Conferencia Episcopal Española

 

Claves de la Plenaria de los obispos: del apoyo a Reig a la "Liturgiafobia"

 

La intervención de Luis Argüello en la rueda de prensa posterior hizo posible que se expresara la voz de la Iglesia en temas no fáciles, incluyendo el apoyo al obispo de Alcalá

 

 

10/04/19


 

 

La intervención del obispo secretario de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Luis Argüello, en la rueda de prensa posterior a la Plenaria hizo posible que se expresara la voz de la Iglesia en temas no fáciles, incluyendo el apoyo al obispo de Alcalá.

Su labor de descripción de lo que ocurrió en la semana de los trabajos episcopales sigue planteando algunas cuestiones sobre las causas de los significativos cambios que se produjeron a lo largo de esos días.

 

Reig Pla

El primero de ellos fue el apoyo al obispo de Alcalá de Henares, monseñor Juan Antonio Reig Pla, expresado en la nota final y con firmeza en las palabras del obispo portavoz.

Los obispos le dedicaron no poco tiempo a esta cuestión, en la que se trataba, no solo de defender la libertad de la Iglesia, sino de reconocer el trabajo de un obispo no siempre comprendido incluso por los más cercanos.

No hay que olvidar, y así se dijo, que hubo quien en Roma comentaba que las cuestiones referidas a la ideología de género eran obsesiones de algunos obispos españoles conservadores y que la Iglesia en España no tenía ningún problema con este tema.

 

"Liturgiafobia"

Sin embargo, los obispos se han dado cuenta de que no se trata solo de una ideología, sino de grupos organizados que pretenden atentar contra la libertad de la Iglesia. “Liturgiafobia” la denominó el obispo secretario.

Pero un aspecto que no se debe olvidar de esta cuestión es el papel de determinados medios de comunicación en el caso concreto, y, en general, en estas cuestiones. Fruto de esa reflexión fueron las siguientes frases del comunicado final de la Plenaria: “Nos preocupa asistir, de nuevo, a un ejercicio de manipulación de la verdad y desinformación intencionada que termina provocando el “odio” que se dice querer evitar o denunciar”.

Ejercicios de manipulación que no se producen en el aire y que interpelan a medios y periodistas. Aspecto este muy debatido en la Asamblea, con alguna intervención que noqueó a no pocos testigos de lo allí ocurrido.

 

Lucha contra la pederastia

Un segundo tema importante fue la lucha contra la pederastia en la Iglesia. Y aquí hay que reconocer el minucioso íter de la famosa Comisión antipederastia de la Conferencia Episcopal.

La criticada comisión de canonistas ha hecho un trabajo reconocido por todos los obispos. Hasta el punto de que el obispo portavoz insistía en la rueda de prensa de que el episcopado español es el primero del mundo en pedir a Roma un Decreto general, gracias a los frutos de esa Comisión.

Propuesta, la de que las disposiciones afecten a todo el territorio, que hizo la Comisión española según lo que recomienda la Comisión Pontifica para la Protección de menores en su Modelo de Líneas Guía, punto 4: “La Comisión recomienda firmemente que el ideal es lograr que un conjunto de líneas guía para la protección de los menores y adultos vulnerables al que se adhieran todas las diócesis, órdenes religiosas y organizaciones católicas del territorio”.

 

Nuevos estatutos

Fue importante, a la hora de llegar a un consenso que permitiera aprobar los nuevos Estatutos de la Conferencia Episcopal que se modificara la idea inicial de la composición de algunos organismos, como por ejemplo el de la Comisión Permanente.

Este cambio, que defendieron activamente algunos obispos, expresaba el sentido de la sinodalidad al que hizo referencia el Presidente de la Conferencia en su discurso inicial,  y a un sano ejercicio de democracia interna que ahora se articula con la presencia de los Presidentes de Comisiones y no solo de los arzobispos metropolitanos. Práctica ésta modificada que recordaba demasiado a las Conferencias de Metropolitanos anteriores al Concilio Vaticano II.