Cáritas | Noticia • 22 Mayo 2019

 

Las Cáritas de América Latina y de España apuestan por «una Iglesia en salida que camina junto a los más vulnerables»

 

La Declaración final del IX Congreso Hispano Latinoamericano y del Caribe sobre Teología de la Caridad alerta sobre el auge del racismo y la pobreza.

 

 

 


 

 

La Declaración final aprobada por los 140 participantes que los días 20 y 21 de mayo han participado en El Escorial en el IX Congreso Hispano Latinoamericano y del Caribe sobre Teología de la Caridad supone un alegato ante los retos a los que se enfrenta la Iglesia y Cáritas en un escenario cada vez más global.

Retos que plantean problemas crecientes como los de la pobreza y la desigualdad, la vulneración de los derechos humanos, la migración forzada, el racismo o la sostenibilidad de la Casa común.

Organizado conjuntamente por Cáritas Española y el Secretariado Latinoamericano y del Caribe de Cáritas (SELACC), directivos procedentes de 22 Cáritas nacionales latinoamericanas y de 35 Cáritas Diocesanas y Autonómicas españolas han participado en estas jornadas cuatrienales, que en esta edición se han celebrado bajo el lema “El Ejercicio de la Caridad y la Cultura del Encuentro”.

 

Ponencia de Fabio Baggio

Las sesiones culminaron ayer con una interpeladora ponencia del padre Fabio Baggio, subsecretario de la Sección Migrantes y refugiados del Dicasterio de la Santa Sede para el Desarrollo Humano Integral sobre el tema “La acogida e integración de migrantes y refugiados desde una cultura inclusiva”.

Baggio abrió su intervención señalando los desafíos a los que se enfrenta actualmente la Iglesia, el primero de los cuales, afirmó, “es la cultura del descarte, no de las cosas, sino de las personas. Y ahora le toca a los inmigrantes, que son percibidos como chivos expiatorios de nuestros males, ya que nos roban el empleo, la seguridad… Por eso, “quienes golpean nuestras puertas se encuentran con un muro, el de la indiferencia”.

“Ante este reto –señaló— tenemos la oportunidad de globalizar la solidaridad, de abrir las puertas y de contraponer a la cultura del descarte la cultura del encuentro y de descubrir la riqueza que nos aporta el otro. Nuestras comunidades se enfrentan a este reto de apertura a los otros, por lo que urge prepararlas para ofrecer esos espacios de encuentro”.

Alertó, sin embargo, de que “se ha dado una impreparación de las comunidades para recibir al otro. En este sentido, lanzó un mensaje directo a Cáritas para que “cada programa de ayuda sea concebido para todo el mundo, de forma que nadie se sienta excluido ni sea percibido como extranjero”.

 

Falta de coraje en la UE

El subsecretario se refirió sin disimulo a la falta de coraje político en el seno de la Unión Europea a la hora d abordar el problema de la movilidad humana. En su opinión, “hay una falta de distribución de responsabilidades de acogida por parte de los países europeos y tenemos países sobrecargados de responsabilidades, que afectan a las dinámicas de unificación de la UE”. De ahí “el carácter decisivo de las elecciones europeas del próximo domingo”.

Alertó, asimismo, de la gran responsabilidad de los medios de comunicación en la construcción del relato sobre la migración al criticar “la narrativa tóxica de algunos medios sobre el tema de la migración y la identificación de esta con la radicalización terrorista y violenta, que ha hecho mucho daño en términos de racismo, discriminación y xenofobia”. “Algunos partidos políticos –añadió— están utilizado estos miedos para abonar una política del temor como autodefensa”.

 

Relacionalidad y alteridad

Como propuesta colectiva ante esta deriva, Baggio reivindicó la necesidad “de poner en valor la relacionalidad y la alteridad, que es la gran oportunidad que tenemos en este momento, porque aun creyendo que la solidaridad es un bien, nosotros creemos que es también un acto de justicia”.

Para explicar esa idea de la relacionalidad subrayó que “somos seres creados para el amor, donde interactúan amantes y amados. Y cuanto más distinto es el amado, mayor es nuestro amor. Por eso voy creciendo porque encuentro en el otro lo que yo no soy y lo que yo no tengo. Al acabarse la distinción, se acaba el amor. Y al cerrar puertas y levantar muros, me estoy empobreciendo. Tenemos que entender que las fronteras son lugares del encuentro.

El subsecretario concluyó su ponencia asegurando que “la migración no se va a detener”. “Se constata un fracaso sustancial de las medidas de contención. Tenemos que ir hacia una gestión de los flujos con mirada de futuro, que pasa por no robar los recursos de otros países, por no hacer ingerencias en sus políticas, por no vender armas”.

 

 

Declaración final

“POR UNA VERDADERA CULTURA DEL ENCUENTRO”

 

Bajo el lema “El Ejercicio de la caridad y la cultura del encuentro”, Caritas Española y las Caritas de América Latina y el Caribe, se han reunido en El Escorial (España) el 20 y el 21 de mayo de 2019, para celebrar el IX Congreso Hispano Latinoamericano y del Caribe sobre Teología de la Caridad.

El Congreso ha sido expresión de encuentro y fraternidad, una ocasión privilegiada para compartir la vida, la fe y la reflexión sobre nuestro servicio a los más pobres.

Al término del encuentro, queremos señalar que nos duele la creciente pobreza y desigualdad que viven nuestros pueblos, la constante vulneración de los derechos humanos que atenta contra la dignidad de toda persona, el drama de la migración forzada y los desencuentros de una sociedad que genera ruptura entre las personas y con la Madre Tierra, nuestra casa común.

Nos preocupan las actitudes de racismo y xenofobia contra nuestros hermanos que se ven forzados a dejar sus países. Nos preocupa todavía más que nuestras comunidades católicas no están exentas de reacciones defensivas y de rechazo.

En este contexto acogemos la invitación del papa Francisco a vivir la “cultura del encuentro” y hacer carne los cuatro verbos que propone: acoger, proteger, promover e integrar, en respuesta a las llagas de nuestro tiempo. “No basta la simple tolerancia es necesario superar las fronteras mentales y dar el paso de una actitud a la defensiva a otra que ponga como fundamento la cultura del encuentro, la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno” (Papa Francisco, Mensaje Jornada Mundial 2015)

Como Cáritas, nos comprometemos a seguir construyendo con fuerza una iglesia en salida que camina junto a los más vulnerables. Apostamos por un desarrollo que sea verdaderamente humano integral, solidario y sostenible. Creemos en la posibilidad de una fraternidad universal que permita reconocernos como partes de una sola familia humana en la que todos somos responsables de todos.

Reconocemos, agradecemos y alentamos a quienes trabajan cada día, dentro y fuera de la iglesia, con los más vulnerables, y nos sentimos acompañados por la presencia de Cristo resucitado que nos abre a un horizonte de esperanza. “Cristo vive, y porque vive está presente en el mundo para llenarlo de luz, y por ello el mal nunca tendrá la última palabra” (Cf. Christus Vivit)

El Escorial, 21 de mayo de 2019