Servicio diario - 21 de marzo de 2019


 

Malta: La Presidenta Marie-Louise Coleiro Preca es recibida por Francisco
Rosa Die Alcolea

El Papa recibe a los miembros de la Federación Italiana de Médicos Pediatras
Redacción

Roma: Oración por los mártires de nuestro tiempo el 21 de marzo
Marina Droujinina

España: Año Jubilar de San Juan de Ávila en la Diócesis de Córdoba
Redacción

Mons. Auza: "Un futuro sostenible para todos debe tomar en cuenta la condición de la mujer"
Richard Maher

Monseñor Enrique Díaz Díaz: "Frutos del corazón"
Enrique Díaz Díaz

San Nicolás Owen, 22 de marzo
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

21/03/2019-17:22
Rosa Die Alcolea

Malta: La Presidenta Marie-Louise Coleiro Preca es recibida por Francisco

(ZENIT — 21 marzo 2019).- La Presidenta de Malta, Marie-Louise Coleiro Preca, ha sido recibida esta mañana, 21 de marzo de 2019, por el Papa Francisco, jefe del Estado Vaticano, en audiencia privada, ha informado la Santa Sede.

En el encuentro, han dialogado analizando temas de interés común, con "especial referencia" a las perspectivas de "integración europea" y a la "situación del área mediterránea", así como al "fenómeno de la migración", la "cooperación para el desarrollo y el diálogo interreligioso", señalan en el comunicado emitido por la Oficina de Prensa Vaticana.

Las conversaciones cordiales han evidenciado las “relaciones constructivas” que unen a la Santa Sede con  la República de Malta –indica el la Oficina de Prensa del Vaticano–, y la colaboración entre la Iglesia y el Estado en favor del progreso humano, social, cultural y espiritual de la población, en particular de los jóvenes, a la luz de la aportación que a lo largo de los siglos el catolicismo ha ofrecido al país.

Al término del encuentro con el Santo Padre, la mandataria se ha reunido con el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, y con Mons. Antoine Camilleri, Subsecretario para las Relaciones con los Estados.

A la Presidenta de Malta le acompañaba una delegación de autoridades políticas y diplomáticas.

Como es costumbre en las audiencias del Pontífice con los jefes de estado, se han intercambiado algunos regalos mutuamente.

 

 

 

 

21/03/2019-20:36
Redacción

El Papa recibe a los miembros de la Federación Italiana de Médicos Pediatras

El Santo Padre ha recibido esta mañana a las 12 horas en la Sala de los Papas del Palacio Apostólico Vaticano a los miembros de la Federación Italiana de Médicos Pediatras.

Publicamos a continuación el discurso que el Papa había preparado para esa ocasión y que ha entregado a los presentes.

***

 

Discurso del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas,

Os doy mi cordial bienvenida y os saludo a todos. Agradezco al Presidente las palabras que me ha dirigido.

Con la experiencia adquirida en estos cuarenta años de actividad, vuestra Federación sostiene y protege a más de 5.500 pediatras de familia, ofreciéndoles competencia y apoyo desde un punto de vista profesional y moral, en el ámbito de la asistencia y la seguridad social, así como en el jurídico y económico. La vuestra es una asistencia de amplio alcance, necesaria para seguir a vuestros afiliados en todos los pasos de su vida profesional y útil para garantizar que puedan llevar a cabo, con más serenidad y con mayor competencia, su tarea delicada y esencial.

Ya desde sus primeros pasos, la Federación se caracterizó por su contribución al nacimiento del Servicio Sanitario Nacional y, a lo largo de los años, ha desarrollado innumerables iniciativas para la salud de las personas y la mejora de los servicios ofrecidos a los ciudadanos, estipulando acuerdos públicos y privados, manteniendo de forma autónoma y no partidista una confrontación activa con las partes políticas y sociales, y garantizando un control sobre muchos aspectos esenciales de la salud del niño y del adolescente.

La edad de la que os ocupáis, desde el nacimiento hasta la adolescencia, es sin duda la más evolutiva de la vida humana y requiere un conocimiento global del cuerpo humano y sus patologías. Puede tratarse de comprender y tratar los problemas cardíacos y circulatorios de un niño recién nacido, o el sistema digestivo de un niño de diez años, o cuestiones físicas y mentales relacionadas con la pubertad, etc.

Para esta amplia gama de competencias hacen falta tanto una profunda formación de base como una actualización constante. Este es el objetivo de las numerosas iniciativas de formación e investigación que os esforzáis por preparar, con reuniones, debates y conferencias, que puedan proporcionaros, a vosotros, los pediatras, los elementos para manteneros actualizados y, al mismo tiempo, promover una cultura más capaz de proteger la salud de las personas, especialmente de los más pequeños. En nuestro tiempo, donde las tantas comodidades y progresos tecnológicos y sociales se pagan con un impacto cada vez más invasivo en la dinámica natural del cuerpo humano, es urgente poner en marcha un detallado programa de educación sobre la salud y los estilos de vida que respeten el cuerpo, de modo que el progreso no sea a expensas de la persona.

Vuestro compromiso constante en los ámbitos de la formación, de la prevención y de la investigación ha sido reconocido con la acreditación de vuestra Federación como sociedad científica. Trabajad siempre con seriedad y dedicación, haciéndoos promotores de una cultura inclusiva de la solidaridad y la salud. Efectivamente, en nuestra época, la prevención y el tratamiento se convierten cada vez más en una prerrogativa de quienes disfrutan de un determinado nivel de vida y, por lo tanto, pueden costeárselos.

Os aliento a trabajar para garantizar que esta desigualdad no se sume a las muchas que afligen ya a los más débiles, sino para que el sistema sanitario asegure asistencia y prevención a todos, como derecho de la persona. Precisamente la atención a las personas, junto con la competencia científica, es una característica esencial de vuestra profesionalidad, de la cual también es parte integral la capacidad de escuchar, comprender e inspirar confianza.

En virtud de la fe que habéis recibido, estáis siempre llamados a adoptar como modelo de humanidad y dedicación a los demás la persona de Jesús, fuente de cercanía y ternura. Leyendo y releyendo a menudo los textos del Evangelio en los que Jesús encuentra y sana a los enfermos conseguiréis una nueva linfa para vuestro ser y vuestro actuar.

Todavía antes que con los niños, vuestro trabajo os pone en contacto constante con los padres, los primeros custodios y responsables de vuestros pacientes, que no solo os piden vuestra experiencia médica, sino que también buscan seguridad humana, confiándoos lo que más aprecian.

En cuanto a la relación con los niños que visitáis, tienen antenas potentes y captan inmediatamente si estamos bien dispuestos o si, en cambio,  estamos distraídos, porque quizás nos hubiera gustado acabar el turno, o darnos más prisa o encontrarnos con  un paciente que gritase menos… También vosotros sois hombres y mujeres, con vuestras preocupaciones, pero sabemos que estáis entrenados para sonreír, algo necesario para dar valor y abrir una brecha de confianza en los pequeños, y así hasta los medicamentos son más eficaces.

En el trato con los niños, tengamos  siempre en mente las palabras de Jesús que, en un mundo en el que eran poco considerados, los señala como modelo de los que entran a formar parte  del Reino de Dios, porque entienden sus secretos. También recordamos su actitud singularmente atractiva hacia ellos: aunque no los llamase a sí con invitaciones o regalos, los atraía con la fuerza y ​​la serenidad que brotaban de su persona, de modo que los niños iban a Él que los acogía.

Vuestro ilustre colega y maestro, el Dr. Franco Panizon, hablaba de esta dedicación incondicional. Decía: “¡Nunca pongáis la cabeza en la almohada, si antes no habéis hecho por ellos  todo lo que esté a vuestro alcance!” Exhortaba a los pediatras a tener una parte pequeña pero muy importante a la hora de escribir la  cultura y, por lo tanto,  la historia de nuestro tiempo. Por eso, os  invitaba a mirar “más lejos”, es decir más allá de la enfermedad y de las contingencias, más allá del momento presente, más allá de la propia persona o del propio esfuerzo. También decía: “No pienses solamente en el hoy de tu  paciente, piensa también en su futuro”; y agregaba: “No pienses solo en tus pacientes, sino también en todos los pacientes; no pienses solo en los actuales, sino también en los lejanos  y  los futuros”.

Vivido con esta idea, vuestro trabajo es  una misión verdadera y propia, que atañe  tanto  la mente como el corazón, y de alguna manera no sabe de separaciones, porque aunque haya períodos de vacaciones y pausas en el trabajo, vuestra profesión os  acompaña siempre y os involucra durante mucho más tiempo y mucho más profundamente que en las horas que pasáis en el trabajo.

Con este estilo, dais testimonio cristiano, porque tratáis de practicar los valores evangélicos y vuestro sentido de pertenencia a la Iglesia; pero también por la amplitud de vuestra mirada, por la capacidad de imaginar el contexto social y el sistema sanitario más justos para el futuro, y por el deseo de poneros al servicio, con humildad y competencia, de cada persona que se os confía. Invocando  la bendición de Dios para vuestro camino asociativo y sobre cada uno de vosotros, os pido una oración por mí. ¡Gracias!

 

 

 

 

21/03/2019-09:34
Marina Droujinina

Roma: Oración por los mártires de nuestro tiempo el 21 de marzo

(ZENIT 21 marzo 2019).- Una iniciativa de oración por los mártires de nuestro tiempo, incluidos muchos misioneros, pero también laicos, pastores y cristianos de todas las confesiones se organiza este 21 de marzo de 2019 por la diócesis de Roma y la comunidad de San Egidio, indica el Vicariato de Roma el 15 de marzo. Será presidido por el Cardenal Vicario Angelo de Donatis.
Una marcha acompañada por el rezo del rosario misionero y de las letanías de los mártires comenzará a las 18 horas en el Coliseo para llegar a la basílica de San Bartolomeo all'Isola, donde tendrá lugar la vigilia.

Para cada nombre de mártir, se encenderá una vela, "que permite ver la luz de la Pascua incluso en el momento de la muerte y el sufrimiento", dice la declaración. Participarán en esta iniciativa representantes ortodoxos y evangélicos, así como jóvenes de diferentes continentes.

"En 2018", dijo el obispo Gianrico Ruzza, obispo auxiliar del Centro y secretario general del Vicariato, "unos cuarenta testigos fueron asesinados: 35 sacerdotes, cuatro laicos y un seminarista. Elegimos partir del Coliseo porque es un símbolo del martirio, un lugar donde murieron cientos de cristianos y donde no es casualidad que el Papa celebre el Via Crucis cada año. Mientras que en la basílica de San Bartolomeo all'Isola se alberga el memorial de los nuevos mártires de los siglos XX y XXI, que fue dedicado por San Juan Pablo II y confiados a la Comunidad de San Egidio.

 

© Traducción de Zenit, Raquel Anillo

 

 

 

21/03/2019-18:05
Redacción

España: Año Jubilar de San Juan de Ávila en la Diócesis de Córdoba

(ZENIT — 21 marzo 2019). Arranca un nuevo año de "gracia" para la diócesis de Córdoba. La Santa Sede ha concedido la celebración de un Año Jubilar de San Juan de Ávila que comenzará el 6 de abril de 2019 y concluirá el 31 de mayo de 2020, coincidiendo con el 450 aniversario de su fallecimiento; el 125 aniversario de su Beatificación; y el 50 aniversario de su canonización.

"Montilla se viste de fiesta para honrar al Maestro, primero declarándolo "Hijo adoptivo" de la ciudad, y segundo, celebrando la apertura de un nuevo Año Jubilar, explicaba el obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, en rueda de prensa el martes, solemnidad de San José, día en que se presentó a los medios este Jubileo que traerá consigo una amplia oferta de iniciativas formativas y catequéticas para difundir las enseñanzas de este Doctor de la Iglesia.

"San Juan de Ávila ha sido y seguirá siendo todo un referente. Es momento de mirar a los sacerdotes santos y vivir con intensidad este tiempo de gracia", manifestó el prelado recordando también que será un tiempo en el que los fieles cristianos que lo deseen podrán lucrar la indulgencia plenaria y peregrinar hasta Montilla para visitar los lugares relacionados con la vida del Maestro.

Lugares como la parroquia de Santiago, donde se ha habilitado, según el Rector de la Basílica Pontificia, Jose Félix García, un espacio de recepción de visitantes en el que se podrá encontrar un audiovisual y un diorama centrado en la hagiografía del Santo; otro espacio con una exposición permanente de orfebrería y ornamentos que gira en torno a la Eucaristía; un archivo con escritos y documentos del Maestro; así como diversas actividades teatrales. Todo ello organizado por el Programa Cultural Vitis Dei (Viña de Dios) impulsado por el Obispado de Córdoba y el Ayuntamiento de Montilla.

 

Apertura del Año Jubilar

El Año Jubilar se iniciará el día 6 de abril con dos actos. El primero de ellos será a las once de la mañana, en la parroquia de Santiago Apóstol de Montilla, donde tendrá lugar la declaración de San Juan de Ávila como "Hijo adoptivo" de la ciudad de Montilla ante la presencia del Cardenal Stella, Prefecto de la Congregación para el Clero, y el obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández. Seguidamente, habrá una procesión hasta la Basílica Pontificia con las reliquias del Maestro para proceder, a las doce de la mañana, a la apertura de la Puerta Santa, inaugurando así el Año Jubilar.

En el mes de abril, seminaristas de toda Europa procedentes del Camino Neocatecumenal visitarán al Patrón del Clero Secular Español; y en mayo, el día 10, se celebra la festividad de San Juan de Ávila, una fiesta que congrega a todo el clero cordobés en Montilla y que contará con la presencia en Montilla del Cardenal Luis Ladaria, Prefecto para la Congregación para Doctrina de la Fe, y el Nuncio de Su Santidad en España, Mons. Renzo Fratini.

Además, como novedad, la fiesta estará precedida por una Novena que oficiarán cada día los Obispos del Sur. Asimismo, a diferencia de los años anteriores, la festividad no concluirá con el encuentro sacerdotal y la misa en la Basílica, sino que por la tarde con ocasión del 450 aniversario de la muerte del Maestro, habrá una función solemne presida por Mons. Demetrio Fernández, obispo de Córdoba, y tras ella, una procesión extraordinaria con la imagen de San Juan de Ávila y sus reliquias.

En otro orden de cosas, este Jubileo traerá consigo una segunda edición del Congreso Internacional sobre San Juan de Ávila, del 21 al 23 de noviembre, donde participarán Mons. Angelo Amato, salesiano, Prefecto Emérito de la Congregación para las Causas de los Santos; Mons. Rino Fisichella, Presidente del Pontificio Consejo para la promoción de la Nueva Evangelización; o el padre Arturo Sosa, General de la Compañía de Jesús; entre otros.

 

 

 

21/03/2019-12:39
Richard Maher

Mons. Auza: "Un futuro sostenible para todos debe tomar en cuenta la condición de la mujer"

(ZENIT — 21 marzo 2019).- El Arzobispo Bernardito Auza, Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, dirigió una intervención a la 63a sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer. El enfoque de la discusión de la comisión fue el desarrollo sostenible de la infraestructura para la igualdad entre los géneros y el empoderamiento de mujeres y niñas.

El Mons. Auza intervino el 15 de marzo de 2019, durante el mes internacional de la mujer. Durante su comentario, el prelado señaló tres áreas de enfoque en que se puede mejorar la situación concreta de la mujer. como él enfatizó, al abordar estas cuestiones, el mundo puede aprovecharse del "genio femenino con los programas que se enfocan en los dones profundos y únicos que solo las mujeres pueden ofrecer al mundo".

 

Parte concreta de la sociedad, la familia y la economía

El Arzobispo Auza imploró a la Comisión que considerara las posiciones vitales y esenciales que mantienen las mujeres en la sociedad y la economía a nivel internacional y en comunidades particulares antes de tomar pasos concretos. El prelado dijo, "La sociedad y la economía en general se benefician de la dedicación, el trabajo arduo, y la contribución fundamental de las mujeres".

Como ejemplo, el prelado citó el hecho que "las mujeres realizan una gran cantidad de trabajo doméstico no remunerado, incluso el cuidado de los niños, los enfermos y los ancianos, y contribuyen a aportar un elemento humano indispensable al tejido social".

Sin embargo, estas posiciones que ocupan las mujeres también las hacen vulnerables a la explotación y, como Mons. Auza dijo, que a menudo las mujeres están "infravaloradas y mal pagadas... los programas de bienestar social deben ofrecerles el reconocimiento y la protección social que merecen".

 

La vulnerabilidad de la mujer

Mons. Auza recordó a la Comision que la violencia y el abuso de las mujeres es lamentablemente común en todo el mundo. Este abuso, el prelado dijo, continúa aunque "ahora existe un mayor grado de conciencia social con respecto al problema". Por esta razón, Arzobispo Auza enfatizó "la necesidad de una programación pública más adecuada en materia de prevención, justiciar, y atención".

Al mismo tiempo, el prelado advirtió a la comisión que cualquier programa social debe implementarse "de manera libre de connotaciones ideológicas y políticas inútiles". Si estos programas no se enfocan en temas no ideológicos como el aumento de oportunidades educativas, continuó, se puede arriesgar el objetivo común de la Comisiónque las mujeres "se conviertan en actores de nuestras sociedades y de nuestro mundo".

 

Promoción para el mejoramiento de todos

El Arzobispo Auza concluyó su intervención recordando a la Comisión que promover la causa de la mujer es beneficioso para todos. Él amonestó a la Comisión que "el papel de las mujeres como madres físicas y espirituales, en la creación y crianza de los hijos" requiere el respeto por la dignidad de esta posición, señalando que "en algunos contextos, las mujeres también son particularmente vulnerables y estigmatizadas de manera indebida cuando se convierten en madres".

Teniendo en cuenta tanto los aspectos vitales sobre el importante lugar que ocupa la mujer en la sociedad como sus vulnerabilidades, Mons. Auza reafirmó el potencial que tiene la Comisión para dar forma a programas beneficiosos. El prelado concluyó, los programas bien estructurados "pueden asegurar que las mujeres sean verdaderamente respetadas, integradas y puedan contribuir libremente con sus dones en todos los contextos de la sociedad".

 

 

 

21/03/2019-20:43
Enrique Díaz Díaz

Monseñor Enrique Díaz Díaz: "Frutos del corazón"

Éxodo 3, 1-8. 13-15: "`Yo-soy', me envía a ustedes"
Salmo 102: "El Señor es compasivo y misericordioso"
I Corintios 10, 1-6. 10-12: "La vida del pueblo escogido, con Moisés, en el desierto, es una advertencia para nosotros"
San Lucas 13, 1-9: "Si no se convierten, perecerán de manera semejante"

Fue un fracaso. Le habían prometido que esa clase de café se adaptaría perfectamente al clima, que sería una oportunidad para renovar las plantaciones, que rendiría mucho más, que la roya y otras plagas no afectarían sus plantas... y ahora contempla su cafetal amarillento, deshojado, triste, sin frutos, estéril. "En vano tanto trabajo, en vano la ocupación de la tierra, ha sido la ruina... Voy a quemar todas las plantas y juro que no vuelvo a trabajar en el cafetal". Es un joven cafetalero al borde de la desesperación al no obtener la cosecha esperada.

Al igual que la narración de San Lucas, en los últimos días han ocurrido terribles desastres que nos desconciertan y nos obligan a preocuparnos, comentarlos y preguntarnos por qué. Muerte de inocentes, masacres a nivel nacional e internacional, desastres naturales, enfermedades e injusticias, bandas de jóvenes, y podríamos seguir una lista interminable de acontecimientos a los cuales no encontramos ninguna explicación. Tenemos la tentación de pensar en culpabilidades o castigos, igual que lo hacen quienes se acercan a Jesús en el pasaje. Es muy común establecer una estrecha relación entre castigo y culpabilidad, pero Cristo no acepta esta imagen que propone un Dios cruel y justiciero, prefiere mostrar un Dios misericordioso, en diálogo con los hombres, que busca la conversión. Jesús, con sus cuestionamientos, cambia profundamente el sentido que tenían de Dios las tradiciones judías donde vinculaban las desgracias con el pecado. No juzga a las víctimas, pero sí invita a hacer una seria reflexión. Las palabras de Jesús insisten en saber distinguir los signos de los tiempos y descubrir el mensaje que nos lleve al fundamento de su evangelio: la conversión. " Si ustedes no se arrepienten, perecerán de manera semejante",es una sentencia que retoma al inicio de la predicación: "Arrepiéntanse y crean en el Evangelio".

Si bien Jesús en este pasaje no absuelve a quienes han caído en la desgracia, tampoco los condena. Pero con sus palabras nos lleva a reflexionar y deja bien claro que cada uno de nosotros tenemos que discernir ante estos acontecimientos y mirar nuestro propio comportamiento asumiendo una actitud básica: conversión. "Arrepentirse es cambiar el corazón". Con frecuencia en cuaresma hacemos algunos pequeños propósitos y está bien, siempre que sean señal de un cambio interior y de una verdadera conversión. De lo contrario serán simplemente hojarasca que oculta la verdadera identidad. Convertirse y hacer penitencia es cambiar la mentalidad. El que está postrado ante los ídolos que se postre de rodillas ante el único Señor. Es dejar nuestros caminos y buscar el camino de Jesús, adherirse a sus enseñanzas y buscar al Padre. Es asumir la decisión de Jesús que abandona todas las tentaciones del mundo y se entrega al verdadero amor, aunque esto signifique la muerte en la cruz. Arrepentirse para nosotros será cambiar el corazón, no las actitudes exteriores, convertir este corazón de piedra, avariento y codicioso, orgulloso y egoísta, en un corazón de carne que sepa amar, perdonar y compartir. Es la propuesta de Jesús y el camino de la cuaresma.

En seguida Jesús, aprovechando los acontecimientos, nos ofrece una parábola que fácilmente podemos comprender: una higuera que, a pesar de los cuidados de su amo, no da frutos. La alusión que hace al colocarla plantada en un viñedo (Is 5), nos recuerda que los frutos que espera el Señor están en estrecha relación con la justicia y con los gritos de dolor de los hermanos. Los judíos podían sentirse fácilmente aludidos por esta comparación que manifiesta por una parte un amor esponsal de Dios, pero que por otra parte hacer resaltar con mayor gravedad la infidelidad de un pueblo que se aleja de su Dios y que comete injusticias. Pero no es solamente para ellos, se relaciona directamente con cada uno de nosotros que hemos sido la prenda amada de Dios y que espera de nosotros jugosos frutos. Es necesario que nos la apliquemos tanto individualmente como en comunidad y mirar si no nos hemos quedado sólo en hojarasca y apariencia y no damos frutos.

Es triste que, en nuestros ambientes llamados cristianos, se den los graves pecados sociales y personales que destruyen la armonía y ofenden la dignidad de las personas. Los obispos en Aparecida nos hacían caer en la cuenta que siendo un continente cristiano hay frutos que no pueden provenir del evangelio. Estamos equivocados cuando los frutos son torturas, desapariciones, asesinatos, levantones, miedo, desesperanza... y más todavía: hambre, desocupación, analfabetismo, falta de salud y vivienda, desesperanza. Si decimos que un árbol se conoce por los frutos, debemos reflexionar qué clase de árbol somos. Hoy, muchos llamados cristianos siguen viviendo su fe muy lejos de los frutos de amor y justicia que nos pide Jesús. Hoy nos exige que revisemos los acontecimientos y nos invita a la conversión. Es tiempo especial para mirar seriamente nuestras vidas y examinar los frutos que hemos dado.

"Señor, déjala todavía este año". Contrario a otras imágenes cercanas a esta parábola donde el árbol es cortado y expulsado por no cumplir las expectativas como respuesta al amor, ahora San Lucas nos hace ver que el "cuidador" de la higuera pide un tiempo de clemencia y de espera para dar frutos y que el dueño lo concede. Isaías cuando comprueba lo torcido de los frutos de aquella viña que ha cambiado la justicia por iniquidad, la honradez por gritos de dolor, anuncia que será destruida y que se convertirá en un erial. San Mateo nos presenta otra higuera (Mt 21, 18) que al acercarse Jesús solamente ofrece hojas y recibe una maldición que hace que se seque.

Pero el pasaje de este día quiere resaltar la misericordia de Dios que espera pacientemente la conversión del pecador. Así Jesús presenta a su Padre como un Dios de amor y nos invita a mirar más su misericordia que nuestros pecados. Pero no nos hagamos ilusiones no se puede vivir de apariencias y "follaje", es necesario dar frutos y los frutos que espera Jesús de nosotros. No podemos seguir ocupando inútilmente un lugar en el viñedo, no podemos seguir siendo una higuera frondosa pero inútil. Viene el Dueño y espera encontrar en cada uno de nosotros los frutos que su amor y misericordia ha sembrado ¿Qué frutos estamos dando?

Señor, padre amoroso y lleno de misericordia, cuya bondad supera nuestros pecados, concédenos en esta cuaresma una verdadera conversión y un cambio de corazón, que nos lleven a dar los verdaderos frutos de justicia, amor y paz que tu Hijo Jesús vino a enseñarnos. Amén

 

 

 

21/03/2019-08:41
Isabel Orellana Vilches

San Nicolás Owen, 22 de marzo

«Este campeón de la fe, carpintero y albañil de profesión, fue un jesuita obediente y valeroso. Utilizó su creatividad e ingenio para salvar de la muerte a muchos hermanos. Fue cruelmente torturado en la Torre de Londres»

Nació en Oxford, Inglaterra, a mediados del siglo XVI. Su padre, que era carpintero, tuvo un papel predominante en su educación religiosa y en la de sus hermanos. Les infundió fortaleza en la defensa de la fe en un periodo histórico agitado, difícil y peligroso para los creyentes, tras la Reforma impulsada por Enrique VIII. Muchos de ellos fueron mártires. Entre otros, santo Tomás Moro y los Cartujos, hechos dramáticos que Nicolás conoció de cerca. No se trataba de una persona ajena a la Iglesia. Desde muy joven estaba vinculado a los jesuitas. Además, su hermano mayor, que era impresor, editaba y distribuía libros católicos desafiando al peligro que constantemente acechaba a su vida. Se enfrentaba al riesgo de perderla con heroica determinación por amor a Cristo. Otros dos hermanos fueron ordenados sacerdotes. Cuando pudo, Nicolás les ayudó económicamente.

Era un hombre valeroso y audaz. Un carpintero y albañil sumamente hábil, cualidad heredada de su padre, que iba a serle de gran utilidad desde el punto de vista apostólico. En 1580 entró en contacto con los jesuitas Roberto Persons y san Edmundo Campion. Persons, que era el superior y acababa de cruzar el canal de la Mancha, aceptó a Nicolás en un momento en el que no sabía si podía admitirlo dadas las circunstancias que atravesaban. Le encomendó que guardase el hecho en secreto, y éste cumplió la petición a rajatabla. Ni siquiera los que eran jesuitas entonces y los que se incorporaron después pudieron imaginar la existencia de tan afortunado vínculo. Fue compañero y discípulo de Campion, detrás del que cabalgaba amparado en un disfraz, como hacía él, y así aprendió a orar mientras le seguía en su caballo, yendo a evangelizar.

El primogénito de la familia Owen fue editor de la obra de Campion, que fue detenido y murió martirizado el 1 de diciembre de 1581. Pero en el infausto momento de ser apresado, Nicolás se hallaba ausente. Después le asistió, ayudó e hizo por él cuanto estuvo en su mano. Y, desde luego, lloró amargamente su muerte. Ante este inmenso dolor, el consejo de actuar con prudencia que le dio su superior se congeló en sus labios. Testimonió a favor de Campion y de los martirizados junto a él. Por ello, fue detenido y torturado. No contento con los castigos que le aplicaron, añadió nuevos tormentos, gozoso de dar su vida por Cristo. No delató a nadie. No lograron arrancarle ni una palabra, y muy astutamente simuló ser una persona insignificante; un simplón. Poco después, recuperó la libertad ya que alguien había pagado un rescate.

Aunque en Inglaterra no habían quedado jesuitas, era un hombre avispado que poseía numerosos recursos y no tuvo problemas para su sostenimiento. Sus oficios le permitieron ganarse la vida. Por supuesto, continuaba manteniendo enhiesta su fe. Es fácil imaginar su alegría cuando en medio de ese desierto impuesto por los enemigos, descubrió a otro jesuita, y también se comprende su sentimiento de pesar al tener que separarse de él obligado por la difícil situación que gravitaba sobre los paladines de la fe. Cuando llegaron nuevos religiosos en 1586 se unió a ellos y quedó bajo el amparo del superior padre Garnet.

Dieciocho años, los que le quedaban de vida, permaneció junto a sus hermanos siendo patente su fe, audacia, fortaleza y ardor apostólico. Había sido muy generoso con la comunidad, incluso antes de establecer con ella un compromiso vivencial. El padre Garnet lo había atestiguado por carta: «Nosotros tenemos como bienhechores a un buen número de laicos, todos muy bien conocidos. Uno de ellos es un carpintero. Quiera Dios que un día pueda ingresar en nuestra Compañía. Él tiene una extraordinaria habilidad y maestría, digna de toda confianza, para construir gratuitamente en todo el país escondites que permiten a los sacerdotes católicos estar seguros del furor protestante. Cualquier dinero que es forzado a recibir por sus trabajos, él lo da a sus dos hermanos presos, uno sacerdote y el otro un laico». Y no se equivocó. La labor que realizó Owen no tuvo precio. En perfecta comunión con Garnet, utilizó sus conocimientos y los dosificó con astucia sabiendo burlar a los infiltrados; así pudo seguir difundiendo el mensaje de Cristo. Su profesión le permitió desarrollar su creatividad e ingenio. Salvó a muchos que se ocultaron en los sorprendentes escondites secretos que proyectó y materializó.

El proceso que le condujo al fin se dilató en el tiempo permitiéndole corroborar la autenticidad de su fe, de la que dio pruebas fehacientes aún en circunstancias de extrema dureza. El 23 de abril de 1594 fue detenido por segunda vez, torturado y, después, liberado. Reinaba Jacobo I y sus esbirros le habían aplicado terribles tormentos, pero nunca pudieron arrancarle nombres ni lugares donde se refugiaban. Supo que un sirviente les había delatado a él y a otros jesuitas. Al salir —alguien pagó una fianza— trató de rescatar a sus compañeros de Orden. Difícil y peligrosa empresa. El padre Gerard fue trasladado a la tenebrosa Torre de Londres siendo sometido a crueles suplicios. Nicolás organizó un plan para ponerlo a salvo. Más tarde, emitió los votos. Hasta ese momento su admisión había permanecido en secreto. Se convirtió en compañero inseparable del padre Gerard, y poco después sufrió un accidente con un caballo. Aunque fue operado, quedó cojo.

En 1605 Owen y otros jesuitas fueron apresados después de haber logrado burlar a sus perseguidores durante un tiempo en diversos refugios construidos por él. Lo recluyeron en Marshalsea y más adelante fue conducido a la Torre de Londres, donde estaba confinado el padre Garnet. Allí fue brutalmente torturado en 1606. Tal como había hecho en anteriores ocasiones, no confesó, ni traicionó a nadie. Y, por supuesto, no develó ningún escondite. El 22 de marzo de ese año la violencia de los tormentos tuvo un efecto devastador en su cuerpo ya martirizado y terminó con su vida. Fue canonizado el 25 de octubre de 1970 por Pablo VI, siendo aclamado como un campeón de la fe en Inglaterra.