Tribunas

Blasfemia colectiva

 

 

Daniel Tirapu

 


 

 

Por el amor de Dios…qué canallada de expresiones cotidianas, de burla a Dios, a La Virgen y a los santos. De comedias, de monólogos tontos y mediocres sobre lo santo y lo sagrado; so capa de arte, de denuncia, de libertad de expresión. No olvidemos el primer mandamiento: amar y respetar con todo tu corazón a Dios. Sin falsas dicotomías; si no amas a Dios, no creo que ames a los demás, sino amas a quienes ves, a los de tu casa, no existe tu amor de Dios. Por cierto, la humanidad va a menos en esto; nuestros ancestros tenían un respeto a lo sagrado, al misterio, que hoy no se ve demasiado. Y como dicen los italianos, al final el peón y el Rey van a la misma caja.

Quienes cuidan de Auswitch, han dicho basta ya de fotos y shelfies en las vías del tren o en el recinto de humanidad doliente. ¿No creen en el demonio? Y cómo se explica el aumento de sacrilegios, robos de hostias, pintadas, asaltos a Iglesias, sin beneficio material. El demonio es viejo y creyente. Hemos de desagraviar, acompañar esos sagrarios tan solos y pedir un respeto sincero de los que creemos, no por nosotros, que también; fuera crucifijos, pero si la salvación vino de un crucificado que muere perdonando y amando.

Cada vez en más Iglesias percibo, por edad de la gente o debilidad, que menos gente se arrodilla en la Consagración: momento en el que el sacerdote pronuncia las palabras que convierten pan y vino en el Cuerpo y Sangre de Cristo; comulgar en la mano es cada vez más usual.

El Papa Benedicto quiso que se comulgara de rodillas en el Vaticano. En Luz del mundo (p.166) comenta: "No estoy en principio en contra de la comunión en la mano: yo mismo la he dado y la he recibido de ese modo. Pero al hacer ahora que se reciba la comunión de rodillas y al darla en la boca he querido colocar una señal de respeto y llamar la atención hacia la presencia real (...). He oído hablar de gente ( que en masivos actos en Roma), que guarda la comunión en la cartera y se la lleva consigo como un "souvenir" cualquiera (...), debe verse con claridad que allí hay algo especial.

Aquí está presente EL, ante quien se cae de rodillas. ¡ Prestad atención!. No es meramente un rito social cualquiera del que todos podemos participar o no".

 

Daniel Tirapu