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Cardenal Urosa: "Maduro ya no es un presidente legítimo, sino un presidente de facto"

 

El prelado vaticinaba el levantamiento en Venezuela: "El hundimiento del país es algo que nos indigna. El plan económico y político totalitario, de corte marxista, nos ha arruinado"

 

 

01/05/19


 

 

A la espera de ver cómo se desarrollan los últimos acontecimiento en Venezuela, tras el levantamiento de Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional del país, y el opositor liberado Leopoldo López, levantamiento apoyado por un número de militares a favor del cambio de régimen en el país, lo que han denominado "Operación Libertad", muchos venezolanos, laicos y sacerdotes piden oraciones por el país.

La Iglesia católica panameña ha sido de las primeras que se han unido en oración por la paz en Venezuela "en este momento crucial de su liberación", señalan desde la archidiócesis.

"Queridos hermanos: los invito a ofrecer oraciones por La Paz en Venezuela, en este momento crucial de su liberación para que esta transición se dé sin derramamiento de sangre e impere La Paz-justicia y la concordia entre todos. Bendiciones", ha publicado en las redes sociales el arzobispo de Panamá José Domingo Ulloa.

El levantamiento civil, apoyado por los militares, era una hecho que se predecía. Hace escasos días, el arzobispo emérito de Caracas, cardenal Jorge Urosa, declaraba en una entrevista concedida al diario francés La Croix: “El hundimiento de Venezuela nos indigna”.

 

Miedo a maduro

El cardenal explicaba que Venezuela vive una crisis política que aún está por resolverse y recordaba lo acontecido tras las elecciones del 20 de mayo de 2018, ganadas por Maduro que han sido rechazadas por casi todos los partidos políticos de oposición y por la Asamblea Nacional, así como por muchos países, incluso de la Unión Europea.

"De manera que, a partir del 10 de enero de 2019, la Asamblea Nacional considera que la Presidencia de la República está vacante. Y debido a eso, el Presidente de la Asamblea, a tenor del artículo 233 de la Constitución Nacional asumió la presidencia interina de la República. No se “autoproclamó”, sino asumió facultades previstas en la Constitución. Consideran que Maduro no es presidente legítimo sino de facto. Es una crisis política que está aún por resolverse", señala.

Para Urosa, la actitud de los venezolanos es muy compleja: "Por un lado hay un profundo rechazo al Gobierno por parte de cerca de un 80 % de la población, pero debido al temor a la represión violenta y sangrienta por parte de la fuerza armada y policial oficiales, y de grupos de civiles violentos armados e ilegales que apoyan al gobierno, la gente no manifiesta públicamente ese rechazo. Además, hay una actitud de resistencia y de aguante de la violación de todos esos derechos, lo que denota una gran fortaleza interior del pueblo".

 

Plan económico estatista de corte marxista

El cardenal considera que el Gobierno de Maduro ha arruinado el país: "El hundimiento de Venezuela es algo que nos indigna.  El plan económico y político totalitario, estatista, de corte marxista, que ha arruinado la agricultura y la industria, y ha hecho cerrar más de la mitad de las empresas que había hace 20 años; ha promovido la peor y más alta inflación del mundo, y una devaluación increíble de nuestra moneda".

Además de la aplicación de ese plan nefasto, el arzobispo afirma que también influye la incapacidad de administrar los recursos del país, -ejemplo: el colapso del sistema eléctrico – y por último, la corrupción, un saqueo increíble de los recursos del país por parte de muchos personeros del gobierno. "Son pues, tres causas: un sistema económico-político fracasado, la incapacidad para gerenciar recursos, y el saqueo de los bienes de Venezuela".

 

Clérigos amenazados

También muchos clérigos han sido amenazados. Urosa recuerda que ya el presidente Chávez había atacado verbalmente a muchos obispos, en particular a los cardenales Ignacio Velasco, Rosalio Castillo, y Baltazar Porras, a los arzobispos Ovidio Pérez y Roberto Lückert, y también a él, que ha sufrido distintas agresiones.

"Nos atacan porque defendemos los derechos del pueblo, que son continuamente violados con sus actuaciones. Esos ataques sin duda provocan miedo, pero la ayuda de Dios, y la convicción de cumplir con mi deber como obispo y como ciudadano, me ayudan a vencerlo. No se podrá decir que los obispos venezolanos no hemos defendido al pueblo. Y procuramos promover la solución pacífica de los problemas. Y así lo pido permanentemente en mis oraciones públicas.