MUNDO | Venezuela

 

Jesuitas de América Latina se pronuncian sobre Venezuela

 

Del cuatro al seis de marzo pasado, se reunieron en Perú, 51 laicos y sacerdotes, incluyendo 19 jesuitas, de distintas áreas profesionales y académicas para reflexionar sobre alternativas políticas a la crisis de Venezuela

 

 

09 marzo 2019, 09:13 | Manuel Cubías – Ciudad del Vaticano


 

 

El Seminario Latinoamericano “Búsqueda de Alternativas Políticas a la crisis Venezolana”. Se desarrolló en la ciudad de Lima, Perú. Convocado por la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe (CPAL), contando además con el apoyo de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya de Lima y la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas.

 

Análisis de la realidad

El eje central del Seminario fue “la tarea de clarificar los factores principales de la crisis que hoy vive el país y que afecta a la sociedad venezolana sin distinción de clases sociales, muy particularmente a los sectores más empobrecidos”.

El grupo de académicos centró su análisis en tres preguntas:  “¿cuál es el papel de los diversos actores sociales, políticos y armados en la coyuntura venezolana?, ¿cuál es la postura de los países y bloques transnacionales de poder que inciden en la crisis del país?, ¿cuál debe ser el aporte y la ruta de actuación de la Compañía de Jesús a partir de los diversos escenarios probables?”.

La reflexión tiene como punto de partida la realidad que vive el pueblo venezolano, especialmente quienes más sufren las consecuencias de la crisis: los más pobres: “El dolor y la miseria creciente del pueblo venezolano, dentro y fuera de su país, nos entristece y nos interpela”.

 

Aporte como Iglesia

En segundo lugar, insisten en que su aporte es desde el servicio a la Iglesia y desde la identidad propia de la Compañía de Jesús: “Queremos reafirmar que ejercemos nuestra misión de servicio en la Iglesia”… “Somos llamados a ser mensajeros de la reconciliación en la justicia y de la esperanza”.

 

Compromisos

En tercer lugar, partiendo de la particularidad de la realidad venezolana, los participantes en el Seminario se comprometen a seguir:

1.       “impulsando, junto con muchas otras personas y organizaciones, alternativas políticas y de servicio que rescaten la centralidad y la dignidad inalienable de cada ser humano; y por eso rechazamos todas las formas de violar los derechos humanos…”

2.       Solidaridad con los migrantes venezolanos porque  “valorizamos su presencia y la riqueza que aportan en las sociedades que les acogen…”

3.       “promoviendo, de diversas maneras, una comprensión cada vez más fina y completa de la realidad venezolana…”

 

"Que la medicina no sea peor que la enfermedad"

Los participantes del Seminario consideran que es importante ayudar al pueblo venezolano a superar la crisis, sin embargo “que las medidas de presión que se ejerzan desde el exterior deben ser pensadas de manera que no causen más daño a los que sufren y son afectados por el mal que se pretende corregir. Éticamente no es correcto ni bueno combatir un mal con otro mal que signifique empeorar la situación de miseria, exclusión y explotación de los pueblos, especialmente de los pobres e indefensos”.

Finalizan su mensaje, confiándose a Jesucristo: “Aun en los momentos en que afrontamos grandes desafíos y aparentes derrotas, seguimos soñando con ayudar a recrear un mundo diferente, porque hemos conocido a Aquel que tiene poder para realizar todas las cosas incomparablemente mejor de lo que podemos pedir o pensar” (Efesios 3: 20).