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Informe hídrico UNESCO: millones de personas viven sin acceso al agua

 

Se trata de un estudio exhaustivo que ofrece un panorama global sobre el estado de los recursos de agua dulce del planeta y tiene como objetivo proporcionar herramientas a los responsables de la toma de decisiones para la implementación del uso sostenible de los mismos.

 

 

18 marzo 2019, 15:06 | Sofía Lobos - Ciudad del Vaticano


 

 

El último Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el mundo 2019, que lleva como título «No dejemos a nadie atrás», explora los síntomas de la exclusión e investiga formas de superar las desigualdades. Dicho documento se presentará en Ginebra, Suiza, el 19 de marzo, durante el 40º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos, días antes de la celebración del Día Mundial del Agua, el próximo 22 de marzo.

Se trata de un estudio exhaustivo que ofrece un panorama global sobre el estado de los recursos de agua dulce del planeta y tiene como objetivo proporcionar herramientas a los responsables de la toma de decisiones para la implementación del uso sostenible de los mismos.

Mediante una serie de evaluaciones, los Informes proporcionan un mecanismo para dar seguimiento a los cambios que ésta experimenta, a la vez que miden los progresos en el avance hacia diversos objetivos, sobre todo los Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

 

El acceso al agua es un Derecho Humano

Estos datos también proporcionan una "guía de mejores prácticas", así como análisis teóricos en profundidad con el fin de estimular ideas y acciones que mejoren la administración del sector hidráulico.

Sin bien es sabido que el acceso al agua y al saneamiento es un derecho humano reconocido internacionalmente; la realidad práctica a nivel global es muy diversa: más de 2.000 millones de personas carecen incluso de los servicios más básicos.

 

Prioridad a los más necesitados

En 2010, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó una resolución que reconoce "el acceso al agua potable segura, limpia y al saneamiento como un derecho humano". Un reconocimiento que exige a los Estados trabajar para lograr el acceso universal al agua para todos, sin discriminación, dando prioridad a los más necesitados.

Sin embargo, aún queda mucho por hacer para garantizar la justa distribución de los recursos hídricos: ya en 2015, tres de cada diez personas (2.100 millones) no tenían acceso a agua potable y 4.500 millones de personas, es decir, seis de cada diez, no disponían de instalaciones de saneamiento gestionadas de manera segura. Por ello, la ONU advierte que el mundo sigue sin estar bien encaminado para lograr este importante objetivo.

 

La voz del Papa

Y en este contexto resuenan las palabras del Papa Francisco a los participantes en el seminario "Derecho Humano al agua", organizado por la Pontificia Academia de las Ciencias el 23 y 24 de febrero de 2017.

El Santo Padre pronunció un discurso en español, en el que profundizó sobre la urgente necesidad de defender el "derecho al agua para todos" y garantizar su acceso a todos los pueblos.

«Como leemos en el libro del Génesis, el agua está en el comienzo de todas las cosas (cf. Gn 1,2); es criatura útil, casta y humilde, fuente de la vida y de la fecundidad (cf. San Francisco de Asís, Cántico de las Criaturas)».

«Por eso, la cuestión que ustedes tratan no es marginal, sino fundamental y muy urgente. Fundamental, porque donde hay agua hay vida, y entonces puede surgir y avanzar la sociedad. Y es urgente porque nuestra casa común necesita protección y, además, asumir que no toda agua es vida: sólo el agua segura y de calidad, siguiendo con la figura de san Francisco: el agua que sirve con humildad, el agua casta, no contaminada», dijo el Pontífice subrayando que "toda persona tiene derecho al acceso al agua potable y segura; ya que este es un derecho humano básico y una de las cuestiones nodales en el mundo actual" (cf. Enc. Laudato si’, 30; Enc. Caritas in veritate, 27).

 

En camino hacia la guerra mundial por el agua

«La formación de la conciencia es una tarea ardua; precisa convicción y entrega. Y yo me pregunto si en medio de esta "tercera guerra mundial a pedacitos" que estamos viviendo, no estamos en camino hacia la gran guerra mundial por el agua», concluyó el Santo Padre.

Una pregunta que es necesario seguir formulando hasta crear una mayor conciencia global sobre la importancia de cuidar la Casa Común, cuyo creciente deterioro perjudica y "condena" sobre todo a los más pobres.