven chileno.

 

Miguel Ángel Hurtado, abusado español

Miguel Ángel Hurtado, víctima de los abusos sexuales de la Iglesia en España, ha señalado que han dicho todos "más o menos lo mismo": "Que se acabó el tiempo de las palabras, que es la hora de tener acciones contundentes, que esto es una pandemia global, no es de unos países concretos, que se necesita un plan de acción global, creíble, con un calendario, con medidas muy específicas, con un régimen sancionador para los obispos que no la cumplan, con medidas para monitorizar si se está aplicando la práctica o no y esto se necesita para ya".

El español asegura que lo tenían que haber hecho hace 30 años: "Si lo hubiesen hecho hace 30 años, algunas víctimas no hubiésemos sido abusadas, como es mi caso, que fui abusado en 1998, y la Iglesia ya sabía del problema de los abusos por un informe interno de 1985".

Además, ha indicado que quieren prevenir este tipo de abusos en las nuevas generaciones, principalmente en África, Asia y en América Latina, continentes en los que han habido menos casos hasta la fecha.

 

"Somos un aliado"

"Comentamos que es importante que no nos vean a las víctimas como un enemigo", ha comentado Miguel. "Somos un aliado porque si hoy hay una cumbre es gracias a los activistas, a los que hemos denunciado, a los que nos hemos jugado mucho para contar públicamente nuestras historias. Hemos pedido que en el algún momento el Papa Francisco se reúnan con algunas organizaciones activistas".

 

 

20/02/2019-14:02
Redacción

Audiencia general, 20 de febrero de 2019 —Catequesis completa

(ZENIT – 20 febrero 2019).- Esta mañana, a las 9:10 horas, antes de la audiencia general el Santo Padre Francisco ha recibido en la basílica de San Pedro a los participantes en la peregrinación de la archidiócesis de Benevento.

Sucesivamente, a las 9:45 horas en el Aula Pablo VI el Papa ha encontrado grupos de peregrinos y fieles de Italia y de todo el mundo y, retomando el ciclo de catequesis sobre el Padre nuestro, se ha centrado en el tema “Padre que estás en los cielos” (Pasaje bíblico: Isaías 49, 14-16)

Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes procedentes de todo el mundo.

La audiencia general ha terminado con el canto del Peter Noster y la bendición apostólica.

 

Catequesis del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

La audiencia de hoy se desarrolla en dos lugares. Primero he encontrado a los fieles de Benevento que estaban en San Pedro y ahora a vosotros. Esto se debe a la delicadeza de la Casa Pontificia que no quería que os resfriaseis: démosles las gracias por ello. Gracias.

Continuamos la catequesis sobre el "Padre nuestro". El primer paso de cada oración cristiana es el ingreso en un misterio, el de la paternidad de Dios. No se puede rezar como cotorras. O tu entras en el misterio, en la certeza de que Dios es tu Padre o no rezas. Si yo quiero rezar a Dios, Padre mío, comienzo por el misterio. Para entender en qué medida Dios es nuestro padre, pensemos en las figuras de nuestros padres, pero, de alguna manera tenemos siempre que "refinarlas", purificarlas. El Catecismo de la Iglesia Católica también dice esto. Dice así "La purificación del corazón concierne a imágenes paternales o maternales, correspondientes a nuestra historia personal y cultural, y que impregnan nuestra relación con Dios." (No. 2779).

Ninguno de nosotros ha tenido padres perfectos, ninguno; como nosotros, a nuestra vez, nunca seremos padres o pastores perfectos. Todos tenemos defectos, todos. Vivimos siempre nuestras relaciones de amor bajo el signo de nuestros límites y también de nuestro egoísmo, por lo que a menudo están contaminadas por deseos de posesión o manipulación del otro. Por eso, a veces, las declaraciones de amor se convierten en sentimientos de rabia y hostilidad. Pero mira, estos dos se querían tanto la semana pasada; hoy se odian a muerte: ¡esto lo vemos todos los días!. Es por eso, porque todos tenemos dentro raíces amargas, que no son buenas y a veces salen y hacen daño.

Por eso, cuando hablamos de Dios como "padre", mientras pensamos en la imagen de nuestros padres, especialmente si nos han querido, al mismo tiempo tenemos que ir más allá. Porque el amor de Dios es el del Padre "que está en los cielos", según la expresión que nos invita a usar a Jesús: es el amor total que en esta vida solo saboreamos de manera imperfecta. Los hombres y las mujeres son eternamente mendigos del amor, -nosotros somos mendigos de amor, necesitamos amor- buscan un lugar donde ser amados finalmente, pero no lo encuentran. ¡Cuántas amistades y cuántos amores defraudados hay en nuestro mundo!¡Cuántos!

El dios griego del amor, en la mitología, es el más trágico de todos: no está claro si es un ser angelical o un demonio. La mitología dice que es el hijo de Poros y de Penía, que es astuto y pobre, destinado a llevar algo de la fisonomía de estos padres. Desde aquí podemos pensar en la naturaleza ambivalente del amor humano: capaz de florecer y de dominar la vida en una hora del día, e inmediatamente después de marchitarse y morir; lo que atrapa, siempre se le escapa (ver Platón, Symposium, 203). Hay una expresión del profeta Oseas que enmarca despiadadamente la debilidad congénita de nuestro amor: "Vuestro amor es como nube mañanera, como rocío matinal que pasa" (6: 4). Esto es lo que nuestro amor suele ser: una promesa que es difícil cumplir, un intento que pronto se seca y se evapora, un poco como cuando sale el sol por la mañana y se lleva el rocío de la noche.

Cuántas veces los hombres hemos amado de esa manera tan débil e intermitente. Todos hemos pasado por esta experiencia: hemos amado pero luego ese amor ha cesado o se ha vuelto débil. Deseosos de amar, nos hemos tenido que enfrentar, en cambio, con nuestros límites, con la pobreza de nuestras fuerzas: incapaces de mantener una promesa que en los días de gracia parecía fácil de lograr. Después de todo, incluso el apóstol Pedro tuvo miedo y escapó. El apóstol Pedro no fue fiel al amor de Jesús. Siempre hay una debilidad que nos hace caer. Somos mendigos que en el camino corren el peligro de no encontrar nunca por completo el tesoro que buscan desde el primer día de su vida: el amor.

Sin embargo, hay otro amor, el del Padre "que está en los cielos". Nadie debe dudar que es destinatario de este amor. Nos ama. "Me ama", podemos decir. Si incluso nuestro padre y nuestra madre no nos hubieran amado, -es una hipótesis histórica- hay un Dios en el cielo que nos ama como nadie en la tierra nunca lo ha hecho ni lo podrá hacer. El amor de Dios es constante. El profeta Isaías dice: "¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque esas llegasen a olvidar yo no te olvido. Míralo, en las palmas de mis manos te tengo tatuada "(49: 15¬16). Hoy están de moda los tatuajes: "En las palmas de mis manos te tengo tatuada". Me he hecho un tatuaje tuyo en las manos. Yo estoy en las manos de Dios, así, y no puedo borrarlo. El amor de Dios es como el amor de una madre que nunca se puede olvidar . ¿Y si una madre se olvidase? "Yo no me olvidaré", dice el Señor. Este es el amor perfecto de Dios, así nos ama. Si todos nuestros amores terrenales se desmoronasen, y no quedase nada más que polvo, siempre queda para todos nosotros, ardiente, el amor único y fiel de Dios.

En el hambre de amor que todos sentimos, no buscamos algo que no existe: es, en cambio, la invitación a conocer a Dios que es padre. La conversión de San Agustín, por ejemplo, pasó por esa cima: el joven y brillante retórico buscaba sencillamente entre las criaturas algo que ninguna criatura podría darle, hasta que un día tuvo el coraje de mirar hacia arriba. Y ese día conoció a Dios. A Dios que ama. La frase "en los cielos" no quiere expresar una distancia, sino una diferencia radical de amor, otra dimensión de amor, un amor incansable, un amor que permanecerá siempre, todavía más, que está al alcance de la mano. Solo hace falta decir: "Padre nuestro que estás en los cielos" y ese amor viene.

Por lo tanto, ¡no tengáis miedo! Ninguno de nosotros está solo. Si, hasta por desgracia, tu padre terrenal se hubiera olvidado de ti y tú quizás sintieras rencor por él, no se te niega la experiencia fundamental de la fe cristiana: saber que eres un hijo amadísimo de Dios y que no hay nada en la vida que pueda extinguir su apasionado amor por ti.

 

 

20/02/2019-11:20
Rosa Die Alcolea

El amor de Dios es "cercano, total y fiel", destinado "a todos y a cada uno", recuerda el Papa

(ZENIT – 20 febrero 2019).- El amor de Dios “es un amor cercano, total y fiel; destinado a todos y a cada uno”, ha recordado el Papa Francisco en la audiencia general. “Aunque todos nuestros afectos terrenos se esfumaran, incluso el amor de nuestros padres, el amor de Dios permanece siempre”.

Así lo ha explicado el Papa en la audiencia general, celebrada este miércoles, 20 de febrero de 2019 en el Aula de Pablo VI, en una catequesis titulada 'Padre que estás en los cielos' (Isaías, 49, 14-16), continuando el ciclo de reflexiones sobre el 'Padre Nuestro'.

El pasado miércoles, 13 de febrero de 2019, el Santo Padre habló de la oración del `Padre Nuestro' desde el punto de vista de que Dios es Padre de todos, y recordó a los fieles que "Jesús nos enseña a rezar, teniendo en nuestros labios sobre todo el "Tú", porque la oración cristiana es diálogo".

"Siguiendo la catequesis sobre el Padrenuestro, hoy vemos cómo el primer paso de toda oración cristiana es el de introducirnos en el misterio de la paternidad de Dios", ha indicado el Pontífice.

 

Todo lo humano es "imperfecto"

“Aunque hayamos tenido unos buenos padres nuestra experiencia familiar no es suficiente para entender esta paternidad, porque sabemos que todo lo humano, también el amor, es imperfecto ya que está sujeto al egoísmo personal y a los límites propios de nuestra condición de hombres y mujeres”.

Todos somos "mendicantes de amor", ha indicado el Papa, y experimentamos un gran deseo de amar y ser amados; pero al mismo tiempo encontramos que nuestro amor humano es débil e inconstante; es una promesa difícil de mantener, un intento que se seca rápido y se evapora, «como una nube mañanera, como el rocío que al alba desaparece», dice el profeta Oseas.

"En cambio —ha continuado— el amor de Dios, nuestro Padre que está en los cielos, es diferente". Es un amor cercano, total y fiel; destinado a todos y a cada uno. Y aunque todos nuestros afectos terrenos se esfumaran, incluso el amor de nuestros padres, el amor de Dios permanece siempre. Es un amor del que no podemos dudar, porque la experiencia fundamental del cristiano es la certeza de saber que somos sus hijos amados.

 

 

20/02/2019-12:00
Rosa Die Alcolea

Mons. Antoine Chahda, Arzobispo de Alepo: "Actualmente los cristianos estamos sufriendo otro tipo de guerra"

(ZENIT — 19 febrero 2019).- "Actualmente los cristianos estamos sufriendo otro tipo de guerra" "Actualmente los cristianos estamos sufriendo otro tipo de guerra" —anuncia Mons. Antoine Chahda, Arzobispo de Alepo—, "se terminaron las explosiones pero la situación económica es pésima, a causa de este embargo que nos está haciendo Estados Unidos bloqueando todo lo que es sirio, todas las cuentas", ha confesado en exclusiva a la agencia Zenit.

"Nosotros no queremos más que su oración, queremos un apoyo espiritual" es el llamamiento que hace el Mons. Antoine Chahda, a todas las personas que quieran ayudar a los cristianos perseguidos de Siria. "Nosotros no queremos perder nuestra Iglesia, no queremos seguir perdiendo nuestros bienes espirituales ni materiales en la ciudad, que los sirios puedan seguir manteniendo su fe, resistiendo la crisis hasta que salga la luz", asegura Mons. Chahda.

 

Iglesia Católica de Antioquia

Es elegido arzobispo de Alepo, Siria en el año 2001 por el Santo Sínodo de la Iglesia Siria Católica de Antioquia. Ha sido Canciller de la diócesis de Maracay, Venezuela y nombrado por el Papa Juan Pablo II "I Exarca Apostólico para los Sirios Católicos de Venezuela".

Monseñor Chahda es sobreviviente de la guerra en Siria, una noche cayó un misil en su casa, destruyendo parte de ella y dejando en ruinas la Catedral de Alepo. Vivió cinco años de terror en los que junto con su pueblo tuvo que sobrevivir sin los recursos necesarios para garantizar la supervivencia de los ciudadanos.

Fue elegido en el año 2001 por el Santo Sínodo de la Iglesia Siria Católica de Antioquia. Ha sido Canciller de la diócesis de Maracay, Venezuela y nombrado por el Papa Juan Pablo II "I Exarca Apostólico para los Sirios Católicos de Venezuela".

 

2ª Noche de los testigos

El obispo sirio católico participó en la 29 Noche de los testigos, el pasado 14 de febrero de 2019, en México, junto al padre Kenneth Chukwuka Iloabuchi, quien dio testimonio de la persecución religiosa en Nigeria, y a Mons. Jorge Solórzano Pérez, obispo de la diócesis de Granada, Nicaragua, quien pastorea en momentos políticos y sociales difíciles en un país en donde la Iglesia es un refugio ante la crisis de pobreza, acecho y desigualdad.

La Noche de los Testigos, es una vigilia de oración, enmarcada con música y testimonios de la Iglesia que sufre necesidad o persecución y violencia. Lleva ya 10 años consecutivos realizándose en diferentes partes del mundo.

A continuación, ofrecemos la entrevista que Mons. Antoine Chahda concedió a Zenit en exclusiva.

***

 

ZENIT: ¿Quién persigue a los cristianos de Siria?

Mons. Chahda: Hay muchas fuerzas mayores de países grandes, poderosos,
mandándole una guerra que nunca el pueblo sirio esperaba tener. Entonces vino una invasión, —puedo llamar una "invasión externa"— utilizando a unos miles de sirios también para derrumbar el país perjudicando y aclamando por televisión, por radio, por la prensa de que es un país dictador, es un país que mata a su gente sembrando el terrorismo en Siria para vaciar a los cristianos del Medio Oriente, ese fue el motivo y sigue hasta el momento fue una persecución directa e indirecta en contra de los cristianos.

 

ZENIT: ¿Por qué cree usted que los medios de comunicación no cuentan la verdad?

Mons. Chahda: Porque hay una fuerza mucho más fuerte de lo que pensamos en la que la prensa perjudicó mucho y tumbó a Irak, los medios de comunicación tumbó a Irak, a Libia, tumbó a Egipto, ahora vinieron a hacer lo mismo en Siria y no pudieron hacerlo porque ya el pueblo se despertó, la gente empezó a saber que se dicen muchas mentiras por los medios de comunicación, yo siempre digo en todas las entrevistas que no hagan caso a lo que dicen los medios de comunicación porque dicen muchas mentiras. Últimamente, fue en España hace casi un mes y medio, estaba en una entrevista y el periodista mandó a publicar en una revista española cosas que yo no dije y eso va pasando en mi país diciendo cosas que yo no dije y el siguiente día esto no puede ser, yo creo que los medios de comunicación tienen que ser sinceros, tienen que ser justos con lo que transmiten. Nosotros hemos sufrido bastante en Siria por esta cuestión, hubieron derrumbes, explosiones y matanzas innecesarias por el error de los medios de comunicación, entonces sean justos por favor a la hora de transmitir las noticias que van a publicar.

 

ZENIT: ¿Cómo es la situación actual en Alepo para los cristianos?

Mons. Chahda: Actualmente los cristianos estamos sufriendo otro tipo de guerra, se terminaron las explosiones pero la situación económica es pésima, a causa de este embargo que nos está haciendo Estados Unidos bloqueando todo lo que es sirio, todas las cuentas, cuando se nombra a Siria en el mapa, se habla de persecución completa, la situación es feísima porque no hay medios para ganar en la vida diaria, hasta hoy no tenemos luz como debe ser, no tenemos gas en la ciudad, no podemos vivir bien tranquilamente, si no nos dejan tranquilos, entonces los negocios están derrumbados, no podemos restaurar, se está haciendo lo que se puede pero no hay venta, la gente no puede ganar dinero para vivir, eso es horrible.

 

ZENIT: Ha habido ataques constantes a la fe, la catedral de Alepo fue destruida y más tarde restaurada, y ahora cuenta con una imagen de la Virgen de Guadalupe. ¿Cómo os ha ayudado la Virgen en esta persecución?

Mons. Chahda: Pues mi catedral fue destruida, la restauré y metí a la Virgen de Guadalupe el día de la liberación de Alepo. Le doy miles de gracias a la Virgen de Guadalupe porque mantuvo la fe de los cristianos de Alepo, hasta el momento, y gracias a ella seguiremos. Voy a hacer una capilla a la Virgen de Guadalupe en mi catedral, una capilla especial para ella de agradecimiento por eso voy a pedir al pueblo mejicano una ayuda para que esto sea una realidad, a parte de la catedral que tenemos, una capilla especial para ella, es la primera vez que anuncio esto, entonces esto para nosotros fue un orgullo de tenerla en nuestra ciudad y tenemos mucha fe en que esta fe de los cristianos de Siria va a seguir hasta el final, aunque tenemos mucho problema, mucha persecución directa e indirecta vamos a aguantar hasta el final del camino.

 

ZENIT: ¿Hay devoción a la Virgen de Guadalupe en Siria?

Mons. Chahda: La gente ahí empezó a conocerla, mucho más desde aquél momento, entonces ahora todo el mundo habla de la Virgen de Guadalupe, imagínese que nunca se la había conocido, desde ahora es muy conocida, muy respetada, muy amada y la gente la quiere.

 

ZENIT: Gracias a Ayuda de la Iglesia Necesitada conocemos testimonios como el suyo. ¿Qué cree que podemos hacer para comprometernos con nuestros hermanos en Siria, que es lo que el pueblo mejicano puede hacer para comprometerse?

Mons. Chahda: Nosotros no queremos más que su oración, queremos un apoyo espiritual, los mejicanos que quedan frente a nosotros ayudándonos con su oración, con su ayuda económica, con la ayuda que brindan a la Iglesia Necesitada, a la Iglesia que sufre donaciones para que esto llegue a nuestro pueblo cristiano de Siria, para así poder seguir manteniendo su fe y poder seguir viviendo en la ciudad, no huir, no salir, porque nosotros no queremos perder nuestra Iglesia, no queremos seguir perdiendo nuestros bienes espirituales ni materiales en la ciudad, que los sirios puedan seguir manteniendo su fe, resistiendo la crisis hasta que salga la luz.

 

Con Raquel Anillo y Janet Pedraza

 

 

20/02/2019-17:16
Rosa Die Alcolea

Consejo de cardenales: Reflexión sobre la dimisión del estado clerical de McCarrick

(ZENIT — 20 febrero 2019). El director ad interim de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, ha informado en un briefing, este miércoles, 20 de febrero de 2019, a las 13 horas de la 28a reunión de los cardenales consejeros con el Papa Francisco.

El Consejo de Cardenales se ha reunido durante tres días: lunes 18, martes 19 y miércoles 20 de febrero. Estuvieron presentes los cardenales Pietro Parolin, Oscar Rodríguez Maradiaga, Reinhard Marx, Seán Patrick O'Malley, Giuseppe Bertello y Oswald Gracias. También asistieron el secretario del Consejo, Mons. Marcello Semeraro y el secretario adjunto, Mons. Marco Mellino.

El Santo Padre, como de costumbre, participó en los trabajos, aunque esta mañana estuvo ausente con motivo de la audiencia general. Esta tarde participará en la sesión final de la reunión.
Las sesiones de trabajo se desarrollaron por la mañana de 9 a 12.30 horas, y por la tarde de 16.30 a 19 horas. La actividad principal de esta reunión del Consejo ha sido la actualización y relectura del borrador de la nueva Constitución Apostólica, cuyo título provisional, -como es sabido- es Predicate evangelium.

En particular, se prosiguió con la revisión estilística y la relectura canónica del texto. Los cardenales consejeros han analizado cómo proceder con la consulta que el Santo Padre, en nombre de la sinodalidad, tiene la intención de promover. Se ha decidido que se consultarán las conferencias episcopales nacionales, los sínodos de las Iglesias Orientales, los dicasterios de la Curia Romana, las conferencias de Superiores y Superioras Mayores y algunas Universidades Pontificias.

El martes 19, tuvo lugar la audición del padre jesuita Federico Lombardi, moderador del Encuentro sobre la Protección de los Menores en la Iglesia, decidido durante la XXVI reunión del Consejo de Cardenales, celebrada del 10 al 12 de septiembre de 2018. Se ha reiterado con fuerza la importancia de este evento en el camino del compromiso para hacer de la Iglesia un hogar cada vez más seguro para los niños y los adolescentes.

En este contexto, ha habido una detallada reflexión del Consejo sobre la dimisión del estado clerical impuesta por la Congregación para la Doctrina de la Fe al arzobispo emérito de Washington, Theodore McCarrick.

Los miembros del Consejo, aunque no sean presidentes de las conferencias episcopales o desempeñen otro cargo, así como los obispos secretario y secretario adjunto, participarán en el Encuentro sobre la Protección de los Menores en la Iglesia, que se celebrará a partir de mañana y hasta el 24 de febrero.

La próxima reunión del Consejo de Cardenales se llevará a cabo los días 8, 9 y 10 de abril de 2019.

 

 

20/02/2019-17:00
Redacción

Seminario de estudios 'Hacia el Sínodo Especial para la Amazonía: dimensión regional y universal'

(ZENIT — 20 febrero 2019).- En vista de la Asamblea especial del Sínodo de los Obispos dedicada a "Amazonía: nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral", programada para el próximo mes de octubre, la Secretaría General del Sínodo organiza un Seminario de Estudios.

El tema del encuentro, que tendrá lugar del 25 al 27 de febrero de 2019 en el Instituto M.S. Bambina, es: "Hacia el Sínodo Especial para la Amazonía: dimensión regional y universal".

El primer día se examinarán algunos aspectos eclesiales y pastorales a la luz de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. En la segunda jornada se abordarán temas relacionados con la promoción de la ecología integral en la perspectiva de la encíclica Laudato si ` El último día habrá una síntesis de las cuestiones surgidas durante el encuentro y una comunicación sobre el camino de preparación para el Sínodo.

Participan en el seminario los presidentes de las conferencias episcopales del área del Amazonas, algunos otros prelados y expertos del Amazonas y de otras zonas geográficas. Así será posible, entre otras cosas, evidenciar la relación entre la situación eclesial y ambiental particular del entorno amazónico y de otros contextos territoriales similares.

Asimismo informamos de que está disponible on line el sitio www.sinodoamazonico.va, dedicado a la Asamblea Especial para la región Panamazónica.

 

 

20/02/2019-11:29
Rosa Die Alcolea

España: El Papa nombra obispo auxiliar de Cartagena al Rev. Sebastián Chico

(ZENIT — 20 febrero 2019).- El Papa Francisco ha nombrado Obispo auxiliar de la diócesis de Cartagena, España, al Rev. Sebastián Chico Martínez, del clero de la misma sede, ha anunciado la Oficina de Prensa de la Santa Sede este miércoles, 20 de febrero de 2019.

Sebastián Chico Martínez es, en la actualidad, rector del seminario mayor San Fulgencio y del seminario menor San José, en la diócesis de Cartagena. La Santa Sede le ha asignado la sede titular de Valliposita.

 

Rector del seminario desde 2011

El obispo auxiliar electo nació en Cehegín (Murcia) el 12 de mayo de 1968. Realizó los estudios de Ingeniería Técnica Industrial en la Universidad Politécnica de Cartagena. En 1995, con 27 años, ingresó en el seminario, obteniendo el título de Bachiller en Teología en el centro de estudios de San Fulgencio, afiliado a la Pontificia Universidad de Salamanca. Fue ordenado sacerdote el 7 de julio de 2001.

Su ministerio sacerdotal lo ha desarrollado en la diócesis de Cartagena, donde ha ocupado los siguientes cargos: coadjutor en la parroquia San Francisco Javier de Murcia (2001-2003); párroco de Santiago Apóstol y de San Isidro y corresponsable de Pastoral Universitaria en la Universidad Politécnica (2003-2010) en Cartagena; capellán de la guardería San Rafael (2006-2008) y de la comunidad Sagrada Familia (2007-2008) en Cartagena; arcipreste de Cartagena-Este (2007-2010); párroco de Nuestra Señora del Rosario en Santomera y vicario episcopal de la zona suburbana II de Murcia (2010¬2011); miembro de la Comisión de actividades de Pastoral Juvenil (2010) y del Consejo Presbiteral (2011-2015).

En la actualidad, y desde 2011, es rector de los seminarios mayor y menor. Desde 2016 es canónigo numerario de la catedral y miembro del colegio de consultores.

 

 

20/02/2019-17:10
Redacción

Italia: Francisco invita a los fieles de Benevento a "comprender y aceptar" el amor de Dios

(ZENIT – 20 febrero 2019).- Esta mañana, a las 9:10 horas, antes de  la audiencia general en el Aula  Pablo VI, el Santo Padre Francisco ha encontrado en la basílica de San Pedro a los participantes en la peregrinación de la archidiócesis de Benevento, con el arzobispo Felice Accrocca, que han correspondido así a la visita pastoral que el 17 de marzo de 2018, el Papa hizo a  Pietrelcina con motivo del centenario de la aparición de los estigmas permanentes de San Pío y del cincuenta aniversario de su muerte.

Al final del encuentro, los peregrinos gracias a una conexión han seguido desde la basílica la audiencia general que ha tenido lugar en el Aula Pablo VI.

Publicamos a continuación las palabras de saludo que el Papa ha dirigido a los presentes en la audiencia:

***

 

Saludo del Papa Francisco

¡Buenos días! ¡Sois tantos los que habéis venido, parece una canonización! Muchas gracias al obispo, a los alcaldes, a todos; gracias por esta cortesía, que indica ciertamente la sensibilidad del alma. Gracias.

Queridos hermanos y hermanas:

Me alegra recibiros y dar a cada uno de vosotros mi cordial bienvenida. Habéis venido a Roma, con vuestro pastor Mons. Felice Accrocca, para devolver la visita que tuve el placer de realizar a Pietrelcina el 17 de marzo del año pasado, en el centenario de la aparición de los estigmas permanentes de San Pío y en el cincuenta aniversario de su muerte.

Deseo renovar a todos mi más sincero agradecimiento por la calurosa acogida que me brindasteis en esa ocasión. No me olvido nunca de ese día, como tampoco me olvido de los tantos enfermos que saludé; esa visita se ha quedado en mi corazón. El recuerdo de ese evento, cargado de significado eclesial y espiritual, reavive en cada uno la voluntad de profundizar la vida de fe, en el surco de las enseñanzas de vuestro ilustre y santo paisano, Padre Pío. Se distinguió por la firme fe en Dios, la firme esperanza en las realidades celestiales, la generosa dedicación a la gente, la fidelidad a la Iglesia, que siempre amó con todos sus problemas y sus adversidades. Me detengo un poco en esto. Amó a la Iglesia, con tantos problemas que tiene la Iglesia, con tantas adversidades, con tantos pecadores. Porque la Iglesia es santa, es esposa de Cristo, pero nosotros, los hijos de la Iglesia, somos todos pecadores, ¡y algunos grandes! — pero él amaba a la Iglesia tal y como era, no la destruyó con la lengua, como está de moda hacerlo ahora. ¡No! El ama. El que ama a la Iglesia sabe perdonar, porque sabe que él mismo es un pecador y necesita el perdón de Dios. Sabe cómo arreglar las cosas, porque el Señor quiere arreglar bien las cosas pero siempre con el perdón: no podemos vivir una vida entera acusando, acusando, acusando a la Iglesia. ¿El oficio de acusador de quién es? ¿Quién es el que la Biblia llama el gran acusador? ¡El diablo! Y aquellos que se pasan la vida acusando, acusando, acusando, son: no diré hijos, porque el diablo no tiene ninguno, sino amigos, primos y familiares del diablo. Y no, esto no va, debemos señalar los defectos que corregir, pero en el momento en que se señalan los defectos, se denuncian los defectos, se ama a la Iglesia. Sin amor, eso es del diablo. Ambas cosas tenía San Padre Pío, amaba a la Iglesia con todos sus problemas y sus adversidades, con los pecados de sus hijos. No os olvidéis de esto.

Os animo a comprender y aceptar cada vez más el amor de Dios, fuente y motivo de nuestro verdadero gozo. Estamos llamados a dar este amor que cambia la vida, sobre todo a las personas más débiles y necesitadas. Cada uno de nosotros, al difundir la caridad divina, contribuye a construir un mundo más justo y solidario. Siguiendo el ejemplo del Padre Pío, por favor, no os canséis de confiaros a Cristo y de anunciar su bondad y misericordia con el testimonio de vuestra vida. Esto es lo que los hombres y mujeres, también en nuestra época, esperan de los discípulos del Señor. Testimonio. Pensad en San Francisco, que vuestro obispo bien conoce, ¿qué les dijo a sus discípulos? "Id, testimoniad, las palabras no son necesarias". A veces se debe hablar pero comenzad con el testimonio, vivid como cristianos, testimoniando que el amor es más hermoso que el odio, que la amistad es más hermosa que la enemistad, que la hermandad entre nosotros es más hermosa que la guerra.

¡Gracias de nuevo por esta visita! Imparto de corazón a todos mi bendición, que extiendo a vuestras familias, a vuestras comunidades y a toda la archidiócesis de Beneve.

 

 

20/02/2019-08:04
Jim Fair

ANÁLISIS: Comunicar y participar: ¿Un nuevo paradigma en las comunicaciones de la Iglesia?

(ZENIT — 20 febrero 2019).- Cuando los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo se reúnan en Roma esta semana para enfrentar la crisis de abusos en la Iglesia, pueden pensar que enfrentan un desafío más grave que cualquier otro que se ha enfrentado anteriormente.

Se puede sentir de esa manera. Y, ciertamente, las expectativas son altas para que el liderazgo de la Iglesia haga algo. Las expectativas también son altas para la apertura, la transparencia y para escuchar las voces de las víctimas y los laicos en general.

En realidad, el camino por el que viajarán los obispos no es totalmente novedoso. De hecho, alguien ha escrito un libro sobre la importancia de una comunicación clara y abierta para el éxito de la Iglesia.

Comunicar y Participar: La comunicación institucional en la Iglesia y su relación con la tutela y promoción del bien común, se acaba de publicar en español, con una traducción al inglés que esta en proceso.

El autor, Padre Benjamin Clariond, LC, es director del Instituto Cumbres Alpes Querétaro en México. Es originario de Monterrey, México, donde asistió al Instituto Irlandés, una escuela de gran prestigio operada por los Legionarios de Cristo. Recibió su llamado al sacerdocio en el séptimo grado, lo que describe como una clara invitación de Dios. (Sin embargo, admite haber tratado de convencer a Dios de que su hermano menor sería un mejor sacerdote). Fue ordenado sacerdote en 2004 y ha desempeñado varios cargos.

En 2012, él estaba trabajando en México y se le pidió que ayudara con el trabajo de los medios y las traducciones para la Oficina de Prensa del Vaticano durante la visita del Papa Benedicto XVI. Parece que hizo un trabajo notable porque pronto se fue a Roma para dirigir la oficina de comunicaciones de la Legión.

Y como sacerdote Legionario que pasó cinco años al frente de la oficina de comunicaciones de la congregación, ha visto lo bueno, lo malo y lo feo de las comunicaciones institucionales.

Acosada por un escándalo sexual y financiero que involucra a su fundador, la Legión pasó la mayor parte de la década pasada trabajando a través de un proceso de "renovación" dirigido por el Vaticano. P. Benjamin no afirma que la congregación haya terminado con el proceso, pero ciertamente va en la dirección correcta. Y un factor importante ha sido el cambio de comunicaciones cerradas a una mayor transparencia. Puede haber lecciones que los obispos puedan aplicar.

"En cualquier crisis, y lo que los obispos enfrentan ciertamente es una crisis, el primer paso es decidir qué acción tomar", según el P. Benjamín. "Por supuesto, entonces se tiene que comunicar sobre lo que se esta haciendo. Estas dos decisiones están estrechamente relacionadas".

El presbítero sugiere que, al determinar la acción y las comunicaciones, con demasiada frecuencia la organización toma una visión muy limitada. De hecho, el objetivo principal a menudo es simplemente proteger a la organización. Y en el caso de la Iglesia, eso podría parecer algo virtuoso. Después de todo, estamos hablando de la Iglesia que Cristo fundó.

"Pero sugeriría que la acción virtuosa no es verdaderamente virtuosa a menos que tenga como objetivo el bien común", P. Benjamín sostiene. "Proteger la reputación de un sacerdote es algo bueno. Pero si eso significa negar a otros la información sobre el abuso cometido por el sacerdote y si ocurren más abusos, la protección de la reputación del individuo va en contra del bien común. Y esa es un área en la que la Iglesia ha fracasado con frecuencia".

"Otro problema con mantener el secreto de un abusador es que no se puede llegar a otras posibles víctimas. Obviamente queremos que la Iglesia tenga una buena reputación, pero la búsqueda del bien común exige que nos esforcemos por establecer las condiciones para que todos los miembros de la sociedad puedan lograr su propia perfección y ante la necesidad de curar a las victimas, la Iglesia debe reconocer sus errores y llegar a los que han sido heridos ".

Benjamin señala que el hecho de que la Iglesia no haya proporcionado información abiertamente ha negado a las personas la información que tienen el derecho y la necesidad de saber. Él dice que el Papa Francisco ha señalado este problema como un componente del clericalismo que niega la capacidad de los laicos para construir la Iglesia.

El presbítero usa la analogía de una familia que tiene un hijo en la universidad. La universidad es cara. Y digamos que el sostén de la familia pierde su trabajo y la familia se enfrenta a dificultades financieras. En algunas familias, se puede tomar la decisión de proteger al estudiante universitario del temor y la preocupación por la situación, para que le permita concentrarse en sus estudios con una mente libre de preocupaciones. Si las cosas se deterioran, al final habrá una llamada para que el alumno le diga que tiene que volver a casa porque los padres no tienen dinero para pagar la matrícula. Esto será un gran shock y el estudiante puede preguntarse por qué no se le dijo el problema; tal vez podría haber conseguido un trabajo a tiempo parcial, recortar sus gastos o transferido a una escuela menos costosa. Pero ahora la situación es un desastre.

"Al igual que los estudiantes universitarios, los laicos de hoy preguntan a los líderes de la Iglesia por qué no les contaron el problema del abuso", dijo el P. Benjamín continúa. "¿Por qué escondiste todo esto? ¿Por qué no expusiste el problema y obtuviste ayuda?".

Este es un momento para que los líderes de la Iglesia cambien el paradigma, para adoptar un enfoque más abierto, insiste el clérigo. Para aquellos reunidos esta semana en Roma, eso significa llegar a la verdad, saber lo que realmente sucedió. Como señala P. Benjamín: "Jesús era el camino, la verdad y la luz. La Iglesia debe enforarse en la búsqueda de la verdad y la sanación".

Él está de acuerdo con los esfuerzos para mostrar atención y preocupación por las víctimas. Pero insta a los líderes de la Iglesia a participar en una mayor cooperación con el público, incluso con los medios de comunicación. Véalos como cooperadores en lugar de enemigos.

Si la idea de una mayor transparencia sobre el funcionamiento de la Iglesia y una mayor participación de los laicos puede parecer una idea nueva, el Padre Benjamín señala que no lo es. De hecho, se toca el tema en términos sólidos en dos documentos clave de la Iglesia publicados hace medio siglo: Communio et Progressio y Lumen Gentium. Ambos documentos subrayan la importancia de lo que hoy se llamaría "transparencia":

Benjamin apunta al #119 de Communio et Progressio: dado que el desarrollo de la opinión pública dentro de la Iglesia es esencial, los católicos individuales tienen derecho a toda la información que necesitan para desempeñar su lugar activo en la vida de la Iglesia. En la práctica, esto significa que los medios de comunicación deben estar disponibles para la tarea. Estos no solo deben existir en cantidad suficiente, sino que también deben llegar a todo el Pueblo de Dios. Donde sea necesario, pueden ser propiedad de la Iglesia siempre que realmente cumplan su propósito.

Y cita el #37 de Lumen Gentium: 37. Los laicos tienen el derecho, como todos los cristianos, a recibir en abundancia de sus pastores espirituales los bienes espirituales de la Iglesia, especialmente la ayuda de la palabra de Dios y de los sacramentos. (6 *). Deben revelarles abiertamente sus necesidades y deseos con la libertad y la confianza adecuadas para los hijos de Dios y los hermanos en Cristo. Por el conocimiento, la competencia o la capacidad excepcional que pueden disfrutar, están permitidos y, en ocasiones, hasta obligados a expresar su opinión sobre las cosas que conciernen al bien de la Iglesia (7 *). Cuando surjan ocasiones, hágalo a través de los órganos erigidos por la Iglesia para este propósito. Que se haga siempre con verdad, con valor y con prudencia, con reverencia y caridad hacia aquellos que por su sagrado cargo representan a la persona de Cristo.

Benjamin también responde a la pregunta que podría estar en la mente de muchos de los que recogen su libro: ¿por qué se debe escuchar los consejos de alguien de una congregación manchada por el escándalo de su fundador?

"Esa es una buena pregunta", admite el presbítero. "Y creo que la respuesta es que debido a que aprendimos muchas lecciones dolorosas, otros pueden aprender de nuestra experiencia. Este libro no es el final de la discusión; Espero que mueva a la Iglesia hacia un enfoque más abierto de las comunicaciones que beneficie el bien común, y la Iglesia es parte de eso".

Traducción de Richard Maher

 

 

20/02/2019-07:37
Isabel Orellana Vilches

San Pedro Damiani, 21 de febrero

«Este doctor de la Iglesia, obispo y cardenal de Ostia, entendió que la ofrenda de sus tendencias dominantes serían más efectivas espiritualmente que los instrumentos penitenciales que se aplicaba como castigo»

La penitencia, el ayuno de las pasiones, tiene en la vida santa una expresión concreta. Todo aquel que aspira a la perfección sabe, porque así lo indicó Cristo, que no puede alcanzarla si no está dispuesto a negarse a sí mismo. Ahora bien, durante siglos en la historia de la ascética las penitencias físicas tenían gran ascendente sobre otras opciones expiatorias. Sin embargo, la virulencia con la que muchos hombres y mujeres se aplicaron cilicios y disciplinas varias, no siempre dio los resultados que cabría esperar.

Pedro Damiani, que inició una vía purgativa alentada por la mortificación física, se percató después del alcance de esa entrega cotidiana que conllevan los heroicos y silenciosos sacrificios, siempre lacerantes, pero llenos de bendiciones. Nació en Ravena, Italia, en 1007. Pertenecía a una familia numerosa y pobre. Fue el último de los hijos y perdió a sus padres prematuramente. Entonces quedó a cargo de uno de sus hermanos, que le trató con inusitada dureza. Apenas sabía caminar y ya estaba cuidando puercos. Pero otro de sus hermanos, Damián, era arcipreste de Ravena y se ocupó de su formación. Cursó estudios en Faenza y en Parma con gran aprovechamiento, bajo su atenta mirada. Impresionado y agradecido por el trato fraternal que recibió, Pedro incorporó el nombre de pila de aquél al suyo; de ahí proviene Damiani. Acostumbrado a la rudeza de la vida, que sufrió tan tempranamente, la austeridad fue su gran aliada cuando determinó abandonar el mundo exterior ingresando en el convento de Fonte Avellana, donde residía una comunidad de ermitaños.

La divina Providencia alumbró sus reflexiones con la presencia inesperada de dos benedictinos que pertenecían al convento y que dieron respuesta satisfactoria a sus preguntas respecto a la forma de vida que llevaban. Experimentando con fuerza las tentaciones de la carne, no dudó en defenderse de los ataques del maligno arrancándose de las garras del pecado con duras mortificaciones. En conformidad con las costumbres de la época colocó debajo de su camisa un cilicio, se azotaba y ayunaba. Su cuerpo no estaba hecho a esta clase de durezas tan intensas y sintió el peso de su debilidad. Comprendió entonces que las penitencias deben ser otras, entendiendo que debía tener paciencia y cumplir los afanes del día a día, estudiando y trabajando con denuedo.

La severidad que se infligía, se tornaba misericordia e indulgencia con los demás, siempre atendiendo a la vivencia de la caridad. Había aprendido de su experiencia y enseñó a otros a que luchasen por el Reino de Dios; esa era su mejor y más fecunda penitencia en lugar de castigar su organismo. Se dedicó a estudiar las Sagradas Escrituras con tanto empeño que fue designado para suceder al abad, y en contra de su voluntad, ya que en manera alguna deseaba esa misión, la asumió en 1043. De su fecunda pluma surgieron textos dirigidos a los ermitaños. Señaló los deberes de clérigos y monjes, abordando también temas morales y disciplinares. Decía: «Es imposible restaurar la disciplina una vez que ésta decae; si nosotros, por negligencia, dejamos caer en desuso las reglas, las generaciones futuras no podrán volver a la primitiva observancia. Guardémonos de incurrir en semejante culpa y transmitamos fielmente a nuestros sucesores el legado de nuestros predecesores».

Es autor del Libro Gomorriano (por Gomorra), con el que quiso contrarrestar el poderoso influjo de las costumbres licenciosas de su tiempo. «Este mundo—escribió en esta obra—se hunde cada día de tal suerte en la corrupción, que todas las clases sociales están podridas. No hay pudor, ni decencia, ni religión; el brillante tropel de las santas virtudes ha huido de nosotros. Todos buscan su interés; están devorados por el apetito insaciable de los bienes de la tierra. El fin del mundo se acerca, y ellos no cesan de pecar. Hierven las olas furiosas del orgullo, y la lujuria levanta una tempestad general. El orden del matrimonio está confundido, y los cristianos viven como judíos. Todos, grandes y pequeños, están enredados en la concupiscencia, nadie tiene vergüenza del sacrilegio, del perjurio, de la lujuria, y el mundo es un abismo de envidia y de hediondez»

Promovió la comunión con la Sede Apostólica. Es conocida su actividad en contra de la simonía, frecuente en la época, que proporcionaba a la Iglesia gobernantes indignos de su oficio. Vivió austeramente hasta el final de su existencia. Huyendo del ocio como de la peste, cuando no se hallaba en la oración o estaba absorto en el trabajo, fabricaba utensilios diversos. Fundó otras cinco comunidades de ermitaños fomentando entre los monjes el espíritu de retiro, caridad y humildad. Además, estuvo al servicio de la Iglesia. Fue designado obispo y cardenal de Ostia en 1057. Su última misión fue solventar el controvertido asunto que implicaba al arzobispo de Ravena por indicación del papa Alejandro II. Aquél había sido excomulgado por sus atrocidades. Cuando llegó para entrevistarse con él, el arzobispo había muerto. Pero convirtió a sus cómplices, a quienes impuso la debida penitencia. En febrero de 1072 al regresar a Roma contrajo una fiebre de tal calibre que a los ocho días se produjo su muerte. En estos postreros instantes le acompañaron un grupo de monjes que residía en un monasterio establecido en una zona circundante a Faenza, que recitaron los maitines alrededor de su lecho. León XIII lo canonizó el año 1823, y él mismo lo declaró doctor de la Iglesia en 1828.