Servicio diario - 26 de marzo de 2019


 

Roma: Francisco visita el Capitolio y se reúne con la alcaldesa Virginia Raggi
Rosa Die Alcolea

Lectio Divina del Santo Padre en la Pontificia Universidad Lateranense
Redacción

Papa Francisco: "Roma obliga al poder temporal y al espiritual a dialogar constantemente"
Rosa Die Alcolea

Roma: Francisco pide a los ciudadanos que sean "artesanos de fraternidad y de solidaridad"
Rosa Die Alcolea

Visita al Capitolio: El Papa agradece su trabajo a los empleados del Ayuntamiento
Rosa Die Alcolea

Entrevista al Obispo del Vicariato de Caroní, Venezuela: "Entre los gases de las bombas lacrimógenas"
Ana Paula Morales

Patiachi Tayori, mujer amazónica harakbut, pide mayor atención en seguridad alimentaria
Esther Nuñez Balbín

Padre Antonio Rivero: "¿A quién de los personajes quiero imitar?"
Antonio Rivero

Beato Francisco Faá di Bruno, 27 de marzo
Isabel Orellana Vilches


 

 

 

26/03/2019-16:13
Rosa Die Alcolea

Roma: Francisco visita el Capitolio y se reúne con la alcaldesa Virginia Raggi

(ZENIT – 26 marzo 2019).- El Santo Padre Francisco ha visitado esta mañana el Capitolio, sede de representación del Ayuntamiento de Roma, acogiendo la invitación de la alcaldesa de la ciudad, Virginia Raggi, quien le ha recibido a su llegada en la zona de Sixto IV, al toque de trompeta de los fieles de Vitorchiano.

Francisco se convierte así en el cuarto pontífice que visita el Campidoglio romano: el primero fue Pablo VI en 1966, seguido por Juan Pablo II en 1998 y por Benedicto XVI en 2009.

Después de llegar al primer piso del Palazzo Senatorio, en la Sala del Reloj, el Pontífice saludó a los familiares de la alcaldesa. Después, entraron juntos en su despacho y se asomó al balcón cuya vista se abre hacia el Foro Romano.

El Santo Padre sostuvo una conversación privada con Virginia Raggi y al final, juntos se dirigieron a la Sala del Tapiz, donde se encontraban el teniente de alcalde, los presidentes de los grupos del cabildo y los administradores del Capitolio, a quienes el Papa entregó una copia del libro Repensar el futuro desde las relaciones con sus discursos sobre Europa.

Sucesivamente, Francisco saludó a los asesores del Capitolio y a los presidentes de los municipios en el Salón de las Banderas y firmó el Libro de Oro Capitolino.

 

Discurso a los administradores municipales

Posteriormente, el Papa y la alcaldesa entraron en la Sala Julio César. Aquí, tras el saludo de la alcaldesa Virginia Raggi, el Santo Padre dirigió su discurso a los administradores municipales.

“La ‘Ciudad eterna’  –anunció el Papa– es como un enorme cofre de tesoros espirituales, histórico-artísticos e institucionales, y al mismo tiempo es el lugar habitado por cerca de tres millones de personas que aquí trabajan, estudian, rezan, se encuentran y llevan adelante su historia personal y familiar, y que en su conjunto son el honor y el esfuerzo de todo administrador, de todo aquel que trabaje por el bien común de la ciudad”. Por lo tanto, continuó, “necesita de cuidados humildes y asiduos y coraje creativo para mantenerse ordenado y vivible, para que tanto esplendor no se degrade”.

Roma, además “posee una vocación universal”, “portadora de una misión y de un ideal” a ser “narrado a todos” , “a cualquier pueblo al que se pertenezca, cualquier idioma  se hable y de cualquier color sea la piel”, describió Francisco.

 

Estudios sobre Ciencias de la Paz

Al final, la alcaldesa dio las gracias al Papa y anunció la creación de dos becas en el ámbito de estudios sobre Ciencias de la Paz, instituido por el Santo Padre en la Pontificia Universidad Lateranense y la dedicación de la Sala de la Pequeña  Protomoteca a la Laudato si’ del Papa Francisco.

A continuación, tuvo lugar el intercambio de regalos: en memoria de su visita, el Santo Padre regaló un mosaico que reproduce el Coliseo y las medallas del Pontificado.

A las 11:20 horas, el Papa Francisco y la alcaldesa Virginia Raggi se asomaron a la Logia del Palacio Senatorio; el Santo Padre saludó a los ciudadanos concentrados en la Plaza del Capitolio.

Al final, en la Sala de la Protomoteca, el Papa saludó  a una representación de los empleados del ayuntamiento con sus familiares. A las 11:50 horas, después de llegar al Pórtico del Vignola, el Papa se despidió de la alcaldesa y regresó en automóvil al Vaticano.

 

 

 

 

26/03/2019-18:32
Redacción

Lectio Divina del Santo Padre en la Pontificia Universidad Lateranense

(ZENIT – 26 marzo 2019).- Esta mañana, antes de ir al Capitolio, el Santo Padre Francisco ha ido por sorpresa a la Pontificia Universidad Lateranense donde ha guiado la meditación de Cuaresma, una cita que el Ateneo organiza cada año para la comunidad académica.

El Papa ha dado su lectio divina a partir del texto del profeta Daniel que narra la oración de los tres jóvenes hijos de Israel, Ananías, Azarías y Misael, arrojados a un horno ardiente por el rey de
Babilonia Nabucodonosor, porque se negaban a adorar su estatua de oro.

“Su determinación de ser fieles a Dios y de preservar su libertad  -dijo  el Papa- en realidad los expone al martirio, como también  sucede hoy en día con vuestros compañeros cristianos en algunas partes del mundo. Pero Dios interviene para evitar que las llamas hieran a los tres jóvenes: frente a los ojos incrédulos de Nabucodonosor, Ananías, Azarías y Misael, caminan en medio del fuego como si en el horno “soplara un viento lleno de rocío” van acompañados por un ángel… y comienzan a alabar y orar a Dios”.

Dado que estos hechos transcurren  en el siglo VI a.d.C, durante el exilio en Babilonia, la lógica del texto bíblico es la de recordar el ejemplo de los personajes del pasado para enfrentar valerosamente las persecuciones actuales . “ La memoria –afirmó el Pontífice- siempre nos da fuerza: la memoria del pasado no nos da solo un mensaje, sino también la fuerza de pertenecer a un pueblo”. De este modo los jóvenes  “vencen con su testimonio la violencia destructiva de los poderes de este mundo: permanecen ilesos e incluso obtienen la confesión de fe en Dios de sus enemigos”

“Estar envuelto en llamas y permanecer ileso: se puede lograr con la ayuda del Señor Jesús, el Hijo de Dios y la brisa del Espíritu Santo. Así os imagino –dijo el Santo Padre dirigiéndose a los estudiantes-  incluso si vivimos en un contexto cultural marcado por el pensamiento único, que envuelve y adormece a todos con su abrazo mortal y quema todas las formas de creatividad y pensamiento divergente, vosotros camináis ilesos gracias al arraigo en Jesús y su Evangelio, hecho actual por el poder  del Espíritu Santo. De esta manera, mantenéis la mirada alta  y también una mirada diferente sobre la realidad, una diferencia cristiana que aporta novedad.

“Pensad en la incitación que recibimos continuamente todos nosotros a vivir un individualismo cómodo y mezquino, preocupados solo por nuestro propio bienestar, nuestro tiempo libre y la realización personal … Me detengo para tocar un punto que me hace sufrir : nuestro invierno demográfico… El invierno demográfico que todos sufrimos hoy es el efecto de este pensamiento único y egoísta, dirigido solo a uno mismo, que solo busca “mi” realización. Vosotros, estudiantes, pensadlo bien: pensad  en cómo este pensamiento único es tan “salvaje”… Parece muy cultural pero es “salvaje”, porque  impide hacer historia, dejando una historia detrás de vosotros (…) Ser tomado de la mano por el Señor… seguir al Espíritu que es como el viento y cuya voz reconocemos hoy, significa evitar quemarse: quemarse en el cerebro, en el corazón, en el cuerpo, en las relaciones, en todo lo que pone en movimiento la vida y la llena de esperanza”.

Después, el Papa recordó que la constitución apostólica Veritatis gaudium, sobre las Universidades y las Facultades eclesiásticas (2018), afirma que en los estudios eclesiásticos “el criterio prioritario y permanente es la contemplación y la introducción espiritual, intelectual y existencial en el corazón del kerygma, es decir, la siempre nueva y fascinante buena noticia del Evangelio de Jesús”. De hecho, “desde esta concentración vital y gozosa del rostro de Dios, que ha sido revelado en Jesucritso desciende la ‘mística de vivir juntos’como Iglesia, que se convierte en la levadura de la fraternidad universal, desciende el imperativo de escuchar en el corazón y de hacer resonar en la mente el grito de los pobres y de la tierra y descubrir la huella trinitaria en la creación, pues hace que el cosmos en el que vivimos sea ‘una trama de relaciones’, favoreciendo ‘una espiritualidad de la solidaridad global que brota del misterio de la Trinidad'”.

En el pasaje bíblico elegido por el  Papa, los tres jóvenes piden perdón reconociendo al mismo tiempo que Dios ha sido justo en sus juicios y en sus obras, incluso cuando deja  que Israel experimente las desastrosas consecuencias de estar lejos del Señor, y en lugar de volverse “tan numeroso como las estrellas del cielo y la arena del mar”, se vuelva “más pequeño que cualquier otra nación”, dividido y parcialmente obligado a exiliarse. ….

“¡Esta oración dolorosa de los jóvenes es hermosa! –exclamó el Santo Padre-. En primer lugar, hay gracias por la fidelidad de Dios… Los padres testifican que Dios ha sido  justo, pero no ha abandonado a su pueblo a la ruina, sino que fue fiel a las promesas hechas a sus amigos: Abraham, Isaac, Jacob. Los jóvenes creen en este testimonio de los padres, conmemoran la historia del pueblo, siempre marcada por la misericordia de Dios y se abren al futuro. Están convencidos –subrayó- de que habrá un futuro, de que la puerta no está cerrada, incluso en medio de la hostilidad y la persecución. Y esto es porque Dios siempre es fiel y siempre perdona”.

“Me gustaría tanto que guardaseis  esta esperanza fundada en la promesa de Dios. Me gustaría mucho que a la hora de  planificar vuestro futuro guardaseis el recuerdo de ser un pueblo, de tener una historia con luces y sombras, de ser protagonistas hoy  de ese diálogo de amor entre Dios y los  hombres que ha cruzado los siglos. Los sueños de los padres alimentarán y provocarán vuestras visiones para nuestros días. El sentimiento de ser parte de un pueblo de pecadores os dará los anticuerpos para evitar cometer los mismos errores: hacia Dios, hacia otros, hacia toda la creación”.

“Por eso, –prosiguió el Santo Padre– he querido que en los estudios eclesiásticos se realizara un “cambio radical de paradigma”, una “revolución cultural valiente” que, como resultado de la contribución de la reflexión y la praxis del pueblo de Dios “sobre el terreno” de todos los rincones del mundo, produzca “una verdadera hermenéutica evangélica, para entender mejor la vida, el mundo, los hombres”. Todavía no hemos superado la lógica iluminista (…) Este es el reto: la nueva hermenéutica que va en esta dirección. La hermenéutica de la memoria, de pertenecer a un pueblo, de contar una historia; la hermenéutica de caminar hacia una esperanza, la hermenéutica (…) de los tres lenguajes, juntos, armónicos: el lenguaje de la mente, el lenguaje del corazón, el lenguaje de las manos, para que pensemos en lo que sentimos, sintamos lo que pensamos y hagamos lo que sentimos y pensamos … El buen teólogo y el buen filósofo tienen un pensamiento abierto, es decir, incompleto. Enamoraos  del pensamiento incompleto, porque este es nuestro camino, siempre abierto al maius de Dios y a la verdad” (Veritatis gaudium, 3).

El Papa se despidió de los estudiantes con una última reflexión sobre el libro de Daniel. “Ha habido temporadas de la historia en las que Israel –recordó- no tenía príncipes (es decir, pastores que lo guiaran en nombre de Dios), ni templo (la roca firme de la presencia de la Gloria de Dios entre el pueblo). En esos momentos, sin embargo, Dios envió profetas, para que el pueblo no estuviera privado de su Palabra y de su guía. En cambio, Azarías señala que ahora, en el exilio babilónico, ¡ya no hay ni siquiera eso! No hay profetas. ¿Qué queda por hacer? Nada más que presentarse a Dios con un corazón contrito y un espíritu humillado que  Dios apreciará … Veo un poco de descaro juvenil, un presentarse ante Dios con nuestra desnuda vergüenza. Y vosotros, jóvenes, por favor, presentaos ante Dios con vuestra vergüenza desnuda. Os sentará  bien. No solo a vosotros, a todos nosotros. Un poco como cuando “tiras de la cuerda” de la paciencia de los padres y abuelos, sabiendo cuanto te quieren. Pero aquí la intuición de los tres jóvenes fue acertada: Nada mueve la misericordia de Dios como nuestro corazón verdaderamente contrito y humillado”.

“De hecho –concluyó-  el hijo menor de la parábola del Padre misericordioso, experto en esta imprudencia juvenil, sabe que lo recibirán aunque su arrepentimiento no sea exactamente como debería ser”. “Me levantaré e iré donde mi padre”. Detrás de todo esto hay una confianza, una fe: Os deseo que seáis así de  abiertos al futuro, así de emprendedores y valientes a la hora de  soñarlo y planearlo, con la ayuda de los estudios que hacéis, porque “descaradamente” confiamos en que no hay decepción para los que se confían al Señor.

 

 

 

 

26/03/2019-16:44
Rosa Die Alcolea

Papa Francisco: "Roma obliga al poder temporal y al espiritual a dialogar constantemente"

(ZENIT – 26 marzo 2019).- En el marco de su visita al Capitolio Romano, el Papa Francisco ha expresado que “Roma, de alguna manera, obliga al poder temporal y al espiritual a dialogar constantemente, a colaborar establemente en el respeto mutuo”, así como requiere “ser creativos, tanto en el tejido diario de las buenas relaciones, como en el tratamiento de los muchos problemas que la gestión de una herencia tan inmensa necesariamente conlleva”.

El Pontífice, tras las huellas de Pablo VI, es el cuarto papa en visitar la sede del Ayuntamiento de Roma. Francisco ha realizado esta visita el martes, 26 de marzo de 2019, por la mañana, aceptando la invitación de la alcaldesa Virginia Raggi.

La joven alcaldesa le ha recibido en la zona de Sixto IV, y tras visitar las salas del Capitolio y firmar en el libro de Oro, Francisco ha dirigido unas palabras a las personas que trabajan en la Administración Capitolina, así como los concejales y autoridades municipales.

La Iglesia —ha explicado— que está en Roma "quiere ayudar a los romanos a redescubrir el sentido de pertenencia a una comunidad tan peculiar y, gracias a la red de sus parroquias, escuelas e instituciones caritativas, así como al compromiso amplio y encomiable del voluntariado, colabora con los poderes civiles y con toda la ciudadanía para que esta ciudad mantenga su rostro más noble, sus sentimientos de amor cristiano y de sentido cívico".

Roma "tiene una vocación universal", es "portadora de una misión y un ideal que puede cruzar montañas y mares", y que "puede narrarse a todos, sean cercanos o lejanos, cualquiera sea su pueblo de pertenencia, su idioma o el color de su piel", ha descrito Francisco.

 

Discurso del Papa a la Administración Capitolina

Señora alcaldesa
Señoras y señores concejales de la Municipalidad de Roma,
Ilustres Autoridades,

Queridos amigos:

Doy las gracias a la señora alcaldesa por su invitación y por las amables expresiones que me ha dirigido. Mi saludo cordial se extiende a los ediles, a los concejales de la Municipalidad, a los representantes del Gobierno, a las demás autoridades presentes y a toda la ciudadanía romana.

Desde hace tiempo quería venir al Capitolio para encontraros y agradeceros personalmente la colaboración brindada por las autoridades de la ciudad a las de la Santa Sede con motivo del Jubileo Extraordinario de la Misericordia, así como durante la celebración de otros eventos eclesiales que, para llevarse a cabo con orden y  éxito, necesitan la disponibilidad y el trabajo calificado de vosotros, los administradores de esta ciudad, testigos de una historia milenaria y que, al acoger al cristianismo, se ha convertido a lo largo de los siglos en el centro del catolicismo.

Roma es la patria de una concepción original del derecho, basada en la sabiduría práctica de su pueblo y mediante la cual ha irradiado al mundo con sus principios e instituciones. Es la Ciudad que ha reconocido el valor y la belleza de la filosofía, del arte y en general de la cultura de  la antigua Hélade, que la ha aceptado y la ha integrado hasta el punto de que la civilización que surgió de ella se ha llamado con razón grecorromana. Al mismo tiempo, por una coincidencia que es difícil no llamar diseño, aquí los santos apóstoles Pedro y Pablo coronaron su misión con el martirio, y su sangre, mezclada con la de muchos otros testigos, se convirtió en la semilla de  nuevas generaciones de cristianos que contribuyeron a dar a la Urbe un nuevo rostro que, no obstante la infinidad de sus vicisitudes históricas, con sus dramas, luces y sombras, sigue resplandeciendo con la riqueza de sus monumentos, obras de arte, iglesias y palacios, todo dispuesto de manera inimitable en las siete colinas, de las cuales esta es la primera.

Roma, a lo largo de sus casi 2.800 años de historia, ha sabido  acoger e integrar a diferentes poblaciones y personas procedentes de todo el mundo, pertenecientes a las más variadas categorías sociales y económicas, sin anular sus diferencias legítimas, sin humillar o aplastar sus respectivas características ni su identidad. Más bien, ha otorgado a cada uno de ellos un terreno fértil, ese humus adecuado para obtener lo mejor de cada uno y dar forma, en diálogo mutuo, a nuevas identidades.

Esta ciudad ha acogido a estudiantes y peregrinos, turistas, refugiados y migrantes de todas las regiones de Italia y de muchos países del mundo. Se ha convertido en polo de atracción y bisagra. Bisagra entre el norte continental y el mundo mediterráneo, entre las civilizaciones latina y germánica, entre las prerrogativas y los poderes reservados a los poderes civiles y las propios del poder espiritual. En efecto, se puede afirmar que, gracias a la fuerza de las palabras del Evangelio, se ha inaugurado aquí esa  distinción providente, -en respeto mutuo y colaborativo por el bien de todos-, entre la autoridad civil y la religiosa, que mejor se ajusta a la dignidad de la persona humana y le ofrece espacios de libertad y participación.

Roma, pues, se ha convertido en meta y símbolo para todos aquellos que, reconociéndola como la capital de Italia y el centro del catolicismo, se han encaminado hacia ella para admirar sus monumentos y huellas del pasado, para venerar los recuerdos de los mártires, para celebrar los principales fiestas del año litúrgico y para las grandes peregrinaciones del Jubileo, pero también para prestar su labor al servicio de las instituciones de la nación italiana o de la Santa Sede.

Por eso, Roma, de alguna manera obliga al poder temporal y al espiritual a dialogar constantemente, a colaborar establemente  en el respeto mutuo; y también requiere ser creativos, tanto en el tejido diario de las buenas relaciones, como en el tratamiento de los muchos problemas que la gestión de una herencia tan inmensa necesariamente conlleva.

La “Ciudad Eterna” es como un enorme crisol de tesoros espirituales, histórico-artísticos e institucionales, y al mismo tiempo es el lugar donde viven unos tres millones de personas que trabajan, estudian, rezan, se encuentran y continúan su historia personal y familiar, y que juntos son el honor y el esfuerzo de cada administrador, de cualquiera que trabaje por el bien común de la ciudad. Es un organismo delicado, que necesita cuidados humilde y asiduos y valor creativo para mantener el orden y la habitabilidad, para que no se degrade tanto esplendor. Pero al cúmulo de glorias pasadas podemos agregar la contribución de las nuevas generaciones, su genio específico, sus iniciativas, sus buenos proyectos.

El Capitolio, junto con la Cúpula de Miguel Ángel y el Coliseo, -que se pueden ver desde aquí-, son, de alguna manera, sus emblemas y su síntesis. En efecto, todos estos vestigios nos dicen que Roma tiene una vocación universal, portadora de una misión y un ideal que puede cruzar montañas y mares, y que puede narrarse a todos, sean cercanos o lejanos, cualquiera sea su pueblo de pertenencia, su idioma o el color de su piel. Como la Sede del Sucesor de San Pedro, es un punto de referencia espiritual para todo el mundo católico. Por eso, bien se explica que  el Acuerdo entre Italia y la Santa Sede sobre el Concordato, que celebra este año su 35 aniversario, afirme que «la República Italiana reconoce el significado particular que Roma, sede episcopal del Sumo Pontífice, tiene para la catolicidad “(art. 2 § 4).

Esta peculiar identidad histórica, cultural e institucional de Roma requiere que la Administración del Capitolio pueda gobernar esta realidad compleja con herramientas regulatorias apropiadas y una buena dotación de recursos.

Aún más decisivo, sin embargo, es que Roma se mantenga a la altura de sus tareas y de su historia, que sepa, incluso en las circunstancias cambiantes de nuestros días, ser faro de la civilización y maestra de la acogida, que no pierda la sabiduría que se manifiesta en la capacidad de integrar y hacer que todos se sientan partícipes de un destino común.

La Iglesia que está en Roma quiere ayudar a los romanos a redescubrir el sentido de pertenencia a una comunidad tan peculiar y, gracias a la red de sus parroquias, escuelas e instituciones caritativas, así como al compromiso amplio y encomiable del voluntariado, colabora con los poderes civiles y con toda la ciudadanía para que esta ciudad mantenga su rostro más noble, sus sentimientos de amor cristiano y de sentido cívico.

Roma requiere  y merece la colaboración activa, sabia y generosa de todos; merece que tanto los ciudadanos privados como las fuerzas sociales y las instituciones públicas, la Iglesia Católica y otras comunidades religiosas, se pongan al servicio del bien de la ciudad y de las personas que aquí viven, especialmente aquellos que por cualquier razón se encuentren en los márgenes, casi descartados y olvidados o que experimentan el sufrimiento de la enfermedad, el abandono o la soledad.

Han pasado cuarenta y cinco años desde el congreso titulado: “Las responsabilidades de los cristianos frente a las expectativas de caridad y justicia en la diócesis de Roma“, más conocido como el congreso  “sobre los males de Roma” que se comprometió a poner en práctica las indicaciones del Concilio Vaticano II y permitió  que se enfrentaran con mayor responsabilidad las condiciones reales de las periferias urbanas, a las que habían llegado masas de inmigrantes de otras partes de Italia. Hoy en día, aquellas y otras periferias han visto la llegada, desde muchos países, de numerosos migrantes que huyen de las guerras y la pobreza, que buscan reconstruir su existencia en condiciones de seguridad y de vida digna.

Roma,  ciudad hospitalaria, está llamada a enfrentar este desafío trascendental en el surco de su noble historia; a utilizar sus energías para acoger e integrar, para transformar tensiones y problemas en oportunidades de encuentro y crecimiento. Roma, fertilizada por la sangre de los mártires, sabe cómo obtener de su cultura, formada por la fe en Cristo, los recursos de creatividad y caridad necesarios para superar los temores que corren el riesgo de bloquear las iniciativas y los posibles caminos. Esos recursos podrían lograr que la ciudad floreciera,  hermanar y crear oportunidades para el desarrollo, tanto cívico y  cultural, como económico y social. ¡Roma, ciudad de puentes, nunca de muros!

¡No hay que temer la bondad y la caridad! Son creativas y generan una sociedad pacífica, capaz de multiplicar las fuerzas, de abordar los problemas con seriedad y con menos ansiedad, con mayor dignidad y respeto para cada uno y de abrir nuevas oportunidades para el desarrollo.

La Santa Sede desea colaborar cada vez más y mejor por el bien de la ciudad, al servicio de todos, especialmente de los más pobres y desfavorecidos, por la cultura del encuentro y por una ecología integral. Alienta a todas sus instituciones y estructuras, así como a todas las personas y comunidades de las que es referente, a comprometerse activamente para dar testimonio de la eficacia y del atractivo de una fe que se convierte en trabajo, iniciativa y creatividad al servicio del bien.

Expreso, pues,  mis mejores deseos para que todos se sientan plenamente involucrados en el logro de este objetivo, para confirmar con la claridad de las ideas y la fortaleza del testimonio diario las mejores tradiciones de Roma y su misión, y para que todo ello favorezca un renacimiento moral y espiritual de la Ciudad. .

Señora alcaldesa, queridos amigos, al final de mi intervención, quiero encomendar a cada uno de vosotros, vuestro trabajo y las buenas intenciones que os animan, a la protección de María Salus Populi Romani y de los santos patrones Pedro y Pablo. ¡Servid con concordia  a esta amada Ciudad, a la cual el Señor me ha llamado para llevar a cabo el ministerio episcopal! Sobre cada uno de vosotros invoco de todo corazón la abundancia de bendiciones divinas y os aseguro un recuerdo en la oración. Y vosotros rezad por mí, y si alguno de vosotros no reza, por lo menos que piense bien en mí ¡Muchas gracias!

 

© Librería Editorial Vaticano

 

 

 

26/03/2019-17:24
Rosa Die Alcolea

Roma: Francisco pide a los ciudadanos que sean "artesanos de fraternidad y de solidaridad"

(ZENIT – 26 marzo 2019).- “En el corazón del Papa también hay sitio para quienes no comparten nuestra fe” –ha asegurado– “todos son hermanos: son para todos  mi cercanía espiritual y mi invitación a ser cada día ‘artesanos’ de la fraternidad y la solidaridad”.

Esta mañana, 26 de marzo de 2019, el Pontífice Francisco ha visitado el Capitolio de Roma, la sede del Ayuntamiento, donde se ha reunido con la alcaldesa, ha dirigido unas palabras a las autoridades municipales y se ha encontrado con los ciudadanos y con los empleados y familiares de los museos capitalinos.

A las 111:20 horas, el Papa se ha asomado a la Logia del Palacio Senatorio junto a la alcaldesa Virginia Raggi, desde donde saludó a los ciudadanos concentrados en la Plaza del Capitolio.

 

Comunidad que vive en armonía

Francisco ha pedido “hoy, y todos los días” a los ciudadanos de Roma que , “según su capacidad” se cuiden “los unos a los otros”: “que os cuidéis los unos a los otros, que permanezcáis cerca unos de otros, que os respetéis mutuamente”.

“Así encarnáis los valores más bellos de esta Ciudad: una comunidad unida que vive en armonía, que actúa no solo por la justicia, sino en un espíritu de justicia”, ha señalado el Obispo de Roma.

El Obispo de Roma les ha saludado desde el Capitolio, a diferencias de otras ocasiones, que ha sido desde San Pedro, en San Juan o en las parroquias: “Hoy puedo dirigiros la palabra y el saludo desde el Capitolio, cuna de esta Ciudad y  corazón de su vida administrativa y civil. ¡Gracias por vuestra presencia y por vuestro afecto por el Sucesor de Pedro!”, es ha dicho.

 

Rostro luminoso de la Iglesia

La Iglesia que está en Roma, según la conocida expresión de san Ignacio de Antioquía, “preside en la caridad” (Carta a los romanos, Proemio), ha recordado Francisco. “Es deber de su obispo, el Papa, pero también de todos los cristianos de Roma, trabajar de manera concreta para mantener el rostro de esta Iglesia siempre luminoso, reflejando la luz de Cristo que renueva los corazones”, ha anunciado a los fieles romanos.

Así, el 4º Pontífice en visitar el Capitolio, ha indicado: “Esta es la tarea de un ciudadano: ser artesano de fraternidad y solidaridad. Como tantas personas en todo el mundo, también vosotros, ciudadanos de Roma, estáis preocupados por el bienestar y la educación de vuestros hijos; os importa el futuro del planeta y el tipo de mundo que dejaremos para las generaciones futuras”.

“¡Gracias de nuevo por este encuentro!”, se ha despedido el Papa en la plaza del Capitolio. “Le pido al Señor que  os colme con sus gracias y sus bendiciones. Y os pido, por favor, que recéis por mí. ¡Gracias y hasta pronto!”.

 

 

 

 

26/03/2019-17:55
Rosa Die Alcolea

Visita al Capitolio: El Papa agradece su trabajo a los empleados del Ayuntamiento

(ZENIT – 26 marzo 2019).- El Papa Francisco se ha convertido hoy en el cuarto pontífice que visita el Capitolio de Roma, tras Pablo VI en 1966, seguido por Juan Pablo II en 1998 y por Benedicto XVI en 2009.

El Santo Padre ha llegado al Ayuntamiento de Roma a primera hora de la mañana del martes, 26 de marzo de 2019, donde le ha recibido la alcaldesa, Virginia Raggi, y juntos, han visitado varios salas del Capitolio, para terminar en en la Sala de la Protomoteca, donde ha dirigido un saludo a los empleados capitolinos y a sus familiares.

"Me complace saludar a quienes, de alguna manera, son la columna vertebral de la organización municipal", ha dicho el Papa agradeciendo su presencia y su acogida a todos.

"La mayor parte del trabajo que hacéis no sale en las noticias", ha reconocido. "Ninguno de vosotros es noticia, pero hacéis cosas que sostienen. Detrás del escenario, vuestro compromiso diario hace posible la actividad ordinaria de la Municipalidad en favor de los ciudadanos y de los numerosos visitantes que vienen a Roma todos los días".

“Con vuestro trabajo, os esforzáis por salir al encuentro de las exigencias legítimas de las familias romanas, que en tantos aspectos, dependen de vuestra preocupación: ¡sed consciente de tanta responsabilidad! Sois trabajadores sobre el terreno, funcionarios, empleados en varias oficinas y departamentos múltiples de la administración pública, personal de limpieza, mantenimiento y seguridad. ¡Gracias por todo lo que hacéis!”, ha valorado Francisco.

Así, el Obispo de Roma ha indicado el valor personal del trabajo: "Vuestro trabajo silencioso y fiel contribuye no solo al mejoramiento de la ciudad, sino que también tiene un gran significado para vosotros, personalmente, porque la forma en que trabajamos expresa nuestra dignidad y el tipo de personas que somos".

Por todo ello, el Papa ha animado a los empleados del Capitolio a continuar su actividad al servicio de la Ciudad de Roma, de sus habitantes, de los turistas y peregrinos "con generosidad y confianza", y les ha asegurado su oración por ellos y por sus familias; además de pedir que se acuerden "de rezar un poco" por él. "Dios os bendiga a todos. Gracias", se ha despedido.

 

 

 

26/03/2019-19:47
Ana Paula Morales

Entrevista al Obispo del Vicariato de Caroní, Venezuela: "Entre los gases de las bombas lacrimógenas"

(ZENIT — 22 marzo 2019).- "Ya ha pasado casi un mes desde aquella triste madrugada del 22 de febrero, en que un convoy de militares disparó contra indígenas pemones de la comunidad de San Francisco de Yuruaní o Cumaracapai, cuando éstos trataron de impedir el paso de los militares que iban a reforzar la frontera para impedir, por orden gubernamental, el paso de la ayuda humanitaria", afirma el Obispo de Caroní, Venezuela.

Mons. Felipe González explica cómo están viviendo la situación humanitaria en la región de Caroní con respecto a la matanza de indígenas pemones, en Venezuela.

El obispo nació el 14 de diciembre de 1944 en Madrid, España. Pertenece desde los 18 años a la Orden de los Frailes Menores Capuchinos. Fue nombrado Obispo de Tucupita, Venezuela, por san Juan Pablo II, en 1985. Desde el año 2014, nombrado por Francisco, es Obispo del Vicariato de Caroní, en el mismo país.

El arzobispado de Caroní colinda con Brasil. Recientemente en el 22 de febrero de 2019 hubo una gran masacre hacia unos indígenas venezolanos conocidos como los pemones. Estos habitan en el Estado de Bolivar, en la frontera de Guyana y Brasil.

 

Desaparecidos y personas escondidas

El saldo "que se registró en ese momento fue de varios indígenas heridos de bala y una muerta. La población de Santa Elena todavía no se ha repuesto de la situación ocurrida. Hay muchos comercios que todavía no han abierto sus puertas. Ello da una sensación de angustia, de temor y expectativa de lo que aún pueda pasar", recuerda el obispo.

La frontera hacia Brasil permanece cerrada. Monseñor González aclara: "Se llega a Pacaraima, primer pueblo de Brasil, solamente por trochas y pagando varias vacunas: a la gente de San Antonio de Morichal, último pueblo de Venezuela por el que pasa la trocha principal, y a los militares. Estas vacunas son selectivas. No se las cobran a todos. ¿Esto dignifica la letra del himno 'el honor es su divisa'? ¿Hasta cuándo van a seguir estos abusos?".

 

Ayuda de la Iglesia

"Se ha visitado, en el primer momento, el hospital para interesarse por los heridos, llevando todas las medicinas que había en el botiquín de emergencias del Vicariato, en realidad muy pocas. Por la tarde de ese primer día nos trasladamos a la entrada del Escuadrón de Caballería Motorizada, ESCAMOTO. Fuerte — Cuartel del Ejército acantonado en esta región. Allí se estaban librando las escaramuzas y enfrentamientos de pemones contra pemones. Un grupo muy pequeño, afecto al régimen y contrario a la entrada de la "ayuda", respaldados y resguardados por un gran contingente militar, armado con los elementos antimotines impedían el paso al gran número de personas, indígenas y criollas, que querían pasar a recibir la "ayuda". Menciona el Prelado.

Mons. González continúa narrando: "Las bombas lacrimógenas lo impidieron, así como flechas, piedras y cascos de botellas por parte del grupito opositor a la "ayuda". Un joven fue flechado y llevado de emergencia al hospital. La flecha le quedó incrustada unos centímetros más abajo del corazón."

"Entre los gases de las bombas lacrimógenas se pudo llegar hasta la redoma de entrada al Escamoto, donde estaba el General Montoya, comandante del operativo, con quien se tuvo un encuentro correcto, pero un diálogo inútil, debido a que las mismas palabras que usaban los interlocutores tenían para cada uno conceptos totalmente distintos y contrarios", indica el prelado.

La Iglesia sigue pendiente ante la realidad de la persecución solapada que se sigue haciendo contra personas influyentes. “A estas personas perseguidas se les trata de animar y alentar con mensajes de esperanza y otras ayudas que les deben llegar a los lugares donde se encuentran retirados y recluidos. Con Don Mario, Obispo de Roraima, y la Oficina de Cáritas de Brasil, se está tratando de reforzar la Oficina de Cáritas del Vicariato con el deseo de ayudar a los emigrantes que pasan por esta frontera y necesitan orientación para los trámites legales fronterizos. También se  está tratando de ver los pasos ante la posible ayuda que pueda venir. ¿A quién se va a dar?, ¿Cómo se va a repartir? ¿Quién lo va a hacer, con qué personas se va a contar?”, concluye el capuchino.

 

Masacre de los indígenas pemones

El obispo español narra cómo ocurrió la masacre de los pemones y de la ayuda humanitaria: “Fue la lucha de Goliat contra David. Goliat armado hasta los dientes con escafandras, escudos, material antimotines, bombas lacrimógenas, tanquetas de guerra blindadas, patrullando por las calles con fusiles disparando balas de verdad. David portando unas botellitas de cerveza con un poco de gasolina, porque está muy escasa, como bombas molotov, para hacer frente a las tanquetas blindadas. La lógica humana dominó la situación y desde las tanquetas disparaban al que veían por la calle”.

“Hubo varios ‘davides’ muertos en esta operación. No se sabe cuántos. En estas situaciones, siempre hay abusos por ambas partes, aunque la desproporción es infinita. Algunos secuestraron tres camiones con comida, y los llevaron a tres sectores de la ciudad para repartirla. Hay unos videos dramáticos en los que uno de estos camiones es perseguido por tres tanquetas en una de las calles principales, disparando al chofer de uno de los camiones a quien mataron impunemente.” Evoca el Prelado

Testigos dicen que “todavía moribundo lo embarcaron en una de las tanquetas y no se ha sabido nada más de esa persona. Hay informes no confirmados de que en el Escamoto hay una fosa común, donde enterraron algunos muertos. El sábado fue una auténtica guerra. Se oían disparos por todos los sectores en los que no habían puesto barricadas para impedir el acceso de las tanquetas que recorrían las calles disparando al que veían por la calle, sin ninguna consideración. Según informes oficiales provenientes del Foro Penal hubo siete fallecidos de los que se tiene copia de partida de defunción”.

 

Joven flechado, personas huidas

“Además me consta personalmente de un joven flechado y diez personas huidas y escondidas, alguna ya ha pasado a Brasil, por ser perseguidas. Los policías, entraron en algunas casas, a la fuerza, para revisarlas y buscar a personas y armas, sin ninguna autorización ni orden judicial, violando todos los derechos  humanos y familiares. Extra oficialmente hubo más fallecidos, que han sido enterrados en una fosa común en el ESCAMOTO. Hay varios desaparecidos, bastantes heridos de bala y otras personas más, escondidas. De todo esto no consta ningún número concreto oficial. El Gobierno nunca ha dado cifras oficiales de nada”.

“Esta situación comienza por la prohibición del gobierno de la entrada en Venezuela la “Ayuda Humanitaria”, asegura el obispo.

“Esto, a mi modo de ver, fue la tapadera para dominar política y económicamente el Municipio”, señala. “La alcaldía está en manos de un indígena ‘independiente’, opuesto al gobierno. Esto es una espina para el gobierno local y nacional. En otras ocasiones ha habido intentos por parte del gobernador de querer apoderarse de la alcaldía. El alcalde había sido elegido democrática y mayoritariamente por los propios indígenas quienes lo han defendido hasta ahora”, testifica el capuchino.

Continua el prelado: “Ante la persecución actual, ha solicitado unos días de ausencia por enfermedad y se ha refugiado en lugar desconocido, tal vez en Brasil, y es muy posible que en pocos días, cuando se le acabe el permiso, le declaren inhabilitado por ‘abandono de cargo’ y el gobierno consiga ‘legalmente’ lo que ha venido buscando, nombrar un sustituto del alcalde actual, por otro afín al gobierno”.

“En el fondo están la hegemonía por el poder y las riquezas de oro y otros minerales de la zona que el gobierno busca y necesita explotar para su beneficio, en este momento de crisis económica nacional”.

 

El oro

“Para ello, eliminará a los pequeños mineros locales de cada comunidad para ampliar el ‘Arco Minero’ y entregar la explotación a empresas internacionales con las que tiene deudas o a mafias de poder, militares o paramilitares, siendo ‘los sindicatos’ los representantes visibles de esas mafias, las cuales no aparecen a la vista, pero son las que dominan todo el territorio. De hecho ya se ha decretado ‘lugar de excepción’ para ampliar el Arco Minero, a la zona de Icabarú, la más alejada de este Municipio, y que no tiene nada que ver geográficamente  con el Arco minero, pero en este momento es de las más productivas de oro”, manifiesta Mons. González.

Declara el obispo: “Otra triste realidad que nos ha dejado todo esto es la división interna que se ha manifestado y fortalecido entre familias y comunidades indígenas. Los intereses particulares privan sobre el bien común. Las mentiras propaladas de forma oficial, injusta y abusivamente han propiciado, en aparte, esta desunión y conflictividad interna de los pemones. Unos días antes de iniciarse el conflicto y ante la realidad inminente de la llegada de la “Ayuda”, se reunieron los capitanes de las comunidades del sector para decidir qué iban a hacer. Firmaron un convenio en el que los capitanes de dos comunidades: San Francisco de Yuruaní o Cumaracapai y Manacrí optaron por apoyar la ‘Ayuda’ el resto, 17 comunidades, optaron por permanecer ‘imparciales’ y que cada uno hiciera personalmente lo que creyera conveniente. La propaganda y manipulación del sector oficialista proclamó que sólo dos comunidades estaban a favor de la ayuda y 17 en contralo cual no es cierto. De ahí que luego proclamaran a cuatro comunidades rebeldes: San Francisco de Yuruaní o Cumaracapai y Manacrí, a las que se unieron Maurac y Santo Domingo”.

“Hubo un doble enfrentamiento por la ‘posesión del aeropuerto’. En primer lugar la Guardia se entrega pacíficamente, con su armamento, ante los indígenas quienes les apresan para soltarles posteriormente, sin las armas. Hay distintas versiones del trato que dieron los indígenas a los guardias presos. Posteriormente los militares entran a la fuerza en el aeropuerto para retomarlo y conseguir las armas incautadas por los indígenas. Estas armas ya no las encontraron los militares y ésta es una de las razones de las persecuciones actuales. En este operativo los militares pusieron presos a varios indígenas a los que según versiones maltrataron en el escamoto. Cuando se fue a evaluar las lesiones que les habían hecho, alguno de los capitanes indígenas no lo permitió”, ratifica el mitrado.

El domingo 10 de marzo hubo otro enfrentamiento. “Se presentaron militares, policías, y otros organismos policiales, por órdenes de arriba para intervenir  y apoderarse de los ‘puntos de control’ de las cuatro comunidades rebeldes: San Francisco de Yuruaní o Cumaracapai, Manacrí, Maurac y Santo Domingo, juntamente con la Casa Presidencial de Manacrí. La razón era “rescatar” a un joven preso en el Centro de Control de Manacrí porque le estaban tratando muy mal. La primera parte sí era cierta, la segunda no. Hubo una discusión. Pero no hubo que lamentar heridos de ningún tipo. Siguió la amenaza de “entrar en las casas señaladas” porque en ellas estaban las armas quitadas a los guardias del aeropuerto. Por esta razón la gente está muy preocupada y con miedo por esas requisas que ya han hecho en alguna casa sin ninguna autorización ni orden judicial”, menciona el metropolitano.

La frontera sigue cerrada. “No hay paso a Brasil sino por alguna trocha polvorienta en estos momentos de verano y pagando una “mordida”. En la zona de Brasil hay una cantidad considerable de camiones de transportes, que no está dejando pasar la Guardia Federal, cargadas de comida no humanitaria, sino de otras  personas (¿empresarios, militares, gobierno?) ¿Dónde va esa comida, quién y dónde se distribuye, quién se beneficia?. Este paso de gandolas es constante todos los días del año. La mayoría de estos camiones tienen matrícula brasilera o circulan sin matrícula alguna. De regreso a Brasil también van cargados. ¿Qué trasportan? En las infinitas alcabalas montadas por las carretas, nunca les revisan nada”, indica el prelado.

 

 

 

 

26/03/2019-19:21
Esther Nuñez Balbín

Patiachi Tayori, mujer amazónica harakbut, pide mayor atención en seguridad alimentaria

Visibilizados por Francisco, los miembros de las naciones amazónicas buscan ser escuchados para conservar los bosques tropicales, y elaborar compromisos de acción que permitan recuperar la casa común. “Como líder de la paz, Francisco nos escuchó llegó a visitarnos y a inaugurar el Sínodo Panamazónico 2019 en Madre de Dios”, comentó para Zenit Yessica Patiachi Tayori, joven amazónica que saludó al Sumo Pontífice en nombre del pueblo harakbut durante su segundo día de visita pastoral en el Perú.

Patiachi Tayori, mujer amazónica harakbut, tiene muy claro que “desarrollo” no es sinónimo de “extractivismo” o de “asistencialismo”. Así lo dio a conocer durante el seminario de estudio denominado “Hacia el Sínodo especial para la Amazonía: dimensión regional y universal”, celebrado en la ciudad del Vaticano del 25 al 27 de febrero.

Maestra bilingüe de la comunidad nativa Puerto Luz, ubicada a cinco días en bote de la ciudad de Puerto Maldonado, la capital de Madre de Dios, Yessica puso sobre la mesa el deterioro del planeta tierra, además pidió a los organismos gubernamentales convertirse en los nuevos aliados de la defensa de los bosques.

Junto a los miembros de las naciones amazónicas de los países de Bolivia, Brasil, Colombia, y Ecuador, Patiachi agradeció la invitación del cardenal a esta reunión de estudio organizada por la Secretaría del Sínodo Panamazónico.

 

Primer libro de literatura harakbut

Al mismo tiempo, manifestó su preocupación por la necesidad de instituir nuevas políticas de acción entorno a la seguridad alimentaria de los pueblos amazónicos, frente a la contaminación de sus ríos y la tala indiscriminada de los árboles.

Pintora y autora del primer libro de literatura escrito en harakbut es considerada lideresa en su pueblo. Los harakbut fueron uno de los primeros pueblos indígenas en organizarse para defender sus derechos ancestrales. Los miembros de esta nación amazónica habitan entre Madre de Dios y el Cusco al oriente del Perú.

 

Comunicadores peruanos cubrirán el Sínodo

Tras la realización del seminario de estudio internacional camino al Sínodo Panamazónico comunicadores de diversos medios escritos, radiales y digitales que difunden sus contenidos en localidades de la Amazonía peruana participaron del curso para comunicadores “Conectados con la Amazonía” organizado por el Instituto Bartolomé de las Casas en la ciudad de Lima del 21 al 22 de marzo.

La Amazonía y su problemática, ¿De qué se ocupa el Sínodo Panamazónico?, ¿Cómo realizar la cobertura de un Sínodo?, Laudato SI: Al cuidado de la casa común; entre otros, fueron algunos de los temas analizados por reconocidos profesionales de la comunicación conocedores del tema amazónico.

 

 

 

 

26/03/2019-09:39
Antonio Rivero

Padre Antonio Rivero: "¿A quién de los personajes quiero imitar?"

 

CUARTO DOMINGO DE CUARESMA

Ciclo C

Textos: Josué 5, 9a.10-12; 2 Co 5, 17-21; Lc 15, 1-3. 11-32

Antonio Rivero, L.C. Doctor en Teología Espiritual, profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y asistente del Centro Sacerdotal Logos en México y Centroamérica, para la formación de sacerdotes diocesanos.

Idea principal: Llamada a la conversión y a dejarnos envolver por la misericordia de Dios.

Síntesis del mensaje: El Papa Francisco dice en su carta Misericordiae vultus: " En las parábolas dedicadas a la misericordia, Jesús revela la naturaleza de Dios como la de un Padre que jamás se da por vencido hasta tanto no haya disuelto el pecado y superado el rechazo con la compasión y la misericordia. Conocemos estas parábolas; tres en particular: la de la oveja perdida y de la moneda extraviada, y la del padre y los dos hijos (cfr Lc 15,1-32). En estas parábolas, Dios es presentado siempre lleno de alegría, sobre todo cuando perdona. En ellas encontramos el núcleo del Evangelio y de nuestra fe, porque la misericordia se muestra como la fuerza que todo vence, que llena de amor el corazón y que consuela con el perdón" (n. 9). El hombre que tuvo dos hijos es Dios, que tiene dos pueblos. El hijo mayor es el pueblo judío; el menor, el gentil. La herencia recibida del padre es la inteligencia, la mente, la memoria, el ingenio y todo aquello que Dios nos dio para que lo conociésemos y alabásemos.

Puntos de la idea principal: Saquemos al proscenio de nuestra vida a los personajes de la parábola, bajo la inspiración de algunos santos Padres de la Iglesia.

En primer lugar, el hijo menor. Es el pueblo gentil. Se alejó de la casa del Padre hacia una región lejana, para derrochar el tesoro y disipar la herencia que Dios pródigamente le había confiado. Y allá en esa región del pecado se fue oscureciendo la imagen y semejanza que el Creador había impreso en su alma. Quería una libertad sin límites. Se dejó llevar por ilusorios espejismos, tratando de saciar la sed de felicidad que se anidaba en su corazón con los placeres de este mundo.

¿Qué pasó? Cayó en la más profunda degradación espiritual, moral, existencial. Dos elementos fueron fundamentales para la vuelta a casa: la reflexión y el sentido de familia en la formación espiritual de los hijos. Primero, la reflexión. Este hijo menor reflexionó. Dios permite nuestra miseria para que, volviendo sobre nosotros mismos, experimentemos nuestra indigencia, sintamos la nostalgia de la casa del Padre y retornemos al único Bien que puede apagar nuestra sed de infinito. "Nos ha hecho, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti" (San Agustín, Confesiones I, 1).

Será la reflexión sobre nuestros pasos la que nos permitirá conocernos mejor a la luz de Dios, confesando así nuestra miseria. Santa Teresa de Jesús, maestra del diálogo entre el alma y Dios, decía que el primer paso de la vida de oración era conocerse a sí mismo a la luz de Dios. Y segundo, el sentido de familia. Si este hijo menor se decide a volver es porque en la casa de su Padre siente seguridad, el amor y ternura de su Padre, además de las comodidades que le brindaba la vida familiar. ¡Atención a los padres de familia para que rodeen a sus hijos de cariño, calor y abrazos, para que no se dejen llevar de los reclamos de la carne y de los paraísos engañosos de la droga y falsas ideologías! Es en la familia donde se siembran las primeras semillas de la fe y se forman los hábitos que liberan a los hijos de la esclavitud interior.

En segundo lugar, el hijo mayor. Es el pueblo judío cumplidor de la ley, fiel a la Alianza divina, guiado por los Patriarcas y Profetas. Sin embargo, poco a poco, un gusano fue carcomiendo esta fidelidad, el peor de los males, la soberbia. Olvidando que la elección divina era un don gratuito, y no algo que le era debido en justicia, comenzó a despreciara aquellos se habían marchado a regiones lejanas. Perdió el sentido universal de su misión, enterró el talento que le había sido confiado, sin hacerlo producir para bien de todos. Pueblo este inmisericorde y despiadado con quienes no cumplían a la letra lo que ellos consideraban la ley de Dios. Se creía con derechos ante su padre. Se creía justo. A la soberbia y presunción del mérito proprio, se le juntaron el resentimiento, la envidia, la ira, la tristeza interior. ¡Qué pena, pues este hijo mayor vino a romper la sinfonía maravillosa de la casa y no quiso entrar en la fiesta de la misericordia!

Finalmente, el padre misericordioso. Misericordioso con el hijo menor y con el mayor, también. Con los dos usó de su infinita misericordia. Con el hijo menor, misericordia concretizada en estos detalles: le respeta la libertad, sabe esperar con paciencia el tiempo de la maduración de su hijo, lo recibe con júbilo y esplendidez, y lo restituye en su dignidad humana y espiritual. Con el hijo mayor, misericordia concretizada en estos detalles: sale para llamar al hijo, le invita a la fiesta común, soporta la humillación de su hijo al echarle en cara tanta misericordia con el menor, y le dice que en casa no es esclavo, sino hijo, y que puede disponer de los bienes de la familia. Derramó lágrimas de alegría, sí, por la vuelta del hijo menor; pero también de tristeza y pena, por el hijo mayor.

Para reflexionar: ¿Soy consciente de la lucha y violencia terrible que el demonio y el espíritu del mundo desatan contra la familia, contra la pureza del amor humano tal cual Dios los ha creado y redimido en Cristo, contra la inocencia de los niños despertando en ellos la desconfianza hacia sus padres y hacia toda autoridad legítima, proponiendo "nuevos maestros", hablando de amor libre, de divorcio, llamando normales a conductas destructivas para la familia, manipulando la vida humana por los abusos de la ingeniería genética? ¿Con cuál de los dos hijos me identifico? ¿Tengo corazón misericordioso como ese padre de la parábola?

Para rezar: Nunca mejor que hoy para rezar el acto de contrición: "¡Señor mío, Jesucristo! Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío; por ser Vos quien sois, Bondad infinita, y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; también me pesa porque podéis castigarme con las penas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuere impuesta. Amen".

O estas líneas de santa Faustina Kowalska: "Deseo transformarme en tu misericordia y ser un vivo reflejo de Ti, oh Señor. Que este más grande atributo de Dios, es decir su insondable misericordia, pase a través de mi corazón y mi alma al prójimo. Ayúdame Señor, a que mis ojos sean misericordiosos para que yo jamás sospeche o juzgue según las apariencias, sino que busque lo bello en el alma de mi prójimo y acuda a ayudarle. Ayúdame Señor, a que mis oídos sean misericordiosos para que tome en cuenta las necesidades de mi prójimo y no sea indiferente a sus penas y gemidos. Ayúdame Señor, a que mi lengua sea misericordiosa para que jamás critique a mi prójimo, sino que tenga una palabra de consuelo y de perdón para todos. Ayúdame Señor, a que mis manos sean misericordiosas y llenas de buenas obras para que sepa hacer sólo el bien a mi prójimo y cargar sobre mí las tareas más difíciles y penosas. Ayúdame Señor, a que mis pies sean misericordiosos para que siempre me apresure a socorrer a mi prójimo, dominando mi propia fatiga y mi cansancio. Mi reposo verdadero está en el servicio a mi prójimo. Ayúdame Señor, a que mi corazón sea misericordioso para que yo sienta todos los sufrimientos de mi prójimo. A nadie le rehusaré mi corazón. Seré sincera incluso con aquellos de los cuales sé que abusarán de mi bondad. Y yo misma me encerraré en el misericordiosísimo Corazón de Jesús. Soportaré mis propios sufrimientos en silencio. Que tu misericordia, oh Señor, repose dentro de mí. Jesús mío, transfórmame en Ti porque tú lo puedes todo. Amén" (Diario 163).

 

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

 

 

 

26/03/2019-08:49
Isabel Orellana Vilches

Beato Francisco Faá di Bruno, 27 de marzo

«Admirable alianza entre ciencia y espiritualidad: excelso legado de un hombre de Dios que tuvo en contra a colegas de universidad cargados de prejuicios. Cualificado científico, inventor, benefactor de los pobres y gran fundador»

Francisco fue objeto de discriminación por ciertos colegas cargados de prejuicios. Juzgaron poco menos que imposible que un hombre de Dios, que confesaba abiertamente la fe, a pesar de ser inventor, escritor, políglota, brillante investigador, dominar diversas ciencias, etc., pudiera tener el rigor intelectual que únicamente apreciaban en los no creyentes. Así que hicieron todo lo posible para que se le cerraran las puertas académicas.

Nació en Alessandría, Piamonte, Italia, el 29 de marzo de 1825. Era el último de doce hermanos. Sus padres, el marqués Ludovico Faá de Bruno y la noble Carolina Sappa proporcionaron a todos una excelente educación. Francisco tenía grandes cualidades e inclinación singular por las matemáticas, disciplina que estudió con verdadera satisfacción. En el colegio de los padres somascos, en el que ingresó en 1834 una vez fallecida su madre, recibió formación durante cuatro años. Y en 1840 emprendió la carrera militar en Turín. Cuando el rey Víctor Manuel II le encomendó la educación de sus hijos viajó a París, lo cual le permitió completar estudios matemáticos.

La corte, con su ambiente plagado de anticlericalismo, le desagradó; no encajaba con su sensibilidad espiritual. En París tuvo como maestro al católico Cauchy, y al codescubridor del planeta Neptuno, profesor Leverrier. Por otro lado, su asidua presencia en la iglesia de San Sulpicio propició su implicación en las Conferencias de San Vicente de Paúl, y le dio la oportunidad de conocer a su fundador Federico Ozanam. Prestó servicios en el cuerpo de ingenieros del ejército italiano, y obtuvo el grado de capitán.

Uno de los trabajos que le encomendaron, una vez liberado de su responsabilidad de preceptor de los hijos del monarca, tuvo que ver con la cartografía, para lo cual fue enviado a los Apeninos. Allí se retiró definitivamente del ejército en 1853 eludiendo un duelo al que le empujaban sin desearlo. Tres años más tarde, en París se doctoraba en ciencias matemáticas. En 1856 obtenía este grado en astronomía en la prestigiosa universidad de la Sorbona. En esa época sus esfuerzos por vincular fe y ciencia eran notables.

Después, regresó a Turín y ejerció la docencia universitaria. Impartió matemáticas por indicación de su obispo, y tuvo la magnífica visión de transmitir a sus alumnos la profunda convicción que le animó. Aunando la fe con la ciencia, les hacía ver que ésta no se opone a la fe sino que la ilumina.

Plasmó sus investigaciones en artículos escritos en francés, inglés y alemán. En total cuarenta, que fueron publicados en las revistas científicas de Europa y América más influyentes y rigurosas que había en el mundo, algo que no se halla a la mano de cualquiera. Su existencia estuvo signada por la idea de no perder jamás el tiempo, «ni un minuto». Leía, estudiaba, se interesaba por todas las ramas del saber y los avances técnicos. No era cuestión de simple inquietud o afán de hacer acopio de valiosa información.

Francisco aplicaba lo que aprendía para mejorar las condiciones de vida de su tiempo. Y de hecho, inventó aparatos para la enseñanza de las ciencias físico-matemáticas y hasta un escritorio para ciegos con objeto de ayudar a una de sus hermanas. Compositor de melodías sagradas y autor de algunos libros de este cariz, fue también benefactor de los pobres a través de la Sociedad de San Vicente de Paúl; realizó constantes obras de caridad.

A él se debe la fundación en 1860 de la «Obra de Santa Zita» para la promoción de la mujer, a la que seguirían otras. En octubre de 1876, a sus 51 años de edad, se ordenó sacerdote en Turín, dando respuesta a un sentimiento espiritual. En su decisión pesó el consejo de Don Bosco que vio en ello un bien para su fundación. Ofició su primera misa en la iglesia Nuestra Señora del Sufragio de la localidad de San Donato, ideada y erigida por él. La construcción había comenzado en 1869 y justamente ese año de su ordenación concluyeron las obras.

En 1881 fundó la congregación de las Hermanas Mínimas de Nuestra Señora del Sufragio dedicada a la oración por las almas del Purgatorio, y las Hijas de Santa Clara para jóvenes discapacitadas. Este emporio contenía escuelas, laboratorio, enfermería, pensionado, liceo científico, entre otras. Había lugar para la infancia y juventud abandonada, madres solteras, ancianos, enfermos, inválidos...

Adquirió en Benevello de Alba un castillo con el fin de predicar retiros espirituales, destinándolo a descanso veraniego de pensionistas y a impartir clases a niños del lugar. Fue alentado y bendecido por Pío IX, al que acudió ya que tuvo serias dificultades con el arzobispo de Turín. Murió el 27 de marzo de 1888. Previamente legó a esta ciudad la excelente biblioteca científica que había reunido. Juan Pablo II lo beatificó el 25 de septiembre de 1988.